Capítulo 36
— Komuro — Kohta toma la palabra al reunirnos junto a Takashi, a un costado de las chicas, para arreglar algunos detalles logísticos — Le hice algunos arreglos a tu arma, para que puedas usarlas en tu bicicleta. Probablemente se desgasten al usarlos por mucho tiempo.
— No...esto es bueno, me da otra alternativa — Komuro revisa su arma con total fascinación.
Por más que la mire, no noto nada distinto en su rifle de asalto. No quiero preguntar, al fín y al cabo, no quiero ser tratado como un ignorante.
— ¿Otra alternativa? — Takashi mantiene la curiosidad de Hirano — Suena como si te gustara la idea.
— Es cierto, tengo un buen maestro después de todo.
De pronto, noto que Alice se nos acerca sigilosamente y observa nuestras manos, específicamente no quita la mirada a nuestras armas:
— ¡Hey!, ¡Hey!, ¿Qué debo hacer para tener un arma?
Ante esa pregunta, Takashi y Hirano muestran signos de incomodidad que titubean al responder:
— A...Alice, tú no necesitas un arma — Hirano mueve sus brazos con cierta gracia — ¡Ah sí!, ¡Yo seré tu arma!, ¡Yo!...¡Komuro, (Y/N) y Zeke también lo serán!
— No necesitas llevar nada — Remata Takashi para finalizar esta conversación.
La mirada de la pequeña niña es de alivio y alegría con la conforme respuesta que recibió de ambos.
— ¡Ok! — Libera una sonrisa conforme.
Rápidamente, ella corre hacía las chicas, y abraza por detrás a Saya que no puede evitar liberar un grito producto del susto.
— Pero...¿Por cuánto tiempo? — Susurra Takashi en voz alta — Tarde o temprano tendrá que usar un arma.
— Estoy de acuerdo — Intervengo — Es preferible que Alice reciba algún grado de entrenamiento para que pueda utilizar por lo menos una pistola de bajo calibre o un cuchillo. Tendrá que defenderse de esos monstruos que hay allá afuera...
— No lo sé — Me interrumpe Kohta con indiferencia — Pero por ahora está bien.
— ¿Por ahora? — Nuestro líder lo mira con angustia ante la idea de equipar con armas y municiones a una niña que ni siquiera ha alcanzado la pre adolescencia.
Sin la intención de percatarme de ello, noto que Hirano está un tanto decaído y con una actitud muy pensante.
— ¿Sucede algo? — Le doy unas suaves palmadas en su espalda.
— Es sobre Asami...ella me llamó cerdo cuatro ojos cuando pretendía tranquilizarla por lo de Matsushima Senpai.
Comenta tal anécdota con desgano, de un segundo a otro su actitud cambió rápidamente.
— Creí que alguien como tú haría caso omiso a tales palabras — Lo observo con algo de intriga.
— ¿Qué te hace pensar eso? — Tiene una mirada incómoda que no es capaz de ocultarla.
— Recuerdo lo que dijiste a ese idiota de Shido en el autobús escolar, que habías soportado varias burlas y cosas por el estilo, que solo querias tener una vida normal...
— ¡¿Y QUÉ?! — Me interrumpe con enojo.
— Por favor Hirano, tranquilízate — Takashi que está en medio de todo esto, intenta calmarlo a su amigo.
Sin dudarlo, adopto una compostura firme y de mirada recta:
— ¿Acaso ya no has adquirido la fuerza necesaria para soportar ese trato hacia tí?, no dejes que ello te nuble Hirano, no permitas que las palabras sean cargadas por los demás.
— ¡Claro!, ¡¿Es fácil decirlo no?! — Reaparece en sus ojos, la mirada de odio hacía mí. Creí que esta calma duraría un poco más, pero ni siquiera pudimos mantener la paz — Dudo mucho que alguien a quien aprecias te haya dañado de esa forma ¿Verdad?.
Inhala y exhala a un ritmo bastante exagerado como si quisiera golpearme con todas sus fuerzas en este preciso instante.
— La verdad es que sí... — Procuro de no mostrar mis sentimientos, sería contradictorio y ello me haría ver como un mentiroso — Mi Madre deseaba no haberme dado a luz...si pude soportarlo, tú podrás con esto fácilmente. Al fín y al cabo, has pasado por cosas más dolorosas ¿Verdad?
Mis manos tiemblan al igual que mis piernas al recordarlo.
Su voz resuena en mi cabeza con bastante claridad que me hace revivirlo en una especie de "Deja Vú".
La mirada de los dos es de asombro, y no es para menos: Decirlo en frente de ellos me expone totalmente, dejándome desnudo en cuanto a mis dolores que siempre he intentado de ocultar.
— Todos han pasado por algo que les afecta de alguna forma — Komuro sostiene el hombro de su fiel amigo y compañero, poniendo los paños fríos al asunto — No quiero que te lamentes por algo que jamás sucedió, debes ir y hablar con ella, ¿Está bien?
El silencio inunda todo el ambiente.
Finalmente, la expresión de Hirano es de una mucho más alegre, y segura de sí mismo.
Komuro encontró las palabras necesarias para hacer entrar en razón a Hirano a diferencia de las mías.
— ¡Sí!, ¡Tienen razón!, ¡Gracias chicos!
Rápidamente, corre a toda prisa en busca de Asami.
— ¡Date prisa! — Recibe el apoyo de Komuro.
Kohta al correr, pasa al costado de Alice y Saya que la observa con indiferencia.
— Sería un punto a favor contar con una oficial de policía en nuestro grupo — Takagi pronuncia éstas palabras al viento, como si nadie pudiera escucharla o simplemente ignora nuestra presencia.
— ¿Qué están mirando? — Cambia rápidamente su expresión al percatarse de que tanto Takashi como yo, la observamos fijamente — Sé como se sienten, pero deben pensar en solucionar sus propios problemas. Takashi, tienes tu propia relación por cual preocuparte; En cuanto a (Y/N)...debes ordenar tus propias ideas que rondan por tu cabeza. Recuerden que el dinero y el sexo han causado el mayor derramamiento de sangre en la humanidad, ¿Lo entienden?
— Sexo...he he... — Takashi libera una risa bastante boba, sus mejillas se vuelven rojas y sus ojos tienen una mirada pérdida.
No sé en qué estará pensando y francamente no tengo deseos de indagar en este minuto.
— ¡NO ME SUBESTIMEN! — Oímos alguien gritar.
La fuerza de su voz hizo asustarnos a todos, incluso a Takagi que cierra sus ojos al igual que una niña indefensa.
Algo muy adorable debo de admitir.
Pero desafortunadamente, tendremos que estar alerta.
Mi intuición me dice que ya es momento de actuar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro