Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

Narra Violette

Miré mi reflejo en el espejo por última vez, iba completamente abrigada. Hacía un frío terrible.

-¿Estas lista?-me preguntó Adrián acercándose a mi. Me abrazó por la espalda y me dio un beso en el cuello.

-Si, vámonos.

Me di la vuelta y observé su vestuario, se veía irresistible. Llevaba un pantalón jeans, un suéter cuello alto negro y encima de este un abrigo.

-Andando entonces.

Me tomó de la mano y me jaló a su lado, pasando su brazo alrededor de mi hombro.

Salimos de la habitación del hotel y bajamos a recepción. Allí entregó las llaves de la habitación a la recepcionista.

Salimos del hotel, afuera habían varios paparazzis quienes al vernos enloquecieron, nos tomaron varías fotos y nos hacían preguntas. Adrián decidió contestar sólo una de sus tantas preguntas.

-Lo único que puedo decir es que me siento el hombre más afortunado al tener a una mujer como ella como mi esposa-me miró y me sonrió-es una mujer excepcional e increíble. La amo mucho.

Me dio un pequeño beso en los labios, después de eso nos subimos al auto. El chófer arrancó directo al aeropuerto.

-Me acaban de mandar las fotos de nuestra boda por correo. ¿Te las mandaron a ti?

-No lo sé, voy a revisar.

-Las subiré a mis redes sociales-dijo viendo su celular.

-Yo también-dije abriendo el archivo dónde se encontraban las fotos que esta misma mañana me habían enviado.

Las subí y al instante habían comentarios felicitándome y halagándome tanto a mi cómo a mi esposo.

-Te halagan bastante-dijo

Sonreí de lado y le dije:-A ti también.

No volvimos a comentar nada. Después de una media hora llegamos a la pista de aterrizaje. Ambos bajamos al mismo tiempo del auto y caminamos al Jet.

Adrián se detuvo a saludar al piloto mientras yo me adelantaba y subía al Jet, no soportaba más el helado viento.

Me senté en uno de los sillones, saqué de mi bolso mi computadora y comencé a revisar algunos correos. Estaba tan acostumbrada a trabajar todos los días que él no hacerlo se me hacía extraño y de cierta forma me hacía falta.

Adrián entró unos minutos después y se sentó en el sillón que estaba al lado del mío. No dijo nada y sacó su iPad y se sumergió en ella.

[...]

Había pasado la mayor parte del vuelo trabajando mientras que Adrián se la pasó durmiendo.

Solo faltaba como unos cuarenta minutos para llegar, según Adrián aterrizaríamos directamente en su isla privada. Aproveché en irme a cambiar de vestuario, me dirigí a la habitación.

Adrián se encontraba de los más cómodo durmiendo en la cama, confiada en que estaba dormido comencé a quitarme toda la ropa hasta quedar solo en la interior.

A mi espalda escuché un silbido. Me di la vuelta encontrándome con su profunda mirada.

-Que hermosa vista-dijo con la voz ronca.

No dije nada y procedí a seguir vistiéndome. Me puse un vestido veraniego, y unas sandalias de plataforma. Entré al baño y me retoqué el maquillaje.

Salí del baño y me encontré con Adrián sin camisa, me fue casi imposible no mirar su trabajado abdomen.

-¿Te gusta lo que ves?-preguntó con picardía y alzando una de sus cejas

-Por supuesto-dije mordiéndome mi labio inferior. Salí de la habitación volviéndome a sentar en el sillón. Minutos después él me acompañó.

[...]

Coloqué mis gafas de sol estilo aviador y salí del Jet, seguida de Adrián. Observé mí alrededor y quedé maravillada del paisaje. A lo lejos se veía una majestuosa mansión.

Sin esperar a Adrián comencé a caminar hacia la casa. Este lugar transmitía una calma inmensa, el sonido de las olas se escuchaba de fondo. El clima era perfecto, no había calor en extremo ni tampoco frío.

Caminé apresuradamente hasta llegar a la mansión, pero pasé de ella, lo único que quería era sentir y escuchar de más cerca el mar y aquella brisa fresca que le acompañaba.

No tardé más de dos minutos en llegar a la playa, quedé extasiada al ver la belleza natural, ese mar azul intenso era más que hermoso.

Caminé a la orilla, me quité mis sandalias y comencé a caminar descalza sintiendo la arena y el agua alcanzar mis pies.

Este era el lugar perfecto para olvidarse de todo. En principal de los problemas que albergaba mi corazón. Pero no podría mantener mi mente en orden, no con ese hombre que de ahora en adelante estaría de forma permanente por un tiempo. Ese hombre llegaba a desconcertarme tanto.

Por primera vez en mi vida no sabía lo que quería, anoche me había dicho que quería que nuestro matrimonio funcionase. No sé si creerle, no sé si sólo lo dijo para que me acostara con él.

En realidad nunca se que esperar de él, no sé cuáles han sido las intensiones de él desde un principio. Pero anoche quise creerle, porque aunque suene apresurado, yo le he tomado cariño, le aprecio. Y me gusta de sobremanera.

Hemos convivido muy poco pero ahora que estoy casada con él sé que compartiré más. Tengo miedo, un gran miedo de enamorarme de él, de salir dañada de nuevo. Ya he perdido la cuenta de cuántas veces he confiado en alguien y he salido dañada.

La primera vez es la que más resiento, dicen que el primer amor siempre te dejará marcado, y es así. Yo lo creo así.

A veces se tiene como un recuerdo bonito, pero en muchos casos el primer amor no es un recuerdo para nada grato.

Arthur fue mi primer amor, cuando le conocí tendría unos 18 años y él unos 22 o 23, nos conocimos en un parque luego comencé a verlo en los eventos que acompañábamos mis hermanos y yo a nuestros padres. Poco a poco nos fuimos siendo cercanos, nos habíamos hecho amigos. Pero mis sentimientos iban más allá de una amistad, yo le veía como algo más. Hasta que un día aquello se hizo realidad, él me dijo que no me quería como una simple amiga sino como algo más, al final terminamos confesando nuestros sentimientos, ambos estábamos enamorados del otro. Ese mismo día me propuso ser la novia, y yo cómo cualquier adolescente enamorada acepté.

Comenzamos a salir, teníamos una relación hermosa. Estaba tan enamorada que terminé entregándole mi virginidad a él. Y eso al menos para mí era importante, pasaba mucho tiempo con mi abuela y ella me había inculcado esos principios. Llegar virgen al matrimonio.

Y se lo había prometido a ella y a mí misma, lamentablemente había fallado. Estaba tan enamorada de él, que no lo pensé ni dos veces al hacerlo.

Teníamos ya como el año de tener una relación, en ese tiempo él comenzó a cambiar, antes me tenía como su prioridad y luego ya no lo era. Muchas veces me daba la sensación que estaba harto de mi, a veces lo pillaba mirándome con repulsión. Y cuando teníamos sexo parecía que lo hacía por obligación y también daba la sensación que me tenía asco.

Pero todo empeoró aquel fatídico día, llegué a su departamento, era él día de nuestro primer aniversario de novios, iba a darle una sorpresa, y vaya como es la vida. La sorprendida fui yo al hallar a mi novio teniendo sexo con mí hermana. Los sorprendí en pleno acto, y cuando ellos se dieron cuenta de mi presencia no reaccionaron como yo pensé que lo harían, una de las cosas que más me dolió fue ver la sonrisa triunfante de mi hermana y lo que terminó de hacerme añicos mi corazón fueron sus palabras:

-Espero que con esto te quede claro de que ya no quiero estar contigo. Así que si nos disculpas puedes retirarte estamos ocupados.

Salí de allí y fui en busca de consuelo con mis amigos y lo único que encontré fue un golpe duro a la realidad. Ellos no eran más que unos farsantes. Y lo que terminó como cereza del pastel fue lo de mis padres.

Ese día me di cuenta de la farsa que era mi vida. Y que con las únicas personas que contaba sólo era con mis dos hermanos, que la única mujer que me había apoyado y que me había querido como una hija y yo como una madre, estaba muerta. Pero no me dejó desamparada, y gracias a ella soy lo que soy ahora. Y siempre le estaré agradecida.

-Violette-alguien llamó a mis espaldas, sacándome de mis dolorosos recuerdos. Me di la vuelta encontrándome con Adrián, quien al ver mi cara me miró con preocupación-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

Inmediatamente me toqué la cara y en efecto estaba llorando, Adrián se acercó y con delicadeza pasó sus dedos pulgares por mis mejillas limpiando cualquier rastro de lágrimas.

-Nada. Sólo abrázame ¿quieres?

Al instante me rodeó con sus fuertes brazos, yo escondí mi cabeza en su pecho. Y por primera vez en varios años me permití llorar, allí entre los brazos de ese hombre que últimamente me traía loca y que por alguna extraña razón me brindaba seguridad.

-¿Qué te pasa, esposa mía?

M A R A T Ó N 1 / 2

Gracias por leer❤️

¿Qué opinan? ¿Debería Violette contarle su historia? ¡Ay! Estos protagonista tienen más que destrozados sus corazones ¿habrá algún remedio para enmendarlos?

El otro capítulo lo tendrán por la tarde o por la noche. Si se portan bien y comentan bastante lo subiré más temprano 😉

PD: Alexandre en multimedia.

Jakelin Amaya

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro