Narra Violette

-Y ustedes que esperan para casarse -dije mirándolos con fingida seriedad.

Ellos soltaron una risita nerviosa.

-Nunca -dijo Demián tirándose en el sofá.

-Tal vez unos cuantos años después -dijo Dylan imitando a Demián.

-Haber Señoritos, ustedes no se salvan de esta, ¿cuándo piensan casarse?

-¡Ay Vio! -reniega -no lo sé, eso de casarse no es lo mío.

Siguieron viendo la TV y me ignoraron por completo mientras veían su partido de Futbol.

-Son unos malcriados e irrespetuosos, yo les recibo en mi casa y ustedes ignoran cada una de mis preguntas. Ya los quiero ver arrastrándose por una mujer -dije enfunfurruñada, me di la vuelta y subí a mi habitación.

Me di una ducha y me cambié de ropa por una más comoda, iba a trabajar desde casa. Salí de mi habitación y me dirijo a mi despacho, tengo que organizar lo del desfile.

Enciendo mi PC reviso los correos electrónicos, y siento como el alma me vuelve al cuerpo al ver algunos correos son para negocios, y otros son de los socios que me dejaron cuando más los necesité pidiendo que hicieramos contratos, renovando nuestra asociación.

A la hora del almuerzo la Señora Carol vino a avisarme que el almuerzo estaba servido. Enseguida dejé los documentos que tenía en mano y me dirijo al comedor.

-¡Huele delicioso Carol! -dije entrando al comedor

-Si, yo estoy que muero de hambre y más con ese olor -dijo Damian

Mis hermanos ya se encuentran sentados en sus respectivos asientos, la comida ya está servida sólo falto yo para poder empezar a comer.

-Buen provecho.

-¡Gracias! -contestaron.

El almuerzo pasó, mis hermanos me obligaron ir a ver todo el chisme de mi relación con Adrián. Gracias a Dios todo era en bien, todos estaban de nuestro lado, diciendo que Scott nunca había demostrado respeto hacia mi. Si es que hasta pusieron fotos donde se le veia coquetear con otras mujeres.

A eso de las tres de la tarde Adrián me llamó recordándome sobre la cena en casa de sus padres.

-Si, ¿a qué horas dices que es?

-A las siete. Bueno para que no te tome por sorpresa, déjame decirte que estará toda mi familia, es decir mis tíos, primos...

-Por mi no hay ningún problema, pero ¿Será que puedo llevar a más personas? Es que mis hermanos están aquí y no quiero dejarlos solos.

-No hay ningún problema, yo le avisaré a mi madre. A las siete paso por ti.

-Si, nos vemos más tarde -dije para luego cortar la llamada.

Se hace bastante incómodo hablar con él, es algo que no puedo evitar y se muy bien que a él tambien le es incomodo. Hace algunos días nos tratabamos con gran profesionalismo y ahora nos tuteamos, bueno yo, por que él muchas veces me trata de usted.

Y ese beso que nos dimos me desconcertó tanto, sentir sus fríos labios sobre los míos fue un tanto... raro. Ese fue el beso más frío y seco que me han dado, pero no se puede esperar más de dos personas que no sienten nada entre si.

Debo admitir que me siento ciertamente atraída por él, y no me culpo, él es hombre bastante guapo, y esa aura de misterio, esa mirada fría e intimidante hace despertar en mi una curiosidad de saber que esconde, de saber cuál es la verdadera personalidad de él.

-¡Violette Roselyn! -exclama Demián pasando una mano de arriba hacia abajo frente a mis ojos, tratando de llamar mi atención.

-¿Si?

Ellos me miran burlones, mientras yo les sonrío con inocencia.

-Te decíamos que si saliamos a cenar, ya sabes ¡como en los viejos tiempos! -dijo Dylan, los chicos tienen rostros emocionados.

-Claro, se ponen guapos y con vestuarios formales; vamos a ir a cenar a casa de los padres de Adrián.

-No hay problema, ¿a qué hora es, hermanita? -pregunta Dylan acercándose a mi y pasando uno de sus brazos por encima de mis hombres.

-Adrián pasará por aquí a las siete, así que traten de estar listos antes.

Todos asintieron y como buenos chismosos que son siguen mirando los programas de chismes que siguen hablando de Adrián y yo.

-Quiero hablar contigo -dice Dylan, yo asiento.

Paso mi brazo por su cintura, así abrazados caminamos hacia el jardín, nos sentamos en una de las bancas que se encuentran allí.

-Violette, ¿sabes que siempre contarás conmigo para lo que sea, verdad?

-Si

-Vio, si ese hombre no te trata bien, no dudes ni un segundo en marcharte de su lado y llamarme. Se que tal vez lo estoy juzgando sin antes conocerlo, pero es que el tiene tan mala reputación respectos a las mujeres, el solo las utiliza y que se case contigo sólo para ayudarte se me hace muy raro. Digo, ¿qué hombre aceptaría casarce con una mujer desconocida, por así decirlo? Él, que en las entrevistas decía que el matrimonio no fue hecho para él. Él busca algo a cambio, Vio.

-Créeme Dylan, a mi también se me hizo extraño, pero en medio de la desesperación de perder todo lo que construí me cegó y acepte, y si me lo volviera a proponer lo volvería a aceptar, por nada del mundo estoy dispuesta perder mis empresas. Y hasta el sol de hoy no sé lo que el busca a cambio, se lo he preguntado pero el siempre me evade la pregunta o dice que es para ayudarme.

-Y respecto a mis padres, ellos no saben nada de esto, he evitado a toda costa que se enteren, tanto así que cuando salió tu primer "chisme" convencí a nuestros padres y a Candy a tomar unas vacaciones en un crucero junto a nuestras primas. Así que se podría decir que toda la familia Miller y la familia Navarro se encuentran en un crucero.

-Gracias, Dylan. La verdad es que no quiero que nadie de mi familia se entere de lo que me he convertido -dije, aun no se llega el momento para hacerles tragar las palabras que me dijeron antes de irme.

-Sabes que te apoyo en cualquier decisión que tomes aunque no este de acuerdo.

Lo abracé fuerte, lo quiero tanto. A él y Demián, siempre han estado al pendiente de mi.

-Bueno, ahora vamos a dentro, antes que Demián me destruyan mi casa -dije riendo, Dylan hizo lo mismo.

Ese desde pequeños hacía unos desastres, era insoportable.

Llegada la hora de la cena, los tres nos encontrabamos listos para ir a la mansión Williams.

Yo estoy un poco ansiosa y nerviosa, no sé como reacionará la familia de Adrián al conocerme, después de todo el escándalo que tenían sobre mi. Espero y no causarle problemas a Adrián.

El timbre resonó por toda la casa, la señora Carol se apresuró a ir abrir la puerta. Por la puerta de entrada apareció la elegante figura de Adrián.

Él con una seguridad sorprendente caminó hacia donde me encuentro.

-Buenas noches -saludó a mis hermanos, para luego acercarse a mi y darme un beso en la mejilla -Hola cariño.

-Hola -lo saludé, observo a los chicos quienes nos observan atentos -Chicos, él es mi prometido, Adrián Williams.

-Mucho gusto, Señor Williams -dijeron al unisono.

-El gusto es mío -dijo para luego observarme interrogante.

-Adrián ellos son mis hermanos; Dylan y Damien -Señalé a mis hermanos.

-Al fin lo conozco, Señor Williams. Si no es molestia quisiera conversar con usted un momento -dijo Dylan con expresión seria.

-Por supuesto, para mi no es ninguna molestia.

Ambos salieron de nuestro campo de visión, Damién se quedó conmigo.

-¡Uy hermana! Eres la envidia de muchas mujeres, que daría Candy y nuestras primas por estar con ese hombre -dijo Demián.

-Ni que lo digas.

-Seguro les da un para cardiaco por la impresión y la envidia que sentirían por ti, Vio--- siguió Demián.

Yo solo solte una risita al imaginarme la reacción de mis primas y la de Candy al ver un hombre como Adrián, tan poderoso, millonario y tremendamente guapo, el hombre ideal.

Cierto es que siento una gran atracción por él. Nunca había deseado estar con un hombre, siempre decía que era algo indecente de una señorita tener pensamientos como esos, pero desde que lo conocí he deseado estar con ese hombre. Pero me controlo, no soy una mujer que se deja dominar por las emociones, no.

A los minutos mi hermanos y mi prometido volvieron a aparecer en nuestro campo de visión.

Adrián se acerco a mi y me tomó por la cintura y me dio un corto beso en los labios.

-Creo que es hora de que nos vayamos, nos esperan.

Yo solo asentí, salimos de casa. El chófer de Adrián nos abrió la puerta del coche, mis hermanos iban en sus propios autos. Al parecer Adrián les dio la dirección.

Ya dentro del coche, Adrián me aniquilaba con la mirada.

-¿Qué pasa? -pregunté

-Les dijiste -siseó rabioso.

-¿Qué esperabas? Son mi única familia Adrián, no iba a mentirles, no a ellos que nunca me han dado la espalda.

-Bien, si se descubre que esto no es nada más que una farsa, creéme que la más afectada serás tú, cuida a quién le diras, aunque lo mejor sería que no involucraras a nadie más en esto.

-No necesito que me lo estes recordando, yo lo tengo más que presente y ten por seguro que de mi boca no le diré a nadie más -afirmé enojada.

¿Qué se cree? Ni que crea que a mi me va a manipular como lo hace con otras mujeres. Conmigo se equivocó de persona, yo no soy alguién sumisa que hace lo que los demás dicen, yo siempre hago lo que a mi se me apetece.

-Y te advierto algo, a mi no me va a decir que hacer, yo no soy como las mujeres que usted frecuenta constantemente -añadí.

El sonrió de lado y me miró con cinismo.

-Ni yo hago lo que usted o cualquier otra persona me ordena, tampoco me interesa saber si es o no es como las mujeres que según usted frecuento constantemente. Cuide su forma en la que me habla, Señorita Miller -me señaló con su dedo indice.

Desde ya lo detestaba, ese hombre se estaba ganando un cupo VIP para mi lista negra. Si él pensaba que me iba a dejar dominar estaba totalmente equivocado.

Gracias por leer❤

Cualquier error ortográfico o fuera de lugar me lo hacen saber para arreglarlo inmediatamente. Los quiero mucho.

J.A