Voy a unos cuantos pasos detrás de Takashi y Komuro que han puesto sus pies en el segundo piso del Centro Comercial. Llevo mis manos en los bolsillos y camino con despreocupación, en tanto que ellos dos han entablado una conversación:

— Fue una buena idea esconder las armas — Komuro está convencido de dejarnos indefensos.

— ¿Deberíamos tratar de hablar con esa policía?, se ve con poca confianza, pero conoce las tiendas del lugar — Propone Kohta.

— No creo que sea una buena idea ir con las armas mientras haya una policía cerca — Argumenta nuestro líder.

— Estoy en desacuerdo en ello Takashi — Me entrometo en su conversación — No podemos estar 100% desarmados, no es conveniente, necesitan al menos un arma con ustedes. Para mi suerte, tengo armas que me servirán para defenderme, pero aún así no será suficiente.

— ¿Chicos? — Me interrumpe Hirano — De verdad creo que hay algo que podemos hacer al respecto.

— Eres el experto en armas, ¿Qué propones? — Se detiene Takashi ante él con intriga.

— Nada realmente... — Su rostro me perturba un poco — Solo me preguntaba si deberíamos usarlas o no.

— Por favor no exageres — Takashi intenta calmarlo con lo que sea que tenga en mente.

— Pero saben a lo que me refiero, ¿No es así? — Nos mira a ambos con una expresión incomoda.

— Creo que sí — Komuro libera un bufido al comprender a su amigo.

Por mi parte, no tengo ni la mas mínima idea. Pensamos muy distinto y cuando se trata de armas, Kohta es muy impredecible.

— ¡TAKASHI! — Doy un salto por el susto de esuchar inesperadamente a Rei llamar del otro lado del pasillo.

Caminamos hasta aquel otro extremo, encontrándonos con Rei y Saeko a las afueras de una tienda de bicicletas.

— Podemos usar éstas — Miyamoto se nos acerca y apunta a la tienda — Esta tienda tiene muchos armados.

— Sí, sería de gran...

— ¿Sabes de lo que me enteré? — Interrumpe Rei a Komuro con evidente enojo en sus palabras que no puede disimular — Lo sé, se lo que hiciste.

Lo observa con una mirada fulminante.

¿Qué ocurre?, ¿Acaso hay algo de la cual no me he enterado?

No lo entiendo...

Rei voltea y camina hacía otra tienda, lejos de Komuro.

— ¿Ella está celosa? — Pregunto a la vez que miro a Busujima en busca de respuestas, pero lamentablemente ella evita mirarme como si mi intención de descubrir este lío la hubiera incomodado.

— ¡¿CUÁNTO TIEMPO VAMOS A ESTAR ESPERANDO?! — Oímos un grito de enojo provenir de una tienda cercana.

Por supuesto...

Debe ser la reunión de la torpe chica policía.

Nos movemos lentamente como unos chismosos para acercarnos e intentar escuchar un poco, dejando a Busujima atrás que no duda en seguir a Miyamoto.

Al estar más cerca, vemos que hay un grupo de personas sentadas en algunos sofás y discutiendo acaloradamente sobre que acciones tomar:

— ¡Idiota!, ¡Dijiste que la ayuda vendría muy pronto, pero esos hijos de puta siguen apareciendo! — Grita un hombre de cabello gris y de anteojos — !Y como si no fuera poco, los teléfonos son inútiles!

— Yo no tengo problema alguno... — Interviene un anciano con una mujer de avanzada edad a su lado, por su aspecto deduzco que no debe estar muy bien — Mi esposa necesita su transfusión semanal de sangre, así que, ¿Podemos ir al hospital pronto?

¿Qué?,  ¿Es en serio?

Abro los ojos con impresión al escuchar su extraña petición.

¡Vamos!, esa mujer no vivirá mucho, ¿De verdad crees que podrá mantener su estilo de vida por mucho tiempo?, lo más honorable para ella sería morir y no ser un lastre para todos aquí.

— (...)¡Aunque sea por unos segundos yo necesito contactarme con mi oficina! — Otro hombre de camisa y corbata pierde la paciencia ante Asami.

Su absurda desesperación por hablar con su oficina me hace reír por dentro: "Felicidades señor, usted ha sido promovido a Jefe, éste se ha convertido en un zombie, comienza el Lunes"

¡Idiota!, ¡Tu trabajo y tu esfuerzo ya no valen nada!, todo lo que conseguiste allí se ha perdido...

Siempre fuiste mano de obra barata, tu individualidad nunca les importó, tú no les importas...

En tanto, Asami se ve sobrepasada ante los gritos del grupo que inclusive está a punto de llorar:

— Es por eso que Asami...hará lo mejor que pueda para...

— (...)¡NO TIENES NI UN DERECHO PARA RETENERNOS DE ESTA FORMA!, ¡LO QUE SI TIENES ES EL DEBER DE PROTEGERNOS! — Grita exasperadamente el ingenuo oficinista.

—Pero...umm...ehh...Senpai...Matsushima Senpai dijo que esperemos hasta que vuelva con ayuda.

— Todos están causando problemas — Nos comenta Hirano con preocupación.

— Así parece — Afirma Takashi.

— ¿El grupo se está desmoronando no es así? — Pregunto — Tal como lo predijo Takagi.

— Si eso fuera todo, entonces no habría problemas — Me responde Kohta — Los grupos tienen un propósito, ese no es el caso de ellos, solo se están aferrando a la autoridad policial.

— Pero ellos la están culpando de todo a ella — Observa Takashi como la torpe policia recibe los insultos de los demás.

— Ellos ya se dieron cuenta de que ya no hay motivos para depender de la policía. Se dieron cuenta que la policía ya no son los salvadores que ellos pensaban que eran, así que la culpan de todo.

Hirano libera un suspiro antes de volver a hablar:

— Chicos, se que no tenemos el tiempo para rescatar a todas las personas con problemas...

— ¿Qué hay con eso? — Me intriga saber hacía donde quiere llegar con esto.

— Entonces ¿Cuál es el plan? — Takashi está ansioso por saber que pasará.

— Tengo una idea — Sonríe Hirano.

Kohta avanza sigilosamente bajo nuestra atenta y curiosa mirada para tratar de llamar la atención de Asami.

— ¡HABLAR SOLAMENTE ES UNA PÉRDIDA DE TIEMPO! — Le grita el oficinista a la chica policía con ira.

— ¡SI FUERAS UNA OFICIAL COMPETENTE HARÍAS ALGO CON LOS MONSTRUOS DE AFUERA! — Le recrima una mujer también.

— Pero... — La chica trata de contener sus lágrimas ante tanta presión — Asami no obtuvo buenas calificaciones en la academia de policia...ella solamente es una chica frágil.

— Eeeh, disculpe, ¿Tiene un minuto? — Hirano se le acerca a Asami con total despreocupación.

— ¡¿No puedes esperar?!, ¡Estamos en medio de algo importante! — El estúpido oficinista se enfada con Kohta ahora.

— Sí, pero encontré algo que la oficial tiró y yo quería devolvérselo.

— ¿Yo tiré algo? — Asami seca sus lágrimas.

— Sí, esto — Sustrae de su bolsillo la pistola que le entregó Takashi cuando nos reencontramos —¿No es esta el arma de un policía?

Todos los presentes miraron con pavor aquel arma.

Y francamente yo también, ¿Cómo pude ser tan idiota para asumir que Hirano, un experto y fanático de las armas caminaría libremente sin su arma de fuego?

— ¡Sí!, ¡Sí lo es! — Sostiene Asami el arma casi apretándolo del gatillo — ¡Es una Smith Wesson M37 Airweight!, ¡La policía de las prefecturas los usan!

— ¡Wow! ¡Ahora con eso vas a poder matar a esos hijos de puta de afuera! — Le sugiere el hombre de cabello gris y de anteojos-

— Pero... — Interviene Hirano — Pero si se dispara con un arma, "Ellos" van a venir a la fuente del sonido, usarla de esa forma nos pondría a todos en peligro, ¿Verdad?. ademas, solo hay tantas balas como personas presentes...pero de cualquier forma... la oficial es la que debe tener el arma. Bueno confío en que la usará sabiamente.

Kohta se despide al estilo militar, con su mano en su cabeza.

— ¡Sí!, ¡Gracias por su cooperación! — Se despide Asami ya más segura de sí misma.

Junto a Takashi esperamos a Hirano que camina muy triunfal hacia nosotros.

— Creo que con eso bastará — El chico de gustos militares nos dirige la palabra.

— ¿Estás seguro de que eso fue lo mejor? — Percibo inseguridad en Komuro — Si ella tiene el arma, ahora tiene incluso más responsabilidades que antes.

— Hace muchos años atrás, los sargentos y mayores de las fuerzas militares inglesas usaban espadas en vez de mosquetes  — Nos mira Hirano con detención — E incluso ahora los oficiales en el campo de batalla utilizan armas de mano relativamente débiles, ¿Por qué creen que es así?

— ¿Para que puedan defenderse? —  Responde Komuro con una pregunta.

—  Es para mantener la unidad en el grupo —  Continua Hirano — Es para demostrar que ellos están en posición de disparar o cortar a los soldados que no siguen las órdenes.

— ¿Para eso le diste el arma? —  Takashi no puede creer que ese sea el verdadero motivo.

Aunque es algo bastante lógico a decir verdad...  

—Es mejor de esta manera, imaginen la posición de esa oficial ahora que tiene un arma...

— Odio admitirlo, pero tienes razón —  Interrumpo a Kohta — En estos momentos estamos bajo una anarquía, la fuerza ahora está en manos de los civiles, y lamentablemente, la mayoría no tiene la capacidad intelectual como para manejar un arma, es por eso que Hirano le ha "devuelto" el monopolio de la fuerza a aquella policía.  Los seres humanos vivimos ante el miedo latente de ser atrapados y de sufrir un castigo por nuestras acciones que van en contra de esa estúpida  y poco objetiva paz social.

— ¡En serio que eres molesto (Y/N)!, pudiste decir lo mismo en tan solo una frase y no aburrirnos a todos

Volteo al escuchar a Takagi detrás de mí. 

Sorprendido, veo que luce una polera y unos pantalones bastante apretados; No así Alice que tiene un atuendo un poco más holgada y acorde a su edad.

— Te ves bien Saya — La miro de pies a cabeza.

— Gra...gracias — Veo que sus mejillas se vuelven rojas — Eres un idiota.

Sonrío triunfalmente ante su respuesta.

— También te ves bien Alice — Le digo.

— Uhm...gracias — Susurra incomoda a mi halago.

Ella sigue con esa actitud retraída hacía mí.

— ¿Ellos realmente están entre la espada y la pared no es así?  — Retoma Saya el hilo de la conversación — Pero..¿Qué te hace pensar que ella sabe usar un arma?.

Mira a Hirano fijamente.

— Ella es policia, definitivamente ha recibido algún tipo de entrenamiento. Así que el hecho de que no sepa disparar no es un problema. ¡Todo ese grupo estaba por...!

— ¿Y que ocurre si ellos piensan que no va a disparar? — La mirada de Takashi refleja preocupación ante la idea.

—  Bueno, eso es solo una posibilidad —  Suspira Saya —  Quiero decir, no es que podamos salvar a todos los que conocemos.

¿Salvar a todos los que conocemos?, la verdad es que nunca profundicé en ello. 

¿Cuál seria la cantidad exacta de personas a los que deberíamos salvar?, ¿Y bajo que condiciones?, pensándolo de esa forma, nos hemos convertido en una imitación barata de un Dios omnipresente que decide quien vive y quien muere...

— ¡Hey Saya!, ¡Hey Saya! —  Alice toma su brazo para llamar la atención. 

Takagi al oírla, nuevamente la regaña y la sostiene de sus mejillas:

— ¡Es Takagi!, ¡¿Entendido?!

—  ¿Donde está Shizuka-Sensei? —  Nos pregunta de forma muy agitada la pequeña niña, ignorando el regaño de la chica genio.

Todos nos miramos entre sí ante su pregunta. Un fuerte escalofrió recorre por toda mi piel.

Es cierto, no la hemos visto desde hace minutos, no quiero ser pesimista, pero con todos éstos maniáticos encerrados aquí, temo lo peor...

— ¡Debemos encontrarla! — Muevo mis piernas para buscarla en los alrededores.