Holaaa, les prometí que actualizaría más a menudo y lo prometido es deuda.

Los que leyeron El contrato reconocerán algunos personajes por aquí 🌚

Reina

Una de las cualidades de las Müller es su belleza.

Eso lo prueban Renata, Svetlana y Florencia: mujeres dignas de ver. Es un dolor punzante que la primera haya sido arrancada de nosotros.

—¿Cómo va todo, Printsessa?—pregunta mi tío Mijaíl, el esposo de Sveta.

Está sentado en la silla contigua a la mía.

—Bien, nada fuera de lugar—me encojo de hombros aprovechando el sol.

Hoy tenemos una pequeña reunión familiar en la piscina.

Después de todo, la familia Volkov no se ve todos los días y tenemos que aprovechar.

—Haré que te creo—cierra el periódico y toma un trago de Whisky—Me he enterado de que hay cosas que estás haciendo y que le ocultas a Morel. Me imagino que está lo suficientemente prohibido como para que no le comentes nada. Solo te advierto que ese viejo se entera de todo. Nada se le escapa.

Cierro los ojos soltando un largo suspiro inquietandome ante lo último.

Otro dato importante.

Mi tío lo sabe absolutamente todo.

—Florencia...

—Es incapaz de traicionar tu confianza—me interrumpe y me siento tonta por desconfiar de ella. Florencia podría ser todo, menos una delatora—Tengo gente vigilando a mi familia. Sabes que muy santos no somos y que en cualquier momento un enemigo se puede levantar contra la gente que me importa. Tú, querida Printsessa, eres una pieza fundamental en mi ajedrez.

—¿Me mandas a seguir?—pregunto indignada, Pero no tan sorprendida.

Después de todo cuando tienes el estilo de mi vida que mi tío lleva, es completamente normal querer tener a tus seres queridos vigilados. Nunca sabes cuándo alguien atacará de sorpresa.

—No solo eso, sé hasta cuántas veces vas al baño—dice tranquilamente y maldigo internamente—Svetlana tampoco es que sea muy confiada que digamos. Todo el tiempo está pidiendo informe de lo que hacen durante el día.

—Eso es... raro—hago una mueca.

—No tanto como creés—hace una pausa—Ahora dime, ¿te confías tanto de ese chico como para estar en plena madrugada fuera de casa con él? Entiendo que ahora es tu amigo y toda esa chorrada—rueda los ojos—Sin embargo, sabes perfectamente que los Müller y los Winston no son la persona favorita del otro.

Me subo los lentes de sol a la cabecilla y lo miro directamente a los ojos.

—Tío Mija—me incorporo en la silla—No es para tanto. Él es solo un chico. Y como haz dicho; tienes gente pendiente, nada puede pasar sin que no lo sepas. Además, no estamos en los tiempos de antes. Ya las chicas salen de casa en plena medianoche para tener sexo con su pareja. No digo que sea mi caso, para nada, pero... No creo que sea tan complicado entender que por fin soy una chica grande y que puedo cuidarme solita por ahora.

—Chica grande—repite y me siento ofendida de que eso sea lo único que haya captado—¿Al menos ya sabes freír un huevo? Por Dios, ¿en que momento estos chicos se vuelven tan malditamente adultos?

—En el momento en el que comenzaste a envejecer, padre—Alexey rueda los ojos mientras se acerca a nosotros y se sienta de mi otro lado libre.

«Como siempre de cotillo»

Desde pequeño es un grano en el trasero.

—Tú cállate—Mijaíl se acaricia las sienes—Eres mi principal dolor de cabeza.

—Oh, perdona por no ser como el hijo perfecto que tú tanto adoras—dice con sarcasmo.

—Anton no fue tan diferente a ti a tu edad, pero por lo menos, se sabía controlar para no llamar la atención más de la cuenta—el padre le reprocha—Es algo que aún no aprendes, Alexey.

—Ajá—rueda los ojos.

Mi tío niega con la cabeza y se levanta yendo a donde su esposa que se broncea junto a Florencia y Karen.

La última parece intimidada al tener a las dos hermanas juntas. Florencia por separado es tolerable, pero ¿dos Müller en un mismo lugar y con una persona que no comparte su misma visión?, Es como que te echen a una jauría de lobos.

Cristal entra mostrando el cuerpo extravagante que se carga. El diminuto bikini que trae apenas puede mantener sus grandes pechos en su lugar. De trasero no es tan agraciada, sin embargo, eso no le resta exuberancia a su cuerpo.

La personalidad atrevida y coqueta que tiene con todos le da un toque de perra en celo que inevitablemente en el momento en el que conoces sus artimañas te cae de la patada. El año pasado se metió con Josh—el ex de una de sus mejores amigas—y como si fuera poco la chica lo acepto sin ningún problema solo porque no quería estar en contra de Cristal Müller.

«Valla mierda»

La reputación temeraria que tiene en el instituto ha hecho que las chicas deseen que Cristal haga con sus vidas una porquería en vez de enfrentarla y bajarla de la nube de la mujer increíble en la que se a subido.

Las miradas coquetas que le lanza a Alexei no se me escapan y el que también quiera llamar la atención de Anton solo refuerza lo que pienso sobre ella.

—No está mal—Alexey le corresponde la sonrisa.

—Creo que Marcus se la está follando, además es tu prima, cerdo. Aún cuando es adoptiva, créeme que me cuesta decir esto, sigue siendo familia—respondo rondando los ojos y tratando de mostrar toda la indiferencia que me es posible.

Pero claro, con una persona tan persuasiva como mi primo es imposible ocultar lo obvio.

—¿Tu novio?—me molesta obviando lo último. Sabe perfectamente que nosotros estamos muy lejos de estar más allá de un simple acostón, a lo mucho, seguir con nuestra rara amistad—No me importa compartir y créeme, a él tampoco. Anoche compartimos una morena de lo más...

—Me dan asco—escupo sintiendo el sabor amargo de la decepción y no sé ni por qué ya que entre nosotros no ha pasado nada más que un simple beso.

—Eres una mojigata, primita—se burla—No puedes aguantar nada. Pero en fin, el caso es que con Cristal no habrá problema ya que ella sola se está ofreciendo en bandeja de plata y como te dije antes a Marcus lo que menos le importa es compartir con su viejo amigo y por ahí dicen que los primos se exprimen, ¿no?—hago un gesto que le demuestra lo asqueada que me siento y él sonríe burlón—Me extrañaría que Marcus no lo hiciera ya que los Winston tienen la estricta ley de follar a las mujeres Müller y luego desecharlas—suspira y me mira entrecerrando los ojos.

Es como si estuviera mirando todo lo que tanto lucho por ocultar.

—Aún me pregunto cómo tú y el son amigos. No me extraña Mía si sea parte de tu pequeña secta. Esa chica siempre ha sido la que todo lo consigue. Más sin embargo, William preferiría arrancarse los testículos antes de ver abiertamente a su amado sucesor con una miembro de la familia que es su enemiga número principal.

Hace una pausa y mira a la casa de al lado

La casa de los Winston no es menos imponente que la nuestra. Al contrario, podría decir que realmente William ha hecho la tarea de diseñarla más exuberante con tal de competir con Morel.

—Es interesante la forma en la que se lo llevan ya que vivir al lado del otro no puede ser tan fácil como se pinta—continua diciendo y toma un trago de su piña colada con, estoy segura, un toque de Whisky o tequila—No veo algo bueno saliendo de ustedes dos. Pero, ¿Quién soy yo para opinar sobre algo de lo que soy completamente ajeno?

Cruzo las piernas y suelto un suspiro perezoso. Cansa tanta competencia entre quien es mejor que quién. Tampoco es algo que se pueda ver que pronto acabe. Al contrario, cada día son más axcidos el uno con el otro.

—¿Me dirás que Marcus no te cuenta todo? no seas hipócrita—bufo.

—No, sería mentir y eso no está dentro de mis muchas cualidades—confiesa airoso. Cómo dije, desde pequeño es un grano en el culo—Sin embargo, prefiero quedarme con mis teorías y no sacar a la luz que lo más probable sea que ustedes sean los causantes de la próxima guerra mundial. Recuerda que la destrucción persigue a nuestras familias cuando ustedes se ponen de creativas queriendo tirarse a los Winston como si fueran los únicos hombres sobre a fas de la tierra—rueda los ojos con una pisca de molestia.

—Sí que eres exagerado—sonrío y me quedo pensando en lo que dijo.

No está tan alejado de la realidad.

Lo único que puede salir de esta unión, que veo completamente lejana e inexistente, es más odio y problemas.

Aunque no seamos los causantes de la próxima guerra mundial, si tiene razón en algo.

Cosas buenas no salen cuando nuestras familias se enfrentan.

—Solo digo que midas cada paso que des—se levanta poniéndose los lentes en el tabique de la nariz—o créeme dulce niña, las consecuencias no te gustarán. No será un vómito de arcoiris. La vida real es todo, menos bonita a la hora de lastimar—hace una pausa y una mueca—Aunque no te estoy diciendo algo que ya no sepas