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Capítulo 24

El Humvee se detiene en medio de la carretera, con el alba como única luz aquí.

No hemos podido dormir muy bien, logramos descansar un poco en medio de la noche, pero siempre con nuestros sentidos en alerta ante posibles ataques. Con ello en mente, nuestro estado de ánimo no es el mejor.

— Hay demasiados... — Observa Alice con pavor la gran cantidad de ellos que obstaculizan el paso.

Saya nos observa con una mirada que nos dice: "Vamos!, hagan lo suyo".

Junto a Komuro, Kohta y Busujima, salimos por la compuerta superior del Humvee.

Todos tenemos una mirada esperanzadora al sostener nuestras armas.

— Esto es...muy problemático — Sonríe Takashi con una actitud confiada, animándose a dar el primer disparo.

Hirano le sigue y dispara a unos cuantos para despejar la vía.

Con Saeko no nos animamos a bajarnos y combatir, somos el único vehículo motorizado que puede andar por toda la vía, lo que trae por consecuencia hacer mucho ruido, y por supuesto atraer a muchos de "Ellos" hasta aquí.

Debemos ser cautos a partir de ahora.

— Acelera — Le ordeno a Shizuka que pise el pedal del acelerador para marcharnos.

— ¡Sí! — Responde a medida que acelera.

Nos movemos con el Humvee por la autopista en dirección al centro de la ciudad, esquivando la mayor cantidad posible de cadáveres vivientes que se nos cruzan.

Soy el único que ha quedado con parte de su cuerpo expuesto con la compuerta abierta. Me animo a utilizar las flechas de mi ballesta para disparar a algunos  que nos bloquean el paso, al ser un arma más silenciosa en comparación a las de fuego, puedo darme el lujo de utilizarlas.

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Ya casi es mediodía y nos movemos con el Humvee por las estrechas calles céntricas de la ciudad, estamos fatigados y necesitamos un refugio en cuanto antes.

He tomado el volante para darle descanso a Shizuka que mira a través de la ventana el devastador paisaje de las calles de Tokyo: Ruinas, y basura por doquier, además de viviendas y vehículos abandonados que ya no funcionan.

Por suerte no hay ninguno de "Ellos" por aquí.

Nos adentramos a una calle principal, prácticamente despejada, con el sol en su punto máximo en el cielo.

Hay pocos vehículos en este lugar, al parecer no hubo mucho tránsito en éstos días.

A lo lejos, se logra divisar un centro comercial.

Mis ojos están pesados, no tuve un buen descanso anoche por todo lo ocurrido, no me siento para nada bien...

— Será mejor que nos detengamos aquí  y busquemos algo en aquel centro comercial — Apunta Saya con su dedo índice al lugar que no debe estar a más de 500 metros de distancia de nuestra posición.

— Lo haré... — Respondo.

Sin embargo, y en un descuido estúpido, apreté el acelerador en vez del pedal de freno. Como consecuencia, nuestro Humvee aumentó su velocidad de un segundo a otro. ¿Lo peor?, es que el pedal quedó estancado y no puedo hacerlo frenar.

Con toda velocidad, el vehículo impacta estrepitosamente contra una camioneta detenida en la vía.

Al chocar, no podemos mantener nuestros asientos y nos movemos de un lugar a otro en pocos segundos.

Los airbags se activan y los cinturones nos protegen a Shizuka y a mí. Pero los de atrás no tuvieron la misma suerte, de milagro no hubo heridas graves ni huesos rotos.

Mi cabeza bombea como una horrible resaca, y cada extremidad de mi cuerpo pide clemencia.

— ¡ERES UN IDIOTA! — Oigo a Saya gritarme en mi oído — ¡POR POCO CASI NOS MATAS!

— ¡OH CLARO!, ¡COMO SI QUISIERA HACERLO A PROPÓSITO!

Me enfurece que lo primero que haga sea reprocharme ante un evento involuntario.

— ¡NO LE HABLES ASÍ A SAYA! — Interviene Hirano desde más atrás con enojo.

— ¡Pueden callarse los tres! — Nos regaña Shizuka con voz temblorosa — ¡Atraeremos a esas cosas!

— Sensei tiene razón — Saeko se comporta con su característica serenidad — Debemos buscar un lugar seguro antes de que nos atrapen.

Trato de encender el vehículo para irnos, pero este no responde:

— ¡Maldita sea! — Golpeo el volante con furia.

— Solo fue un accidente — Rei intenta calmarnos a todos — Estaremos bien.

Soy el primero en descender para constatar los daños.

Por fuera, el Humvee sufrió grandes daños, el impacto ha destruido los vidrios y el motor está inservible.

— ¡Mierda! — Golpeo la rueda del vehículo como si fuera un balón de football.

Claramente éste no se mueve, lo que me produce un gran dolor de pie con mi estúpida acción.

—¿Qué haremos ahora? — Shizuka desciende del vehículo también.

— No lo sé, tal vez (Y/N) sepa que hacer — Oigo a Hirano atacarme con un tono sarcástico.

Insisto, algo tiene este idiota en contra de mí. Desearía golpearlo y romper sus patéticos anteojos.

— Vayamos a aquel centro comercial — Apunto hacía la tienda que está ahora a tan solo unos cuantos metros — Ya se nos ocurrirá algo.

— Estoy de acuerdo — Me apoya Komuro.

— Es lo mejor — Aporta Rei.

Extraemos todo lo que podemos del Humvee como nuestras armas y mochilas, en donde tenemos algunas cosas que nos puedan ser de utilidad.

— Yo iré primero — Hirano toma la delantera como una especie de macho alfa.

Realmente no lo entiendo, se ha comportado muy extraño últimamente. ¿Acaso le dije algo?, ¡No!, absolutamente no.

Que se vaya al diablo.

Bajo el calor que nos azota, caminamos con la guardia en alto ante una posible amenaza.

No nos tomó mucho tiempo en ingresar al estacionamiento del gran centro comercial llamado Taei Shopping Town.

Camino detrás de todos, ahora con Komuro a la delantera, los ánimos no son los mejores, no nos hemos hablado en el trayecto, y presiento que todavía siguen molestos por mi descuido.

Esto es incómodo, el único sonido que logro escuchar son nuestros pasos y el jadeo por llevar nuestras armas y la carga.

Para el colmo, mi espalda está empapada de mi sudor.

— Está muy vacío aquí — Comento al notar que no hay ninguno de "Ellos" en este lugar.

— Vaya, si que eres observador — Saya me responde con un sarcasmo insoportable.

— ¡¿Acaso tienes algún problema conmigo?! — Estallo en cólera.

— ¡Shhh!, chicos ya calmense — Alice, con Zeke en sus manos, intenta ser la mediadora en este pleito — Ellos vendrán si hacemos mucho ruido.

— Bien, de seguro que (Y/N) tendrá alguna idea brillante — Noto que Saeko también está en contra de mí, pero a diferencia de los demás mantiene su postura serena.

Detesto su forma de hablar, no sabes cuando está hablando en serio o no, no hace énfasis en sus palabras y aquello me hace perder el tiempo en procesar su mensaje.

¡¿En qué estupidez estoy pensando ahora?!

— ¿Qué les pasa a todos ustedes?, ¿De pronto todo es culpa mía? — Los miro con odio e impotencia al no poder controlar la situación.

— Eres un peligro, eso es lo que eres... — Hirano me observa fijamente.

— ¿De que estás hablando? — Sonrío incómodo por sus palabras.

— Acabas de estrellar nuestro único vehículo — Interviene Saya — Intentaste ser un héroe y casi nos dejas atrás, si no fuera por mi madre habriamos muerto en medio de la calle. Además, expusiste a Busujima en la oscuridad y deambulaste por la ciudad(...)

Miro a Saeko para que interfiera en esto, ¿Qué yo expuse a Busujima?, ¡Por todos los cielos!, ¡Ella no es una niña!.

Pero para mi sorpresa, ella tan solo me mira con su mirada penetrante, ahora parece estar en mi contra.

¿Pues así serán las cosas?, ¡Bien!, ¡Púdrete!.

—(...)Gracias a tu actitud nos vimos obligados a abandonar el vehículo escolar, y no olvidaré que me atacaste en mi propia casa, eres un chico muy inestable (Y/N).

Mientes...

Mientes...

Mientes...

Esto no es culpa mía, decidimos entre todos retiramos de ese vehículo y alejarnos de Shido y de su grupo de estudiantes manipulables...

No te ataqué, jamás te golpeé...

¡No sabes nada sobre mí!

— No eres más que un sujeto irresponsable y un delincuente — Hirano me ataca en mi punto más débil, con su mirada cada vez más fría.

— ¡Vuelve a llamarme delincuente y te mataré! — Le apunto con mi ballesta cargada.

Kohta no duda en apuntarme con su rifle, en una especie de duelo del Viejo Oeste.

Miro sus ojos agotados, llenos de debilidad y de rencor hacía mí.

— No te perdonaré por tocar a Saya — Susurra sin soltar el arma.

— Vamos chicos, esto no nos llevará a nada — La bella  Enfermera está cada vez más nerviosa ante esta escena — Están siendo muy duros con (Y/N)...

— No debería entrometerse en esto Sensei — Comenta Saeko con los brazos cruzados a la Enfermera — Tus preferencias nublan tu juicio.

— ¿Eh?...¿Qué quieres decir? — Pregunta sin comprender muy bien la situación.

— Defiendes encarecidamente a (Y/N) por que ya tienes un vínculo emocional con él, además...creo que ambos ya han llegado a cuarta base, si sabe a lo que me refiero.

Shizuka se sonroja notoriamente al entender la metáfora y prefiere guardar silencio.

— ¡Vamos! — Grita Takashi interfiriendo en nuestro duelo — Somos un equipo, no es momento de pelear entre nosotros.

Nos anima a deponer las armas.

— Lo siento, pero puedo estar en un equipo con alguien como él, Komuro — Hirano sostiene su rifle con más energía y con una voz oscura — Nos traerá muchos problemas, no es alguien en quien pueda confiar...

— ¡Ya basta Hirano! — Rei lo mira con irritación.

— Es la verdad, tengo mis razones para  desconfiar totalmente de él.

— Estoy de acuerdo con Hirano — Nuevamente aparece Busujima en acción — Un hombre que deja atrás a su compañero no merece el honor de la victoria. No lo digo por aquella vez en la carretera, sino en el momento en que Kohta era acosado por los hombres del padre de Takagi, (Y/N) no tuvo el valor de apoyarlo y tan solo observó desde los arbustos.

Ante ello, Hirano me observa con más furia, como si su rostro pudiera desfigurarse ante cada movimiento de sus expresiones faciales.

Noto mucha tensión entre todos: Prácticamente hay dos facciones en ella, y en todas me veo involucrado.

Ya no tengo motivos para continuar con ellos, mi presencia genera desconfianza entre algunos miembros, y con mis antecedentes seguramente podré ser acusado de más cosas todavía.

—(...)¡Sus padres lo abandonaron!, ¡Eso debería decirte algo, ¿No lo crees? — Kohta argumenta a Miyamoto en donde más me duele.

— ¡Hirano retráctate ahora mismo! — Ordena Shizuka agitada y con su voz a punto de llorar.

— No, esta bien, es cierto  — Trato de evitar mostrar mi dolor ante sus palabras que me apuñalaron en lo más profundo de mi corazón — He tomado una decisión, esto será un adiós...

Es mejor prevenir que lamentar, aunque todo esto me duela debo ser firme y pensar más en el bien común que en el mío.

Será la única vez que consideraré al prójimo en una decisión.

— ¿Qué estás diciendo? — Rei se sorprende al escucharme decir eso.

— Ya no seguiré con ustedes, es tiempo de despedirnos.

Me hago paso entre ellos, evitando mirarlos con la cabeza baja y la mirada perdida.

— ¿A dónde irás?  — Takashi intenta retenerme.

— Por ahora pretendo ir a aquel centro comercial — La señalo con mi dedo — Mañana, por la mañana me iré lejos de aquí.

Continuo mi marcha sin mirar atrás.


Tengo una horrible sensación en mi pecho, una angustia que avanza por todo mi cuerpo. Sin embargo, aquella angustia me permite avanzar hacía el camino de la libertad que siempre anhelé.

Oigo a lo lejos como discuten, mientras me alejo, sus voces se apagan cada vez más.

No puedo creer que Hirano, Saya y Busujima hayan estado en mi contra, sabía que esto podría suceder en algún minuto, sin embargo siento como si hubieran acumulado basura bajo la alfombra y me la hubieran echado en cara por tan solo estrellar aquel Humvee.

Ya no quiero aferrarme al pasado, tan solo puedo vivir hacía adelante y recapacitar de mis accione para evitarlos en un futuro próximo e incierto.

Con todo el peso en mi mochila, y con la ballesta en mi mano, abro la puerta de vidrio del centro comercial con la intención de buscar refugio.

Espero tener suerte aquí, e iniciar una nueva vida.

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