Capítulo 28
Narra Violette
Salí de la sala de reuniones a paso rápido, solo faltaban cinco minutos para la hora de almuerzo. Seguramente Adrián no tardaba en llegar a por mí. Subí al ascensor y marqué el último piso, antes de salir necesitaba ir por mi abrigo.
Las puertas del ascensor se abrieron abriéndome el paso al último piso, avancé hasta mi oficina, mi vista se fijó en la mujer que estaba sentada frente a mi oficina. Por el sonido de mis tacones me gané su mirada, inmediatamente me di cuenta de quien era aquella persona; era Candy, mi hermana. Esa persona que llenaba mi ser de miedos e inseguridades.
Ella era hermosa opacaba a cualquier mujer que estuviese a su lado, y en ese momento deseé que Adrián no se cruzara por aquí, por mucho que le tuviera resentimiento él se sentiría atraído por ella. Después de todo él la había amado.
Me fijé en su rostro, seguía siendo la misma. No me resultó extraña aquella mirada llena de arrogancia y prepotencia. Ella me miró de pies a cabeza con cierto desdén.
-Señora Williams -llamó Tessa. La miré.
-¿A llamado mi esposo?-pregunté ignorando la presencia de quién estaba segura era Candy.
-No Señora. De hecho...-La interrumpí.
-¿Quién es ella?-pregunté fingiendo no saber su identidad.
-¡Oh, si! Ella es la Señorita Miller. La que no se presentó a su cita por la mañana.
Por el rabillo del ojo miré a Candy ponerse de pie y acercándose hacia mi.
-Entonces ¿qué hace aquí?
-Vine a verle a usted-dijo Candy. Me di la vuelta y la miré.
-Su cita era por la mañana, entenderá que soy una mujer ocupada y no podré atenderla hoy sino hasta la próxima semana.
Sin darle oportunidad a que dijese algo más entré a la oficina, llevándome una sorpresa al ver a Adrián sentado en uno de los sofás de mi oficina.
-Adrián-dije sorprendida.
Él que se encontraba concentrado en su móvil levantó la mirada y me observó mientras se ponía de pie y sonreía.
-Hola, mi cielo-dijo llegando a mi y dándome un pequeño beso en la frente.
-Hola. ¿Hace cuanto llegaste?.
Estaba un poco preocupada al pensar si había visto a Candy.
-Hace unos minutos-contestó con simpleza.
-¿La miraste?
-Si. Fue muy desagradable para mi verle.
-¿De verdad? Ella está hermosa, no me extrañaría si dijeras que te sentiste atraído-Él soltó una carcajada.
-Lo único que siento por ella es asco-pasó sus brazos por mi cintura atrayéndome más él- Está hermosa eso es cierto-al oír eso un nudo se formó en mi garganta -Pero no me atrae, ni ella ni ninguna otra mujer. Por alguna extraña razón sólo tengo para una sola mujer y esa eres tú, Violette.
Mi corazón dio un vuelco al oírlo.
-Tú tampoco sales de mi cabeza Adrián-dije para luego besarlo.
Era un momento tan mágico, moví mis labios de forma pausada, disfrutando de la calidez de sus labios. Mis brazos rodearon su cuello y sus manos tocaban de forma delicada mi cintura.
Poco a poco se fue separando sus labios, pegó su frente a mi y me dio un pequeño beso en la nariz.
-Será mejor que nos vayamos sino no soy responsable de mis actos -susurró sobre mis labios.
-Si, déjame voy por mi abrigo.
Me separé de él y caminé hasta mi silla dónde se encontraba mi abrigo descansando en el respaldar de esta. Lo tomé y me lo puse. Me devolví hasta dónde se encontraba Adrián.
-Ahora si.
Uno de sus brazos rodeó mi cintura, decidí hacer lo mismo y con mi brazo contrario abracé la suya. De esta manera salimos de la oficina y nos encaminamos hacia el ascensor.
-¡Señora Williams!-llamó la voz de Candy.
Detuve mi andar al igual que Alexandre, ambos nos dimos la vuelta y la observamos.
-¿Si, Señorita Miller?
-Quería que por favor me atendiera en la tarde, después del almuerzo.-pidió entre dientes. Se veía lo mucho que le costaba decir aquellas palabras.
Adrián me dio un leve apretón. Se acercó a mi oído y en este me susurró.
-Será mejor que salgas de esto ahora, no lo sigas posponiendo. Si lo haces hoy no tendrás que lidiar más con ella.
Sopesé las palabras de Adrián antes de tomar alguna decisión respecto a ella.
-Esta bien-dirigí mi mirada hasta dónde se encontraba Tessa-Tessa desocupa media hora de mi agenda para después de almuerzo.
Dicho esto nos dimos la vuelta, no soportaba verla ni tampoco quería que Alexandre estuviera cerca de ella. No me habían pasado inadvertidas las furtivas miradas que Candy le había tirado a Alexandre.
Bajamos hasta el último piso y salimos de la empresa, afuera ya nos estaba esperando el chófer, llamado Josh.
Subimos al auto y este enseguida atracó. Permanecimos en silencio durante todo el viaje, cada uno metido en su mundo.
[...]
Me despido de Adrián e ingreso a la empresa a pasos seguros. Durante el almuerzo había estado hablando con Adrián respecto a Candy. Me dijo que me comportara como lo que seré de ahora en adelante; su jefa. Que me mostrara dura como lo era con los demás, y así evitar que ella manipulara todo a su antojo.
Cuando estuve en el último piso me dirigí hacia mi oficina. Volteé a ver las sillas frente a mi oficina, sonreí para mis adentros cuando la miré.
-Venga conmigo Señorita Miller-dije al mismo tiempo que abría la puerta de la oficina dejándola abierta para que ella pudiese pasar.
Me quité el abrigo y lo dejé en uno de los sofás. Llegué hasta el escritorio y allí dejé mi bolso para luego tomar asiento en mi silla giratoria.
Me dediqué a buscar el contrato que desde ya hacía días lo había mandado a hacer. Escuché la puerta cerrarse y el repiqueteo de sus tacones. Levanté la vista y la observé sentarse con esa elegancia que la distinguía.
-Antes que nada quisiera aclararle algo, usted tendrá que cumplir cada una de las reglas de esta empresa. Cualquier error o falta hacia sus superiores no dude en que será despedida inmediatamente...
-Pero...-me interrumpió dispuesta a replicar más no la dejé.
-No me interrumpa Señorita Miller, que sea la última vez que lo hace. El hecho de que esté aquí por deseo de la difunta dueña no la hace especial. Otra cosa, si usted no desempeña bien su cargo su contrato será anulado-la miré con severidad, logrando intimidarla un poco.
-¿Entendido, Señorita Miller?
-Si, Señora Williams-accedió.
-Siendo así-estiré mi mano acercándole el contrato-Puede leerlo si gusta.
Asintió mientras abría el folder y se disponía a leer el contrato. Al cabo de unos minutos puso el documento dispuesta a firmarlo, le tendí mi lápiz tinta, ella lo tomó y firmó en silencio. Me devolvió el documento y me observó.
-¿Cuando Comienzo?
-Mañana mismo, uno de los empleados te estará esperando en la entrada y te informará dónde irás y lo que harás. Eso es todo, puede retirarse.
Sólo asintió y se levantó de la silla, caminó hacia la puerta y salió cerrando esta tras de sí.
Solté un sonoro suspiro. Aliviada, así era como me sentía. Ahora solo quedaba que el periodo en que la tuviera como modelo se pasara rápido. No deseaba tenerla cerca de mi, ni de Adrián. Sé cuánto le incomoda estar cerca de ella, aunque su rostro no mostrara nada, tengo la certeza que no desea verla. Y quiero evitarle la molestia.
[...]
Los días fueron pasando con rapidez, con Adrián y nuestras secretarias habíamos viajado a los países centroamericanos, primeramente fuimos a la Ciudad de Guatemala, y pudimos comprobar que las construcciones de los hoteles marchaban más que perfectos.
Con Alexandre ya habíamos decidido el nombre de los hoteles "Golden Hotel" siendo los propietarios estadunidenses decidimos colocarle el nombre en inglés.
Seguido fuimos a San José, al igual que el anterior todo marchaba en orden. Este ya casi estaba listo, en la próxima semana traerían todo el mobiliario. Y próximamente empezarían a buscar trabajadores.
Y por último fuimos a Roatan, allí el hotel ya estaba terminado, solo estaban dando los últimos retoques en la decoración. Muy pronto sería la inauguración de este hotel de ensueño.
Con Alexandre estábamos más que emocionados por nuestro trabajo. Todo marchaba genial.
El sábado en la tarde volvimos a New York. Todo entre nosotros marchaba bien, cada vez nos llevábamos mejor. Nos teníamos más confianza, compartíamos algunas cosas que nos pasaban en el día. Por las noches nos dejábamos llevar por la pasión y era en ese acto donde expresábamos sentimientos que las palabras no podrían demostrar.
Me encontraba sentada en los sofás de la sala, con la computadora en mis piernas mientras revisaba mis redes sociales. Habían personas que me halagaban demasiado a mi persona, otras a mi trabajo y otras a mi pareja. Me causaba gracia porque ellas sin duda era seguidores de mi marido y en su mayoría eran chicas adolescentes.
Era muy poco el tiempo que le dedicaba a las redes. Pero cuando lo hacía lo disfrutaba. Aproveché el momento para saciar mi curiosidad y buscar a Adrián, miré las fotos. En algunas salía con sus padres, en otras con Andrés y con otro hombre el cual no conozco. Habían fotos de nuestra boda, me fijé en los comentarios lo mucho que nos halagaban y decían que éramos una pareja perfecta. Y era así como nos catalogaban la prensa amarillista "La pareja perfecta" .
Una foto llamó mi atención, era yo, estaba en el gimnasio y recuerdo muy bien ese día. Lo que más me llamó la atención fue la descripción de esta "Mía "
Estaba segura que mis mejillas se encontraban rojas y mi corazón latía desenfrenadamente. Me emocionaba el hecho de que me presumiera, pero es que... ¡Carajo! ¿A qué mujer no le gustaba que su marido la presumiera? Porqués mi me encantaba, ninguno de mis ex habían hecho algo como aquello.
Lo vi entrar a la sala vestido con un pantalón jean negro y una camisa roja, haciendo resaltar su piel blanca. Sonrió al verme y se sentó junto a mi, dándome un pequeño beso en los labios.
-¿Qué haces?-inquirió. Su vista se dirigió a la pantalla de la computadora y sonrió en grande al ver la foto-Oh.
-Tienes alguna excusa para esto, Williams-lo miré fingiendo seriedad mientras alzaba una ceja.
Él quitó el ordenador de mis piernas, la cerró y la puso a un lado. Me tomó de la cintura sentándome en sus piernas frente a él. Mis piernas rodearon sus caderas y mis brazos su cuello.
-No tengo ninguna excusa respecto a ello. Sólo quería dejarle en claro al mundo que eres mía, mí mujer-dijo rozando nuestros labios.
-Me encantas tanto, Adrián.
-Y tú a mí-dijo eso para luego besarme con ferocidad.
Gracias por leer❤️
Feliz sábado amores míos, ¿qué les pareció el capítulo?
Pido disculpas por no haberles dado ningún capítulo por el transcurso de la semana, pero es que no podía concentrarme en ello.
Yyyyy... cómo el lunes es mi cumpleaños (See cumplo el 24 de diciembre😃) pueda que les regale uno o dos capítulos, esto para que de alguna forma también lo celebre con ustedes. Bueno eso si quieren. Y creo que eso es todo.
PD: Alexandre en multimedia.
Los quiere;
Jakelin Amaya
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