Capítulo 29
Narra Alexandre
Miré con molestia a Andrés, le había contado mi convivencia con Violette y respecto a cómo me sentía con ella.
-Esa mujer te tiene calado hasta los huesos, hermano-se burló Andrés
-No podría negar eso, admito que me gusta su compañía, me he acostumbrado a ella. No te voy a negar que al principio me pareció incómodo, verla todas las mañanas al despertar al lado mío. Nunca había hecho eso con las demás mujeres. Me vuelve loco hasta el punto de perder la cordura.
-Vaya, nunca esperé que este momento llegara tan pronto. Violette me sorprende cada día más.
A mi cabeza llegó su imagen, en lo bien que se veía en la mañana después de haberla tomado. Los momentos con ella eran indescriptibles, ella era una mujer espectacular. No entendía porqué sus ex parejas no la habían valorado y apreciado como ella se merecía. Ante mis ojos ella era una joya de mujer, de esas que cada vez más se extinguen.
-Alexandre ahora si me estás asustando-escuché decir a mi amigo.
Lo miré con el entrecejo fruncido, sin comprender a qué se refería.
-Estabas sonriendo mientras te encontrabas ido en Dios sabrá en que planeta-mencionó ante mi confusión
Rodé los ojos, y decidí no contestarle nada.
-Y tú, ¿qué cuentas?
-En lo personal nada interesante, ya sabes lo mismo de siempre; mujeres y más mujeres. Mi vida no es tan interesante cómo la tuya. Y en mis empresas no me puedo quejar, cada día gano más billetes -dijo con aburrimiento.
-Miré a Candy-dije desviando la mirada hacia otra parte. No miré cuál fue su reacción.
-!¿Qué?!-exclamó -¿Dónde y cuando?
-Trabaja para Violette.
-Pero... Has que la despida hombre. Si es necesario cuéntale parte de tu historia para que comprenda tus razones-dijo aquellas palabras con histeria.
-Es su hermana, Andrés -murmuré volviendo mi mirada a él.
-¡Oh Dios mío!
-Y le conté todo.
Estaba estupefacto ante lo que le estaba diciendo.
-¿Y qué harás? -preguntó con voz queda.
-Nada, no haré nada contra ella, no podría. Ella no es más que otra víctima de su hermana.
-Pero cómo es que trabaja con ella si se llevan mal.
-Está cumpliendo con algunas cláusulas del testamento de su abuela.
[...]
Me introduje al ascensor de la empresa de Violette, las puertas estaban a punto de cerrarse pero una persona las detuvo y entró con rapidez. Me tensé al reconocerla.
Me volteó a ver y sonrió con coquetería mordiéndose el labio inferior.
-Oh eres tú. El guapo esposo de la Jefa.
La ignoré. Se acercó a mi y agarró las solapas de mi traje acercándose a mi cual depredador a su presa. Pero yo no estaba dispuesto a ser su presa, nunca volvería a caer en sus redes. La alejé de inmediato y le di una mirada fría.
-¿Qué le pasa?-espeté furioso.
Ella sonrió irónica, apretó un botón del ascensor causando que este se detuviera con ellos a bordo.
-No se haga Señor, me di cuenta que me observó mucho la última vez que lo vi.
-Es que me recordó a alguien -ella sonrió en grande y se volvió a acercarse a mi.
-Yo puedo complacerte mucho mejor que ella -susurró en mi oído.
-Es que no te has visto en un espejo, mujer-volví a alejarla-Ni en mil años podrías igualarla.
-¿Qué tiene ella que no tenga yo? Además ella está un poco gruesa. Pasada de peso diría yo.
-Lo que tiene ella es un cuerpo bien dotado. Además cómo sería capaz de engañarla con una simple modelo, una empleada más-dije disfrutando de cada palabra que salía de mi boca.
Pulsé el mismo botón que ella poniendo nuevamente en marcha el ascensor.
Ella sólo me observó furiosa.
-Tú te lo pierdes.
Narrador Omnisciente
Candy salió furiosa e indignada de aquel ascensor, no podía comprender porque aquel hombre le había rechazado. Era algo inaudito.
Llegó hasta la sala dónde se encontraban las demás modelos y fotógrafos. Estos al verla entrar con aquella cara roja a causa del enojo, se le acercaron con curiosidad.
-¿Qué te sucedió?-preguntó Camila, una de las modelos.
-¡Nada que les importa!-exclamó con gran fastidio.
Mike uno de los estilistas entró a la sala y al ver a Candy estalló en carcajadas.
-No me digan que es otra que está colada por el esposo de nuestra jefa. Te miré que entraste al ascensor con él -se burló.
-¡Ja! ¿Yo? Él no está a mi nivel.
-Claro que no lo está. Sólo la jefa lo está. Tú eres una simple modelo y ella es una diseñadora y empresaria famosa.
-Supongo que es por eso que se casó con ella. Quiere su fortuna -dedujo Candy.
Todos los allí presente estallaron en sonoras carcajadas al escucharla decir tal estupidez.
-Que equivocada está, Señorita Miller-se escuchó la voz de Violette por toda la sala haciendo callar a todos sus empleados -Me pregunto; ¿es así como gasta el tiempo en horas de trabajo?
Candy palideció al verla entrar junto a su esposo.
-Yo...
-No diga nada-la interrumpió -Póngase a trabajar en vez de estar perdiendo el tiempo metiéndose en asuntos que no son de su interés.
-Lo siento, Señora Williams.
Violette palmeó sus manos con fuerza llamando la atención de sus empleados.
-Vamos, Señores. ¡A trabajar! Necesito pero ya esas fotos para el catálogo.
Todos se movilizaron y comenzaron a preparar todo para la sesión de fotos.
-No sabe quién eres-le dijo Violette en un susurro a Alexandre.
-No, y eso me hace sentir más poderoso. Ni a ti te ha reconocido.
-No creo que lo haga.
Estuvieron un rato más observando cómo se llevaba a cabo la sesión fotográfica, cuando miró que todo marchaba en orden se marcharon.
Antes de que llegaran a la salida la potente figura de Demián ingresó a la sala. Llamando la atención de todos los presentes, incluso la de su hermana; Candy.
Él se acercó hacia la pareja sin darse cuenta que su otra hermana se encontraba allí.
-Violette-la abrazó -necesito tu ayuda.
-Vamos a mi casa, sólo voy por mi bolso y allí hablamos tranquilamente.
Los tres salieron de aquella sala, los dos hombres bajaron al primer piso mientras tanto Violette subía al último piso por su bolso. En cuestión de minutos estaban ya de camino a la mansión.
-¡Oh, Vio! ¡Hoy si que la he regado!-exclamó con angustia Demián una vez estuvieron a solas en el despacho de Alexandre.
-¿Qué has hecho, Damián? No creo que haya sido tan grave.
-¡Tengo una hija de cinco años, Vio!
Violette abrió sus ojos debido a la sorpresa que le había causado aquella noticia.
-¿Una hija?-preguntó incrédula a lo que su hermano decía -pero... ¿Como?
-Bueno tú sabes... Eh cuando un hombre y... bueno una mujer tienen...
-¡Eso ya lo sé, Demián! La pregunta sería ¿Cómo es que lo ocultaste?
-¡Es que ni yo lo sabía!-exclamó angustiado.
-Apenas ayer me di cuenta, entré en pánico y tomé el primer vuelo a New York para desahogarme contigo. No sé que hacer, su madre se está muriendo de cáncer y mandó a buscarme a mí para que yo criara a la niña. Quiere verme.
Violette se acercó a su hermano y lo envolvió en un fuerte abrazo demostrándole que ella estaba con él.
-Tienes que ir, Demián.
-Iré pero quiero que tú vayas conmigo. Por favor, Vio. Yo no podría ir sólo-le suplicó.
-Yo...¿Dónde vive ella, Demián?
-En Berlín.
-Está bien, te acompañaré -dijo ella soltando un suspiro y apartándose de él.
-Gracias, hermanita. Te amo, lo sabes ¿no? -dijo él dándole un beso en la coronilla.
-Siempre lo tengo presente. ¿Te quedas a cenar?
-No quiero causar molestias...
-Te quedarás -afirmó su hermana.
A Demián solo le quedó sonreírle. La envolvió en un fuerte abrazo. De esa manera salieron de aquel despacho, Demián se encontraba más aliviado al haber compartido aquella información con su pequeña hermana.
Mientras tanto en la empresa Candy se encontraba confundida al haber visto a su hermano allí y más al ver con cuánta confianza se había acercado a su jefa.
-¡Otra hermosura de hombre! -dijo una de las modelos.
-¿Quién era él? -se atrevió a preguntar Candy.
-Es Demián Miller -Eso le confirmó que en efecto aquel hombre era su hermano.
-Y tú, Candy deberías controlar tu lengua. Mira que hablar así del Señor Williams -la regañó Mike.
-Pero si no es más que la verdad.
-Estas muy equivocada. Me pregunto en qué mundo has estado todo este tiempo que no sabes quién es él -dijo James uno de los fotógrafos.
-¿Debería saberlo?-inquirió con indiferencia.
-Deberías, él ha sido el soltero más codiciado hasta que se casó con nuestra jefa.
-Pero si el soltero más codiciado es Alexandre Will...-se detuvo al comprenderlo todo.
-Que lenta eres -se burló Camila.
-Y respecto a tu curiosidad sobre Demián Miller déjame decirte que él junto con Dylan Miller son hermanos de nuestra jefa: Violette Miller.
Gracias por leer❤️❤️
Alexandre en multimedia
¡Oh Dios mío! Candy ya sabe gran parte de la verdad. ¿Qué opinan?
Y...
¡Oficialmente ya tengo 17 años de edad! Quiero felicitar a alguien que también está cumpliendo años hoy @valopez24 ¡Felicidades, hermos@!
Y a todos los demás sólo me queda desearles unas ¡Felices fiestas! Cuídense amores míos.
Los quiere,
Jakelin Amaya
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