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Capítulo 19

Narra Violette

Mi sonrisa no podría ser mas grande. Ayer todo fue un éxito, la colección de invierno estaba siendo bastante pedido.

-Felicidades Señorita. Se merece todo este éxito-dice Carol, mi ama de llaves, abrazándome.

-Gracias, Carol. No sabes como estoy feliz-digo devolviéndole el abrazo.

Cuando llego a la empresa recibo varias felicitaciones de parte de los empleados, y lo que mas me complace es ver el ánimo y felicidad en mis empleados.

-Buenos días, Tessa-saludo cuando paso por su oficina.

-Buenos días, Señorita Miller.

Entro a mi oficina, me detengo de golpe al ver un ramo de rosas amarillas en mi escritorio. Dudosa tomo la tarjeta. Al leerlo sonrío feliz.

Cuando miré esas rosas amarillas no pude evitar recordarte. Ten un excelende día.

A.W.


Nunca pensé que Adrián podría ser tan detallista, pero al parecer no conozco ni la sombra de este hombre.

-Señorita no puede entrar... ¡Señorita Robinson!-escucho a Tessa hablarle a alguien.

La puerta de mi oficina es abierta de golpe. De reojo veo a la zorra de Adrián. La ignoro y camino tranquilamente a mi silla, me siento y enciendo mi laptop.

-Lo siento Señorita Miller, le dije que no podría entrar pero no hizo caso y...

-Esta bien, Tessa. No te preocupes, puedes retirarte-interrumpo a Tessa que me observa afligida.

Ella se retira y cierra la puerta detrás de sí. Con rostro inexpresivo observo a Tiffany.

-Siéntese-señalo una de las sillas frente a mi escritorio.

Moviendo sus caderas un tanto exagerado camina y se sienta en la silla. Al ver las rosas me da una sonrisa burlona y dice:

-Qué cree que diría Alex si se da cuenta que alguien más le envía flores a su prometida.

-Nada. Ya que fue él quien las envió-sonrío con arrogancia mientras alzo una ceja.

-No te creo. Alex no es de esos hombres.

-No me importa si me crees. Y ya ves, él es una caja de sorpresas. Es tan impredecible.

-Si que lo es. Yo pensé que no volvería a mi cama y vaya sorpresa que me dio hace unos días cuando fue a buscarme-ahora fue ella quien sonrió.

¡Desgraciado! Ahora seré una cornuda.

-Mmm

-Si pensaste que eras la única mujer que estaría con él, lamento desilucionarte querida; él no es hombre de una sola mujer. Nunca esperes fidelidad de su parte porque nunca la tendrás.

Había quedado sin palabras, no sabía como defenderme de la víbora que tenía frente a mi.

-Sólo puedo decirte que espero que hayas disfrutado de él lo suficiente, porque esa será la última vez que lo tendrás entre tus piernas.-me recuesto en el escritorio con mis antebrazos y la veo fijamente a los ojos-Eso te lo aseguro como que me llamo Violette Miller.

-Ya lo veremos.

-Ahora le voy a pedir amablemente que se retire de mi oficina y de mi empresa. Soy una mujer ocupada y no cuento con el tiempo suficiente de hablar con personas que no tienen nada que hacer.

Dicho esto abrí mi correo electrónico y me puse a revisar varios documentos que me habían enviado.

-Nunca serás feliz con el huerfano de Alex-la volteo a ver sin comprender-¡Ups! No me digas que no sabías que Alexandre es adoptado.

La veía totalmente sorprendida. Nunca lo imaginé.

》Es un pobre miserable que está donde está porque los Señores Williams tuvieron lástima de la miserable vida que llevaba.

-Estas mintiendo-siseo enojada por semejante calumnia.

-No lo hago. Allá tú si no me crees, puedes preguntarle-dice levantándose de la silla yendo a la puerta.

-Y aunque lo fuera, eso no lo hace ni más ni menos. Lo llamas miserable, pero más miserable eres tú, que ruegas porque se meta entre tus pierna.

Furiosa sale de la oficina dándo un sonoro portazo.

Decido olvidar todo lo que dijo, tomo mi cuaderno dónde hago mis diseños. Comienzo a diseñar el vestido para mi boda, dibujo cada mínimo detalle de lo que quiero. Es mi boda, tengo que lucir espectacular. Tal vez sea la única vez que me case.

[....]

Pasé todo el día diseñando mi vestido y el de mis damas. Esa misma tarde recibí las telas que había pedido. Comenzaría a confeccionar mi vestido desde ya, no tenía tiempo que perder.

Parte de la tarde la pasé con la organizadora y la Señora Marie buscando el local, los colores de la decoración, los manteles, entre otras cosas. Quedé con la organizadora, llamada Claire, de reunirnos junto con Adrián mañana por la tarde para elegir los bocadillos, el plato fuerte, el pastel y muchas otras cosas.

Llegue a casa super agotada, cené y luego subí a mi recamara para darme un relajante baño en la tina.

Mientras me daba el baño la imagen de Adrián vinieron a mi cabeza, ese fogoso beso que nos dimos antes de ir al desfile. Nunca nadie me había besado de esa manera.

Decido llamarle para ponerle al corriente de que tenemos que reunirnos mañana. Marco su número, pero nada, lo vuelvo a intentar pero igual me manda al buzón. Hago otro intento y esta vez contesta al tercer tono.

-¿Violette? ¿Pasa algo?-pregunta con la voz un poco entrecortada.

-Mi amor vuelve a la cama-escuché una voz femenina al otro lado de la línea. Rápido entendí la razón del por qué no había contestado antes.

-Nada importante. Disculpa no fue mi intención interrumpir, hablamos mañana. Adiós -colgué la llamada.

Apreté con fuerza el celular mientras apuñaba mis ojos. Una extraña y angustiosa sensación invadió mi corazón.

Inmediatamente recordé las palabras antes dichas por Tiffany "Te acordaras de mí cuando te des cuenta de todas sus infidelidades" .

Tenía presente siempre que esto no es un matrimonio de verdad, pero más allá de los sentimientos estaba mi orgullo de mujer. Y me preguntaba entre sí ¿De verdad quiero esto para mí? ¿Una vida llena de mentiras y engaños? Verdaderamente no la quiero. Pero ¿Qué mujer en su sano juicio lo desearía? Sin duda alguna, ninguna.

Pero cómo cambiar mi destino. Yo misma acepté esto. Ahora debo sufrir las consecuencias de mis actos.

Salí de la tina y envolví mi cuerpo en una toalla, fui al armario y me coloqué mi pijama. Me tiré a la cama y enseguida quedé dormida.

[...]

Me observé por última vez en el espejo. Me gustaba como lucía el día de hoy. Llevaba un pantalón jean pegado a mí anatomía, una blusa de botones manga larga de color verde esmeralda, y unos tacones negros. Mi cabello lo había recogido en una coleta alta. Con un maquillaje natural.

Me veía entre lo formal y lo informal. Estaba un poco cansada de vestir formal.

Salí de mi habitación y bajé al comedor, pero en lo que iba bajando las escaleras me detuve de golpe al verlo al pie de las escaleras.

-¿Qué haces aquí?-pregunté con tranquilidad

-Quisiera salir a desayunar junto a mi prometida-contestó con simpleza.

Me quedé en silencio meditando sus palabras.

-¿Qué pretendes?-inquirí

-Ya lo dije, simplemente deseo ir a desayunar con mi prometida.-Se encogió de hombros.

-Está bien iré por mi bolso. Podrías por favor ir por unos bocetos que tengo en mi despacho. Son los únicos que están encima del escritorio.

Este asintió, di la vuelta y regresé a mi habitación por mi bolso que lo había dejado en mi cama. Caminé de regreso al primer piso, él venía saliendo del despacho con mis bocetos. Iba a tomarlos pero él negó con la cabeza y se dirigió a la salida, yo lo seguí sin decir nada.

Afuera estaba aparcado su auto deportivo (Lamborghini huracán) blanco, abrió la puerta de copiloto para que subiera. Le sonreí en agradecimiento y subí al auto, él cerró la puerta, rodeó el auto y subió al asiento de piloto.

El transcurso del viaje fue en total silencio, uno muy incómodo. El auto se detuvo frente a un restaurante un poco rústico y agradable. Ambos bajamos del coche y nos adentramos al lugar.

Una vez ubicados en una de las mesas el mesero se acercó para darnos la carta.

-Gracias-dije tomando la carta.
Enseguida se retiró.

-Te quería pedir disculpas por lo de anoche.

-No te preocupes-sonreí forzadamente.

No dijo nada y dirigió su mirada a la carta.
Luego de unos minutos pedimos nuestra orden.

-El otro día mencionaste eso de que deberíamos conocer mejor.

-Así es-respondí

-Desde ya hace unos días hay algo que ronda en mi cabeza y es el hecho de que nunca te he oído mencionar a tus padres. ¿Tienes problemas con ellos o a caso están...?

Mi cuerpo entero se encontraba en tensión. El problema con mis padres es algo un poco delicado.

-Tengo algunos problemas con ellos-lo corté. Asintió en forma de comprensión.

-Y eso se debe...

-Me querían casar por conveniencia-contesté cortante.-Mi turno. ¿Es cierto qué eres adoptado?

Lo miré fijamente, pude notar lo tenso que se puso al instante.

-Lo soy-me miró fijamente con sus fríos ojos-Dime, querida Violette ¿tienes algún problema con ello?

Gracias por leer😘

Quiero aclarar algo, cada vez que escriba alguna palabra en CURSIVA es porque lo ha dicho en "Español" ya que cómo está historia se desarrolla en EEUU se supone que es en inglés que hablan. Espero hayan comprendido todo mi enredo.

Jakelin Amaya

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