Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 43 | Hannah

-Hannah-

Colton ganó la pelea a la semifinal. Steph estaba tan nerviosa, que creí que vomitaría sobre mí. Logan estuvo en las gradas, con nosotras. Las miradas extrañas dirigidas en nuestra dirección no se hicieron esperar; tampoco los insultos y cuchicheos demasiado altos.

Logan lo manejó muy bien. Todo el tiempo ignoró los constantes “perdedor”, “¿qué demonios te pasó?”, “eres un marica ahora”, “eres una decepción, Lerman”, y se concentró en tomar mi mano,  susurrar en mi oído palabras dulces y sonreír mucho.

Me atrevo a decir que se ha tomado todo esto mucho mejor de lo que esperaba. ¿Honestamente?, esperaba un Logan malhumorado, irritable y huraño; sin embargo ha estado del mejor humor posible.

Terminando la pelea nos dirigimos a una discoteca. Logan no ha bebido una sola gota de alcohol, pero me ha invitado a bailar muchas veces. — ¿Te he dicho ésta noche que te amo ? —pregunta a mi oído, mientras nos balanceamos al ritmo de la música.

—Como cien veces —respondo, sonriendo.

— ¿Ah sí? —Frunce el ceño, haciéndome reír mientras asiento—, pues te lo diré otra vez… Te amo, Hannah.

—Te amo, Logan —respondo, acercando mis labios a los suyos. Sus brazos me aprietan más cerca y puedo sentir su pecho contra el mío. Mis pies han dejado de tocar el suelo y, de pronto, está besándome.

No sé cuánto tiempo hemos pasado besándonos pero, cuando nos separamos, noto cómo Steph y Colton bailan cerca y nos miran con diversión. Mi amiga y yo nos quedamos bailando un poco más, mientras que ellos van a la barra a buscar algo para beber.

Logan rueda los ojos cuando le recuerdo que no debe tomar alcohol debido a que está en tratamiento médico, y hace una broma acerca de mí siendo algo así como una mamá para él.

— ¿Me acompañas al baño? —medio grita Steph. Yo asiento, abriéndome paso entre la gente.

Una vez dentro, Steph cierra la puerta y se recarga sobre ella. Su expresión es asustada y nerviosa. — ¿Qué pasa? —mi ceño se frunce en confusión.

—Colton quiere que me mude con él —dice casi sin aliento.

— ¡¿Qué?!

— ¡Es demasiado pronto! —Chilla, aterrorizada—, apenas hemos salido poco más de medio año, ¡Dios!

— ¡Es maravilloso, Steph! —sonrío, intentando darle ánimos.

— ¡No lo es! —Chilla más fuerte—, ¡Dios sabe cuánto lo quiero pero soy muy joven para esa clase de cosas!

Una risa idiota me asalta. Ella me mira como si me hubiese vuelto loca y niego con la cabeza. —Sólo estás asustada.

— ¡Por supuesto que estoy asustada!,  ¿qué sigue?, ¡¿una propuesta de matrimonio?!

La envuelvo en un abrazo juguetón. —Sólo dile que quieres llevar las cosas más lento —sonrío—. Estoy segura de que Colton va a entenderlo.

—No quiero que piense que no lo amo —dice. Hay pánico verdadero en su voz.

—No lo hará —ruedo los ojos al cielo—. Steph, es normal tenerle miedo a algo así. Por muy enamorada que estés, vivir con alguien son palabras mayores.

— ¡Es por eso que no quiero que piense que no lo amo! —se frota las sienes, cerrando los ojos con fuerza.

—No lo hará —la aliento—. Colton es paciente y te adora. No dejes que los miedos absurdos te hagan esto.

El golpeteo de la puerta nos hace saltar. Steph abre la puerta a regañadientes y un grupo de chicas entran, haciendo muecas de disgusto en nuestra dirección. Me recargo contra la pared, esperando a que Steph termine de retocar su maquillaje. Una de las chicas me mira y reprime una sonrisa burlona. Otra de ellas murmura algo y todas ríen en voz alta, observándome de reojo.

Mis cejas se alzan con superioridad, pero siento la sangre hirviendo dentro de mí. Una de ellas se gira para encararme y sonríe abiertamente. —Tú eres la novia del perdedor de Lerman, ¿cierto? —dice. El veneno tiñe su voz.

Mi barbilla se alza casi por inercia y le sonrío. —Soy novia de Logan.

— ¿Qué se siente ser novia de un perdedor como él?

— ¿Qué se siente haber querido estar con ése perdedor y que ni siquiera te haya mirado? —espeto, pero sigo sonriendo.

Su sonrisa se transforma en una mueca de enojo. Me encojo de hombros, intentando lucir inocente y miro hacia mi amiga, quien me observa con incredulidad y felicidad.

Cuando salimos del baño, Steph se echa a reír a carcajadas. — ¡Maldita sea!, ¡ya era hora de que defendieras lo tuyo, Han!, ¡estoy tan orgullosa de ti!

Una risita me asalta y me encojo de hombros. Lo cierto es que desde que las vacaciones, mi relación con Logan se siente diferente; más real. Más segura. Más estable…

No hay secretos entre nosotros. No hay dudas ni celos absurdos. Sólo somos él y yo, como debió ser desde el principio.

—Me gusta cómo estamos llevando esto ahora —sonrío, sintiéndome como una pequeña niña enamorada.

—Logan te adora —Steph aprieta mi mano en un gesto cariñoso—. Antes podías notarlo en la forma en la que te miraba; ahora, simplemente no lo oculta. Lo grita a los cuatro vientos. Es impresionante el cambio que hubo en su carácter. Creo que reconciliarse con su familia le hizo mucho bien.

—Creo que es un todo —digo—. Creo que está empezando a perdonarse a sí mismo. Creo que está tratando de recuperar las riendas de su vida y quiero estar ahí cuando eso suceda. Estoy tan orgullosa de él.

—Hablando del rey de Roma —masculla mi amiga, haciendo un gesto, señalando a mis espaldas.

Me giro sobre mis talones para encontrarme a Logan, parado a unos metros de distancia. Una sonrisa infantil pinta sus facciones y me guiña un ojo. Mi corazón late con fuerza mientras me abro camino hasta él.

Sus brazos se envuelven en mi cintura y me aprieta contra él. — ¿Quieres ir a casa? —susurra contra mi oreja.

Asiento sin decir una palabra y nuestros dedos se entrelazan. Busco con la mirada a Steph y le hago una seña de despedida antes de salir por la puerta principal del lugar.

— ¿A dónde vamos? —digo, visualizando su coche.

—A mi departamento —me guiña un ojo—. Muero por deshacerme de ese vestido.

Una sonrisa tímida me asalta, pero subo al auto con él.

~*~

Camino por el campus apresuradamente. Tendré un examen parcial dentro de quince minutos y estoy bastante nerviosa. Anoche no pude ver a Logan. Me la pasé estudiando y no me llamó por teléfono hasta muy entrada la noche. Es extraño dormir en la habitación que comparto con Steph, tomando en cuenta que paso la gran mayoría del tiempo en el departamento de Logan.

Hago mi camino hasta el aula, abriéndome paso entre los apiñonados estudiantes. Retazos de conversaciones llegan a mí. Todos hablan acerca de la pelea que hubo anoche. Sólo espero que Logan no ponga atención a esto; sé que podría sentirse bastante frustrado por haber perdido su lugar en el torneo.

Entro al salón de clases, dejando mi bolso sobre uno de los escritorios.

— ¡Tu novio estuvo impresionante anoche! —chilla la voz de una chica. Alzo mi vista para observar a una de mis compañeras de curso, sonriendo con emoción—, ¡jamás había visto pelear a alguien así!, ¡volvió para ganar!

— ¿Q-Qué? —mi ceño se frunce profundamente, pero mi corazón está latiendo con fuerza contra mis costillas.

— ¿Logan? —Su sonrisa vacila—, ¿en la pelea de anoche?, ¿su pase a la semifinal?...

Mis manos comienzan a temblar, primero lento y luego con más insistencia. — ¿L-Logan peleó anoche? —no puedo creerlo. Las palabras se sienten erróneas en mi boca.

Quiero que lo niegue. Quiero que comience a reír y me diga que todo es una broma. Quiero que sea mentira, pero todo tiene sentido. Ni siquiera se inmutó cuando salió del hospital. Ha estado de un humor increíble. ¿Cómo es que no lo vi antes?...

— ¿No lo sabías?

Mis ojos se llenan de lágrimas. Cierro mis manos en puños. Mis uñas se clavan en la piel de mis palmas y me trago el nudo que está formándose en mi garganta. La traición quema dentro de mi pecho como el más corrosivo de los ácidos.

Rabia, dolor, confusión y decepción se entremezclan, tomando posesión de todo mi cuerpo. Tomo mi bolso con dedos temblorosos y me echo a andar fuera del aula.

Me abro paso entre la gente, recibiendo miradas asesinas y palabrotas por mi falta de tacto al empujar mi camino hacia la entrada principal. No sé dónde voy a encontrarlo, pero necesito escucharlo de su boca. Quiero que me mire a la cara y me diga que me ha estado viendo la cara de idiota, que me ha mentido deliberadamente y que peleó aún sabiendo que era peligroso para su salud.

— ¿Han visto a Logan? —pregunto a los tres chicos con los que siempre anda. Apenas puedo controlar el temblor de mi voz. Apenas puedo mantener las lágrimas dentro.

Uno de ellos abre la boca para responder, pero es interrumpido por otro—: Ahí viene —señala a mis espaldas.

Me giro y lo miro. Camina hacia nosotros. Una sonrisa se dibuja en sus labios y, por primera vez, quiero borrarla de su rostro. La felicidad se desvanece de su cara con cada paso que da; su ceño se está frunciendo poco a poco y yo ni siquiera puedo moverme de mi lugar.

Las palabras se arremolinan en mi garganta, pero no soy capaz de abrir la boca. Siento que si la abro, lo único que voy a hacer es gritar.

— Han… —dice cuando está lo suficientemente cerca para que pueda escucharlo.

Aprieto la mandíbula con fuerza y me obligo a sostenerle la mirada. La alarma se enciende en su expresión, pero no dice nada. Se detiene frente a mí y estira una mano para ahuecar un lado de mi cara con ella, pero me retiro con brusquedad. No quiero que me toque.

— ¿Qué va mal? —su voz es un susurro ronco y profundo.

No puedo creer que esté siquiera preguntándolo. Rio, pero en realidad no quiero reír. —Me mentiste —escupo y el nudo de mi garganta se aprieta, impidiéndome decir otra cosa.

El entendimiento surca sus facciones. —Hannah…

— ¡Lo prometiste! —Espeto más duro de lo que tenía planeado. Las lágrimas se precipitan por mi rostro. No puedo detenerlas. Me siento tan herida. Tan traicionada… Yo dejé de hablarle a alguien sólo porque él me lo pidió, y él ni siquiera pudo hacer algo por su bien. No pudo esperar a la siguiente temporada para pelear de nuevo. No pudo hacer algo por —, ¡Lo prometiste, maldita sea!

—Lo sé, Hannah, pero…

— ¡¿Qué demonios está mal contigo?! —Lo interrumpo—, ¡me mentiste!, ¡rompiste una maldita promesa!

Sé que estamos llamando la atención, pero me importa una mierda. —Hannah, por favor, escúchame —intenta tomar mis manos, pero me retiro, dando un par de pasos hacia atrás. Luce herido, pero yo me siento más herida.

— ¡Dejé de hablarle a Samuel por ti! —Espeto, medio sollozando—, ¡he luchado una y otra vez con mis estúpidas inseguridades por ti!, ¡¿y tú ni siquiera puedes mantener una puta promesa?!

—Hannah…

— ¡Ni siquiera iba a beneficiarme que tú dejaras de pelear!, ¡era por salud, Logan!, estuviste tres días en el maldito hospital y cada que empeorabas, sentía que una parte de mí moría —no puedo seguir hablando. El nudo de mi garganta es tan inmenso, que no puedo continuar.

—Hannah, ¿por qué no lo entiendes?...

— ¡¿Entender, qué?! , ¡¿Qué siempre vas a poner tus estúpidas peleas sobre mí?! , ¡¿Sobre nosotros?!

— ¡No pongo el box sobre ti, Hannah!, ¡eres lo más importante que tengo!, ¡eres el amor de mi vida! —sus manos encuentran las mías y las aprieta con fuerza. Está temblando tanto como yo—. Hannah, lo siento. Me equivoqué; debí decírtelo. Te amo. Lo siento.

—No puedes pretender que un “lo siento” lo arregle todo —digo, obligándome a mirarlo a los ojos.

Todo color se ha drenado de su rostro. Sus ojos están llenos de lágrimas no derramadas; su mandíbula está apretada con fuerza y hay súplica en la forma en la que me mira. —Vamos a hablarlo, Hannah.

—N-No quiero hablarlo —digo, desviando la vista—. Me mentiste.

Sus labios son presionados en mis manos temblorosas. —Por favor, Hannah, vamos a hablarlo —susurra contra mi piel. Su voz suena inestable y temblorosa.

—Creí que las cosas serían diferentes —pienso en voz alta. La verdad me golpea con fuerza. Logan nunca va a dejar de ser quien es, y yo no puedo obligarlo a que sea otra persona. No puedo obligarlo a ser alguien más.

—Son diferentes —urge, besando mi mejilla con desesperación. El dolor en mi pecho es insoportable. Las lágrimas me impiden mirar, todo mi cuerpo tiembla debido a la rabia y la impotencia.

—N-Necesito estar sola —digo con un hilo de voz.

— ¡No! —Me aprieta contra su cuerpo, y las lágrimas se vuelven más intensas.

—L-Logan, por favor —suplico, luchando contra el impulso que tengo de enterrar el rostro en su pecho y abrazarlo con fuerza.

— ¡No! —todo su cuerpo tiembla.

Me aparto de él, suave pero firme. —Hablamos después —digo, limpiando mis lágrimas—. No me llames. Yo te llamaré, ¿de acuerdo?

—Hannah… —intenta tomar mi mano, pero lo alejo.

Le sostengo la mirada unos segundos, pero termino girándome sobre mis talones, echándome a andar en dirección al edificio. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro