Capítulo 15
Holii
Feliz mañana, tarde o noche😌
Espero le guste este cap tanto como a mi me gustó escribirlo🤗
¡No olviden dejar su voto, comentario y compartir!
Reina
-¿Qué, y no tengo palabras para describirlo más que esa, maldición haces aquí?-inqueiro entre dientes.
-Mhm, no parezcas tan disgusta. Me ofende que reacciones así-se ríe y sigue comiendo mi helado a gusto.
Se lo arranco de las manos y lo tiro al suelo con mucho dolor. Es mi favorito pero, si yo no lo puedo disfrutar, él mucho menos.
Muerto el perro, se acabó la rabia dicen por ahí.
-Desecha cualquier jugo macabro que tu mente esté planeando porque como le dije a tu amigo antes, ya no estoy para jueguitos pendejos-le digo molesta.
Tal parece como si él fuera el que compró el helado y lo he dejado en humillación porque su cara se pone chistosamente roja igual que cuando juega el fútbol. No es que lo ande mirando pero el otro día tuve que pasar por el área donde juegan para llegar a mi fatídica clase de deportes y sin querer lo vi.
-¿De cuál amigo estamos hablando?-exige saber.
-Daniel, ¿Cuál más? Es el único que me habla porque Héctor se creé lo suficiente como para...
-Ya te dije que no me gusta que hables con él o con otro que no sea yo-me agarra de la mandíbula igual de fuerte que el día de la fiesta donde hizo su estúpida advertencia.
No parece afectado porque en cualquier momento un policía del parque pueda venir a reclamarle por su agresividad hacia mi persona y yo tampoco le muestro debilidad como en tiempos pasados.
Si bien es cierto que alguien que no teme ser apresado es de temer, también lo es que los monstruos se nutren del miedo y yo a este no le haré crecer su idiota actitud.
-Y a mi no me importa lo que digas porque no eres alguien a quien deba darle explicaciones. No eres mi novio o...
-¿Por qué no fingimos que lo soy y así nos tomamos este tipo de actividades como algo normal?
Parpadeo varias para si esto no es una realidad alterada por mi descontrolada mente.
Mira que escuchar esas palabras de la boca de Marcus es toda una maldición como todo lo que le representa.
-¿Qué dices? ¿Estás loco?
-Por ti, Fleur-pasa la lengua por mi mejilla.
-Hay niños.
-Que bueno que solo te fijes en eso- murmura y siento su sonrisa contra mi mejilla.
Le doy un manotazo a su mano y me levanto.
-No te acerques más a mí. Estás mal de la mente. Nunca fingiré ser tu novia porque no lo deseo ahora y mucho menos en el futuro. Alejate de mí, o si no...
-¿Qué?-me acorrala contra el albor que queda detrás de mí-¿Me acusaras con tu querido abuelo o tu tío el mafioso?, Anda, haz una guerra entre nuestras familias y veremos cuáles son los afectados.
-¿Por qué haces esto?-le pregunto y me estremezco cuando apoya algo muy duro contra mi vientre.
-Porque desde hace unos meses eres la única que me pone así-me susurra al oído frotando su polla una y otra vez.
Aprieto mis muslos y miro al cielo rogando que me saque de esta situación.
Soy humana.
Por más que deteste que él sea el motivo por el que mis bragas estén mojadas, tampoco puedo evitar que así sea.
-Puedo sentir tu dulce olor-sigue susurrando e inevitablemente cierro los ojos-Y daría lo que fuera por saborearlo en mi lengua.
-Dejame por favor-le digo en el mismo tono odiando mostrarme vulnerable.
De alguna enfermiza manera lo amaba en la infancia.
Mi forma de mostrárselo era culpandolo de cosas que no había hecho y humillandolo delante de todos en el salón.
Sé que no fue lo correcto. No sé fijaba en nadie más que no fuera mi insoportable prima. Le regalaba flores y a mis espaldas me llamaba gorda hasta que fuimos creciendo y ya lo decía en mi cara.
Fue tan doloroso que en lo único que me enfoqué fue en hacerlo probar su propia medicina. Golpearlo tan fuerte de todas las maneras posibles que tenga que mirarme con otros ojos y ver que es a mí a quien debió de elegirme por encima de Cristal o cualquier otra niña.
Es por eso que al cumplir diez me prometí bajar de peso y comer más saludable. Ya no merendaba hamburguesas, sino un vaso de leche con galletas porque lo creía más saludable.
Si bajaba de peso el vería que era más linda que las otras niñas.
«¿Por qué no lo veía y seguía llamándome gorda?»
Un día me dijo que una vez fea, siempre fea.
Nadie merece ser pateado de esa manera por alguien de quién está enamorado.
-¿Sabes por qué ningún chico te veía a medida que fuiste creciendo?-pregunta con expresión de ya tener la respuesta.
No quiero saber la respuesta.
No quiero seguir siendo lastimada y que las lágrimas de impotencia sigan bajando por mis mejillas.
No quiero volver a ser la Reina que tenía que ser extrovertida para llamar la atención y no quedar en la oscuridad.
-Porque cada vez que veía la intención de alguno le daba la golpiza de su vida junto a mis amigos-una risa se le escapa y el temor que antes estuvo oculto sale a la luz porque ahora solo parece un psicópata obsesionado. Parece que todo el mundo a nuestro alrededor desapareció porque al único que siento es a él y lo único que escucho es a él-Siempre te cuidamos porque fingías ser insuperable pero veíamos como fácilmente cualquiera que estuviera cerca de ti podía romperte. Yo principalmente los molía a golpes para que no se acerquen a mi preciosa Fleur. ¿No es grandioso que ahora podamos estar juntos por fin?
Ningún chico me invitó a citas.
En mi graduación de primaria fui sola.
Mis tías me consolaron y prometieron que para mis quince tendría un guapo chambelán que haría que todas las chicas me tuvieran envidia.
Nadie fue a mi cumpleaños y estuve en depresión por un año.
Él y los otros dos retorcidos fueron los culpables y eso lo sé.
El cielo está tan oscuro.
Todo lo está ahora mismo en realidad.
No sé qué hora podrían ser, pero no me importa porque lo único que puedo repetir una y otra vez es que por culpa de los trillizos del infierno fui una paria.
-¿Y ahora qué harás?-es lo único que pregunto sin reconocer mi voz.
-Eso ya lo verás-murmura.
Deposita un beso tan rápido en mis labios que no se le puede llamar un beso normal, aún así se queda ardiendo como si hubiera consumido mi alma en el proceso.
Me guía el ojo y se va con las manos metidas en sus bolsillos como si nunca existiera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro