Unos firmes pasos se acercaban a la oficina de presidencia de Williams Inc. La secretaria un poco nerviosa levantó la mirada para observar al intimidante hombre que se había detenido frente a su escritorio.

-Buenos días, Señor Merosov.

-Dile a tu jefe que estoy aquí -demandó.

-Enseguida, señor.

Con las manos temblorosas marcó al teléfono que la conectaba con su jefe, este enseguida contestó.

-Señor Williams el Señor Merosov está aquí...

-Hágalo pasar inmediatamente -la interrumpió para luego cortar la línea.

-Puede pasar, el Señor Williams lo espera.

El hombre entró a la oficina sin tocar, Adrián al verlo entrar se puso de pie y salió al encuentro de su amigo.

-Alexandre -saludó palmeando la espalda de su amigo.

-Valadimir, ¿qué te trae por aquí? -preguntó extrañado.

-Ya está todo listo, Alex. Andrés viene en camino se los contaré a ambos.

Se encaminó a los muebles y se sentó en ellos.

-¿Quieres algo de beber?

-Una copa de Brandy estaría bien.

Alexandre caminó al mini bar y sirvió dos copas de la bebida alcohólica. Volvió donde su amigo y se sentó frente a él ofreciéndole la copa.

Se pusieron a hablar de los negocios mientras esperaban a Andrés, quién llegó en veinte minutos. Él entró a la oficina y se sirvió una copa de vodka.

-¡Amigos míos que gusto de verlos! -saludó sentándose al lado de Vladimir.

-No cambias, Andrés. -Negó con la cabeza Vladimir

-Nunca lo haré, Merosov.

-Ve al grano Vladimir, ¿qué es lo que nos ibas a decir? -preguntó un poco ansioso Adrián.

-El plan está casi listo, ayer le propuse matrimonio -dijo Vladimir recostando su espalda y dejando descansar los brazos en el respaldo del sofá.

-¿Enserio? ¡Eso es una estupenda noticia!

Alexandre al oír eso no pudo más que sonreír, la noticia le alegraba enormemente. Al fin iba a cumplir lo que había prometido.

-Muy bien y ¿cuando se casan?

-Dentro de un mes, allí haremos lo que nos propusimos. Tendrás tu venganza, Adrián.

-Luego de lo que haremos atacaremos a su familia...

-¡No! -bramó Alexandre.

Sus amigos lo miraron con el ceño fruncido.

-¿No? ¿Por qué?

-A su familia no le haremos nada. Fue ella la única que me causó daño, su familia no me hizo nada.

-Pero...

-Déjalo Vladimir, él está casado con la hermana de esa mujer. -Dijo Andrés.

-¿Qué?

-Yo no lo sabía, además ella no tiene la culpa. Si daño a su familia la dañaré a ella también y no quiero eso. No quiero su odio -dijo Adrián cerrando los ojos pensando en lo dolida y decepcionada que estaría Violette si llegase a dañar a su familia.

-¡Oh, joder! -exclamó Andrés.

-Te enamoraste -concluyó Vladimir.

Adrián abrió los ojos y los miró.

-Estoy enamorado hasta las trancas, sería incapaz de hacerle daño. Quiero demasiado a esa mujer y a mi futura hija.

-¿¡Hija!? ¡Es una niña! -celebró Andrés.

Vladimir parecía estar en estado de shock. Era algo bastante difícil de creer y menos viniendo de alguien que juraba no volverse a enamorar.

-¿Por qué dices que es su hermana? Yo nunca la he oído mencionar a ninguna hermana y mucho menos a sus padres.

-Ella no es más que otra víctima a la cual destruyeron su corazón, Vladimir -dijo cabizbajo.

-Y vas a ser padre, entonces.

-Si, de una bebé.

-¡Felicidades, hermano! Quiero conocer a la heroica mujer que robó tu corazón.

Narra Violette

Después de despedirme de Adrián por la mañana entré a la empresa, revisé varios diseños y aprobé algunos. También salí a inspeccionar uno de los hoteles que estaba teniendo problemas aquí en la ciudad.

Evité a toda costa encontrarme a Candy pero me fue imposible, tuve que ir a supervisarlos en los ensayos de la pasarela dónde se presentarían los nuevos diseños.

Entré al lugar haciendo resonar mis tacones para que de esta manera llamar la atención de todos.

-Buenos días -saludé.

Todos respondieron mis saludos con una sonrisa y alguna que otra fingida.

-Señora Williams cada vez se ve más radiante. Y más con esa bella pancita, ahora entiendo porque Alexandre Williams parece más enamorado de usted -me halagó uno de los estilistas.

-Gracias, Mike. -le sonreí.

-Señora Williams todo está listo, cuando usted quiera pueden comenzar con los ensayos -dijo Rob uno de los diseñadores y encargados del área.

-Pueden comenzar -ordené.

Fui a un pequeño sillón y me senté, últimamente me cansaba muchísimo estar de pie. Algunos de los diseñadores se sentaron cerca de mi.

-¿Alguna queja con las modelos? -pregunté con la iPad en mis manos apuntando algunos desperfectos para luego rectificarlos.

-Nada que no se pueda resolver, aunque a veces son un poco insoportable en principal con Candy.

-¿Algún problema con ella?

-Se cree la reina de este lugar ¡ja! Olvida que la reina aquí es usted, Señora Williams. -dijo Rob

Solté una pequeña risa al escucharlo. Él me halagaba cada que podía.

-¿Enserio? Ella sabe que es una reina es una de las modelos más cotizadas.

-Si, pero los años le están cayendo encima y no es lo mismo a comparación de la jovencitas. Ya casi llega a los treinta.

-Ténganle paciencia.

-Si la hubiera visto hoy ¡estaba más insoportable que nunca! Con eso de que se va a casar dentro de un mes con un empresario ruso llamado Vladimir Merosov.

Me sorprendí al escucharlo decir aquello, Vladimir era uno de los empresarios más famosos, se encontraba a tan solo dos puestos abajo de nuestros nombres de la lista de Forbes.

-¡Vaya! No sabía eso.

-Anda presumiendo diciendo que ninguna boda como la de ella va a ser más sonada. ¡Ay! Pero viera la cara que puso cuando le dije que ni siquiera la de ella iba a opacar la suya.

Miré parte del ensayo y corregí algunos errores para luego volver a mi oficina donde Tessa me esperaba con la libreta en mano.

-¿Tengo libre el almuerzo? -pregunté deseando que así fuera, deseaba ir con Adrián.

-Lamentablemente no, Señora Williams. Tiene un almuerzo con el Señor Robinson.

Hice una mueca y desilusionada llamé a Adrián para avisarle que no comería con él.

-Hola mi cielo, ¿qué tal tu mañana?

-Hola, mi amor. Un poco ajetreada y ¿la tuya?

-Un poco relajada. ¿Almorzarás conmigo?

-Para eso te llamaba, hoy no podré me reuniré con el Señor Robinson.

-No hay problema, cuídate y nos vemos en la noche.

-Nos vemos en casa.

Corté la llamada, le pedí a Tessa que arreglara todo que iría conmigo al almuerzo que sería entré una hora.

Me senté en mi silla y tecleé algunas cosas en la computación cuando el teléfono sonó.

-Violette Williams -respondí.

-Violette aquí está Scott exige verte de inmediato. ¿Qué hago? ¿Llamo a seguridad?

-¿Quién lo dejó pasar? Creí recordar que su persona estaba prohibida en esta empresa.

-Ya sabes la recepcionista con la que se lió.

-Desgraciada le di una oportunidad y mira que no la aprovecha. ¡Agh! Hazlo pasar.

-¿Segura?

-Si.

-Está bien, estaré pendiente por si algo ocurre.

Colgué el teléfono y activé la cámara de la computadora en modo video. Si este venía a amenazarme de algo y luego salía con mentiras a la prensa tendría pruebas en su contra. Me levante, rodeé el escritorio y me senté en el escritorio cruzada de brazos.

La puerta se abrió y entró él cerrando la puerta. Fruncí el ceño al verlo tan desaliñado, él por lo general siempre vestía bien. Era bastante extraño.

Me observó mi cuerpo deteniéndose en mi abultado vientre, negó con su cabeza y me miró detenidamente a los ojos.

-No pierdes tiempo, ¡eh! Violette. No hace ni seis meses de que te casaste con él y ya estás embarazada. -dijo mirándome asqueado.

-¿Qué quieres, Scott? Que descarado que eres al venir aquí después de todo lo que me has hecho.

-¿Te haces la víctima? ¿¡Por qué crees que estoy aquí!? ¡Necesita que me des empleo! -dijo acercándose amenazadoramente a mi.

-¿Empleo? Piensas que te contrataría después de todo el daño que me has hecho, estás muy equivocado. No te quiero cerca, es más vete de aquí. Vete Scott.

-Tienes que hacerlo ¡por tu culpa ahora nadie me quiere contratar! ¡Estoy en la total pobreza!

-¿Yo? No he hecho nada, Scott. Se lo mucho que amas tu carrera, no soy como tú para arruinar lo que más ama. Sería incapaz y bien lo sabes.

-¡Deja de hacerte la mosca muerta! ¡Tú me arruinaste la vida y ahora pagaras las consecuencias! -gritó fúrico acercándose más a mi.

-Scott aléjate -dije poniéndome de pie al verlo casi al frente de mi.

Pero mi huida fue en vano, me agarró del brazo violentamente y me lanzó contra el escritorio. Grité de dolor al pegar contra mi escritorio, traté de proteger mi vientre con mis piernas y mis manos.

-¡Maldita mujer! ¡Tú eras mía y te fuiste con el estúpido millonario!

-¡No! -grité cuando con el pie me pegó en el vientre.

-¡Eras mía, Violette! -gritaba enloquecido proporcionándome golpes por todo el cuerpo.

Lo único que hacía era gritar por ayuda y por el inmenso dolor. Mi vientre dolía, sentí líquido correr entre mis piernas y sentí mi vida en hilo al imaginarme lo peor.

La puerta de la oficina se abrió entrando seguridad seguidos por Tessa. Quién gritó horrorizada al verme, apartaron a Scott de mi tirándolo al piso.

-¡Llamen a una ambulancia!

Tessa se tiró junto a mi, miraba su boca moverse pero no las escuchaba. Todo comenzaba a desvanecerse, estaba a punto de perder la conciencia.

-Mi bebé

Dije para luego perder la conciencia y quedando en absoluta oscuridad.

Gracias por leer ❤️

La historia está llegando a su etapa culminante.

Disculpen la tardanza pero es que estaba muy ocupada.

Bueno creo que ya saben lo que tienen que hacer para capítulo doble y quién sabe si hasta triple. Todo depende de ustedes. Quiero 100 comentarios en este capítulo y 100 en el otro, sumando por todos 200 comentarios. Si se animan bastante tendrán ¡3 CAPÍTULOS! ¡No uno, ni dos sino 3 capítulos!

PD: Violette en multimedia.

Los quiere:

Jakelin Amaya