Capítulo 16
Narra Violette
Observo a Dylan alejarse mientras habla con nuestra madre. Es triste para mi el saber que nunca le importé a esa mujer, si le hubiera importado tan siquiera un poco, hubiera hecho lo posible por comunicarse conmigo. Pero no lo hizo.
Decido ignorar el hecho de que Dylan se encuentre hablando con ella y me dispongo a trabajar. Eso es lo único que distrae y me hace olvidarme de mi triste realidad.
Pero al parecer la vida me odia, la puerta de mi oficina es abierta de golpe, un Scott furioso entra por ella seguido de Tess.
-Lo siento, Vio. No pude detenerlo-Se disculpa mi secretaria.
-¿Qué quieres?-pregunto a Scott.
-¡¿Qué qué quiero?! ¡¿Tú que crees que quiero, estúpida?!-me grita acercádose a mi a pasos agigantados.
Veo a Dylan cortar la llamada y acercarce a Scott, lo toma por el cuello de la camisa y lo jala hacia atrás tirándolo al piso.
-¡¿Que haces aquí, pedazo de basura?! Te crees muy hombrecito difamando a las mujeres, te has metido con la mujer equivocada-Dylan le pega en las costillas, Scott suelta un grito lleno de dolor.
-¡Tessa llama a seguridad!-le grito a mi secretaria. Quien observa la escena angustiada.
Ella asiente y sale corriendo de la oficina.
Dylan sigue golpeando a Scott, este como puede se levanta y golpea a Dylan.
-¡Basta los dos!
-¡Tú cállate, maldita mentirosa!-me grita Scott.
-¡No le grites a mi hermana, modelo de cuarta!-Dylan le propina otro golpe en la cara.
En ese instante llega seguridad y los aparta y agarran a Scott.
-Sáquenlo y que no vuelva a poner un pie en ninguna de mis empresas u hoteles.
-Si, Señorita.
-¡Suéltenme!-Scott intentaba soltarse de los guardias de seguridad pero estos lo retenían con mucha más fuerza.
Me acerco a Dylan, tomo su rostro y lo observo detenidamente; tiene el labio inferior partido y un buen moretón en su ojo izquierdo, dentro de unas horas se pondrá morado.
-Ven, siéntate. Hay que curarte.
Lo senté en el sofá, fui al baño y saqué el botiquín. Me acerco a él y con mucho cuidado paso el algodon con alcohol por su labio. Este hace una mueca al sentir el escosor del alcohol.
-Que irónico. Hace unos minutos lo saqué para curarte a tí, y ahora tú lo estas haciendo conmigo-solté una risita nerviosa en respuesta.
-Pues mira tú. No debiste agarrarlo a golpe, suficiente hubiese sido con llamar a seguridad. Mira como te han dejado-le regaño.
-Él iba peor. Y dime Vio, ¿a caso querías que sólo me quedara observando cómo te trataba la basura esa? No, jamás estando conmigo. Eres mi hermanita chiquita, te quiero mucho Vio.
Sonreí. Yo también lo amo bastante.
-Yo también, Dylan. Ahora quisiera ir a casa, he tenido mucho drama hoy. Haré todo desde casa, no soporto estar un minuto más aquí.
-Entonces qué esperamos para marcharnos-Dylan se levanta del sofá y me jala hacia la salida.
-Espera Dylan, mis cosas.
-Que tu secretaria te las lleve a casa.
-Pero ella no...
-Si irá, necesitas a alguien que te ayude con todo el trabajo y para eso está ella-se acerca al escritorio de mi secretaria-Señorita Campbell, mi hermana la necesita en su casa, lleve todas sus cosas allí y ordene que arreglen el desorden en la oficina de mi hermana. Después de almuerzo tiene que estar en la mansión.
Dicho eso se dió la vuelta y regresó donde yo me encontraba. Pasó uno de sus brazos por mis hombros, de ese modo nos dirigimos al ascensor.
Ibamos en el auto rumbo a casa, Dylan permaneció callado en todo el camino.
-Dy
-Umm
-¿Qué le dijiste a Alexandre la noche anterior?
-Le dije muchas cosas Vio, una de ellas que tuviera cuidado contigo, porque tú no eras una más de sus amantes y que si por alguna razón no cumplía con lo que te había prometido le iría mal.
-Y él... ¿qué te dijo?
-Al principio no dijo nada, luego soltó una risa cargada de ironía. Dijo que no estaba interesado en verte cómo una de sus amantes, que lo de ustedes era nada más que uno de los tantos tratos que tenía a diario.
En un minimo instante sentí una punsada de dolor al escuchae decir eso a mi hermano.
-Yo también pienso lo mismo que él. Esto no es más que un trato, no es cómo si estariamos casados para toda la vida, Dylan.
-Eso me preocupa Vio. Tú miras el matrimonio como un juego, ten cuidado y no te vayas a quemar. Porque de ese matrimonio bien puedes salir amándolo u odiándolo con todo tu ser.
Suelto una carcajada cargada de ironía.
-Eso no sucederá, Dy.
-Sólo recuerda mis palabras Vio. No las olvides.
No volví a decir nada durante el resto del camino. Llegamos a casa, mi hermano estaciona el coche en la entrada.
Ambos salímos del vehículo y entramos a la mansión.
El silencio reinaba en la casa, al parecer Demian no había vuelto.
-Iré a recostarme un rato, avísame cuando esté el almuerzo.
-Vé. Yo te aviso.
Subo las escaleras y me dirijo hacia mi habitación.
Me quito mis zapatos y todos los accesorios que llevo encima. Me quito la ropa quedando solamente en ropa interior y me acuesto en la cama boca arriba.
Pienso en todos los sucesos que han pasado en mi vida estas última semanas. Primero Scott, luego mis empresas, el compromiso y luego la advertencia de la Señorita Robinson.
La imagen de Alexandre pasa por mi cabeza.
¡Ese hombre!
En tan sólo unos días ha puesto mi mundo de cabeza, primero está eso de que quiere ayudarme, no lo entiendo. ¿Quién en su sano juicio se casaría con una desconocida sólo por ayudarle? Nadie, a excepción de que busque algo a cambio. Y estoy más que segura que él busca algo, pero la pregunta sería: ¿qué buscas de mi, Adrián Williams?
Eso es algo que seguramente lo sabré hasta que él cobre factura por todos y cada uno de sus favores hacia mi persona.
Luego está esa fría forma de tratarme, todo es tan superficial. Se que no me conoce, pero al menos debería tratar de que nos llevaramos bien, pero él no da la oportunidad.
Cuando me trata de forma cariñosa, aunque se que es fingido, me siento especial. Como si por un instante me sintiera amada por alguien, que por primera vez le importara a alguien que no sean mis hermanos.
Pero cuando recuerdo que todo esto es mero teatro, la realidad me golpea fuerte haciendo que caiga de picada al suelo.
Hundo mi cabeza en la almohada, lánzo un grito de frustración, de ira y sobre todo de dolor. De ese dolor que siempre esta presente en mi pecho, por la falta de amor que mis padres han demostrado estos últimos cinco años hacia mi. Por el daño que Scott me esta causando, por... por la triste soledad que abarca mi marchito corazón.
Y en esa posición me quedo dormida profundamente.
Unos suaves toques en la puerta me despiertan, lentamente abro mis ojos. Tomando conciencia, la oscuridad reina en mi habitación.
-Vio-escucho que Demián me llama al otro lado de la puerta.
-¿Si?-alzo un poco la voz para que logre escucharme.
-¿Bajarás a cenar? La comida está servida.
-Ehh... si. En un momento bajo.
-Esta bien, apresúrate.
Me levanto de la cama, a prisa busco algo que ponerme. Me pongo un pantalón y un sueter. No sé como no me congelé, si está haciendo bastante frío.
Ya vestida y calzada salgo de mi habitación, seguidamente bajo las escaleras. Me dirijo al comedor, inconcientemente sonrío al ver a mis hermanos pelear entre ellos. Cuando estan juntos se comportan como unos niños.
Sin decir nada me siento en la cabecera de la mesa, cuando ellos me ven guardan silencio.
-¿Estas bien?-me pregunta Demián un tanto preocupado.
-Si, no te preocupes. Ahora comamos, muero de hambre.
Mientras comiamos charlábamos y recordábamos nuestra infancia.
Los días pasaron rápidos, mis hermanos, se marcharían al siguiente día después del desfile.
Alexandre llegaba hoy, me encontraba un tanto nerviosa. No sabía si irlo a encontrar o no, la prensa se había dado cuenta de su viaje y lo estaban esperando en el aeropuerto para ver si conseguían entrevistarlo.
-Y ¿qué te parecen?
Salgo de mis pensamientos al escuchar a Tessa hablar.
-¿El qué?
Mi amiga sonríe de una manera extraña.
-Parece que cierto empresario no sale de tu cabeza, ¿cierto?
Frunzo el ceño al escucharla decir eso.
-No digas boberías.
-No son boberías. ¡Vamos Vio! A mi no me engañas, aceptalo. Acepta que te gusta Alexandre Williams.
¿Me gusta Alexandre? No, claro que no.
-Por supuesto que no, Tessa. Lo que si no te voy a negar es la fuerte atracción que siento por él. Tengo que admirtir que es bastante guapo.
-¿Eso no es lo mismo?-me pregunta un poco confundida.
-No lo es.-aseguro.
-Bueeno. Y ¿no piensas hacer nada al respecto?
-¿Hacer qué?-la veo extrañada, no sé a que se refiere.
-A conquistarlo, Vio. A enamorar ese tremendo hombre-dice como si eso fuera lo más obvio.
-¡¿Qué?!-exclamo contrariada-Estas loca.
Claro que no. Pero estoy segura que él siente lo mismo por ti, entre ustedes dos a leguas se nota la química que hay. Sólo necesitan un pequeño empujón.
-Mira Tess, no estoy interesada en conquistar a Adrián. Acabo de salir de una relación que me ha dañado mucho, es muy ligero para meterme a otra. Y no se hable más del tema.
¿Conquistar a Adrián? ¡Ja! Ni que estuviera desesperada, jamás me metería con un hombre como él; que sólo ven a las mujeres como un objeto sexual.
¡Gracias por leer! ❤
Quise compartir un poco de la música que me gusta. Ellos son mis artistas favoritos (CNCO) y los suyos ¿Cuales son?
Quisiera saber muchas cosas de ustedes. Por ejemplo de dónde son y qué les gusta hacer (a parte de leer). Lo que quiero lograr con esto es conocerlas. Eso es todo.
PD: Cualquier error ortográfico notifíquenlo por favor.
Jakelin Amaya
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