Reina

Unos pasos resuenan detrás de mi y mi corazón comienza a acelerarse de manera desenfrenada. Mis pasos son más largos, pero no importa porque como quiera me alcanza.

Una mano pesada se posa sobre mi hombro y me giro exprimiendo el gas para los ojos que mi abuelo me compró para defenderme.

—¡Ey, tranquila! Soy yo—me aborda Roy.

Por suerte fue rápido a la hora de apartarse y evitar que sus ojos ahora mismo estuvieran rojos y ardiendo.

—¡Me has asustado, tonto!—e doy un manotazo cuando intenta cogerme de la mano.

Las levanta en señal de que no es una amenaza y da un paso atrás.

Suspiro y froto la cara.

Últimamente mi parámetro de peligro está elevado.

Siento que me vigilan y que todo el que pasa por mi lado es una grave amenaza que no tardará en dañarme.

Quiero adjudicar eso al idiota de Marcus, sin embargo, días antes de que yo estuviera en su radar ya tenía la sensación. No sé quién mierda me está haciendo esta broma de mal gusto, pero a la mierda que me cago de miedo y ya no es chistoso.

Quise evitar darle más importancia de la que podría tener porque, al final, no tengo material para ser cazada por psicópatas—hasta que lo soy por el demonio mayor—, siento que él no ha hecho su movimiento y que no es quien me sigue desde hace tiempo porque no encuentro una razón obvia.

—Perdón, son las hormonas que me tienen un poco fuera de lugar—miento y hago una mueca de lo que yo llamaría una sonrisa.

Enarca una ceja y se cruza de brazos.

—¿No será que esto es por los locos que rondan este colegio y que se creen dueños del aire que todos respiramos? Mira que dejaría de ser un perdedor para que dejen de molestarte. ¿De casualidad lo hace y tú no te has dignado en decirlo?

Solo llevamos una semana conociendonos, sin embargo, hemos tenido una conexión. Y eso incluye a la insoportable Mía. Al principio no quise darle una oportunidad a esto porque no le veía la relevancia pero al final de cuentas estar todo el tiempo sola puede que me haya aburrido un poco.

Eso no quiere decir que ya sea toda una chica sociable. Nada que ver. Pero puedo tener dos amigos. Solo sería por este año escolar que me estoy empeñando en hacer lo más grato posible, ya luego pues no sé lo que nos depararía.

Aún no les cuento sobre mis planes.

Ni siquiera mi familia lo sabe.

Mucho menos ellos lo saben.

Quiero proteger ese sueño.

No quiero hablarlo y que mi plan de prácticamente toda mi adolescencia se valla a pique. No dudo que si llega a los oídos de los Müller se atrevan a mandarme a un sanatorio para que revisen lo que está mal conmigo. Después de todo, algunas personas desearían llevar una vida de riqueza como la mía y tener oportunidades que se me brindan solo por el apellido.

Lo que ellos no saben es la profunda soledad que se siente tenerlo todo y no poder confiar en todos porque temes a que te fallen y terminen con todo lo has construido o que tanto cuidas porque lo aprecias.

No es mentira que la mayor traición te la da la persona más cercana.

—Ya te dije que no es nada—respondo bruscamente y lo esquivo para encerrarme en el baño.

Entro en uno de los cubículos y me siento en el suelo a la vez que abro mi bolso y saco los cascos. Pongo Rise Up de Andra Day y cierro los recostando la barbilla en mis rodillas.

Siento un leve pinchaso de remordimiento por ser tan brusca con él, me molesta culparlo, pero de alguna manera me sentí presionada y claustrofobica.

No soporto no tener salidas.

Me da temor meterme en cosas de las que en el momento me causan dudas, terminar haciéndolo y para el final salir herida.

Fue lo que pasó con mamá.

Florencia una vez me lo comentó sin querer.

Ella dudaba de tener un romance con su profesor, a pesar de sentirse sumamente atraída por él, también sabía las graves consecuencias que se eso podrían tener para los dos.

Era muy joven.

A penas tenía 16 años.

Mi tía decía que su mejor amigo, Richard Michelson, siempre estuvo enamorado de ella. Un día mamá le habló de que sentía que se había enamorado y pensó que ella hablaba de él y que estaba hablando en clave para que él por el momento no lo descubriera; cuando le pidió consejos de como dejarle saber al hombre que le gusta su interés.

A los pocos días se dió cuenta de que ese hombre que tanto le gustaba a Renata no era él, sino su profesor.

De todas maneras no perdió la esperanza.

Florencia lo sabía todo porque las hermanas Müller siempre fueron unidas, Svetlana acababa de entrar a la universidad por lo que no podía estar al tanto de todo lo que pasaba entre su hermana y el descarado profesor.

A las pocas semanas mamá salió embarazada y se lo comunicó. Alerta spoiler: él huyó.

Lo que mamá nunca esperó fue que Richard quisiera hacerse cargo del bebé.

Nunca me he preguntado por ese padre cobarde.

Con Richard tuve más de lo que podría esperar y deseo no tener que conocerlo jamás.

Escucho por encima de la música como la puerta es abierta repentinamente y me encojo más en mi lugar.

—¿A surgido efecto nuestro plan?—escucho una voz conocida.

Es Stassy.

Esa Stassy que en la fiesta de bienvenida se halo de las greñas con mi prima por el líder de los trillizos del infierno.

Pero eso en este momento no es relevante, «¿De qué plan está hablando?»

—No tanto como quiero, sin embargo, sé que pronto surgirá efectivo. Los tipos como Marcus Winston siempre se sienten alagados cuando nosotras peleamos por ellos—frunzo el ceño preguntándome dónde esta chica dejó su amor propio y se rebajó a montar semejante espectáculo solo para llamar la atención de un hombre—No tardará en darse cuenta de que yo soy la persona que él necesita. Ninguna peleará, y lo dejo literal y definitivamente, por él como yo—añade burlona.

—¿Quieres que deje de follar con él para abrirte más el camino?—pregunta la retorcida Stassy.

—No, que ni se te ocurra_responde con dureza—Si lo dejas de frecuentar encontrará otro entretenimiento y tendré que poner mi plan en pausa hasta que la saque de la jugada o le haga ver que solo está por un rato hasta que yo tome mi lugar como su novia.

Parpadeo varias veces reconociendo cuenta de nível de locura que algunas personas pueden tener.

Mi tío y su esposa cometieron un grave error al adoptarla.

Cristal solo promete desgracia porque personas como ella no pueden convivir con el éxito de los demás. Todo lo quieren para ellos y eso mi familia lo verá más adelante.

Principalmente mi enemigo número uno.

***

Amoresss, holiii muy feliz de estar aquí de nuevo.

Espero hayan disfrutado la lectura, perdón alguna falta ortográfica :(. No olviden darle a la estrellita y comentar.

¡Hasta la próxima!