Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 38

Narra Violette

Levanté la mirada y acaricié su rostro con mi mano. Lo miré con ternura al notar la inseguridad en sus ojos.

-El amor no se aprende, Adrián. -Alcé mi rostro para besarle -Lo que puedo hacer es que aprendas a confiar en mi, como yo confío en ti. Te voy a mostrar lo mucho que te quiero, y si no logras quererme entonces lo comprenderé y me alejaré de ti. Eso no lo dudes.

Él cerró sus ojos y me apretó más a él.

-Me es tan difícil confiar en alguien. Tengo miedo que en algún momento te aburras de mi y me dejes, no podría recuperarme de algo así.

-Abre tú corazón y permíteme entrar. Déjate llevar, no te retengas y deja el miedo atrás. No pienses en el pasado, sólo ve el futuro, los dos juntos con nuestro bebé.

-Lo intentaré.

[...]

Desayunamos en presencia de los que cuidan la casa. Me incomodaba la presencia de la tal Hazel, quien me acribillaba con la mirada.

-Es un placer tenerte nuevamente aquí, Alex. -Dijo sonriéndole con "inocente " coquetería.

-No planeaba venir aquí, pero dadas las circunstancias de que mi esposa se vino a ocultar de mi aquí tuve que hacerlo.

Nadie volvió a decir nada y seguimos comiendo en tenso silencio. Luego del desayuno Adrián me llevó a conocer los alrededores, todo era muy bonito y la naturaleza abundaba aquí.

-Me gusta mucho este lugar.

-A mí también, siempre vengo aquí cuando el estrés del trabajo me está consumiendo.

-A nuestro bebé le han gustado mucho las uvas -toqué mi vientre.

Él soltó una pequeña carcajada y puso su mano sobre la mía.

-Lo noté esta mañana, te comiste un bol lleno de uvas.

Sonreí inocentemente y escondí mi rostro en su pecho.

-Ayer me encontré a Arthur en la biblioteca -le conté. Lo sentí tensarse.

-¿Así? Y ¿qué te dijo?

-Casi nada, estaba enojada y no lo dejé hablar mucho.

-Pero ¿cómo te sientes?

-Siento como si me hubiese quitado un peso de encima. Me descargué y le eché en cara sus acciones. Deberías hacer lo mismo con Candy en lugar de venganzas y todo eso.

-Candy se merece más que eso. Al igual que Arthur

Volvimos a entrar a la casa, recogí mi ropa y fui a despedirme de Everly. Esa chica me había caído bien. Luego volvimos a la mansión de los abuelos.

-Me alegro que hayan arreglado sus indiferencias -dijo Marie.

-Pedimos disculpas por el show que armamos. Parece que el embarazo nos tiene loco a los dos. -Dije mirando a los abuelos.

-Eso parece.

Subimos a nuestra habitación, Adrián entró al baño a darse una ducha, mientras me puse a arreglar la ropa que Savannah me había llevado.

-¿Quieres ir a la playa? -preguntó él saliendo del baño con tan solo una toalla envuelta en su cintura.

-Si, me encantaría.

Sentí mis mejillas coloradas y miré a otro punto de la habitación que no fuera él. Lo escuché reírse mientras se cambiaba.

Hice lo mismo que él y me cambié por un vestido veraniego, era bastante raro que mientras aquí hacía un clima espléndido en Nueva York hacía un clima horroroso.

Una vez estuvimos listos, cogimos algunas toallas y partimos rumbo al mar.

-¿Como me encontraste anoche?

-Seguí a Savannah, no estaba muy seguro ya que no se llevaban bien. Pero lo confirmé cuando la vi sacar una bolsa de ropa y le pregunté a uno de los empleados si te encontrabas allí. Cuando lo confirmó me sentí aliviado y me regresé para darte tu espacio, fui a un bar y se pasaron un poquito las copas. Entonces fui a parar allí. -Dijo volteándome a ver por un segundos para luego volver su vista a la carretera.

-Hmm

Quince minutos después el aparcó frente a una playa bastante sola y deshabitada. Él bajó primero y rodeó el auto, abrió la puerta y me ayudó a bajar.

Me sentí extasiada al sentir la suave brisa del mar chocar contra mi. El sonido de las olas me transmitía paz. Caminamos hasta la playa, me quité las sandalias para poder sentir la arena entre mis pies, Adrián hizo lo mismo y subió sus pantalones y caminamos a lo largo de la playa dejando que el agua del mar mojaras nuestros pies.

-Quítate el vestido, vamos a nadar un rato.

Hice lo que me ordenó, quedando tan solo con mi ropa interior. Lo observé hacer lo mismo, me tomó entre sus brazos y se adentró al agua. Nadamos un poco, divirtiéndonos como poco lo hacíamos.

-¡Adrián! -grité cuando este me estaba llevando más profundo.

-No pasa nada, aquí estoy yo.

-No, no, no. Yo me quedo aquí, ve tú si quieres. -Me alejé de él y me crucé de brazos.

-Vamos Violette no te pasará nada.

Por más que me negué me jaló hasta lo profundo, dónde a duras penas podía tocar la arena, por supuesto que él si podía, ya que era muy alto.

-Ves, no pasa nada.

Me acomodé mejor y enrollé mis piernas alrededor de su cintura y me sostuve de sus hombros. Él me rodeó con sus brazos y me sonrió con burla.

-Siempre le he tenido miedo a las profundidades, cuando era pequeña casi me ahogo. -Dije recordando esa ocasión.

-Lo siento, no lo sabía.

-No te preocupes, sólo no me sueltes. -Pedí besando su hombro.

-Nunca lo haría.

Se movió un poco más a lo seco para que pudiera estar de pie. Sentí un alivio enorme al poner mis pies en la arena, le di la espalda aún con sus brazos rodeándome. Descendió un poco sus manos hasta mi vientre.

-¿Qué quieres que sea? -le pregunté.

-Pensé que ya lo había dejado claro -dijo besando mi cuello.

-¿Una niña?

-Si, que sea igual a ti de hermosa.

-Eso te traerá problemas a futuro, lo sabes ¿no?

-Lo sé, la cuidaré pero tampoco la limitaré de tanto.

Reí.

-Estamos hablando como si ya supiéramos que es una nena.

-Si no lo es de igual modo lo querré.

Llegada la hora del almuerzo salimos del agua, nos secamos y nos cambiamos. Adrián me llevó a comer mariscos a un restaurante que se encontraba frente al mar.

Pasamos un día increíble, ambos disfrutando de la compañía del otro.

[...]

Abrazo de último al abuelo Frank y le doy un beso en la mejilla.

-Adiós abuelo.

-Adiós querida nieta. Espero verlos pronto y también que solucionen sus problemas.

-Lo haremos abuelo.

Una vez nos despedimos de todos subimos al auto que nos llevaría al aeropuerto. Había pasado un maravilloso fin de semana, hubiera querido que fueran más días pero el deber llamaba.

La pasé durmiendo todo el vuelo, últimamente me daba mucha sueño, culpaba al embarazo por eso y por el inmenso apetito. Con la comida trataba de ser moderada, no quería volver a ser gorda. Tenía un cierto trauma con eso.

-Violette no te duermas ya vamos a llegar -dijo Adrián cuando ya íbamos en el auto de regreso a casa.

-Tengo mucho sueño.

-Dormirás todo lo que quieras cuando lleguemos a casa.

Y eso fue lo que hice cuando llegué, dormí hasta el día siguiente amaneciendo con mucha energía. Me duché y me vestí con un pantalón rojo y una blusa blanca manga larga y unas zapatillas de tacón beige.

El cabello lo dejé suelto en ondas. Observé a Adrián quien estaba tratando de hacer el nudo de la corbata que por alguna razón hoy no le salía. Me acerqué a él y quitando sus manos terminé de hacerlo yo.

-Te ves guapo -dije dándole un pequeño beso. Se veía exquisito en aquel traje gris.

-Gracias. Tú igual te ves hermosa.

-Claro -sonreí con arrogancia.

-¿Qué harás hoy?

-Tengo una entrevista -hice una mueca.

-Te deseo suerte entonces.

Bajamos a desayunar. Cuando nos estaban sirviendo me extrañé al ver personal nuevo.

-¿Qué pasó con el personal?

-Según Vanessa las antiguas renunciaron y contrató a otras.

No le di importancia y seguí comiendo. Cuando terminamos nos fuimos para nuestras respectivas empresas.

Entré al aérea de las sesiones fotográficas encontrándome en el camino a Candy. Esta me sonrió con hipocresía.

-Pero si es mi querida hermana, ¿te fuiste de vacaciones con tu sexy esposo? -preguntó deteniéndose frente a mi.

-Señorita Miller no me haga perder el tiempo y no se meta en lo que no le importa.

-Eres tan ridícula como siempre, no cambias nada, eh. -Rió con burla.

-Vete a tu lugar de trabajo -dije entre dientes para después rodearla y seguir mi trabajo.

Supervisé cada una de las sesiones, corrigiendo a las modelos en algunas ocasiones. Luego de eso entrevistamos a los modelos hasta encontrar a los indicados.

Estaba en mi oficina viendo algunas de las fotos que se habían tomado cuando unos toques sonaron en mi puerta.

-Adelante.

Levanté la vista para ver de quién se trataba. Sonreí en grande al verlo y me levanté de la silla para ir abrazarlo.

-¡Eduardo!

-Mi querida Rose.

Me devolvió el abrazo. Cuando nos separamos lo invité a sentarse en uno de los sofás.

-¿Qué te trae por aquí?

-Negocios. Así que aproveché y vine a visitarte, también a disculparme por no haber asistido a tu boda.

-No hay problema.

-Cuéntame que fue lo que de verdad sucedió, porque esa historia que contaron a la prensa no me la creo. Te conozco y sé que no eres así.

Dando un suspiro comencé a relatarle la historia de lo que de verdad sucedió. Insultó mucho a Scott y también a Adrián, dijo que se había aprovechado de mi por mi momento de vulnerabilidad.

-Bien hubieras solucionado esto, sólo tenías que desmentirlo y ya. No entiendo la boda.

-No hubiera sido fácil. Además en él vi una salida, en ese momento no sabía ni qué pensar ¡estaba desesperada!

-Nada es fácil.

-No me juzgues, Eduardo. No tú.

-No lo hago. Sabes que siempre te apoyaré en lo que sea, sólo analizaba las cosas.

Me abrazó justo en el momento que la puerta se abría y entraba Adrián. Quedándose petrificado observándonos.

-¿Qué demonios?

Gracias por leer❤️

Espero que les haya gustado esta sorpresita y también que hayan disfrutado de estos capítulos.

Estoy triste porque ya se acabaron mis vacaciones, ya el lunes entró a clases 😞.

¡Espero que con estos capítulos se animen a comentar!

PD: Alexandre en multimedia.

Los quiere,


Jakelin Amaya

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro