Capítulo 15
Mis ojos se abren con somnolencia.
No sé en donde estoy.
Siento un peso en mi pecho, y al percatarme, logré recordar todo lo que pasó anoche.
Busujima sigue plácidamente dormida con su cabeza apoyada en mis pectorales.
Veo a mi lado nuestra ropa que está por los suelos completamente desparramada.
Con mi mano izquierda trato de alcanzar el bolsillo de mis pantalones hasta encontrar mi teléfono celular.
"SIN SEÑAL"
Ya no sé lo que hago.
Observar ese mensaje se ha convertido en una rutina malsana.
Pero además, veo la hora que es.
— 9:37 am, vaya que es temprano.
— ¿(Y/N)...? — Veo a Busujima que levanta su rostro.
Luce toda confundida, e incluso está babeando.
— Buenos días — Susurro.
— Buenos...días — Susurra también.
— Ya amaneció, debemos irnos en cuanto antes.
— Tienes razón — Se separa de mí y se pone de pie.
Yo hago lo mismo por supuesto.
— Siento mucha vergüenza por lo de anoche — Busujima recoge su uniforme del piso — Por poco casi lo hacemos.
Mi cara se pone roja al imaginar tal escena.
— Por suerte eso no sucedió — Trato de sonar serio mientras me pongo los pantalones — Habría sido un acto irresponsable, el mundo no está en condiciones de recibir a otro ser humano.
— Jamás dije sobre la idea de un bébé — Saeko se viste completamente mientras lanza tal comentario — Si hubiéramos podido utilizar protección, ¿Lo habrías hecho conmigo?
Me avergüenzo por su pregunta.
Una parte de mí, el lado más animal, habría respondido que sí sin dudar.
Pero yo decidí renunciar a tales instintos por un bien mayor y en busca de un proyecto de vida alternativo.
Además, no quisiera arriesgarme, no podría vivir ante la idea de concebir a un bebé sin haberlo planeado.
Sería repetir el mismo error que mis padres.
— Creo que no — Digo firmemente al terminar de vestirme — No es mi estilo.
— Un hombre, siempre será un hombre, aunque diga todo lo contrario(...) — Saeko recoge su nueva espada que le di.
— Por cierto, muchas gracias por esto.
— Espero que puedas utilizarlo, tienes un gran talento con la espada, eres única.
Tomo la mochila, y ya estoy listo para marcharme.
Miro por última vez este templo.
Por poco casi cometemos un sacrilegio en este lugar sagrado.
— ¿(Y/N)? — Saeko llama mi atención.
— ¿Qué ocurre? — La miro detenidamente.
— ¿Puedes prometerme que estarás para mí pase lo que pase?
Al conocer y comprender su historia, ahora veo a Busujima como una persona muy similar a mí. No me cansaré de repetir que al verla, es como mirarme en el espejo.
Saeko también busca un propósito, un estilo de vida que para algunos sería poco ético y de muy mal gusto.
No pienso juzgarla.
No me queda más opción que estar a su lado Saeko, quiero ver como encuentras tu propia felicidad y aprender de tí.
— Te doy mi palabra, haré todo lo posible para ayudarte, lo haré hasta que desarrolles todo tu potencial.
— Con eso ya es suficiente —Muestra una cálida sonrisa.
— Bien, es hora de irnos.
Abro la puerta del templo.
Todo está despejado, no hay nadie aquí.
Saeko camina detrás de mí con precaución.
— Llegaremos por atrás de la mansión — Me aseguro de que no haya nadie alrededor — Calculo que si caminamos llegaremos allí en 20 minutos.
— ¿Todavía crees que ese es el lugar?
— Sí, tengo una fuerte corazonada de que ahí es el lugar...
Mis palabras son interrumpidas al oír las respiraciones de los zombies al subir las escaleras que dan al templo.
— ¿Qué hacen ellos aquí? — Veo como muchos de ellos aparecen por las escaleras — ¿Cómo nos descubrieron?, ¿Será por el ruido de los arboles?, no, imposible, ¡¿Entonces qué?!
Todos se dirigen hacía nosotros casi a tal punto de rodearnos.
— ¡Debemos salir en cuanto antes Saeko!
Al voltear, ella luce insegura, frágil, como una bella flor en la pradera.
Rayos...
Tendré que cumplir mi promesa desde ya:
— ¡SAEKO! — Intento hacerla entrar en razón.
Camino hasta estar en frente de ella.
— ¿(Y/N)? — Mi mira con una expresión de confusión.
Doy unos pasos hasta posicionarme detrás de ella.
Rodeo mi brazo en su cuerpo, y como un pervertido, aprieto uno de sus pechos con fuerza.
Es la única forma de presionarla para que pueda incitarla a actuar.
Naturalmente libera un sutil gemido mientras ellos se acercan.
— Si necesitas una razón, entonces yo te daré una. No me importa lo que creas lo que yo pienso acerca de tí, a mi lado eres una mujer perfecta, eres una santidad comparado con la paria que soy. Pero pase lo que pase, yo te seguiré admirando hasta mi último suspiro, ¡Recuérdalo!, ¡Tú eres mi alma gemela!. El destino quiso que nos encontráramos , ¡ASI QUE NO MUERAS!, ¡NO PERMITAS QUE ELLOS GANEN Y QUE TU MUERTE SEA EN VANO!(...)
Con fuerza, aprieto mucho más sus pechos, casi con agresividad.
— (...)¡Por favor Saeko, te lo ruego... sé honesta contigo misma y nunca cambies tu forma de ser!
Apoyo mi cara en su hombro y cierro los ojos con desesperación.
El fuerte viento nos impacta a ambos y "ellos" cada vez están más cerca.
— Gracias, estoy bien — Escucho de nuevo su voz.
Se separa de mí y camina hacía adelante.
Voltea a mirarme:
—Me siento feliz (Y/N).
Con su nueva espada, la desenfunda y corre hacía ellos como solamente Saeko lo sabe hacer.
No duda ni un segundo en atacar y en cortar con el filo de su arma a sus oponentes.
La sangre sale expulsada de sus cadavéricos cuerpos.
No piensa detenerse, puedo verla en sus ojos.
Ella lo está disfrutando.
Felicidades Saeko, llegaste a un punto en el cual yo jamás podré llegar.
Y ese es el placer de matar.
Haz cruzado la línea que yo jamás cruzaré: Hay causas que valen la pena morir, pero ninguna que vale la pena matar.
Si creí en algún momento que habías alcanzado tu límite, ahora ya no sé lo que esperar de tí.
Por favor, jamás dejes de sorprenderme.
—¡Saeko! — La alerto de que algunos están a pocos metros de ella.
Con su sonrisa de éxtasis, capta mi voz y comienza a aniquilarlos uno por uno.
Decapitaciones, mutilaciones, todo esto logra hacer en pocos segundos.
El camino está despejado, por fín podremos continuar.
————————————————————————————————————————————————————————————————————————
Tengo la mirada fija en el camino.
Trotamos al ver que la mansión se acerca cada vez más.
Sé que allí están todos, han pasado unas cuantas horas desde que nos separamos, y aún así los extraño.
Inhalo y exhalo al mover mis piernas.
Ahora que lo recuerdo, ya no tengo vómitos ni me siento mal como el día de ayer.
Es como si el síndrome de abstinencia hubiera desaparecido completo por todo mi cuerpo.
Miro disimuladamente a Saeko que está a mi lado.
Siento un poco de vergüenza al posar mis ojos en ella.
Algo dentro de mí cree que gracias a sus besos, y sus muestras de cariño pude superar mi adicción a los narcóticos.
En el fondo espero que sea así...
— ¡(Y/N)! — Busujima me detiene.
— ¿Qué ocurre?
— ¿Mantendrás tu palabra, verdad? — Toma de mi mano como si fuéramos novios.
La mansión está mucho más cerca, tan solo nos quedan pocos pasos para estar seguros.
— ¡Lo haré! — Sostengo con fuerza sus suaves manos.
Sentir el contacto de su piel y como nuestros dedos se entrelazan me hace sumergirme en un bello momento de intimidad.
Proseguimos con nuestra marcha.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro