capitulo 3
Los caballeros que cuidan las puertas del imperio a fuera de la barrera, se sorprendieron al ver a Xiao con una mirada imponente montado su caballo y detrás de él toda la caballería intacta sin ningún herido.
—¿Acaso salieron huyendo...?—¡Agh!—Xiao había lanzado una flecha hecha de magia, cerca de los pies de ese cabellera impertinente.
—Es mejor que cuides tus palabras—Lo fulminó fríamente—Cuidar las puertas de este lugar no te hace un ser extraordinario. ¿Me preguntó si tendrías esa misma mirada presumida en el campo de batalla?—El arco desapareció—Abran las puertas.
<Prepárese para recibir más de esas mismas miradas. En el imperio lo tienen como un cobarde> {Sus miradas me vienen importando una mierda, hubiese sido mejor que, uno de sus deseos fuera destruir este imperio y reinar con el rey demonio bajo una grandiosa oscuridad}
Su sonrisa su tan hermosa de ver, Xiao creía que estaba sonriendo con maldad, pero ese no era el caso, su sonrisa es demasiado pura a los ojos de las demás personas.
—¡Cuánto más tardaran, que no escucharon al segundo príncipe! ¡¡Abran las puertas!!—Exclaman furiosos los caballeros de Xiao.
Las puertas se abrieron, todas las personas se asombran al ver tan pronto a Xiao, no tenían ni siquiera tres semanas de a verse marchado al campo de batalla. Los murmullos de que, el segundo príncipe había salido huyendo se hicieron presentes.
Xiao en ningún momento cambio de expresión, sigue con su espalda bien recta y con la mirada hacia el frente. Sus caballeros si están controlado su enojo por las ridiculeces que, están escuchando.
—¡Cobarde!—Grito alguien entre la multitud—¡Como puedes ser tan cobarde!
<Es una persona que fue soborna por las personas que siguen a la emperatriz, solo quieren armar un escándalo>
—¿Cobarde?—Sonrió fríamente, levantó su mano—Atar—Lo encadenó para luego hacerlo venir a él.—Si ninguno de ustedes no estuvo en ese campo de batalla y no vio lo que todos vimos, no tienen el derecho a sacar conclusiones si que, hayamos mostrado la evidencia.
Todos estaban más conmocionados por el poder de Xioa, que el discurso de hace unos segundos. Para todos los imperios y reinos el segundo príncipe lo tenía la bendición del Dios dragón Anciel, pero sus ojos han presenciado algo completamente diferente.
—Se te cortara la lengua como castigo por insultarme a mi, el segundo príncipe, Xioa Dor.—Se lo tiro a Guan.
<Si se comporta así, todos los verán como un tirano> {¿cuando has visto que la realeza no está llena de tiranos y de personas sin escrúpulos?}
—No me dirigiere a ustedes con palabras bonitas porque eso no es lo mío, pero solo quiero decirle que pueden dormir tranquilos por la noche.
Xiao provocó que el cielo se viera repleto de fuegos artificiales donde les hacia saber que ganaron la batalla contra los Chup.
Ellos se miraban entre ellos con cierta inquietud, pero al ver los caballeros y entre el público había que otro familiar de ellos, a verlos sonreír y asistir con la cabeza. Ellos gritaron alegremente.
—¡Viva el segundo príncipe!
—¡Al parecer los rumores son mentiras, el segundo príncipe, si fue bendecido por nuestro Dios Anciel, si no, ¿Como logro hacer eso en el cielo? ¡Es una señal de prosperidad para el imperio!
–¡Sí!
—¡Segundo príncipe, por favor. Siga protegiendo este imperio!
—¡Que viva!
Los humanos somos tan hipócritas, estoy seguro que, si no hago un espectáculo como este, ya estaría cubierto de tomates u otra cosa sobre mi cuerpo. Una forma de mostrar su desagrado.
El anterior xiao era débil y miedoso, nada diferente a ellos. Pero lo despreciaban solo por no poder proteger un imperio que desde un principio le dio la espalda sin darles la oportunidad de mostrar su valor. Y cuando iba hacerlo, cayo en una destructiva trampa.
—Pueden ir a visitar a sus familias, yo le daré la información de los echos a su majestad el emperador.—Se baja del caballo—Guan, darle de comer y beber agua.
—Así lo haré—Toma al caballo para llevarlo al establo.
Xiao se dirige al palacio del emperador, pero su camino fue cubierto por diez caballeros reales perteneciente al escuadrón del protagonista masculino.
—Espero que tengan una buena razón para interponerse en el caminó del segundo príncipe—Se cruza de brazos—¿Que quieren?
—El primer príncipe requiere de su presencia.
—Creía que era algo más importante. Ve y dile que no soy su maldito perro, si quiere verme que venga él —Una intimidante aura sale de su cuerpo— Ahora largo o se irían con una extremidad menos.
<No los deje irse sin quebrar unos cuantos huesos, ellos intimidaron muy feo al anterior anfitrión> {¿Desde cuándo tan vengativo?}
—Ya me arrepentí—Sello los labios de esas personas.
Solo podían gemir en silencio al sentir como sus huesos son triturados desde adentro, era tan doloroso que les tocaba tragarse la sangre que no podía salir de sus bocas.
—Fue muy agradable de verlos—Sonrío con amabilidad, antes de marcharse los curo y le quitó el sello de sus labios.
Los caballeros que cuidan los aposentos de su padre, hacen una leve reverencia en respeto.
—Informarle al emperador que, su segundo hijo quiere reunirse con el.
—Adelante, lo ha estado esperando.
Xiao entro a la recámara, era una muy extravagante con vasijas de oro, muebles de oro.
—¡Xiao!—Corrió abrazarlo—¿Te encuentras bien? ¿No estás herido? ¿Por qué tenías que ir?
Al principio xioa se congeló por el abrupto abrazo de su padre. No esperaba una cálida bienvenida. Esperaba ver la fría mirada de un emperador sin emociones.
Este hombre no es lo que me esperaba, está demasiado loco por el anterior anfitrión, ahora entiendo porqué le dejo el imperio, lo quería demasiado.
<Llamarle papá o sospechara que algo pasa> {¿Ya se entero de lo que hice hace un momento?} <Sí. No se sorprendan cuando vea al emperador> {¿Por qué}
—Papá, puedes soltarme me estas asfixiando.
—Oh, lo siento—Se aleja de Xiao.
Si 015 no me advierte hubiese gritado por el asombro, este hombre es como estar viéndome, pero más mayor. Somos somos como dos gotas de agua.
—Gane la batalla—Lleva su mano izquierda hacia su espalda—Mi caballería real y yo, logramos acabar con todos los chup, que amenazaban la seguridad del imperio.
Hay otra persona aparte de nosotros dos, ¿es la sombra del emperador? Tiene un poder abrumador.
—¿Estabas ocultando tu poder? ¿Tanto amas a esa señorita que, estas dispuesto a revelarlos?—Nunca dude ni por un momento del potencial de mi segundo hijo.
¿Solo eso preguntara? Tan devota es su confianza por este inútil hijo que una vez fui. Está más preocupado por mí, que por el resultado de la batalla. ¿No sospecha? ¿Es tan tonto?
—Primero tomemos asiento, papá.
Ambos se sientan frente a frente, el emperador toca la campanilla, varias sirvientas entran con te y aperitivos.
Xiao insonorizo todo el lugar, al comprar que su padre no era su enemigo, si no que, su amigo. Lo utilizaría para terminar más rápido esta misión.
—No tenía ninguna habilidad, estaba apunto de morir cuando escuché la voz de Dios—Veamos si el muy bastardo se comunica conmigo, ya que estoy blasfemiado.
—¿Qué quieres decir con morir?
Sus ojos Violeta se tornan oscuros, todo el lugar comenzó a temblar. El aura dorada a su alrededor no era una broma. Podia lastimarte con solo tocarla.
<Que mienta sobre que Dios le hablo, no es para nada importante. ¡Vaya, que emperador! El si se preocupa por su hijo.> {No es como si los inútiles dioses fueran lo suficientemente dignos de prestar atención}
Sistema.....
Dioses......
—Estoy bien, puede tranquilizarse.
—¡Como puedes decir eso, estuvistes apunto de morir, morir!
—Papá, eres el emperador no debes de perder la compostura. No es momento para eso...era una trampa...—Mira fijamente a su padre—Todo era mentira sobre que ganaría la batalla, fue por esa razón que, Dios se apiadó de mí y me otorgó poder para sobrevivir.
Vamos a dejarlo como un Dios benevolente a los ojos del emperador e imperio. Que esa fue una manera de arreglar las patrañas de sus hijos, aunque mentira no es.
—¡El templó se atrevió a blasfemar, manchando el nombre de nuestro Dios dragón!
—Sí.—Xiao toma un buen trago de té, para mojar su seca garganta.
—Cinco.
—¿Sí? Señor—Apareció de la nada vestido todo se negro y una máscara que cubre su cara.
—Tráeme la cabeza de la persona que perjuro sobre la victoria de xiao.
—Cof, cof, cof—Eso si me tomo por sorpresa.—Papà, no es momento de ser impulsivo—¿Como es que este imperio sigue en pie?
—¿Que quieres hacer?
—Tenenos que mostrar los verdaderos colores del templo, si los matamos solo quedaremos como personas viciosas y nuestra gente crearán que estamos de lado de la oscuridad—El rey demonio, mi esposo.
—¿Piensas seguir con el compromiso?—Esa maldita se atrevió a mentir sin pestañear. No merece a mi xiao.
—Sí, pero no voy a poner una fecha para dicho matrimonio—La protagonista me odia, se sentirá molesta que todos sepan que doy digno de ella. Cuando ella no es digna de mi.
—Entiendo—Sostiene su mandíbula mientras piensa en muchas cosas.—Puedes marcharte, descansa un poco porque no tardan en venir todos esos viejos por una audiencia donde quieran hacerte quedar mal.
—Bien—Se pone de pie—Antes pasare a visitar a mamá....si alguien viene a quejarse sobre unas personas lástimas. Espero seas compasivo conmigo, no puedo controlar muy bien mis dones—Sonrió tiernamente.
Xiao salió de los aposentos del emperador, su expresión se volvió más despiadada.
—¿Pudistes medir su poder?
—No, su majestad. Su poder es el más puro que haya visto, todo su cuerpo irradia esa luz dorada que, ni la santa ni los caballeros sagrados del templo tienen.
—Estoy seguro que sintió tu presencia mucho antes que aparecieras.
—Efecto, su majestad.
¿En verdad escuchó la voz de Dios? ¿Qué planea hacer esta vez, Ancel? Nuevamente esta aburrido y quiere disfrutar del espectáculo, donde los protagonistas son mis dos hijos y esa descarada santa.
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