Una brillante sonrisa adorno el rostro del bebé, jugando con el cabello de papá, mientras el de ojos violetas lo termina de cambiar. recién han salido de la ducha, el pequeño Huang necesitaba un baño con agua calientita y pronto lo podrán al sol.

Con el pasar de los días se va volviendo mas fuerte, gordito, hermoso. Ahora ya puede sostener los dedos de su papá o padre, por unos minutos.

‹Las orejas de papá son muy bonitas, se ven suavecitas. Él es una libre plateada y padre es un tigre de bengala, se ve tan feroz, con un cuerpo corpulento. Padre bien mide 1.95 y papá 1.80 metros de altura, pese a eso mi papá sigue venciendo a padre, logrando que se vuelva un pequeño gatito.

Podre nunca podrá vencerlo por dos razones, primero porque lo ama demasiado y segundo porque es un masoquista.›

Huang seguí jugando con el cabello plateado de su papá, sonriendo por la caras extrañas que le hace su papá, de vez en cuando.

<Sigo sin acostumbrarme a esta versión de sus padres, ellos son tan despiadados, arrogantes, pervertidos, locos, sádicos. Pero, siempre que son padres y lo cuidan ellos se vuelven totalmente diferente.

La primera y la segunda vez fue espeluznante ver a su padre, Arlon. Sonreírle y sostenerlo en sus brazos mientras le hablaba con una voz estúpida, nada propio de él. Entonces me di cuenta que, convertirse en padre también te hacía comportarte entraño al igual cuando estás enamorado.

Desde entonces su nacimiento se volvió el más deseado y esperado, sus padres siempre enloquecen cuando se enteran de su existencia. Se emocionan como si fuera la primera.>

Sistema; ¿Acaso mi maestro sabía de esto? ¿Cabe la posibilidad que en ese momento ya estaba esperando al pequeño maestro? No, no creo que sea posible porque no huera permitido morir tan fácil si llevaba una vida en su vientre.

Pero… hubo un momento en que se le veía de caído (se había reunido con su padre) en ese momento no le dí la importancia requerida pero estaba sangrando, me di cuenta porqué mi olfato es muy bueno. ¿Me preocupe? Sí, hasta le pregunté si había luchando con alguien.

Sin embargo solo me ordenó que me callara, que ni se me ocurrirá ir a contarle a su esposo (en ese momento novio demonio) ¿Acaso lo perdió y por eso al igual que su señor esposo, fragmento el alma para un día poder volver con él y su esposo?... Era su amigo y súbdito pero no quiere decir que lo sabía todo de él.

[Soy afortunado de tener unos padres tan cariñosos como ellos, que me aman tanto y es por eso mismo que ahora, es mi turno de protegerlos.]

—¿Tanto te gusto bañarte?—Le pregunta con una cálida sonrisa en su rostro.—Haz estado sonriendo desde hace un buen rato.

‹“No estoy feliz por eso papá, estoy feliz porque puedo verte todos lo días y cada vez que despierto lo primero que veo son tus hermosos ojos, y ese color negro de padre.” Eso lo que quería decirle, pero todavía no puedo hablar.›

Es por eso que Huang solo podía reír, de esa manera quería hacerle saber a sus padres, que está feliz. Feliz estar nuevamente juntos y está esperando pacientemente el poder hablar, de esa forma poder decirles todo lo que les ha querido decir desde hace mucho tiempo.

—Tomare tu sonrisa como un sí.—Besa las mejillas de Huang.—Hueles muy rico, los profundos para bebé son tan olorosos.

Mi hijo es un niño tan calmado, no llora a menos que sea necesario. Hubo un momento en que mi esposo y yo nos preocupas, rápidamente lo llevamos al hospital. Pero, después notamos que de alguna manera él, nos entiende y trata de comunicarse con nosotros a su manera.

No quiero que crezca, tengo esa inquietud de que sí crece algo complicada pasará. Por eso quiero que estos momentos sean eternos. Quedarnos así para siempre, juntitos los tres, solo de esa forma me sentiré a gusto.

—Esposa.—Venia saliendo de la ducha.

La bata delgada que lleva deja a la vista ese sensual cuerpo desde la cintura hasta el cuello húmedo por la gotas de agua que siguen sin secarse. Pese a que, se pueden ver sus ojeras y esa gruesa cola, sigue viéndose muy feroz y despiadado en vez de adorado.

—Tengo que ir a la empresa.—Comunica con pesar.—No quiero ir pero es importante…¡¿Un oso blanco en vez de tigre?!

Arlon se sorprendió por lo adorable que se veía su pequeño, con esa pijama de oso, con orejas y colita. Por lo que, salió corriendo por celular, tenía que tomarle fotos.

—Estaré bien.—Le hace saber Xiao a su esposo.—Ya puedo moverme un poco mas que antes.—Él también le está tomando fotos a Huang.—Los suegros también dijeron que vendrían hoy, sis que tendré quién me ayude con las cosas que requiera mucho esfuerzo.

No puedo parar de tomarle fotos cada vez que tengo la oportunidad, las memorias de nuestros celulares en poco tiempo terminarán sin espacio. Pero no importa, tenemos que guardar cada pequeño crecimiento o sonrisa en nuestro pequeño.

—Entiendo.—Abraza por la espalda a Xiao.—Volveré rápido, solo iré a firmar unos papeles y supervisar la construcción del nuevo complejo artístico.—Comunicó.

Esto es tan molesto, no quiero irme. Lo peor de todo que mi permiso de paternidad está a poco de terminar, sí. Hasta yo, un presidente, debe de pedir permiso.

—Ve ha vestirte rápido o llegarás tarde, entre mas rápido hagas las cosas, mas pronto volverás con nosotros.

—Tienes razón.—Besa las mejillas de su esposa e hijo.—No le pongas las cosas difíciles a papá…¿pequeño?—Mi corazón se exaltó de felicidad, se veía tan tierno con sus manitas aferradas a mi dedo.

Son tan pequeños y suavecitas que dan pellizcarlas, cuándo se trata de mi esposa e hijo todo me parece hermoso. Solo necesito verlos para llenarme de energía y felicidad.

—Señores.—“Toc. Toc” tocan la puerta.

—Adelante.—Permitió, Xiao.

—Quería comunicarles que los señores Koch, acaban de llegar.—Informo un hombre de estatura promedio, cabello cano, rasgados ojos color miel.—Están en la sala, a la espera de su presencia.

—Diles que estamos por bajar.—Expreso Arlon.

Ese traje azul negro remarcar cada parte de su magnífico cuerpo fornido, espalda en forma de triángulo invertido. Piernas largas y sexis como su cintura de sirena. También estaba eso que no se puede ocultar del todo, ese vuelto entre las piernas es exageradamente grande y eso que sigue dormido.   

—Iré ahora mismo, con permiso.—Salió de la habitación.

—Apoyarte en mí.—Levanta en sus brazos al pequeño y Xiao se aferró del fornido brazo de su esposo.

Ambos caminan lentamente, al ritmo de Xiao y lo mismo fue para bajar las escaleras, Arlon quería instalar un ascensor pero Xiao, no quiso.

[¿Cuánto falta para poder recibir la información de este mundo?] Preguntó frustrado. [¿Ya encontraste la energía de él.] Se muere por saber cómo la está pasando su futura esposa, no puedo estar tranquilo hasta que lo encuentre.

‹En mi estado actual no puedo salir en busca de él, observar en las personas que lleven aquel tatuaje, en cada mundo suele tenerlo en un lugar diferente. Aveces visibles y otras vez no.›

<Tenga paciencia, solo faltan dos días y podremos acceder a esa información. Sobre lo otro, sigo buscando pero no logró encontrar su paradero, sin embargo presiento que pueda estar relacionado con la trama de la historia, como ya debe saber. Somos pésimos en tener suerte en ciertas veces.> Expresó el sistema, ese pequeño panda que se encuentra en la cabeza de Xiao. Dando vueltas como un perrito.

[Eso es lo que me preocupa, no quiero que su vida se vuelva un martirio. Por eso quiero encontrarlo antes de que empiece la trama.] Quiero que sea feliz como yo, que crezcamos juntos como en el mundo siete.

<No sé preocupe, estoy haciendo todo lo posible para poder encontrarlo, y así tenga que ir yo mismo en busca de él, lo haré.> [Gracias, 015] <De nada.>

—Mamá, papá.

—¡Ahí están!

Los señores Koch, son dos personas muy elegantes, refinados. Con aura de noble, rasgos fáciles distintivos y una aguda mirada verde (son los de ella) mirada marrón verdosos (los de él) en estatura también son muy diferentes, él 1.90 y ella 1.78 metros de altura.

—Hola, suegros.

—Hola, cariño.

—¿Cómo te encuentras?—Preguntó ella.

—Bien, me estoy recuperando poco a poco.

—Entregarlo.—Muy ansiosamente extendió sus brazos.—Ya puedes irte.

—Hola, papá. Sí, estoy muy bien. Gracias por preguntar.—Lo ve con molestia.—Y mi pequeño no es una cosa...

—¿Qué dije?—Queria darle un manotazo.—Es mi nieto, quiero sostenerlo.

—Mamá, cuida bien de los dos.

—¡Arlon!—Su hijo no le entrego a Huang, en cambio se lo dejó en los brazos de mamá.

—No permitas que Xiao se esfuerce.—Hizo odios sordos a las quejas de su padre.—Que procure estar sentado o acostado en el sofá.

—Sí, sí, no te preocupes.—Le sonríe a Huang.

El pequeño solo sonrió ampliamente al ver a su abuela, quedando anonadado por la belleza y elegancia que se carga la tigresa albina.