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Capítulo 11

— ♪Rema, rema, rema tu bote, la, la, la, suavemente por la corriente(...)♪

La canción de Hirano y de Alice, nuestra pequeña integrante, es bastante pegajosa.

El Humvee que conseguimos es bastante poderoso que nos permite cruzar sin incovenientes los caudales a plena luz del día.

Por ello el motivo de la tonada.

Ambos se han vuelto cercanos en éstas últimas horas.

Me impresiona la confianza que ha adoptado Alice con los demás, incluso es capaz de acompañar a Hirano en la parte superior del vehículo, a pesar de ser un tipo desconocido para ella.

Aunque a decir verdad, creo que me tiene algo de miedo: Durante el trayecto intenté iniciar un intercambio de palabras con ella, pero tan solo recibí respuestas esquivas de su parte:

¿De dónde eres Alice? — Le pregunté mientras conducía.

Um...de muy lejos... — Respondió con timidez.

— ¿Hay algo que te guste?

No lo sé...

Estúpida niña, pocas veces intento ser gentil con alguien y recibo esa clase de respuestas.

Pero al fin y al cabo no me importa.

En tanto, observo el paisaje mientras estoy sentado en el asiento del copiloto y Shisuka conduce atravesando en medio del río.

Finamente logró manejar este vehículo de gran potencia.

— ♪Rema, rema, rema tu bote, la, la, la, suavemente por la corriente♪

Una vez más, éstos dos siguen cantando esa estrofa.

— Tambien puedo cantarla en inglés — Menciona Alice.

— ¡Asombroso, inténtalo! — Comenta Kohta.

— ♪Row, row, yout boat, gently down the stream, merrily, merrily, merrily

— Ahora permíteme cantar una parodia —  Propone el chico de lentes.

—  ¡De acuerdo! —  Exclama la niña con entusiasmo.

—  ♪Shoot, shoot, shoot, your gun, kill them all now, BANG, BANG, BANG, life is but a dream

Alguien debe decirlo, pero su versión es horrible.

Menos mal que casi todos se encuentran durmiendo, a excepción de Takagi, que ha estado junto a ellos en la cubierta vigilando los alrededores con sus binoculares.

— ¡Sorprendente Kohta! —  Lo felicita la niña de cabello granate.

— ¡Oye maldito gordo!, ¡No le enseñes cosas inapropiadas a esa niña(...) — Oigo a Takagi regañar a Hirano.

Libero una suave carcajada para no despertar a Takashi, Saeko y Rei.

Por suerte no escucharon esta horrible versión. 

— Chicos, despierten —  Habla Shisuka a los demás miembros —  Ya casi llegamos a la orilla. 

Por el retrovisor, veo que Rei es la primera en despertar.

De golpe, el Humvee toca tierra firme, meciendo un poco el vehículo.

— No hay nadie, ni humanos, ni muertos —  Comenta  la chica de lentes.

— ¡AAAAAH! —  Grita Takeshi.

Asustado miro hacía atrás.

Pero para mi tranquilidad, Komuro cubre su mejilla.

—  Apuesto que estás disfrutando eso —  Comenta Rei con una mirada lujuriosa.

Al parecer Miyamoto tan solo lo pellizcó.

—  ¿Qué?...¡Eh! — Grita nuevamente Takashi.

Vemos como Busujima está dormida de forma bastante sugerente en las piernas de Komuro.

—  Uhm, Saeko... —  Takashi trata de hablar con ella.

—  Estás babeando —  Le dice Rei.

La expresión de Busujima es de bastante inocencia debo decir, una muy diferente cuando debe matar zombies.

Mientras Saeko limpia su boca, Takashi le propone a Rei salir del vehículo.

— ¿Por qué? — Le pregunta Miyamoto.

— Eh...pues el día está soleado, pensé que querrían cambiarse... — Komuro no puede disimular ver el escote de la chica de cabello café.

Rei al darse cuenta de las palabras de su compañero, se avergüenza y salen sin dudar del Humvee.

— Deberíamos bajar también, ¿No lo creen? — Les digo a Shisuka y Busujima que continua sonnolienta.

— Creo que sí, no nos hará mal pisar tierra firme — Marikawa desciende de su asiento de piloto

— ¿No piensas bajar? — Veo a Saeko de forma pensativa a través del retrovisor.

— ¿Ah?, ¡Sí claro!...bajaré enseguida — Con algo de nerviosismo baja también del Humvee.

¿Qué fue eso?, Saeko actúa muy extraño.

Bueno, no me incumbe de todos modos.

Así que bajaré.

—Komuro, ayúdame — Hirano le pide ayuda — Bajemos a Alice.

— Uhm...Uhm...mis bragas — Oigo decir a la chica mientras que Hirano la sostiene para entregársela a Komuro.

— Es por eso que los hombres(...) — Rei toma a Alice rápidamente

—(...) Escuchen, vamos a cambiarnos, ¡Así que no se atrevan a mirar! 

Nos regaña a los tres.

A pesar de que yo no hice nada.

Como suele ocurrirme muy a menudo.

— Está bien, como quieras — Levanto mis manos en señal de derrota — Me alejaré un poco de Humvee, estaré armado por si algo está cerca.

Saco de mi piernas el cuchillo que tenía guardado.

— ¿Eso es un cuchillo? — Mira Hirano con sorpresa.

— Sí, solía llevarlo a la escuela...ya sabes...para defensa personal.

Volteo y me alejo de ellos rápidamente.

No quiero iniciar una conversación que de seguro se tornaría algo extraña.

¿Por qué un estudiante llevaría un cuchillo consigo?

¿Has cometido algún asesinato?

¿Por qué la compraste?

Y ese tipo de preguntas que no quiero responder.

Por que en el fondo, tenía pensado hacer algo más con esta arma.

Me siento en el césped que está a las orillas del río.

Mientras que las chicas se cambian de ropa detrás del Humvee, Hirano y Takashi sostienen a nuestro nuevo amigo peludo llamado Zeke.

En cuanto a mí, observo la paz que hay en este lugar.

No tuve mucho tiempo para centrarme en mis pensamientos cuando oí la voz de Alice:

— ¡Chicos!

Mi mirada va hacía ellas y no pude evitar sentirme impresionado por lo que veo.

Todas lucen bien...y bastante hermosas debo admitir.

Claro, me refiero a la belleza en cuanto a la combinación de sus ropas, dentro de un contexto artístico y no lujurioso.

— ¿Qué?. ¿Algún problema? — Rei trata de llamar nuestra atención.

Al parecer, Hirano, Takashi y yo, todavía seguimos observando a las chicas.

— No...te ves bien — Responde Komuro — ¿Pero sabes cómo usar esa cosa?

Apunta a su rifle.

— Hirano puede enseñarme — Le responde — Si debo hacerlo, lo usaré como una lanza. 

— ¡Puedes hacerlo! — Se emociona Hirano — ¡Esa es un arma militar estilo bayoneta!

— ¡Subiremos en el Humvee! — Los interrumpe Takagi — ¡(Y/N)!, ¡Ve si arriba es seguro!

Su mirada de enojo me hace creer que tiene algo en contra de mí. Lo sé por que me ha observado demasiado y siento que es algo fría y distante conmigo.

— Lo que tu digas, veré si la zona es segura — Me pongo de pie con molestia.

— ¡Espera!, ¡Iremos contigo! — Me detiene Komuro antes de que pueda moverme.

— Está bien — Camino tomando la delantera.

Los tres vamos con nuestras respectivas armas a la parte superior del río, Komuro y Kohta portan sus rifles, mientras que yo sostengo con firmeza mi cuchillo.

Para nuestra suerte, arriba está todo despejado, así que Shisuka tan solo pisó el acelerador y pudo mover el Humvee al camino.

— Parece que no intentaron bloquear el río — Observa Takagi a través de los binoculares a unos edificios residenciales.

— Como se ha mostrado en las noticas, se ha esparcido por  todo el mundo  — Aporta Busujima también en el asfalto junto a Miyamoto que está detrás de ella.

— Pero estoy segura de que aún quedan oficiales de policías — Comenta Rei con algo de esperanza.

Ahora que recuerdo, creo que les oí decir que su padre es un oficial de policía.

— Cierto, los policías japoneses son muy dedicados — Afirma Takagi.

Me muerdo la lengua al escuchar hablar de la policía.

Para lo único que son buenos es para detener borrachos y llevar a las celdas a delincuentes problemáticos como yo.

Pero para resolver problemas importantes, son unos verdaderos inútiles.

— ¿Qué haremos ahora? — Pregunta Shisuka dentro del Humvee.

— ¿No vives en la segunda calle de Higashisaka, Takagi? — Se acerca Komuro con su rifle en mano.

— Sí — Responde la chica de lentes.

— Entonces la casa de Takagi es la más cercana, pero... — Takashi evita hablar más de la cuenta.

— Sí lo sé — Responde con firmeza — No tengo muchas esperanzas, pero...

Su mirada refleja algo de tristeza.

En parte siento empatía con ella y de su angustia.

 — Por supuesto — Takashi le ofrece una mirada de confianza, una mirada de que todo saldrá bien.

— ¡Chicos!, ¡Ya es hora, debemos irnos! — Shisuka nos llama la atención tocando la bocina del Humvee.

— ¡Iremos en un momento! — Respondo mientras me dirijo hacía ella.

— Todo saldrá bien Takagi — Komuro le da unas palmadas en la espalda para darle ánimos.

Francamente, en los más profundo de mi corazón, espero que sus padres estén con vida.

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