Miramos con sorpresa como Busujima logra acabar con algunos de "Ellos" como si fuera algo cotidiano.

Observo con admiración como su espada se convierte en una extensión de su brazo, y su cabello largo fluye naturalmente con su cuerpo.

Sus movimientos elegantes y ágiles, me producen una enorme fascinación.

— ¡Esto es divertido! — Pronuncia con enorme excitación. Ya no le importa ocultar aquellos sentimientos asesinos que alguna trató de controlar.

Me gusta ver ese lado de ella, hace que reviva mi oscuro pasado delictual. Confieso que el deseo de asesinar me invade lentamente, golpear a otro ser humano con el solo propósito de infligir daño me enciende.

Luego de ello, Saeko, Takashi, Rei y Alice toman la delantera para salir del estrecho camino que nos impedía movernos con libertad.

Corro codo a codo junto a Shizuka, pero luego de estar en constante movimiento, nuestros músculos comienzan a debilitarse, y como consecuencia, la torpe Enfermera cae estrepitosamente por el pavimento.

— ¡Shizuka!, ¡¿Te encuentras bien?! — Exclamo alarmado.

— ¡Ouch! — La oigo decir luego de arrastrarse por el suelo, para posteriormente ponerse de pie — ¿Qué pasó?, ¿Dónde está Zeke?, creí escucharlo.

Asustado, miro por todos lados en busca de nuestro acompañante canino, pero no pasó mucho tiempo hasta notar que inexplicablemente está atrapado entre los pechos de Shizuka.

De algún modo, al arrastrarse debió ingresar ahí.

Takagi se sonroja y con algo de vergüenza logra ver la situación también.

— ¡Genial!, ¡El camino está depejado! — Grita Komuro en señal de victoria.

Una vez más recorremos por el costado del río Onbetsu. Nos percatamos que hay algunos vehículos detenidos y poca presencia de muertos vivientes alrededor.

"¡BANG!"

Escuchamos a lo lejos un sonido de bala ser disparada.

Evidentemente no fue liberada por ninguno de nosotros.

— ¿Qué  fue ese sonido? — Se pregunta Shizuka con algo de temor.

— ¡Un disparo! — Saya dice lo que es evidente, pero aún así alguien tiene que hacerlo.

En una suerte de coordinación, Shizuka y Rei logran hablar al unísono con evidente esperanza:

— ¡Están vivos!, ¡La policía aún está bien!.

Lógicamente, la policía serían los únicos en estar autorizados para portar armas. Además, las probabilidades aumentan al considerar que estamos en un área cercana a un cuartel policial.

— ¡Estoy segura que Papá debe estar bien! — Finaliza Miyamoto con lágrimas acumuladas en sus ojos.

Hay un aire de optimismo en el ambiente, la esperanza de ser salvados nos mantiene con algo de optimismo.

— ¡Oigan!, ¿Dónde está Kohta? — Nos pregunta Alice asustada.

Todos volteamos hacía atrás al asumir que venía por nuestra retaguardia.

Luego de pocos segundos, que se sintieron como una eternidad, logramos divisar a Hirano mucho más allá de donde estamos.

Las miradas de Takashi, Saya y Saeko es de evidente pavor al ver que detrás de él se acercan algunos de esos zombies de manera lenta y torpe.

— ¡Ya no quiero seguir con esto! — Nos grita desde el otro extremo y con una evidente sonrisa falsa en su rostro — ¡Continúen sin mí!

— Mierda... — Gruñe Takashi entre dientes al ver el estado mental de su compañero. Sus ganas de vivir ya se esfumaron y se ha resignado a terminarla por completo.

Lo miro con desprecio, su nula voluntad por sobrevivir me causa repulsión. Entiendo tu dolor, tal vez sea la primera vez que veas morir a un ser importante para tí, pero a pesar de la muerte de Asami, tú no tienes las manos manchadas con sangre...y aún así decidiste tomar la decisión más cobarde.

¡Me das asco Hirano!

"¡Craaaash!"

Noto como Shizuka rasga un trozo de su falda sin razón aparente.

Pero por su mirada segura y confiada,  deduzco que está a punto de hacer algo.

— Alice, préstame tu bicicleta — Le pide la hermosa mujer de cuerpo escultural.

— ¿Huh?...está bien — Alice entrega su bicicleta con algunas dudas.

Shizuka, con total valentía logra subirse y pedalea a toda prisa hacía el imbécil chico gordo de anteojos.

Logro ver como todavía Zeke sigue atrapado en sus pechos.

Maldito perro afortunado...

La bella Enfermera aprieta de las mejillas a Hirano con todas sus energías y cambia su posición hacía uno que nos permita ver a todos:

— ¡HIRANO KOHTA!, ¡¿De dónde eres cadete?!

Me sorprendo al ver a Shizuka con una expresión de enojo en su rostro jovial.

— De...de Tokonosu señora... — Hirano, asustado responde titubeante.

—¡¿Dijiste de Tokonosu?! — Recalca Shizuka — ¡Solo hay dos cosas en Tokonosu!, ¡Humanos y "Ellos"!, ¡¿Cuál quieres ser soldado?!(...)

Noto disimuladamente como los demás están desconcertados al igual que yo con la extraña táctica.

Confieso, en lo más hondo de mi perversión que me encanta ver a Shizuka enojada y con movimientos agresivos.

—(...)Ya no estás en la preparatoria Hirano — La hermosa mujer muestra una sonrisa de compasión y esperanza — Ahora eres un caballero, y tu deber es proteger a los demás al igual que Asami.

— ¡SEÑORA!, ¡SÍ SEÑORA! — Kohta se cuadra ante ella con bastante energía.

— No puedo creer que haya funcionado — Comenta Takagi escéptica a creer lo que acaba de pasar.

— Ese es el Hirano de siempre — Sonríe Busujima.

— ¡Shizuka Sensei es la mejor! — Felicita Miyamoto a la Enfermera.

— Bien, supongo que podremos irnos — Sonríe Komuro por el logro obtenido — ¡Proxima parada!, ¡La estación de policía del Este!

Con emoción, casi todos toman la delantera para llegar en cuanto antes.

Como ha sido la tónica, voy detrás de los demás junto a Shizuka y Takagi que está a mi lado.

— Eres la mejor... — Felicito a la bella Enfermera — Solo tú podias devolvernos a Hirano.

— ¡Gracias! — Muestra una hermosa sonrisa.

Luego de ello, corremos a pasos agigantados para llegar en cuanto antes a la Estación de Policía.

Mientras nos movemos, percibo como los ojos de Takagi me miran con detención.

— ¿Ocurre algo? — Giro mi rostro hacia ella.

Sus ojos no se despegan de mí en ningún momento a pesar del contacto visual entre ambos.

Sin embargo, sus mejillas se tornan rojas como es habitual en el rostro de la chica genio.

— No creas que soy una chica débil, anoche solo tuve miedo por mi vida en el vehículo, sé que podré hacerlo — Su mirada es cada vez más incisiva — No creas que he olvidado mi promesa

— ¿Qué promesa? — La miro con evidente confusión. Mi cabeza busca incesantemente algún momento en específico, pero no tengo éxito en ello.

— Dije que te besaría, no lo he olvidado  — Lo menciona sin tapujo, siendo consciente que Shizuka está justo a mi lado.

Estoy segura que lo hizo a propósito.

No me animo a responder, mi rostro está ardiendo al escucharla hablar. Tan solo fijo la mirada hacía el frente, continuando con nuestra marcha.