Con apuro, nos hacemos camino como un pelotón entre aquellas almas que todavía no tienen un descanso digno.

Sus cuerpos, invadidos por la muerte viviente, solamente anhelan atacarnos y encontrar respuesta dentro de sus nuevas conciencias...

Corro detrás de Shizuka, Alice y Zeke, resguardando sus vidas ante el liderazgo de Takashi que nos guía hacía nuestra libertad.

— ¿No iban a escapar ustedes solos? — Le dirige la palabra  el sujeto que venía en busca de ayuda a Miyamoto.

Por su desesperación, es posible que haya elegido la seguridad que le ofrecen unos chicos de secundaria armados.

— Sí, esa era nuestra idea pero...

— Un hombre honorable, sigue una conducta de cabellero — Interrumpe Saeko.

— Al parecer somos los encargados de subir la moral a los demás — Comenta Saya.

Continuamos con nuestra marcha, cuando de pronto: Vemos como ese hombre grande, de vestimenta negra está en grandes problemas.

— No...se terminó el juego — Le oímos decir ante la presencia de dos muertos vivientes subiendo por las escaleras mecánicas.

— ¡Solo tienes que apretar "Reset"! — Exclama Takashi al intervenir con la lanza incrustado en su rifle.

Con su arma, traspasa a través de su boca al arquetipo de zombie.

Pero inesperadamente, el otro ser, logra forcejear y desestabilizar a Komuro, para posteriormente intentar atacarlo.

— ¡NO! — Grita Asami mientras corre para golpear con su bastón en mano, con una fuerza nunca antes vista en ella en contra del cadáver viviente que se aproxima.

Todos la observamos con sorpresa como de un solo golpe logró derribarlo por completo.

Asami con orgullo, nos mira a todos en busca de aprobación.

Pero de pronto, dos zombies aparecen detrás de Nakaoka, impidiendo reaccionar con rapidez.

En ello, Miyamoto logra intervenir y defenderla con su rifle de asalto:

— Espero nunca acostumbrarme a matar de esta manera — Comenta con enfado.

— Mira el lado positivo — Saeko se une a Rei con su espada — Al menos estás mejor que yo.

El rostro de ambas chicas nos produce pavor, las expresiones en sus ojos me hace preguntar hasta ¿Cuándo podremos vivir con nuestra cordura y nuestra moral que hemos forjado con el paso de los años?.

Tal vez yo sea un caso perdido, mi moral y mi cordura no son ningún ejemplo a seguir, al igual que la de Saeko. Sin embargo, no sé cuánto tiempo podrán resistir los demás sin cruzar esa delgada línea que nos separa.

Pero a pesar de todo, disfruto ver combatir a Busujima, sus movimientos y su pasión por aniquilar son  extremadamente excitantes. En éstos días no he tenido la oportunidad de estar a solas con ella, hay mucho que quisiera hablar y compartir a su lado.

— ¡Se están acercando! — Exclama Saya al ver que a lo lejos, desde el otro lado del pasillo, otros cuerpos sin alma deambulan hacía nuestra posición — ¡Voy a disparar!

Con apuro, apunta con su arma dispuesta a matar.

— ¡No!, ¡No lo hagas! — Grita Hirano con desesperación a medida que Shizuka cubre las orejas de Alicia y ella cubre los de Zeke.

— ¡¿Qué quieres ahora gordinflón?! — Lo mira Saya exasperada — ¡¿Tienes acaso una idea mejor?!

— E...es solo que estás a más de 50 metros de distancia. No tienes ninguna experiencia con esa pistola, incluso con infinitas municiones, nunca podrías dispararles...además(...)

— ¿Qué? — Pregunta Takagi con disgusto al verlo.

— (...)¡No recibiste las órdenes de disparar de nuestro líder!

Komuro al ser mencionado, se acerca a Saya con amabilidad:

— Hiciste una buena observación, debí prestar atención. Buen trabajo Saya.

Ante los halagos de Takashi, la irritable y a la vez adorable chica genio no puede evitar sonrojarse a sus palabras.

— Sí, sí — Cambia su actitud con rapidez — Todos sabemos que eres el personaje principal de esta historia, pero...¿Qué hacemos con ellos?

Apunta hacía los cadáveres que están a tan solo unos cuantos metros de alcanzarnos.

— ¡Oh! — Tan solo pronuncia Takashi.

— ¿Oh? — Takagi lo mira con confusión.

— ¡Takashi! — Grita Rei para llamar su atención a medida que se acercan.

— ¿Cambio de planes? — Pregunta Saeko.

— ¿Acaso no lo hacemos todo el tiempo? — Muestra Komuro una sonrisa sarcástica.

Ante la mirada de nuestro equipo, y los otros supervivientes de este Centro Comercial, Takashi se dispone a darnos nuevas instrucciones.

— ¡Hirano!, ¡Asami!, aseguren la salida de emergencias. ¡Rei!, ¡Saya!, ¡(Y/N)!, cubran a Alice y a Shizuka Sensei — Toma un poco de aire antes de hablar — Saeko y yo iremos a la retaguardia.

Como lo ordenó, el primer grupo se dirige hacía la salida de emergencias de este piso.

— ¡Onii Chan! — Alice llama su atención.

— ¿Hm? — La mira confundido.

— ¿Puede llevarme la bicicleta? — Apunta.

Nuestro líder, sin dudarlo, levanta su pulgar en señal de aprobación.

— ¡¿Qué hay de nosotros?!, ¡¿Qué  haremos?! — La mujer del otro grupo corre hacía nosotros junto a los demás integrantes del grupo, luego de estar refugiados como unos cobardes al interior de una tienda comercial.

Antes de que Takashi respondiera, levanto mi mano para que esto me lo deje a mí:

— No es asunto nuestro, realmente no nos importan.

Tenía tantas ganas de decirlo.

— ¡¿Qué significa esto?!, ¡¿Simplemente nos van a abandonar?! —  Los del otro grupo se muestran desesperados ante mi respuesta — ¡¿Dejarán morir a una persona herida?!

Apuntan a un chico de facciones maniáticas que se encuentra apoyado a la pared, recibiendo ayuda médica de Shizuka. Sinceramente, no había notado su presencia aquí.

— Se encuentra bien, su herida no fue profunda — Nos comunica la Enfermera a todos.

— Ya la oyeron... — Comento — Tienen la oportunidad de escapar con nosotros y dejar que unos chicos de secundaria usen armas; o pueden esconderse en el techo de este edificio como los cobardes que son. Es su decisión, no nos interesan.

— ¡Nunca vi a jóvenes tan irresponsables! — Me grita el hombre oficinista, cuyo nombre no me interesa saber — ¡Sus padres deben estar avergonzados!

— Y lo están... — Respondo con firmeza y mirándolo a los ojos — Soy la mayor decepción de mi familia; Pero no puedo decir lo mismo de mis amigos y eso no lo sabremos hasta encontrarlos(...)

Doy un pequeño suspiro para recuperar energías:

—(...)No deberías esperar tanto de nosotros, al fín y al cabo, sólo somos estudiantes de secundaria ¿Verdad?

Las miradas de enojo e incomodidad de los del otro grupo me lo dicen todo: He humillado sus egos, y sus soberbias. Se han quedado sin palabras y sin la posibilidad de presentar un argumento convincente.

— Yo me voy de aquí — Comenta el hombre de gorra negra — Ya no hay motivos para quedarse.

— ¿Qué?, ¿Tú...tú también irás? — Le pregunta aquella mujer.

— No quiero interrumpirlos, pero esas cosas se están acercando — Busujima los apura a ambos.

— Es hora de pelear — Sostengo mi ballesta con firmeza.

Pero antes de que pudiéramos luchar, Asami corre hacía nuestra dirección a gran velocidad.

— ¿Qué?, ¿Pasa algo? — Saya la mira confundida al verla pasar a su lado.

— ¿Qué está pasando? — Se pregunta Komuro también al verla por este lugar y no custodiando la escalera de emergencias.

— ¡Hay algo que Asami necesita hacer!, ¡Cúbranla! — Nos ordena sin dejar de correr.

— ¡Voy con ella! — Grito junto a Rei al unísono.

Ambos corremos detrás de ella.

— Buena suerte — Nos desea Takashi a medida que nos alejamos del grupo.

Impulsivamente me dejé llevar y decidí correr tras la chica policía.

Su determinación me hace admirarla con cada segundo que pasa.

Tengo la suficiente hunildad como para aceptar sus conocimientos y aprender mucho de ella si sigo a su lado.