La atmósfera que se suponía que sería agradable, alegré, espléndida, tras reunirse con su hermano despues de mucho tiempo se vio gravemente afectada en menos de un segundo. Cada uno de ellos se culpaban por no poder ocultar a la perfección sus emociones, preocupaciones.

Al no hacerlo quedaron inmediatamente expuestas todas esas inquietudes frente a Xiao, y su padre les había dicho que quedaba estrictamente prohibido el hablar sobre lo que estaba sucediendo fuera del lugar donde yacía Xiao, resguardado de todo “mal.”

El padre de Xiao suele vigilarlo y estaba convencido que Xiao está a días de alcázar la iluminación, y como es bien sabido que su asistente, Akita. No es alguien que pueda quedarse callado, y únicamente sirve fielmente a Xiao y si este le preguntaba algo se lo diría corriendo, no le guardaría nigún secreto es por eso se le prohibió entrar a ese espacio.

—No sé de qué estás hablando.—Ariam se hace el desentendido.—Akita estaba ocupado por eso no pudo venir con nosotros.—Baja su mirada fingiendo que ve las pequeñas flores silvestres.

Akita tuvo que apretar los puños porque no tenía la fuerza para llevarle la contraria al padre de Xiao, esa es la única persona a la que le tiene miedo por lo que solo calló. Triste porque no podría ver a su maestro. Sin embargo, ese movimiento fue muy estúpido porque eso solo haría que Xiao sospechará de que algo no anda bien, que le están ocultando cosas.

Tampoco es que ellos supieran lo que está pasando, también tenían curiosidad del porque su padre se estaba comportado extraño y sobre todo ese afán de que Xiao si o si tenía que estar metido en este lugar, alejado de todos como si fuera un oso e invernando.

Al principio creían que era porque su padre ama demasiado a Xiao, que quería protegerlo ya que desde un principio dejó en claro que Xiao es su sucesor, o es lo que les ha hecho cree a todos desde hace tiempos. Solo que ahora sus hijos han empezado a dudar de eso, de que todo lo que hace lo hace únicamente por el bien de Xiao, de sus hijos.

No sabían mucho pero si tenían sus sospechas de que su padre está planean algo contra el reino de los demonios, desde hace un tiempo los de ese reino no han hecho ningún movimiento para dañar a nadie. Por ello tres (Akram, Ariam y Deivy) no entendían del porque su padre quiere crear discordia. Es verdad que no podían llevarse bien con los demonios por sus integras y maldad pero tampoco podían atacar ese reino solo porque sin razón específica.

‹Se lo repetí muchas veces a padre que debería permitir que viniera Akita, que era una pésima idea no traerlo pero no quiso hacernos caso y tampoco seguía insistiendo porque últimamente anda muy nervioso, asegura que el reino de los demonios está fuera de sí, sin embargo ya no se que creer. Estoy demasiado confundido.› Pensaba Ariam mientras ignora la mirada interrogatorio de Xiao, este no le creía ninguna palabra.

Xiao no a dejado de mirarlos desde que llegaron, esperando que habrán la boca antes de que se le acabe la paciencia. No quería obligarlos o usar su poder ellos tres. Sin embargo no le estaban dejando opción, con su silencio solo le estaban diciendo; usa tu fuerza.

—¿Entonces?—Cruza sus brazos, dándole a entender que no les creé absolutamente nada.

Sería fácil entrar en sus cerebros y buscar la información que quiero, pero son mis hermanos no puedo hurgar en sus cabezas solo porque no quieren hablar. Con ellos lo pienso mucho antes de violar su privacidad pero con Akita es diferente, con él lo hago desde el momento en que lo veo. Por eso es que me parece extraño que no haya venido con mis hermanos, él por nada del mundo faltaría porque entonces recibiría un castigo.

—¿Cuánto mas debo de esperar para que abran la boca?—Pregunta.

‹¿Esto es obra de mi padre? ¿El que haya estado soñando últimamente con esa persona o ser también juega un papel importante? Siento que he visto esos ojos negros no solo en mis sueños también en otra parte. ¿Dónde? Es como si estuviera olvidado algo sumamente importante, o acaso tengo que ir a ese lugar de mis sueños en busca de respuestas.› Cuando vino a darse cuenta su mano se encuentra sosteniéndo la rosa negra que cuelga de su collar.

‹¡¿Eh?! ¿Desde cuándo uso algo como esto? Según recuerdo entre a este espacio sin nada más que con solo mi ropa, ¿entonces cuando llegó esto a mí y ni cuenta me dí? Algo no está bien en todo esto.› Xiao se sorprendió por eso y no es de los que sorprende.

Tenía la intención de quitársela y guardarla pero no puedo hacerlo, tenía esa sensación de que si se la quitaba sería como quitarse y perder parte de su vida, años en los que vivo situaciones extraordinarias que no puede explicar del todo y mucho menos entender por lo que dejo ese collar ahí, en su cuello con esa rosa muy cerquita de su corazón, solo así se siente mas tranquilo.

‹Es el momento de dejar este encierro absurdo al parecer, desde siempre he estado aquí por voluntad propia. En algún punto me aburrí de todo, de mi gente y de todo lo que querían imponerme solo porque fui dotado con una increíble afinación divina. No es porque sea arrogante y nada pero literalmente nací siendo una luz.

Una luz que poco a poco fue tomando la forma de un ser vivo, en algún punto todos creyeron que desde mi nacimiento ya era un Dios pero sus pensamientos cambiaron cuando tome la forma de un niño. Es lo que me dijo mi hermano mayor, Akram.›

Xiao al tener toda su atención observando minuciosamente los detalles de ese collar (fue el regalo de su esposo, desde que se lo regaló nunca se lo quito es lo mismo con el anillo de compromiso que Xiao le dio a u esposo) no se percató de la mirada de su hermano mayor, Akram. Este veia a Xiao algo confuso.

En su hermoso rostro se plasmó un leve desconcierto al ver el hermoso y tan brillante collar en el cuello de su hermano menor, extrañado porque no tenía recuerdos de que Xiao anduviera algo como eso es más; es bien sabido para todos que a Xiao no le gusta la joyería, que le regalaran algo así era un insultó hacia él. "No me den algo como eso, nosotros como seres de luz no deberíamos de anhelar las cosas mundanas. Tampoco aceptar las ofrendas basta con que crean en nosotros y oren sinceramente." Es lo que siempre decía.

‹¿Desde cuándo tienes ese collar? En este espacio no puede entrar nada a menos que padre lo permita, y al última que estuvimos aquí no recuerdo que llevara algo como eso. ¡¿Xiao logró salir de este lugar sin que padre se diera cuenta?! Bueno, ni debería de sorprenderme si entre nosotros él es con más capacidad de superar a padre, ¿si es que ya no lo hizo?› La intuición de Akram no estaba tan equivocada.

—Xiao, estamos hablando en serio.—Dice Deivy e intentado que no se percibía nada raro en su rostro.—Akita está ocupado supervisando la creación de los nuevos sistemas.—Explica.—Nuestro padre también lo ha puesto en el área de comunicación, cuando un sistema tiene preguntas sobre la trama va y le preguntan a Akita.—Finalizo.

No es del todo mentira entonces no le estoy dando mentiras a mi hermano, ¿verdad? Solo es una verdad a medias y eso no es nada malo... claro que es malo se supone que nosotros o podemos mentir es un gran pecado, doce azotes por mentir y cinco oraciones más bañarse en agua caliente; solo así puedes expiar tu pecado por mentir.› Lo que no sabía que su padre les ordenará que hagan eso al salir de ahí.

—Con que es así.—Mira seriamente a sus hermanos, observando cualquier cambio de expresión o moviendo en sus ojos.—Lo hubieran dicho desde un principio que era por eso.—Sonríe.

Ellos tres por poco suspiran verdaderamente aliviados al escuchar, y sobre todo al ver esa pequeña sonrisa en los labios de Xiao.

—Su silencio y nerviosismo me hizo pensar diferente.—Deja caer su cuerpo sobre la hierba, mirando el cielo eso les impidió a los demás ver la frialdad en ellos.—Es una lastima que no puede verlo, es divertido hablar con él.

—Puedes verlo pasado mañana, padre le permitió eso.—Comunican.

"¿En verdad se creyó eso así de fácil? Si lo hubiéramos sabido se lo hubiésemos dicho desde el principio, nos pusimos nervios por nada y eso poco hace que nos descubran." Pensaron todos los hermanos al mismo tiempo, se notaba que no conocen del todo a su hermano.

Era obvio que Xiao no se tragó ese cuento de que Akita no fue porque estaba ocupado, así tuviera una montaña de trabajo o lo tocará cruzar lava tenía que ir dónde Xiao, sí o sí.

—No, eso no puede ser posible.

—¿Por qué?—Preguntan confusos.

—Decirle a padre que no quiero ninguna perturbaciones, visita, nada.—Ve a cada uno de ellos.—Las señales de la iluminación están empezando a llegar a mí, si los recibí es para hacerles saber eso.—Comunica.—No se cuando tiempo me tomará el salir de la prueba.

—Bien, se lo haremos saber a padre.

‹Aunque es posible que nos este escuchando en este instante, ¿Xiao sabe que nuestro padre lo espía? No creo porque no nos estaría diciendo esto para que le pasemos el mensaje.› Se cuestiona Akam.

No tardaron mucho en cambiar el tema y hablar de cosas triviales, también hablaron de los mundos que supervisan y de lo bien que les está yendo con la recolección de energía, todo por las nuevas normas y leyes que implementaron. Siguieron así hasta que llegó el momento en que los hermanos de Xiao tenían que irse.

—Nos veamos después, hermano.—Expresan.

—Pasa rápidamente esa prueba para que puedas por fin salir.—Comenta Deivy.

—Así será.—Baja su mirada.—Díganle a padre que lo extraño mucho.

Su voz te dejaba saber su deseo por verlo, sin embargo su expresión era lo contrario y así era complicado saber exactamente que es lo que piensan Xiao sobre su padre.

—Nosotros le diremos.—Lo abrazan.

—Bien, cuidarse.

—¡Sí!—Se despiden con un movimiento de manos, desapareciendo justo como llegaron.

—Es momento de meditar, lo haré en casa.—Se puso de pie, acto seguido camino hacia la pequeña cueva no muy lejos de donde estaba.

‹Padre es tan arrogante o solo confía demasiado en sus poderes, piensan que no soy consciente de que me espía desde hace mucho tiempo. La verdad nunca me importó lo que hace y sigue haciendo mientras no involucre a gente inocente, sin embargo ya puedo hacerme de la vista gorda. Es momento que descubra que se trae entre manos y para eso voy a bajar al reino humano.› Por está razón es que comento que no quería que nadie lo molestará.

Xiao estaba planeando bajar sin que nadie se entere, es lo suficientemente poderoso para escapar de la visión de su padre así como el hecho de dejar una ilusión muy realista de él, meditando por si su padre quiere saber que está haciendo.

—Listo.—Cambio su vestimenta a una “supuestamente” menos llamativa.

Seguía viendo tan hermoso, siempre vistiendo una túnica cruzada en forma de "x" en su pecho dejando precisamente esa parte un poco descubierta al igual que su esbeltos hombros. Asi como el hecho de que desde su cadera hasta el tobillo la parte derecha tiene una sensual abertura, solo si llega a levantar el muslo entonces enseñará su tersa piel.

—Es la primera vez que bajaré al reino humano y no sé porque me siento de está manera, ansioso por llegar lo mas pronto posible.—Dejo salir un suave suspiro antes de salir de ese lugar.

En menos de un segundo Xiao ya estaba descendiendo hacia la tierra, sus hermosas y tan suaves alas de blanco plumaje se mueven elegantemente al igual que su semblante, su cabello ni siquiera era sacudió por el viento creado por sus alas.

Busco el lugar mas apartado y solitario para aterrizar haciéndolo con clase por supuesto, solo que al tocar suelo, esconder sus alas. Él sintió un sentimiento familiar, el lugar le parecía conocido al igual que él caminando casi como si estuviera hipnotizado.

—¿Uh?—Xiao detuvo abruptamente su caminar, llevando su mano al pecho, tras encontrarse con la misma vista que sucedió en sus sueños. Aquel hombre sin camisa de atractivo masculino tan irreal, majestuoso yacía sobre una gran roca tomando el sol. Entré su largo cabello negro se esconde su sensual espalda y anchos hombros.

Y justo como paso en sus sueños ese hombre volteó en dirección a Xiao, esa mirada cautivadora y afilada de color negro se entrelazó con los ojos violetas. Llevando a Xiao a sentir algo inexplicable, su sangre burbujeaba y su corazón palpitante locamente. Algo que no había experimentado en su sueño, quizás porque en la vida real el sentimiento se siente mucho mas que cuando sueñas.