-¡Que vivan los novios!-exclamaron todos a coro cuando la pareja se separó.

Alexandre rodeó la cintura de su esposa con su brazo derecho y la acercaba más a él. Los invitados comenzaron a acercarse para felicitarlos por su reciente matrimonio.

Los hermanos de Violette fueron los primeros seguidos de los padres de Alexandre, luego vinieron los amigos y el resto de los invitados.

El fotógrafo los llamó para que posaran para la sesión fotográfica. Mientras los invitados iban al otro extremo del jardín dónde se llevaría a cabo la celebración.

El fotógrafo estaba feliz tomándole fotos a la sonriente pareja. En una de las tantas poses que habían dado, había una que era magnífica; ambos estaban de frente mirándose a los ojos mientras sonreían felices, sus narices se rozaban y eso hacía de la foto espectacular.

Terminada ya su sesión fotográfica se acercaron a dónde se llevaría a cabo la celebración, ambos se fueron a sentar a su mesa que se encontraba de frente a la de los invitados. Alexandre le ayudó a acomodarse, él no entendía cómo las mujeres podían soportar esos vestidos tan pomposos.

-Gracias- dijo Violette una vez acomodada en su silla.

-No es nada-dijo él sentándose a su lado.

Luego de que sirvieran la comida llegó el momento del baile. Alexandre tomó la mano de Violette dirigiéndola hacia la pista de baile. La música empezó así ellos también comenzaron a bailar.

Violette colocó sus manos al rededor de su cuello y él puso las suyas envolviendo su cintura.

-Soy muy afortunado de haberme casado con una mujer tan hermosa.

Violette no dijo nada sólo se limitó a sonreír tímidamente en respuesta al halago que le había hecho su esposo.
Al terminar el baile Alexandre besó a su esposa, está le respondió gustosa. No podían negarlo, entre ambos existía una química bastante fuerte.

Andrés se acercó junto a Tessa a la pareja de recién casados carraspearon logrando que la pareja se separase y los volteasen a ver.

-Bueno, es momento de que los novios bailen con sus padrinos-dijo Andrés.

Alexandre se separó de Violette y dándole una mirada amenazante a Andrés procedió a invitar a Tessa a bailar.

Andrés se encontraba divertido por la reacción de Alexandre, sin perder tiempo invitó a Violette a bailar.

-Estas hermosa, Vio.

-Muchas gracias Andrés.

Narra Violette

Terminé de bailar con Andrés, ya me encontraba un poco cansada de todo este ajetreo. Busqué a Adrián con mi mirada, lo encontré hablando con mis hermanos.

Me acerco a él tomándolo del brazo. Él enseguida me volteó a ver.

-¿Pasa algo?

-Estoy cansada y ya quiero retirarme.

-Ven, vamos a partir el pastel nos despedimos de unos cuantos invitados y nos vamos.

Hicimos todo lo que Adrián había dicho, ya una vez nos despedimos y nos subimos a la limusina que nos llevaría a uno de los lujos hoteles de Alexandre. Pasaríamos la noche allí y al día siguiente nos iríamos a nuestra luna de miel a una isla privada que tenía Adrián en Florida. Creo que su nombre es Ruskin/Apollo Beach.

Una vez llegamos al hotel Adrián me ayudó a salir del coche, para luego adentrarnos al hotel. Los empleados nos recibieron amablemente y nos dieron la tarjeta de la habituación. La cual era la Suite presidencial.

Al entrar miré que la habitación estaba perfectamente arreglada para una pareja de recién casados deseosos de consumar su matrimonio. Había un sendero de velas encendidas que conducían a la cama, y en esta se encontraban pétalos de rosa. A un lado de la cama había una botella de champán y dos copas.

Adrián se acercó a ella la destapó y llenó ambas copas a la mitad. Se acercó a mi y me dio una.

-Quisiera que este matrimonio funcionara Violette-soltó sin más.

Arqueé ambas cejas sorprendida por lo que acababa de decir. No lo esperaba para nada.

-¿De verdad? O sólo me estás tomando el pelo.

-De verdad-bebió un trago-Sería un completo imbécil si no te apreciara, eres una mujer hermosa e inteligente.

Se me acercó, agarró unos mechones de mi cabello y los colocó detrás de mi oreja.

-También está el hecho de que me encantas, me fascinas y te deseo como un loco. Cada noche me imagino lo maravilloso que sería tenerte entre mis brazos, me imagino lo magnífico y placentero que sería poseer tu cuerpo-susurró en mi oído.

Al oír aquellas palabras mis bellos se pusieron de punta. Mentiría si dijera que no lo deseo. Lo deseo con cada gota de mi ser.

-Yo también te deseo Adrián, también quiero intentarlo. Pero no puedo evitar sentir miedo, no quiero salir lastimada. No de nuevo.

Él dejó su copa en una mesa que había a un lado de nosotros. Yo le di un largo trago a mi copa e hice lo mismo que él.

Rodeó mi cintura con ambos brazos, yo entrelacé mis brazos alrededor de su cuello. Rozó nuestros labios, quería besarme y yo también lo quería.

-Toda la tarde he fantaseado con quitarte ese vestido y contemplar tu cuerpo desnudo. Quiero hacerte mía Violette, quiero poseer cada parte de tu ser, quiero oírte gemir mi nombre mientras te llevo a la cima del placer-dijo con la voz un poco ronca debido al deseo que empezaba a surgir.

-Adrián-dije con la voz casi ahogada-hazlo, hazme tuya. Llévame a la cima del placer.

Al terminar de hablar me besó con pasión, yo respondí gustoso y abrí mi boca dejándolo ingresar su lengua a mi boca, la cual exploró toda mi cavidad bucal. Yo hice lo mismo con él. Luego de unos segundos se separó de mi boca y descendió a mi cuello y empezó a besarlo, ladeé la cabeza para darle un mejor acceso.

-Adrián-gemí pasando mis manos por su cabello.

Mientras besaba mi cuello con sus hábiles manos bajó el zíper del vestido, despacio fue deslizando mis vestido hasta que este calló al suelo dejándome solo en ropa interior.

Adrián se separó y me observó con los ojos oscurecidos debido al deseo. Me pegó más a él dejándome sentir lo mucho que me deseaba, presionó su creciente miembro con mi vientre y dejó escapar un gutural gemido.

Con las manos temblorosas empecé a despojarlo de su ropa. Hasta que quedó tan solo en bóxer. Se quitó lo zapatos y yo hice lo mismo con mis tacones.

Me tomó de la cintura levantándome del suelo haciendo que yo enrollase mis piernas alrededor de su cintura. Me llevó a la cama, se colocó encima de mi con cuidado de no aplastarme. Comenzó besando mi boca y luego descendió a mi cuello de allí hizo un camino de besos hasta mis senos, con una agilidad desabrochó mi brasier. Lo quitó y lo lanzó a algún lado de la habitación. Sé entretuvo jugando con mis senos, mientras yo me retorcí del placer.

-Adrián-gemí

Dejó mis senos y continuó su recorrido hasta llegar a mi vientre, con mucho cuidado deslizó mis bragas hacia abajo. Dejándome totalmente expuesta a él, me observó con detenimiento cada rincón de mi cuerpo.

-Eres hermosa-dijo colocándose mejor entre mis piernas. Yo las abrí más para darle mejor acceso.

Llevé mis manos al elástico de su bóxer y lo bajé hasta la mitad de sus piernas, él lo terminó de bajar y se deshizo de él.

Me besó en la boca y con cuidado colocó su miembro en mi entrada, y de un solo movimiento entró en mi, gemí fuerte al sentirlo dentro de mi. Empezó a dar suaves embestidas que luego se fueron convirtiendo en embestidas más profundas, demostrando el deseo que sentía por mi.

-Adrián

-Violette

Ambos gemimos nuestros nombres cuando alcanzamos nuestro máximo placer.

Después de unos segundos Adrián salió de mi y se tumbó a un lado de mi, los dos estábamos con las respiraciones agitadas.

Una vez nuestras respiraciones se regularon él me atrajo a su cuerpo y nos cubrió a ambos con una sábana.

-A sido increíble- dijo luego de un rato

-Si. La mejor noche de mi vida en varios años.

-Y se puede repetir todas las veces que desees.

-Si, sobre eso hay algo que te quiero aclarar-dije levantando mi cabeza un poco para observarlo bien.

-Dime

-Si planeas acostarte conmigo no podrás hacerlo con nadie más. O soy la única o te olvidas de volver a estar conmigo.

Me miró fijamente y luego de unos segundos asintió.

-A partir de hoy tú serás la única mujer con la que satisfaga mis deseos carnales.

Sonreí complacida, me incorporé y me senté a hojarcadas sobre él, con mucho cuidado introduje su miembro en mi interior. Adrián gimió y eso me motivó más. Empecé a moverme sobre él, Adrián puso sus manos sobre mi cintura y me ayudó a moverme.

-Eres mía Violette. A partir de hoy ningún hombre podrá tocarte como yo lo hago. Desde hoy me perteneces, esposa mía-dijo mientras nos movíamos con más ímpetu.

-¡Ah! Tú también eres mío Adrián. Tú también me perteneces esposo.

Nos seguimos moviendo hasta llegar al climax. No me arrepentía de nada de lo que había, al contrario lo había disfrutado como nunca.

Tal vez después de este día las cosas entre nosotros cambiarían y tenía la esperanza que iba a ser para bien.

Gracias por leer❤️

Espero de corazón que les haya gustado. Quiero agradecerle a NatashaRomanoff12345 que me ayudó un poco con la escena del encuentro entre Alexandre y Violette. Ya que cómo se habrán dado cuenta no soy muy buena para ello.

Y otra cosa ABY SI LEES ESTO TE ASEGURO QUE YO NO QUERÍA, ¡ME HAN OBLIGADO!

😁😁😁😁

Los quiere,

Jakelin Amaya