Capítulo 6
Marcus
Mis ojos no se han apartado de ella en toda la noche. Bebe como si nunca hubiera probado un trago y baila de la mierda junto a mi hermana pequeña y el nuevo chico que no está haciendo más que cabrearme a medida que pasan los minutos.
No sé que mierda me pasa pero no puedo dejar de estar resentido con él y siento que es más que porque es un niño bonito estúpido que para rematar también es un torpe que le debe la vida a ella porque se atrevió a defenderlo y a Mía porque nos contenemos.
De no ser por ella hace mucho hubiera soltado la correa para que le aplaste la cabeza al niño nuevo y molesto que no despega las manos de ella.
Joder, soy incapaz de reconocer que siento celos de él porque está tocando lo que desde hace tiempo yo quería tocar.
Reina es como el círculo del infierno al que me veo tentado a entrar, pero que por más que quiero no puedo.
Nadie está preparado para eso.
Me refiero a un acercamiento más que problemático de un Müller y Winston.
Desataría una catástrofe.
Y es por eso que me veo tentado.
La sed de destruirla y quitar todas sus capas me tienta de una manera descontrolada.
Tanto que estoy temiendo de lo que soy capaz.
—¿Vamos a la habitación?—pregunta Stassy coqueta en mi oído.
Otro día me hubiese puesto la polla como un palo y ya la tuviera contra cualquier superficie rompiendo su canal. La cosa es que parece que estoy bloqueado porque no puedo dejar de desear que sea otro calor el que me cubra y otra boca la cual morder y saborear su sangre para luego besar su labio hasta que los míos arda.
Traer a Stassy a la fiesta de bienvenida fue un mal movimiento. La traje para distraerme y alejar a Cristal de mi camino y en vez de eso lo único que me está causando es molestia.
—Piérdete un rato y después búscame—le digo sin siquiera mirarla.
Siento su mirada molesta en mi pero no duda a la hora de irse de alejarse de mí.
—Hombre, ¿cuál es el problema?—Héctor se acerca al ver el pequeño espectáculo—Lo único que quiere es un poco de placer y es lo que necesitas. Llevas una semana sin follar y eso te tiene un poco fuera de control.
—¿Por qué no la follas tú?—le pregunto sabiendo la respuesta, sin embargo, no está de más molestarlo.
Deja escapar un quejido y busca con la mirada a su mayor dolor de cabeza.
—Ya sabes cómo es esta mierda—aprieta la mandíbula viendo como el chico nuevo abraza a mi pequeña rubia hermana y le da un beso en la mejilla—Juro que quiero matar a ese desgraciado.
Le pongo una mano en el pecho deteniendo su intento por avanzar a donde ellos están.
—Déjalo, ya tendremos tiempo para cobrarnosla cómo se debe.
Asiente y se va la mesa de ping pong dónde se retan con bebidas y muchas jodiendas más.
Mi mirada se encuentra con la de Reina. Un pequeño movimiento en su garganta llama mi atención y rápidamente lo tacho como uno de mis lugares favoritos para ver.
Y algún día tocar.
Hace mucho quería tenerla en mis manos, pero las arduas promesas de William por deseredarme si en algún momento me cojo a alguien más que no sea Cristal de los Müller y ojo, es porque no es Müller de sangre, pues automáticamente dejaría de ser parte de mi familia y pasaría a ser un apartado como mi tío James.
De vez en cuando viene a la ciudad, pero no se queda por mucho.
El abuelo no pierde el tiempo a la hora de hacerle ver qué aquí no es bienvenido y él por no forzar y tener problemas mayores pues prefiere mandar todo a la mierda y evitar mayores confrontaciones que ocasionen grandes ruinas.
He escuchado algunos rumores de que fue amante de la amargada de Florencia y se me hace difícil creerlo porque esos dos tiene actitud demasiado similares y cuando James se da cuenta de que alguien ejerce un poder mayor al que él puede tener en su vida pues abandona.
Además, esa mujer no es capaz de estar con un hombre.
Juro que muchas veces he pensado que sería capaz de cortarle la polla y dársela de comer a su pobre víctima que llamaría amante.
No.
James nunca ligaria con alguien como ella.
Es hermosa, pero da escalofríos mirarla directamente a los ojos y enfrentarla verbalmente.
Créeme cuando te digo que nada me asusta, aparte de William Winston claro está, y ella lo hace.
—¿Dónde dejaste a tu dulce Stassy?—llega Cristal y ruedo los ojos porque es como los tiburones. Desde que tiene oportunidad ataca—Hace rato entraron muy juntitos. No me digas que ya la has descartado sin antes darle la oportunidad de que te hagas una mamada.
—¿Qué te dice que ya no lo hizo?—le pregunto con evidente aburrimiento.
Por el momento solo puedo cargar con mis celos. No estoy para hacerlo con los de ella que más que darme un pobre momento de exitación lo que me estorba.
—Eres un puto idiota—me dice. Cualquiera creería que después de eso se iría, pero pega su cuerpo curvilíneo del mío y me roba un beso—Ella no es como yo. Nunca aguantará tu potencia. No creo que puedas encontrar a alguien que lo haga. Estamos hechos el uno para el otro y ya es hora de que lo entiendas además de todo el que está aquí.
Mira sin disimulo al otro lado de la sala dando con la el cisne que hoy nos honra con su presencia.
Estuve más que sorprendido al verla vestida con una rosa que no sea para un pordiosero.
Cristal también debió estarlo.
Es por eso ahora se siente amenazada.
Debí suponerlo.
Esta loca obsesionada debió estar mirándome lo suficiente como para darse cuenta de la fijación que he desarrollado por su prima.
—Oye, ¿que haces tocando a mí chico?—Stassy viene rabiosa.
«¿Escuché mi chico?»
Maldición, estoy rodeado de locas obsesivas.
—¿Tuyo? Estás muy equivocada—le responde Cristal chocando con ella.
Inician una discusión llamando la atención de todo el mundo. Los profesores parecen sorprendidos por el cambio repentino y el DJ apaga la música para que todo el mundo pueda escuchar lo que ellas se bociferan.
No tardan en agarrarse de los moños y cualquier chico las hubiera desaparecido pero yo sigo mirandolas con aburrimiento.
Miro por encima de la pelea y le doy la última mirada a ella antes de abandonar la sala y dirigirme a la piscina dedicándole una pequeña sonrisa. Una promesa no dicha flota en el aire y es que ella ahora está más que marcada por mí. Debe de leerme muy bien porque veo como su cuerpo comienza a temblar y sus ojos se llena de pánico.
«Sí, Flor de loto, debes estar asustada porque cuando algo me interesa no lo dejo hasta que lo consigo»
Eso a ella debe quedarle bien claro porque no todos tienen el privilegio de contar con la atención de este demonio sediento de desafíos que destruir y reconstruir a mi manera.
***
Holaaaaa
Siempre me encanta pasar por aquí.
¿Qué tal el capítulo de hoy narrado por nuestro demonio mayor?
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