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• No soy el mejor, pero podías ayudarme a mejorar, no a hundirme más •
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La mañana era tranquila, algo calurosa, muchas de las personas salían portando ropa ligera y holgada.

Él joven azabache salía de su salón con la mirada algo decaída, había arreglado las cosas con su pareja, ella accedió a dejar de pedirle cosas, aunque el muchacho no quedó del todo satisfecho, pensó que las cosas mejorarían más adelante.

Ese día el profesor de geofísica les había entregado su examen de la clase anterior, no era la calificación que el muchacho esperaba, no era una calificación desaprobatoria, sin embargo no era la calificación esperada.

Se sentía desanimado por aquella nota, apenas percibió que su pareja había llegado a su lado.

– Buenas tardes querido – la voz de Shinobu por fin había llamado la atención del azabache – ¿Que llevas ahí?

– Es mi examen, la verdad es que no me encuentro del todo bien por la calificación – explicó cabizbajo aquel chico

– Déjame ver – dicho eso le quitó la hoja que llevaba – No te sientas mal, después de todo eres un idiota muy grande, está calificación es mucho más de lo que merece alguien como tú

Ante la respuesta, Giyu pestañeó un par de veces, aquello le había dolido un poco.

– Sabes que sólo bromeo, vamos por alguna bebida fría

Tomioka siguió a la chica, ella alardeaba de sus impecables notas, lo mucho que se esforzaba para obtenerlas, aquello en lugar de ayudar en la precaria situación del muchacho lo hacía sentir mucho peor.

Al llegar a la cafetería, Tomioka no podía dejar de pensar en las palabras dichas por su  pareja.

– ¿Quieres que elija por ti? – la voz tranquila de Shinobu lo devolvió al presente, aunque realmente él se encontraba algo molesto con ella, esperaba que su pareja fuera un poco más comprensiva con la situacion, sin embargo, ella cada vez que podía le recordaba dicha nota, haciendo que sus pocos ánimos se decayeran.

Buscando alguna mesa disponible, encontraron que algunos de sus amigos estaban ahí.

Arrastrado por Shinobu, el joven comenzó a temer por qué ella jugará mal, no quería que ellos supieran sobre la calificación de su examen, para su fortuna estaban hablando sobre una fiesta para el fin del ciclo escolar.

– Oh lo siento mucho cariño, se me olvidó decirte que Rengoku está organizando una reunión ¿No estás molesto o si? – soltó la jóven queriendo que Tomioka se sintiera desplazado – Pero de todas formas no creo que vayas, tienes que subir tu nota ¿No?

Los presentes miraban al chico, quien se sintió sumamente tonto al sentir como ellos seguramente lo estaban observando para analizarlo.

– ¿Nota? ¿Te fue mal en una materia? – la voz de Iguro se escuchaba alegre como si estuviera esperando que algo así pasara

– ¿En que materia fue? – le preguntó la Kocho mayor

– Geofísica – contestó la chica de mechas moradas con total burla.

–  De seguro que es una materia dificil – comentó ahora Rengoku – ¿no es asi?

– Por favor, una carrera que estudia de el agua no es dificil mucho menos complicada, dificil estudiar quimica, medicina incluso la carrera de Fisico matematicas podria apostar que hasta la historia debe ser muy complicada ¿Pero estudiar agua? eso no es para nada complicado – soltó con toda la cizaña del mundo aquella fémina

Aquello realmente hizo que el joven de cabello azabache sintiera verguenza, todas las palabras dichas de Shinobu lo estaban poniendo en ridículo frente a los demas.

– Shinobu tiene razón, una carrera que estudia el agua debe ser muy fácil – continuó ahora Sanemi con una sonrisa en la boca

– yo sigo pensando que es una carrera complicado – insistió ahora la chica de cabello rosa con mechas verdes

Tras algunos momentos, ellos decidieron cambiar el tema, hablan de cualquier trivialidad, aquello fue como si lo hubieran tomado por alguien muy tonto, no era incluído en ninguna conversación, sintió que él sobraba decidió irse del lugar, simplemente tomó sus cosas, se despidió de los demás, sintiendose herido el joven por primera vez se vio muy apenado ¿realmente era necesario que Kocho lo hiciera sentir como alguien tonto?

Tras algunos minutos la mediana de las hermanas comenzó a llamarlo, sin embargo él no tenía ánimos para escucharla.

Camino por el campus, quizás aquello le ayudaría a calmar aquellas emociones negativas. Pero aquellas palabras lo hicieron sentir humillado con los demás.

La única llamada que hizo fue para hablar con su amiga Yae, pero al no contestar, el pobre muchacho solo hizo que algunos malos pensamientos pasaron por su mente.

Apagó su teléfono, ahora no quería ser molestado.

En su camino a casa reflexionaba acerca de su nota, pensando que quizás Kocho tenía razón, él era lo suficientemente estúpido y quizás ella tenía razón, nadie más podría amarlo por como era.

Continuará...