Pasaron los días, Violette llevaba una semana en la mansión Williams, Tessa le había llevado ropa y todo lo necesario para trabajar, hoy era el día del lanzamiento de la nueva temporada.

Su reputación estaba hasta por bajo de los suelos. La prensa no paraba de criticarla y en sus redes sociales sus seguidores y muchos más la atacaban dejándole frases como; "Eras mi ejemplo a seguir, me has decepcionado", "Eres una sinica que no vale nada" "Espero fracases en todos tus negocios"

Cosa que tenía devastada a Violette.

Ella se encontraba arreglando todo para la pasarela. Ya eran las 7 de la noche y los invitados no llegaban. Eso tenía a Violette con los bellos de punta, eso nunca había pasado.

Sus trabajadores trataban de animarla. Los únicos que llegaron al evento fueron Alexandre y Andrés, quienes fueron invitados por ella. Había llegado a entablar una pequeña amistad con Andrés, ya que lo veía seguido en la mansión Williams.

-No puedo creer que ese bastardo la esté arruinando, Alex -dijo indignado Andrés al ver el lugar vacío.

-Si, no sabes cuanto me enfurece esto.

Violette salió a recibir a sus dos únicos invitados.

-Temo que se tendrán que ir señores, el desfile no se llevará a cabo -dijo ella con un nudo en la garganta.

-Preséntelo para nosotros, ya verán de los diseños que se pierden -le dijo Andrés con espíritu alegre tratando de animarla.

-No creo que sea posible Señor Thompson

-Vamos Señorita Miller no puede echar a perder todos esos diseños.

-No los echaré a perder los donaré a alguna fundación, ahora por favor si serían tan amables necesito estar sola.

-Esta bien, nosotros nos vamos -dijo Alexandre jalando a su amigo con él.

Ambos salieron del lugar, dejando sola a Violette. Ella despachó a todo el personal. Se sentó en la tarima, y se echó a llorar.

Se suponía que este desfile sería un éxito. Cuan equivocada estaba.

Se levantó de allí y salió a fuera, y para su sorpresa el Señor Williams se encontraba allí, recostado en el auto de él fumando un cigarrillo.

Él la observo de pies a cabeza. Él tenía una propuesta que ofrecerle, una que los beneficiaría a los dos.

-¿Qué estaría dispuesta a hacer con tal de recuperar su reputación, Señorita?

Ella lo miró fijamente, era una buena pregunta y fácil de responder.

-A todo, estaría dispuesta a todo, Señor Williams -dijo con gran seguridad en su voz.

-Entonces cásese conmigo y recupere su honorable reputación -dijo él tirando el cigarrillo y apagándolo con su zapato.

Él se apartó del auto y se acercó a ella.

-¿Qué? -apenas pudo decir la sorpresa.

-Así como lo escuchó, he estado meditando todo este asunto suyo, créame a mi no conviene para nada estos problemas suyos, es por eso que le estoy planteando esta solución.

-¿Con qué propósito? -inquirió ella.

-Piénselo Señorita, si usted se casa conmigo estaría recuperando parte de su reputación y con mi ayuda desmentiríamos al patán de su ex. Hay muchas razones por las que le convendría casarse conmigo.

-Se muy bien que me beneficiaría pero usted ¿por qué quiere hacerlo?.

-Estoy harto de que hablen tanto de mi, de que inventen cosas que en realidad no son -en parte era cierto lo que él decía.

-No puedo aceptar esa propuesta -dijo ella negándose a esa absurda idea.

-Piénselo mejor, si se anima me lo hace saber. Déjeme advertirle que esto que pasó hoy apenas es el inicio del caos que se avecina, esta en sus manos evitarlo. Ahora suba al auto y vámonos.

Sin decir nada me subí al auto. Él manejó hasta su casa, yo todavía no volvía a la mía porque al parecer los reporteros hasta duermen allí. Todavía no quiero declarar nada, tengo miedo además no sé como desmentir aquellas palabras.

Me siento destrozada, tanto me había preparado para el lanzamiento de esta colección, y todo el trabajo que conllevó eso, fue para nada.

-Llegamos -dijo Alexandre apagando el auto.

Ella sólo asintió y bajo del auto, y se adentró a la casa.

Alexandre decidió dar un paseo por el jardín. En su mente se repetía una y otra vez una pregunta ¿Desde cuando él estaba interesado en querer ayudarla? Quizá porque él se veía reflejado en ella, no es igual a lo que le pasó a él pero si es similar.

Pero ¿por qué la familia de ella no había venido a apoyarla? Eso era algo que no entendía.

Dejó de pensar tanto en esa mujer, no sabía que le pasaba. Él no era así, nunca se había preocupado por una mujer que no fuera su madre. Pero ¿Por qué le había propuesto matrimonio si él huía estar atado a una mujer? Eso era algo que ni él tenía claro.

Él decidió salir a buscar a cualquiera de sus conquistas, quería olvidar todo el asunto con esta mujer.

Subió al auto y se fue.

Al día siguiente Violette se levantó temprano decidida a ir a su empresa y enfrentar la realidad, no podía seguir evitando lo inevitable.

Se arregló, se puso un traje muy elegante. Salió de la habitación y bajó al comedor, allí se encontraba Alexandre desayunando y leyendo el periódico. Al oír el ruido de los tacones levantó su rostro, frunció el ceño al verla arreglada para ir al trabajo.

-Buenos días -saludó ella.

-Buenos días

Él siguió desayunando y leyendo el periódico ignorándola por completo.

Al instante una de las muchachas del servicio le llevó el desayuno a ella.

-Muchas gracias -le dijo ella a él cuando quedaron solos.

Él la volteó a ver confundido.

-¿Por qué?

-Por haberme ayudado, no pensé que usted fuera ese tipo de personas que ayuda a la gente -admitió

-Normalmente no lo hago, pero con usted, bueno ni yo mismo se porque la ayudé. Y de nada -Dijo él encogiéndose de hombros para luego seguir comiendo su comida.

Al terminar de desayunar ambos se fueron a sus respectivas empresas.

Cuando ella llegó no se sorprendió al ver a múltiples reporteros. Todos le hacían preguntas pero ella no respondió a ninguna de ellas.

Al entrar a su empresa todos sus empleados la observaban sorprendidos, toda una semana sin aparecerse había sido bastante.

Al entrar a su oficina con Tessa siguiéndole, quien al verla se le tiró encima.

-Violette lamento todo lo que esta sucediendo.

-No quiero hablar de eso, Tessa. Dime que tengo pendiente para hoy.

Todo ese día se la pasó trabajando, esa noche decidió regresar a su casa, ya era tiempo de volver.

Pasó una semana desde entonces, ella aún no declaraba nada a los medios. Pero cada día que pasaba todo se volvía peor, había perdido a muchos clientes, y si seguía así iba ir directamente a la quiebra.

Respecto a Alexandre, él no había puesto objeción alguna cuando ella se marchó, de hecho ni siquiera la vio por que el se fue a un viaje de negocios a Berlín.

Todo parecía ir de mal en peor. Pero todo se fue al caño cuando muchos de sus socios ya no querían invertir en sus empresas. Eso acabó destrozándola. No aguantó con tanta presión que acabó desmayándose.

-Violette ¿estas bien? -le preguntó Tessa preocupada al ver el estado de su amiga-jefa.

-¿Como voy a estar bien con todo esto que esta pasando, Tessa? Estoy cada día más peor.

-No sabes cuanto me duele verte así, tan desilusionada, en un estado deplorable.

-No te preocupes toda esta pesadilla pronto acabará. Ahora vuelve a tu puesto de trabajo, necesito hacer unas llamadas.

Tessa asintió y salió de la oficina. Violette suspiró y tomó el celular y marcó un número. Al tercer tono contestaron.

-¿Todavía sigue en pie su propuesta?

Ella no iba a permitir que destruyeran lo que con tantos sacrificios había logrado, no estaba dispuesta a ver caer sus grandes empresas.

Gracias por leer.

Bien, hoy no es día de publicar capítulo. Pero dado el caso que mañana no podré hacerlo, pues me decidí por subirlo hoy. Y el domingo no creo hacelo porque será mi día de descanso, como muchos sabran (los centroamericanos en principal) mañana 15 de septiembre mi hermoso país esta de fiesta celebrando su aniversario de independencia. Y yo, estaré en el desfile. Por eso estaré ocupado y super quemadísima.

Espero disfruten este capítulo. Nos leemos el próximo fin de semana.

Jakelin Amaya.