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  ༼ Capítulo OOO ༽

Tu Ayuda.

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───La chica de pelo Negro observaba con suma concentración las imágenes esparcidas por toda la mesa junto con papeles y demás cosas que estaban tachadas en tinta roja. Rascó su mejilla como hábito de frustración o también nerviosismo.

Alzó su vista, para fijarla ahora en la pizarra donde se encontraba un mapa con varios hilos que marcaban a varias partes de este. Movió su pie con impaciencia para luego soltar un bufido.

Llevaba ya tres semanas en lo mismo, tratando de descubrir el escondite de una banda de narcotraficantes a la que llevaba unos meses la pista.

Se encontraba en los Valles interandinos de los ríos Cuaca y Magdalena, había seguido a la banda por el Brasil hasta parar en Colombia. Saco un poco de información, descubriendo con quiénes se aliaban y también las rutas que tomaban, pero desgraciadamente todo se había ido a la mierda cuando les perdió el rastro. No sabía si llamar fortuna el haber pillado hace unas semanas a uno de los integrantes.

Salió de su ensoñación, cuando donde el motel en el cual se encontraba se empezó a oír el ruido de un auto que iba a más de mil kilómetros por hora, y como éste frenaba de golpe. La chica se medio asomó por la ventana, teniendo cuidado de no ser vista y por lo que pudo ver, habían ya un montón de personas con trajes militares de colores rojos y verdes que salían de unas cuantas camionetas con metralletas, bombas de gas y pistola encima.

—¡Maldición! —exclamó con nerviosismo al ver como estos se adentraban al mismo motel donde ella se encontraba. Rápidamente se empezó a mover por toda la sala, y metió cada una de las cosas importantes que tenía, Laptop,  fotografías, carpetas, el mapa... Y todo lo fue metiendo en una bolsa de gimnasia, le echó una última mirada a todo y cogió rápidamente un pendrive que se le olvidaba por poco. —Listo.

Abandonó la habitación tan rápido como sus piernas se lo permitieron, pero lastimosamente al doblar un pasillo la cacharon. No le quedó de otra que parar en seco viendo a uno de esos tipos.

—¡Eh, tú!—el tipo alzó su metralleta, y la apuntó. —No se te ocurra dar un paso más.

Tragó grueso.

Apenas había podido pestañear, cuando una bala salió disparada en su dirección y está paso a su lado, así que rápidamente se apegó a la pared soltando las riendas de su bolsa.

Suspiró hondo, pero cuando vio al hombre apuntarla nuevamente corrió hacia él dejándose resbalar por el suelo, pasar por entre sus piernas y golpearlo. Otro tipejo apareció en el pasillo, así que se levantó para pasar por la espalda del primer hombre y enredar sus piernas en el cuello del segundo para finalizar dando una media vuelta y lanzarlo al piso.

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El viento hacia que varios mechones de su cabello volarán en el aire, la peli-negra iba montada en su motocicleta y velozmente pasaba por la ciudad con dirección al bosque. Ya que después de haber dejado a varios tipos inconscientes había salido por la puerta trasera de la cocina y ahora se encontraba pasando por un mercado siendo perseguida por una banda de narcotraficantes.

—¡Háganse a un lado! ¡Apártense de mi camino! —gritó la fémina al ver personas por el lugar donde debía pasar.

Estos a duras penas lograron captar a tiempo todo lo que decía la peli-negra, corriendo y temiendo ser atropellado.

Despegó su vista del frente para ver por los espejos de la motocicleta y así poder comprobar si había perdido de una vez por todas la camioneta que la seguía. Dio un suspiro al ver su objetivo logrado, pero se llevó una sorpresa de que cuando volvió su mirada al frente, habían más camionetas, y estás estaban estacionadas fuera de un edificio junto con seis hombres saliendo de estas.

—Mierda.

Aceleró la velocidad de la motocicleta hasta estar a una distancia moderada fuera de esos tipos. Presionó los frenos de la moto para inclinarse a la izquierda, y al su brazo izquierdo tocar el suelo, empujar los pies con la motocicleta y que uno de esos hombres cayera al piso después que esta lo haya arrollado.

Se levantó rápidamente aprovechando que estos veían aún desconcertados la escena, y corrió hasta tomar a uno por los hombros y dar una patada doble a otro que estaba detrás de este, para tiralo al suelo dejándolo inconsciente y al que estaba sujeta lo noqueó con su brazo.

Un tipo cerca de un auto abrió la puerta pero la chica lo pateó golpeándolo en el acto contra la ventana, con agilidad levantó la pierna derecha y dando una vuelta le estampó una patada a un castaño, que en su mano cargaba con un frasco lacrimógeno.

Se dirigió a la camioneta apresuradamente, notando que en la puerta de éste estaba un símbolo de triángulo con una daga en el medio. Suspirando fue a la parte trasera y saco una maleta, de pronto sintió algo vibrar en la parte trasera de su bolsillo. Saco el teléfono con rapidez y sin ver al remitente contestó.

—¿Sí?

—Hola.. Esto.. ¿Estás ocupada? — la voz del otro lado de la línea, dejó muda a la chica —. ¿Sigues allí?

Carraspeó, antes de hablar.

—¿Qué quieres padre? ¿Hackeaste a medio mundo para poder encontrar mi número?

Un suspiro se oyó en el alta voz del teléfono.

—Créeme que esta vez no fue así. —ella rodó los ojos con una sonrisa de lado, sabía que mentía. — Pero necesito algo de ti.

—Vaya, ya debería saber que esta no era una llamada de cortesía para preguntar cómo he estado. —suspiró, al ver como uno de los tipos que estaba en el suelo, recobraba la consciencia y cogía una vara de defensa personal que estaba cerca de él, para dirigirse a ella—. Un momento, te pondré en espera.

—¿Justo ahora estás ocupada?

No respondió, solo hizo lo que le había dicho, y dejó el móvil en uno de los asientos. Del bolsillo izquierdo de la parte trasera de su pantalón, sacó una cuerda, la cual estaba sujeta a dos piezas de hierro. Corrió hasta el tipo y para cuando él bajó la barra ella sujetó con la cuerda el antebrazo de este, le dio una patada en la rodilla y terminó por dejarlo incociente con un puñetazo en el cuello. Dejó salir el aire de sus pulmones que sin saber estaba reteniendo, dió una última mirada para comprobar que nadie estuviera viéndola o que estuviera consciente nuevamente, y dió media vuelta para volver al auto, y tomar  el móvil seguido de la maleta.

—¿Que necesitas? —preguntó después de quitar la llamada en espera.

Del otro lado se escuchó como suspiraba al saber que volvió.

—¿Estás bien?

Ella sintió. —Sí. ¿Pero ya me dirás lo que quieres?

El tardó uno minutos en contestar mientras ella se alejaba del lugar.

—Necesito que vuelvas... —paró de caminar—. Necesito que vuelvas a Rusia.

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¡Eso! ¡Volví! (Han pasado 84 años.jpg 😔👊) jsjsja

Recusité entre los muertos, y con un nuevo capítulo de esta preciosura :3

Espero que les guste, ya que es solo el comienzo 7w7

¡Votar y comentar! Me alegraría mucho que lo hicieran:'( ❤️

Sin nada más que agregar, nos leeremos en el siguiente capítulo ;) bye, las amo💜