Capítulo 12
Como es de costumbre, yo soy el encargado de manejar nuestro nuevo vehículo militar, mientras que Shisuka es mi copiloto.
Alice, Takagi, Saeko y Hirano se encuentran en los asientos traseros.
En tanto Komuro y Miyamoto están en la parte superior del Humvee en caso de que esas cosas nos ataquen.
— Hay tantas motocicletas! — Observa la pequeña Alice a través de la ventana.
Estamos pasando por un barrio en donde hasta ayer era un barrio comercial y muy concurrido por la gente.
— En este lugarr venden cosas como buggies importados — Indica Hirano — Algunos fueron usados por los militares.
— ¿Por qué sabes todo eso? — Susurra Takagi avergonzada al escucharlo, no pudiendo creer que él sepa de esas cosas.
Manejo con bastante tranquilidad, pensándolo bien, no hemos visto a ningún zombie desde anoche.
¿Todo se habrá solucionado?
¿Ya podremos volver a vivir nuestras vidas tal y como era antes?
¿Podré seguir con mi camino de búsqueda personal en la que he estado trabajando desde hace un buen tiempo?
Son las cosas que pienso a medida que me relajo y disfruto del volante...
— ¡Son "Ellos"!(...) — Grita Hirano con los binoculares en sus manos.
...Bueno, de vuelta a ésta nueva "normalidad" otra vez...
—(...) ¡Adelante y hacía la derecha!, ¡Distancia:300!
Efectivamente, hay un grupo de cadáveres en la pendiente de la vía.
— ¡Gira a la derecha! — Me grita Takagi,
— Lo haré — Respondo con algo de fastidio.
No lo sé, pero su tono de voz me resulta molesto.
En un movimiento rápido, giro hacía la derecha.
Pero para nuestra mala suerte, aquí también hay más de ellos obstaculizándonos el paso.
— ¡Aquí también hay!, ¡Rayos! — Exclama Shisuka con un tono infantil.
— ¡Gira a la izquierda!, ¡A la izquierda! — Me regaña Takagi.
— ¡Ya lo sé! — Le digo enojado mientras giro.
Pero cada vez que nos adentramos a una calle, hay más de ellos enfrente de nosotros.
— ¡Mantén la velocidad y atropéllalos! — Otra vez recibo las órdenes de la sabelotodo del grupo.
Con furia, acelero, y sin titubear los derribo uno por uno.
Tan solo espero que Takashi y Rei estén a salvo arriba.
— ¡No!, ¡Deténganse! — Oímos la voz de Rei arriba.
— ¡Un cable está adherido a las paredes! — Nos indica Saeko con su precisa vista — ¡(Y/N) da vuelta el auto!
En un giro bastante inesperado y forzado giro el Humvee.
Impactamos contra algunos zombies y el cable que nos impide pasar.
Logramos aplastar a unos cuantos muertos caminantes, la sangre salpica por todos lados.
— ¡No mires! — Cubre Hirano a Alice.
— ¿Por qué no se detiene? — Pregunta Shisuka casi en sollozos y notando que el Humvee continúa acelerando pero en el mismo lugar.
Al girar tan abruptamente, los neumáticos continúan girando y girando mientras estamos atrapados con esta cuerda que nos impide el paso.
Para el colmo, esto llama la atención de esas cosas.
— Los neumáticos están bloqueados — Les hago saber — Por más que lo intento no puedo frenar.
— ¡Suelta el freno y acelera un poco! — Me grita Hirano.
Acatando sus órdenes, acelero, pero a unos cuantos metros se encuentra una pared.
Si no freno, chocaremos en ella.
Piso el pedal abruptamente.
Pero gracias a mi descuido y olvidando que hay dos personas arriba, Rei impacta contra el capot del Humvee.
— ¡Mierda! — Grito al verla impactar y caer en el duro cemento.
Lentamente, algunos zombies caminan hacía ella.
Takashi sin pensarlo, baja del Humvee y les dispara para tratar de defenderla.
Pero su puntería no fue la mejor y todos continúan de pie.
— ¿Qué?, ¡Pero si les estoy apuntando a la cabeza! — Komuro no puede creer que haya fallado a tan poca distancia — ¡No le di a ninguno!
— ¡Eres horrible disparando! — Le grita Kohta desde la parte superior del vehículo — ¡La sacudida está haciendo que la punta del arma se eleve y pierdas tu patrón de fuego!, ¡Sujeta el arma con fuerza y apunta a sus pechos!
De manera increible y casi como un profesional, Takashi los derriba con una precisión excepcional.
Y todo gracias a Hirano.
— Cielos, genial — Se sorprende Takashi con su disparo — Pero hay demasiados...
— ¡Luego de disparar deja el gatillo y solo carga el arma!(...) — Kohta ayuda con su rilfle a eliminar a algunos
—(...)¡La punta del arma se desplaza un poco!
— ¡Esto es lo máximo! — Grita Komuro emocionado al dominar el arma.
Pero para su mala suerte, se queda sin municiones.
— ¡Maldición! — Se lamenta Takashi al dejar caer los cartuchos del rifle.
— ¡Komuro!, ¡Yo te cubriré!(...) — Sale Saeko de la camioneta.
— Bien, es mi turno de actuar — Susurro — ¡Alice! necesito que me entregues las pistolas que están en aquella mochila.
Apunto a uno que está detrás de ella.
Creo que le encontré un buen uso a esta niña.
— ¡Cla...Claro! — Actúa de forma nerviosa mientras los busca lo más rápido posible lo que le pedí.
Mientras me preparo para salir, veo a través del vidrio como
Busujima derriba a uno de los zombies con gran agilidad.
— Es asombrosa — Comento con admiración al ver sus movimientos.
—¡Aquí...Aquí están! — Alice me entrega las armas.
— Gracias — Tomo ambas pistolas y me aseguro de que tengan balas en su interior.
Sin perder más tiempo, abro la puerta del piloto y disparo con mis armas a aquellos que están más cerca.
— ¡Maldición!(...) — Se lamenta Takashi, hay muchos de ellos rodeándonos y sus municiones están desparramadas por el piso, lo que le haría perder tiempo en recogerlos a riesgo de ser atacado.
— (...)Bueno, al menos podemos morir juntos — Komuro parece estar resignado a su fín.
Deja caer su rifle y levanta a Rei para abrazarla, en señal de despedida.
— ¿Takashi? — Miyamoto no puede creer lo que está sucediendo.
— ¡Idiota!, ¡¿Qué haces?! — Le grito con bastante enojo.
No puedo tolerar que ya se haya rendido, todavía puede luchar, todavía puede sobrevivir a este infierno...
Espera...
— ¡Lo tengo! — Komuro toma el rifle de Rei que está amarrada a ella.
En un movimiento extraño, Takashi deja caer a Miyamoto y la utiliza como soporte para su arma.
— ¡Hirano!, ¿Cómo uso esto? — Pregunta el chico de cabello negro.
—¡Pulsa la palanca que está en frente del seguro del gatillo!, ¡Entonces quita el seguro! — Le indica sin dejar de ver a los zombies que se acumulan a medida que pasan los segundos. — ¡Luego tira de la varilla del lado derecho!, ¡Y dispara!.
Con los quejidos de Rei, Takashi les dispara, pero falla en cada uno de sus tiros.
Ya con más espacio, me muevo para acompañar a Saeko que al parecer no tiene problemas para pelear.
— ¿Ahora usas pistolas? — Mira mis armas con curiosidad — Eres muy polifuncional (Y/N).
— He utilizado armas antes — Cambio mis cartuchos vacíos por unos que están en mi bolsillo — Creo que debería probar mis habilidades con la katana.
— Yo podría enseñarte a utilizarlo — Me sonríe Busujima con una extraña alegría en sus ojos.
— ¡Los mataré a todos! — Oigo decir a Kohta detrás de mí con furia mientras dispara.
De pronto, escucho la puerta del Humvee abrirse.
Para mi sorpresa, noto que Takagi ha descendido del vehículo.
— ¡Las balas están en el piso!, ¿Sabes cómo usarla? .
Por las palabras de Hirano deduzco que Takagi intentará utilizar el rifle de Komuro que dejo caer.
— ¡Soy una genio! — Responde con su arrogancia de sabelotodo.
— ¡TAKAGI! — Gritan Rei y Takashi al unísono con bastante preocupación por ella ahora que se ha sumado al campo de batalla.
— En el futuro, llámame por mi nombre — Los mira a ambos con confianza.
Pero gracias a su descuido, no notó que enfrente de había uno de ellos, tratando de atacarla.
Libera un grito de terror.
Con rapidez, doy un disparo certero al zombie que intentaba atacarla.
La sangre y los fluidos de su cuerpo, salpican a la chica genio.
— Deberías guardar silencio y preocuparte por sobrevivir, cerebrito — Sueno lo más sarcástico posible — ¡No eres más que una cobarde y una inútil!
Levemente paralizada, trata de tomar valor para combatir.
— ¡No...soy una cobarde!, te demostraré que puedo luchar — Me observa con ira, mientras sostiene el rifle y carga las municiones que se encontraban en el piso.
Mi plan de provocarla funcionó. Ahora que he tocado su orgullo se que podrá rendir al máximo.
Aunque no esté muy de acuerdo, en parte, nuestras vidas dependen de ella.
— ¡No soy una cobarde! — Dispara con su arma de fuego — ¡No voy a morir!, ¡Ninguno de nosotros morirá aquí!, ¡Mi casa está justo a la vuelta!
Me muevo, para no estar en su radio de tiro.
Con mucha valentía y determinación sostiene el arma sin dudar ni un segundo para luchar.
Por nuestra parte, nos dedicamos a matar, matar y matar.
De ninguna forma moriremos aquí, no pienso morir aquí por ningún motivo.
Sé que puedo dar más de mí, sobrecargaré mi cuerpo y mi mente para zafarnos de ésta.
No dejaré que nadie muera aquí...
Poco a poco fuimos combatiendo con nuestras energías al límite.
El sudor recorre por todas mis extremidades, mi aliento se apaga con cada segundo que pasa.
Tengo ligeras náuseas de tanto pelear que podría caer en el suelo sin problemas y no me levantaría jamás.
Pero intento ser fuerte y no decaer en un momento como éste.
El sol cae a medida que pasa el tiempo. Las balas se nos terminan y ya estamos acorralados.
Pero inesperadamente, Zeke, nuestro amigo peludo, salta del Humvee y muerde a los zombies como si su instinto animal se lo hubiese ordenado.
Extrañamente, "ellos" no parecen reaccionar a sus mordidas.
Lo que me surgen muchas preguntas acerca de esas cosas.
Pero por ahora, tengo una idea...
Creo que tendré que arriesgarme y sacrificarme por todos.
Si todo resulta, estoy seguro de que estarán a salvo.
Respiro profundamente para recuperar algo de energía.
Veo a Takagi, sosteniendo la empuñadura del rifle y dispuesta a golpear a uno de ellos.
Pero la detengo detrás de ella para que no gaste energía en ello.
— ¡(Y/N)! — Se sorprende al verme sostener y quitarle su arma.
— Vamos, no te esfuerces Takagi, déjame esto a mí.
Camino con su arma en mis manos.
Lentamente me acerco hacía la multitud de muertos vivientes.
Mi corazón no deja de palpitar, y la sangre recorre mi cuerpo con bastante velocidad.
— ¿Qué vas a hacer? — Denoto preocupación en sus palabras.
— Lo mismo que Zeke — Volteo con una sonrisa arrogante en mi rostro.
—¡AAAAH! — Corro a toda velocidad, y como un kamikaze golpeo a uno de esos cadáveres, ingresando a su zona en donde me veo rodeado por ellos.
— ¡Estoy detrás de tí (Y/N)! — Oigo la voz de Saeko a mis espaldas.
Por su parte, ella no ha disminuido su energía para combatir.
Tal vez no deba hacer esto todo por mi cuenta...
Codo a codo, nos adentramos y derribamos a los que están en frente de nosotros.
En un pensamiento fugaz, golpeo el rifle por las murallas de la carretera a medida que avanzamos.
— ¡Por aquí! — Llamo su atención al llegar a su retaguardia.
— ¡Vengan aquí! — Grita Busujima a mi lado. Golpeando su arma en la pared para atraerlos con el sonido.
— Ven, por aquí — Le digo a mi acompañante al ver unas escaleras que nos llevan a la parte superior del camino.
Desde allí podremos tener una mejor perspectiva de todo.
Al llegar arriba vemos que todavía avanzan hacía los demás.
— ¿Aún están...? — Comenta Saeko.
— ¡Mierda!, ¡VENGAN POR AQUÍ! — Trato de llamar su atención para que dejen en paz a los demás.
Pero es inútil, están acorralados y ya no tengo fuerzas para gritar. Mi garganta está reseca y cada movimiento que realizo es un sufrimiento para mi cuerpo.
¡Mierda!, no quiero ver esto, no quiero verlos morir bajo ningún pretexto.
Hemos fracasado miserablemente.
Desde mi punto de vista, veo como Kohta sostiene a Alice arriba del Humvee.
Parece ser una despedida...
Sé que Hirano querrá que ella salte del otro lado de la cuerda y que pueda ponerse a salvo junto a Zeke.
— ¡No me dejes sola!, ¡Por favor! — Oigo el llanto de la pequeña Alice.
Siento un nudo en mi garganta al ver esta dolorosa escena.
Pero de pronto...
Un milagro se presenta.
— ¡AGACHENSE! — Oímos una voz.
Un grupo de bomberos se detienen en la cuerda que los dividen, y con sus mangueras para incendios, derriban a los zombies que asechan a los demás.
Con su gran potencia, los bomberos logran salvarlos.
— Están salvados — Siento una gran alegría al verlos sanos y salvos.
Incluso podría llorar aquí mismo.
— No crean que sean del departamento de bomberos — Comenta Busujima sin fundamentos, ni explicar por qué.
— ¡MAMÁ! — Oigo gritar a Takagi de felicidad.
Ella se abalanza sobre una mujer con mucha efusividad y emoción.
Mis ojos no pueden creer lo que ven.
Finalmente, y con todas las probabilidades en su contra, Takagi pudo reunirse con su madre.
Una fuerte contracción se presenta en mi pecho, la idea de que mi madre pueda estar con vida en Beijing se vuelve una posibilidad no tan descabellada.
— Debemos encontrar la forma de salir de aquí — Saeko toma de mi hombro y me indica nuestra situación — No creo que puedan ayudarnos.
Hay bastantes zombies, que bajar sería prácticamente un suicidio.
— Buscaremos una manera para salir de aquí, conozco esta zona, ¡Sígueme!
— ¡Está bien!.
Ambos nos movemos por este lugar.
Nos escabullimos por muchos pasadizos, por calles residenciales.
Como ya es la tónica, debemos luchar contra "ellos" una y otra vez.
Observo el cielo y veo que el anochecer llegará muy pronto.
Buscaremos la forma de alcanzar a los demás, si no lo hacemos, tendremos que refugiarnos en un lugar seguro para pasar la noche.
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