— ¡De verdad se lo agradecemos mucho!, ¡Ahora mis hijos podrán comer más de un bocado por día! — Las manos de aquella mujer de casi 35 años  apretaban las mías con bastante ante la atenta mirada de su marido que me observa con lágrimas en sus ojos mientras sostiene los dos frascos de comida para bebés.

— Descuide, es parte del trato — Intento que mis emociones no interfieran.

— ¡Es cierto!, ¡Es cierto! — La mujer, con voz temblorosa toma de su bolsillo la navaja suiza que me prometió — De verdad no sabe lo agradecido que estamos.

— No lo olvide, nadie puede saber de esto. Procure ocultarlos bajo sus prendas.

— ¡Lo haremos! — Exclaman al unísono — ¡Muchas gracias!.

— Ahora les pediré por favor que se retiren, nadie debe sospechar lo que ocurre — Les muestro la salida de este antiguo salón de clases.

Ambos se marchan discretamente sin levantar sospechas.

En tanto, procedo a retirarme de este salón antes de que alguien decida entrar.

Ya cuando estaba cerca de salir a través de la puerta, veo sorpresivamente a Komuro que me impide moverme.

— ¿Piensas ir a algún lado? — Cubre la puerta con todo su cuerpo y su mano apoyada en el marco de ésta.

Sus ojos se van inmediatamente hacía mi mochila.

— Asi es, soy un hombre ocupado — Le digo con descaro, es evidente que Takashi sepa de esto, de otra manera no habría venido hasta aquí sin algún motivo aparente.

— ¿Qué estás tramando (Y/N)?, has estado muy misterioso desde que llegamos aquí — Relaja sus músculos al mismo tiempo que su voz se suaviza levemente.

— Tengo mis motivos Komuro — Me digno a responder.

— Solo llevamos cinco días en este lugar, ¿De verdad quieres que crea que saliste al exterior para ayudar a éstas personas?...si a eso le puedes llamar ayuda.

— Estás enterado de todo, te felicito.

— Tu coartada era muy débil, es una escuela muy pequeña para no encontrarnos en algún minuto. Además, tú y Saeko se llevan la atención de todos, era muy evidente que ustedes no estaban dentro del recinto.

— ¿Entonces por qué no fueron en nuestra búsqueda? — Llevo mi mano hacía el mentón.

— Por que sabíamos que volverían, Rei intervino ante sus padres y tanto Kohta como Saya nos comentaron que volverían antes del anochecer. Toda la policía y los militares están enterados. Pero nadie está al tanto de tus extraños negocios, todos asumen que están repartiendo los víveres equitativamente de forma clandestina.

— No me sorprende que la policía mire hacía el otro lado — Libero una ligera carcajada — Pero no creas Komuro que mis negocios son ilícitos, solo hacemos intercambio en beneficio de ambas partes.

— ¿Qué tienen ellos que te puedan interesar?, éstas personas no tienen dinero ni grandes fortunas, ¿Piensas quitarles lo poco que les queda?

— No sé que clase de monstruo crees que soy, pero sé que éstas pobres almas no tienen dinero...yo solo busco artefactos que puedan beneficiarme, todos ganamos y el sistema de intercambio vuelve a funcionar.

— Quiero que seas sincero conmigo (Y/N), hemos construido una relación de confianza entre todos que detesto la idea de enemistarnos — Se me acerca para tomar de mi hombro.

Al sentir su mano apoyada en mí, una idea se me viene a la cabeza, pues esta es la mejor oportunidad que podría tener.

— Si tanto interés tienes en saberlo, podría decírtelo. Pero a cambio hay algo que quisiera saber.

— Eres así, jamás pierdes la oportunidad de sacar algo provechoso de la situación — Ríe forzosamente — ¿Qué quieres saber?

— Ello me lo responderás más tarde — Invito al líder del grupo a sentarse junto a la ventana — Veamos el paisaje.

Tomo la delantera para ubicarme en un buen lugar y así contemplar el deprimente escenario compuesto de lluvia y tonalidades grices del exterior.

— No hay mucho que admirar — Se sienta Komuro en otra silla — Solo hay policías custodiando la entrada.

— ¿Y no sientes curiosidad por ver que hay más allá?

Takashi se toma su tiempo antes de responderme.

— ¿Qué debería ver?

— ¿Qué quieres ver Komuro? — Contrapregunto.

Su silencio y su falta de respuesta ante mi pregunta  me hace retomar la conversación:

— Pienso irme de aquí y buscar a mis padres — Le digo con convicción — Considero marcharme de aquí en cuanto antes.

A pesar de mi respuesta, no parece para nada sorprendido.

— Era evidente lo que tramabas, pero necesitaba escucharlo de tí — Adopta una postura relajada en el respaldo del asiento — Bien...esto parecía ser el fín de nuestras aventuras.

Puedo percibir un aura de tristeza en sus palabras. Sinceramente jamás consideré la reacción de Takashi cuando se enterase de mi plan, asumí que sería algo frío y protocolar, pero la verdad intenta procesarlo lentamente.

Pero de todas formas, creo que podré entregarle algo de esperanza:

— Pienso algún día reencontrarme con ustedes, cuando obtenga las respuestas que necesito de mis padres, volveré a buscarlos y continuar con nuestras aventuras.

—  No es necesario — No es la repuesta que esperaba — Debes encontrarlos y pasar tiempo con ellos (Y/N).

— Sería difícil para mí vivir como una familia normal, el trabajo y su forma de ser nos impide adoptar una vida como una familia tradicional. Pero además, necesito encontrarme a mí mismo Komuro, hay demasiadas preguntas en mi cabeza que necesitan ser respondidas, y el primer paso que debo realizar, es encontrar a mis padres.

— ¿Crees que continúen con vida? — Takashi lanza su pregunta sin tapujos.

— No lo sé — Me tomo mi tiempo — Pero no me sorprendería que no lo estuvieran, de todas formas, no puedo vivir sin esta angustia, necesito saberlo.

— ¿Como piensas ir hacía China?, es muy peligroso, no podrás hacerlo tú solo.

— Tan solo caminaré y lucharé contra aquellos que se interpongan en mi camino, estoy dispuesto a hacer lo imposible para concretarlo.

— ¿Pero sabes dónde empezar a buscarlos?, es un país muy extenso, te tomaría muchos años en encontrarlos.

— Sé que la compañía está ubicada en Beijing, estoy consciente que es un viaje bastante largo, tendré que llegar a la costa y luego embarcarme por el mar hasta arribar a Korea, y luego seguir mi ruta para alcanzar el otro lado y volver a embarcarme a China.

— Es muy arriesgado (Y/N), ¿No has considerado hablar con el padre de Rei para que presente tu caso a los altos mandos de la fuerza militar?

— Por favor Komuro, no seas ingenuo, ¿Crees realmente que los militares invertirían el presupuesto para llevar a un adolescente al otro lado del mar?, agradezco tu preocupación, pero necesito hacerlo por mi cuenta, no pienso arrastrar a nadie conmigo. Sé que puede parecer un suicidio, pero es un riesgo del que estoy dispuesto a tomar.

— Creo que no podré convencerte de que te quedes ¿Eh? — Suspira — ¿Alguien más sabe de esto?

— Solo Saeko y tú.

— ¿Es en serio?, creí que era el último en saberlo — Lleva su mano detrás de su cabeza y ríe de manera muy nerviosa.

— Es en serio, he intentado ser hermético con respecto a este asunto. Si lo dijera, todos intentarían retenerme, sobretodo Shizuka que no dejaría de insistir.

— Estás en lo cierto...eres muy importante para el equipo: Tú fuerza y tú valor nos permitieron salir adelante. Sin tí, jamás habría encontrado a mi madre.

De pronto, algo hizo conexión en mi cabeza. ¡Es verdad!, había olvidado la principal razón por el cual vinimos a esta Escuela, debido a mi tiempo en la enfermería y al estar centrado únicamente en mis pensamientos no había notado este hecho en particular.

Al recordarlo mejor, creo haber visto a la madre de Takashi deambular por los pasillos. Siempre me saludaba con una sonrisa y su rostro se me hacía muy familiar.

— No merezco tus halagos, es parte del trabajo en equipo.

Soltar aquellas palabras me hace sentir extraño, todavía sigo siendo un lobo solitario que busca su propia conveniencia, pero el ser reconocido es algo que anhelo desde el fondo de mi ser.

— Te lo mereces amigo mío, fuiste de gran ayuda para nuestra supervivencia. Me alegro haber compartido contigo...Dios...no sabes cuanto te extrañaré.

— Me harás llorar — Sonrío — No quiero que esto se vuelva un momento triste.

— Tienes razón — Ríe Takashi — Por cierto, ya cumpliste tu parte del trato, puedes preguntarme lo que quieras.

Sin titubear, tengo más que claro mi pregunta:

— ¿Te acostaste con Saeko en la mansión de Takagi?

— ¡¿Qué?! — Sus ojos se abren sorpresivamente — ¿Por...por qué lo preguntas?

— Lo sé todo, Rei y Busujima me lo mencionaron  — Cruzo de brazos a la vez que inclino mi asiento cómodamente — Solo quiero oírlo de tí.

— Buen intento, pero no caeré en tus trucos...

— Saeko lo hizo por que estaba despechada — Lo interrumpo — En ese momento estaba con Shizuka perdiendo mi virginidad y ella escuchó todo desde el otro lado de la puerta.

Le comento sin tapujos.

— Tienes razón — Se resigna a responder — Si me acosté con ella, pero me arrepiento de haberlo hecho. Admito que disfruté genuinamente el cuerpo de Saeko, pero el hecho de que se lo haya comentado a Rei me hace sentir repugnante.

— Si te hace sentir mejor, ayer también tuve relaciones con ella — Al comentarlo de forma tan espontánea hizo sentir como un verdadero degenerado.

— Espera...¿Es en serio? — Lleva la mano a su boca en señal de sorpresa.

— Sí, pero es algo en lo que creo y en lo que no deberías avergonzarte Takashi — Centro toda la atención en mis palabras — Creo que en el futuro tendremos la humanidad será polígama por razones de repoblamiento, viviremos en una nueva época en que las infidelidades vividas dentro de los matrimonios japoneses ya no serán un tabú para nadie, y pasarán a ser un aspecto más de nuestras vidas para convertirse en algo utilitario para la nación.

Parte de mi discurso está inspirado en el fuerte sentimiento nacionalista de Saeko.

— Lo haces sonar tan fácil y convincente que parece ser una excusa perfecta y elaborada.

— Puede ser, pero...no te sorprendas si vuelves a acostarte con Busujima y esta vez sin protección. [Referencia kira sensei mujeres japon embarazos]

— ¿Puedo preguntar otra cosa? — Noto su mirada llena de curiosidad.

— Lo que quieras.

— ¿Sientes algo por Rei?

— ¿A que viene eso? — Muestro una mueca de asombro.

— Han pasado tiempo juntos, y ella suele estar muy pendiente de tí — Mira hacía otro lado con sus mejillas rojas.

— Podría considerarla como una gran amiga — Libero algunas carcajadas — Es una chica muy agradable y con una actitud muy fuerte para superar las adversidades. Komuro, debes estar a su lado, estoy seguro que el destino quiere que terminen juntos.

— Ver ese lado de tí es bastante extraño  — Sonríe de forma incómoda — No recuerdo haberte visto tan confiado al hablar, incluso puedo ver el brillo en tus ojos.

Sus palabras me hizo darme cuenta que todo este largo proceso de introspección en mi lucha contra mis dudas y mi forma de ver la vida. Para finalmente ver el resultado positivo de este viaje y florecer este nuevo yo ante los demás.

Si puedo sonreír de manera natural y poco forzado, significa que estoy dando un gran paso y que he cambiado.

— Tampoco creí que podía cambiar Komuro — Adopto una posición más concentrada, llevando el dedo índice al mentón — Siempre me vi como alguien que tan solo era una paria, esa "libertad" que me autoimpuse me permitía ignorar todos los valores convencionales de nuestra sociedad: Ser gentil, No matar, No consumir drogas y ser un buen estudiante(...)

Dejo caer un silencio reflexivo ante la antenta mirada de Komuro:

—(...)¿Pero sabes?, estaba cegado, cegado por una falsa idea de libertad. No tenía un propósito claro, era una búsqueda vacía y sin sentido a través de palizas, drogas y un fuerte resentimiento que consumía mi interior, ahora que lo veo todo en retrospectiva, no conseguí nada — Observo detenidamente allá afuera — Desconozco quien fue el primer sujeto que nos condenó a vivir este Infierno. Sin embargo, tiendo a creer dentro de mi egocentrismo que yo fui el primer infectado y que fui condenado anteriormente a sufrir mi propio "Yomi"...todos me odiaban en secreto, tanto mis padres como en la Escuela, todo el odio acumulado hizo que mi cuerpo se pudriera hasta convertirme en un cadáver que deambulaba entre seres humanos con metas y un futuro esperanzador(...)

Libero un bufido agotador, para posteriormente mirar a Takashi. Tomo una gran cantidad de aire para seguir hablando:

—(...)Sin embargo ahora, todo es distinto, al verme envuelto en este mundo apocalíptico, me di cuenta de lo equivocado que estaba con respecto a mis creencias. Era una persona con muchas y evidentes contradicciones, era incapaz de ver que el odio que profesaba en contra de mis padres me hacía tanto daño...pero ahora me siento renovado, veo el mundo desde otra perspectiva, creo que el conocimiento y la felicidad son mi mayor inspiración para seguir adelante — Hago una breve pausa — No soy creyente Komuro, si fuimos creados por un Dios, estoy seguro de que él está muerto y que nos abandonó a nuestra suerte...Ahora debo tomar las riendas de mi propio destino y librarme de las cadenas de la mediocridad...ahora estoy condenado a ser libre.

Un largo silencio se produce entre nosotros. La mirada de Komuro es fija y casi sin nada de expresividad.

Parece que me excedí un poco.

— Ahora entiendo cómo atraes a las chicas — Ríe Takashi — No lo había considerado, pero sueles expresarte muy bien, demuestras conocimiento y seguridad al hablar. Podría escucharte por horas, eres muy interesante, tu forma de ver la vida es realmente motivador.

— Me sonrojas — Lo menciono sarcásticamente.

— De verdad tienes un don, ¿Como lo adquiriste?

— No hay ningún don en todo esto, solo leo y reflexiono constantemente en mi mundo. Si puedo ser más específico, diría que la filosofía ha ayudado en mi forma de ver el mundo.

— Es una lástima que tengas que irte (Y/N) — Comenta ya resignado con mi decisión — Agradezco enormemente todo tu apoyo, sin tu ayuda y tu lealtad con el grupo no habríamos salido adelante.

— Lo hice por que eres un buen líder Komuro, al igual como lo haría un buen soldado ante su general.

Un largo y prolongado silencio vuelve a formarse entre los dos. Nuestra compañía mutua es el unico lenguaje que necesitamos para comunicarnos.

— ¡Oh!, ¡Lo había olvidado! — Exclama Takashi sorpresivamente — Hay algo que debo mencionarte.

— Vamos, ve al grano — El silencio inquietante que emana me hace sentir muy ansioso.

— El rescate se efectuará mañana, nos iremos al mediodía.

— ¿Lo dices en serio?

— Sí, pero no todo el mundo está enterado. Se les avisará a las personas a primera hora para evitar cualquier indicio de complot.

— Vaya...al parecer tendré que adelantar todos mis planes.

— Eso parece amigo, nuestra despedida será más pronto de lo que imaginabas.

Se pone de pie y va directamente hacía la puerta.

— Tampoco será fácil para mí — El peso de asimilar todo de forma tan abrupta hace que una fuerta angustia sacuda por todo mi pecho.

— Tendrás que decírselo a los demás en cuanto antes — Da el último paso antes de salir completamente del salón.

Me quedo en silencio, observando hacía  la pizarra, pensando en las palabras de Takashi.

El único ruido que oigo es el de mi corazón latiendo con mucha intensidad.

No sé por donde comenzar...