Muchas cosas extrañas han sucedido desde ese día, en que fuí salvado por el director Eugene y esa otra persona, que resultó ser el maestro de la familia Ma.

Desde ese día, él visitó en varias ocasiones el set de grabaciones. Me veía por un buen rato, al principio creí que solo eran imaginaciones mías, pero no. El maestro Ma, en verdad, me iba a ver a mí.

No entendía porqué lo hacía, llegó un momento en que estuve a punto de ir hablar con él, no obstante me abstuve de hacerlo.

Y quizás el director Eugene, vio la inquietudes en mis ojos, o curiosidad por saber sus motivos de verme de esa manera. Puesto que me hablo con amabilidad y me sugirió que él, podría decirle unas cuantas cosas a el maestro Ma.

¿No comprendía por qué lo haría? Solo soy un empleado más en proyecto, ¿No tendría por qué ser tan amable conmigo? Él sabe sobre mis gustos en comidas, cuando yo ni lo sabía...¿Es algo muy de él, prestarle atención a sus empleados?

Hubo un momento de agitación en mi pecho, eso sucedió cuando sus manos sostuvo una corteza de árbol, evitado que cayera sobre mí...en ese instante el director se veía tan masculino con sus brazos fuertes exponiendo esa fuerza.

Estoy seguro que mí rostro se enrojeció y él fue consciente de eso, fue tan vergonzoso. Desde ese día evité su mirada, si lo veía ese recuerdo venía a mí y volvía a sonrojarme.

Lo bueno es que, las grabaciones de la película ya terminaron, fue muy bueno que las grabaciones donde aparecía Gizon, era muy pocas por lo que pudimos grabar nuevamente es grabaciones con el nuevo protagonista cazador.

Gizon fue encontrado culpable, el juez les dió dos opciones. Cárcel o terapia en psiquiatría, porqué el abogado lo hizo pasar por loco. La familia Yan, prefirió que su hijo fuera a una intuición psiquiátrica en vez de la cárcel.

Eso fue decepcionante puesto que, hizo tantas cosas desagradables, sin embargo espero que nunca salga de ese lugar. Que se quede allí para siempre, de esa manera no le volverá hacerle daño a nadie, nunca más.

Aunque, esa familia ya tiene una orden de alejamiento, acosan a Xiao, desde la distancia. O, envían a alguien con regalos.

Xiao siempre termina tirándolo a la buscará todo eso, no piensa y ni quiere tener nada de ellos, luego de que quisieron llevarlo a la fuerza a vivir con ellos, y de como quisieron dejar en mal al director Pavel. Quién solo se a dedicado a cuidar y respetar a Xiao.

No me sorprendió, cuando me dijeron que estaban juntos. Solo les di una sinceras felicitaciones y les deseé la mayor felicidad para ambos.

—Hegoi.—Intenta tener la atención de su hijo.

—¿Sí, mamá?

Su madre lo saco de sus incontables pensamientos, ellos dos había salido a tomar un café. Tenían semanas sin poder disfrutar un día en familia.

—Quiero presentarte a alguien—Confesó con nerviosismo.—¿Te parece?

—¿Es importante para ti?

Desde hace unos días que, se encuentra nervioso. Sin embargo, también se ha vuelto más feliz. Sus ojos apagados volvieron a la vida y tiene ese brillo de felicidad.

Eso me alegra, porqué aún si no lo dice, yo sé que nunca a podido olvidar a mi padre. Mamá jamás a dicho nada malo de mi padre, siempre me ha dicho que se fue sin decirle nada padre.

No quiso decirme los motivos de su decisión, y tampoco estoy para juzgarlo. No obstante, me gustaría saber más de su historia de amor que no puedo terminar en un final feliz. No siempre hay un final feliz para todo.

—Sí, lo ha sido durante mucho tiempo—Sostiene con fuerza la taza de café—Y lo he amado desde siempre.

Hegoi entendió todo en cuestión de segundos, sospecho que esa persona, podría o es su padre. Y no sabía cómo reaccionar, que decir.

—¿Esa persona es mi padre?—Mamá solo asintió.—¿Por qué viene hasta ahora?—Muerde su labio.—¿Por qué no vino cuando más lo necesitábamos?—Sé que tal vez tiene sus movimientos, sin embargo no creo que en su momento no haya dado con nuestro paradero.

—Es por mi culpa.—Confesó.

—¡¿Qué?!—Mira sorprendido a su madre—¿Que quiere decir?

—¿Te acuerdas cuando dije que me había ido?.

—Sí—Hegoi asintió.

—M-Me fuí sin revelarle tu existencia—Su voz tembló—Él nunca supo de tu existencia y no podría encontrarme porqué borre todo lo que él, una vez conoció de mí.

Hegoi tenía una mirada y sonrisa incrédula, no podía creer que su mamá, no le haya dicho esto. Vivió la mayor parte de su vida, resintiendo a su padre. No lo odiaba pero si le tenía mucho resentimiento.

—¡¿Por qué, mamá?!—Sus ojos se vuelven húmedos.—¿Por qué le ocultaste algo así?—Muerde su labio.—¿Que pasaría sí a él le hubiese emocionado la idea de ser padre?

—No te enojes con tu madre—Expresó el maestro Ma, poniéndose a la altura de Hegoi.—Él solo creyó que eso era lo mejor para mí, todo lo hizo pensado en mi futuro, sin darse cuenta que su partida me mataría desde adentro.

—¡Señor Ma!—Se sorprendió el verlo y que cariñosamente limpiará las lágrimas de su mejillas.—¿Q-Qué hace aquí?...¿Qué quiere decir?

—Perdón por llegar 18 años tarde....soy tu padre...se que ya pasó tu cumpleaños, aún así. Feliz cumpleaños, hijo.

—¡¿Eh?! ¿M-Mi...padre?....¿Usted?—Sonríe sin entender nada.

Mi mente se convirtió en un caos total, tanto que el respirar se volvió sofocante, demasiado información en cuestión de minutos, y sin darme cuenta ya había salido de esa cafetería, corriendo sin rumbo alguno.

Solo quería correr, correr, sin importar que afuera estuviera lloviendo. Quizás la lluvia lograría enfriar mi cabeza.

—¡¿Hegoi?!

Eugene se sobresalto al ver el aspecto de Hegoi, parecía un perrito mojado y sobre todo herido. Salió del auto y corrió hacia ese joven, de aspecto solitario.

—Te vas enfermar—Usado su abrigo como sombrilla, Eugene cubrió la figura del más joven.

—¿Eh? ¿Dejó de llover....?—Su corazón se estremeció al ver esa mirada preocupada.—¡¿Director?!—Estoy imaginado cosas.

—Vamos al auto.—Lo levanta en sus brazos—Hablaremos ahí.

¿No es una ilusión? Él está aquí, puedo escuchar su corazón, sentir su temperatura, es más tibia quizás sea porqué estoy mojado, con frío.

—¿Por qué salió bajó está tormenta?

Eugene, busca y busca algo calientito en el interior del auto, con lo cual pueda envolver a Hegoi. Y ya no sienta frío.

—No quiero hablar de eso—Me siento mareado—No me pregunté nada....—De repente empecé a ver borroso.

—¡Hegoi!—Se asustó al sentir la temperatura corporal del más joven, subiendo exponencialmente.

—T-Tengo...frío.—Sus labios se volvieron temblorosos.

Solo estado un momento bajo la lluvia, ¿por qué me enfermaría tan rápido? Quizás deba de tomar vitaminas para no tener las defensas tan bajas.

—Maneja más rápido—Le ordenó al chófer.—Solo espera un poco más, llegaremos pronto a mi departamento.

Es por la fiebre o en verdad estoy escuchando esa preocupación salir de sus labios, la forma en la que intenta reconforta es cálida y mí corazón se agitada tanto que da miedo....tengo miedo que me guste esta persona, él está fuera de mi alcance.

Hegoi iba a usar la fiebre para cometer una locura, que podría ser olvidada el día de mañana, o simplemente usarla como excusa.

Él agarró la corbata de Eugene, inclinado hacia abajo el rostro del mayor, muy cerca del suyo, rozandose entre sí, tanto la nariz como sus suaves labios. Hegoi puso todas sus fuerzas en ese último movimiento.

—Hegoi—Susurró dulcemente antes de probar los finos labios del más joven.

Eugene no pudo resistirse y al igual que Hegoi, cerro sus ojos y solo se dejaron llevar tanto por sus mentes como corazones.

Eugene había deseado hacer esto desde hace mucho tiempo, era un acto cobarde aprovecharse de Hegoi, por el estado en el que se encuentra, sin embargo siguió besándole. Pediría perdón el día de mañana.

<Eso es lo que estaba pasando en estos momentos.> 015 apagó la transmisión. {Me alegro que por fin, se animaron a dar ese paso. Se estaban tardado demasiado.}

Hasta tenía planeado encerrarlos en una habitación, tal vez de esa manera los dos, se animaba seriamente hablar sobre lo que sentían y no querían confirmar por temor.

{También espero que Hegoi, pueda procesar esa información y disfrute de su familia, de la riqueza que se merece.}

—Zeze, mi amor—En su voz se nota el nerviosismo.—¿Ya?

—Deja de apurarme, si sigues así, no podré orinar.—También estoy nervioso, ansioso.

<¿Si quiere puedo verificar su cuerpo?> Preguntó 015, el también quería saber el resultado. <De esa manera será más rápido.> {No, no quiero eso.} Eso dejaría de ser emocionante.

—Siento que me dará un ataque de ansiedad, mi Zeze.—Camina de aquí para allá, mordido sus uñas.—Necesitó saberlo ya.—En estabas situación, ¿Por qué el tiempo es tan lento?

—Vas a romper el piso—Abre la puerta del baño.—Aquí—Le muestra la prueba.—Ya puedes dejar de estar desesperado.—Sonrío ampliamente, dejado ver su blanca dentadura.

—¡Aaaahhh!

015 por poco y termina sordo, por ese gritó de Pavel, al mismo tiempo que levantó en sus brazos a Xiao y dió vueltas tras vueltas. Ambos sonreían descontrolados, se encuentra demasiados felices.

—¡Seremos padres!—Esos ojos negros se tornan cristalizados—¡¡Seremos padres!!—La felicidad se desborda de sus puros.

—Sí, seremos padres.—Besa toda la cara de Pavel.—Tenemos que ir al hospital, saber cuánto tengo de embarazo.—Mi pequeño Huang, pronto volveremos a estar juntos, los tres. En familia.

—¡Sí, por supuesto! Iremos mañana mismo—Besa el cuello de Xiao—Te amo.—Sonrío ampliamente—Te amo, te amo.—No dejaba de sonreír.

—Te amo—Besa la nariz de Pavel—Te amo—Besa las mejillas—Te amo amor de mi vida.

Sus labios se volvieron uno, saboreado la felicidad que sus fluidos bucales les trasmitía acusa de la excesiva dopamina que fluye por sus ser.

015 solo se encargaba de filmar esa escena, para luego poder enseñársela al pequeño Huang, hacerle saber cuan felices son sus padres, cada vez que lo conciben.