18
No sabía cuantos minutos habían pasado, pues su mente estaba perdida en todo lo sucedido y dicho anteriormente.
¿Entonces Jimin no recordaba nada? ¿O solo estaba fingiendo para no ser juzgado por sus acciones?
Lo cierto era que le creía, siempre le había creído todo, siempre había estado a su lado para cualquier cosa y nunca dudaría de una sola palabra de él... Pero ese no era el mismo Jimin que había conocido.
No era ese pequeño lleno de ternura y amor, ese que derretía los corazones de hasta las personas más frías. Su tierno niño de suaves mejillas y cabellos dorados ahora parecía ser solo un fantasma de lo que fue. El de ahora era intimidante, frío, sus ojos no reflejaban nada, era cortante, su físico había cambiado, seguía siendo pequeño, pero mucho más fuerte, su cabello negro y sus rasgos endurecidos... Era como ver a un hermano gemelo, pero con una personalidad totalmente distinta.
Era demasiado para él.
¿Como lo vería a los ojos sin sentir esa mezcla de emociones?
Quería golpearlo, odiarlo, decirle que lo detestaba por lo que les había hecho pasar a él y a sus amigos, que era una basura por ser uno de esos malditos guardias que habían dañado a tantas familias inocentes y él era cómplice de todas esas atrocidades.
Pero también quería besarlo, abrazarlo y decirle que lo había extrañado cada día sin falta, que su corazón aun seguía latiendo por él, que si seguía allí, haciendo lo que hacía sin rendirse, luchar sin parar, era por él, porque le daba fuerzas para seguir. Que lo amaba, porque sin importar lo que dijera su cabeza, su corazón se agitaba cada vez que lo veía, y el saber que estaba sano le había quitado un peso demasiado grande de su espalda, porque si no hubiese estado vivo, él hubiera muerto con él.
Unos pasos resonaron tras él, sacándolo inmediatamente de sus pensamientos.
Cuando alguien se colocó a su lado esperaba a cualquiera de sus amigos menos a quien tenía allí ahora.
Jimin no lo miraba pero se había parado lo más cerca posible de él.
— Lo siento...
Fue lo único que dijo.
Jungkook frunció el ceño y contestó.
— ¿Qué cosa? Dime, porque hay una larga lista Park.
Jimin bajó su mirada y apretó un poco sus puños.
— Siento que todo sea tan difícil, me encantaría recordar lo que ustedes dicen, me encantaría poder dar una buena explicación de porque pasa todo esto. Yo también tengo dudas en este momento...— Por primera vez lo miró a los ojos.— No puedo negar que la persona en esa foto era yo, no puedo negar que todo lo ocurrido hace 2 años hacía atrás no lo recuerdo, en la academia sólo tengo 2 años, no sé mi edad real, hasta hace unos minutos no sabía mi nombre, y ese dolor en el pecho me indica que tienen razón, que yo no soy quien dicen ellos, pero es la única vida que he conocido, o por lo menos que recuerdo. Y duele mucho, porque no puedo controlar ni siquiera que quiero sentir al respecto.
Jeon vio como los ojos del chico se llenaban de lagrimas, pero no lloraba.
— En estos dos años me enseñaron que los rebeldes eran horribles personas, que no merecían nada, que había que encerrarlos porque ellos eran culpables de cada cosa que sucedia en el país... Y yo les creía. Pero luego salía a la calle, y no podía simplemente arrestar a un señor de ochenta años que estaba fuera de casa porque debía caminar lento y no había tenido idea de la hora, a pesar de que era obligación mía, no lo hacía, o cuando eran solo niños jugando en las calles sin ser concientes de su entorno. No los iba a arrestar. No tenia sentido para mí, y siempre preferí un castigo por dejarlos ir a encerrarlos por nada... Y aún así, con todo ello, nunca me cuestioné que hacía realmente la organización.
Jeon se acercó un poco a él y tomó con sumo cuidado una de sus manos, Jimin pareció tensarse por un momento, pero luego se relajó bajo su toque.
— Entiendo que estés confundido, pero tienes que creernos cuando decimos que este no eres tu, que esa organización te lavó el cerebro, y que si lo que nos contó Yugyeom es real, la mayoría de los guardias pasaron por lo mismo que tu. Y los pobres prisioneros, posiblemente sean guardias en unos años. No sé que quieren, no sé cual es la razón detrás de todo esto, pero ellos son mierda, y a mí me duele saber que tu estás allí, porque siempre fuiste la persona más dulce y amable del mundo, tu corazón siempre fue el más grande y bondadoso que nunca lastimaria ni a una hormiga.
Jimin giró su rostro y miró el cielo, pensando un poco en las palabras del más alto. Dejando caer un par de lagrimas que pronto desaparecieron gracias a que la mano de Jungkook las limpió rápidamente.
— Jimin, si te quedas con nosotros, si nos das una oportunidad no solo de demostrarte que quienes son rebeldes para ustedes, son personas normales y completamente inocentes, que la organización está mal... Y quiero enseñarte quien eras, porque por más que te hayan intentado cambiar, tu corazón, tu alma y esencia es la misma... Por favor, danos una oportunidad, a mi, a tu hermano, a Tae que decían ser almas gemelas, a él resto de los chicos, que eran tus mejores amigos y cada uno te ama con locura, como siempre los amaste a ellos...
Kook se acercó un poco más, y Jimin no lo alejó. Se sentían bien estando cerca.
— Déjame demostrarte que el Jimin del que me enamoré sigue ahí, tal vez algo cambiado, pero sé con todo mi ser que aún sigue allí... Mi amor por ti nunca se fue Park, y sin importar como continúe todo esto, no creo que mi corazón se quiera rendir nunca contigo, sin importar lo que diga mi mente.
Jimin lo miró y asintió. Este no sabía que decir, pero tenía razón en demasiadas cosas, se quedaría, lo haría porque ya no podía simplemente ignorar todo lo que estaba sintiendo.
Jungkook lo tomó del rostro, limpiando esas pequeñas lágrimas que caían inconscientemente, pues no estaba al tanto de que seguía llorando. su nariz de botón y mejillas estaban rojas, y el más alto sonrió al recordar al pequeño Jimin con ternura, no importaba cuanto habia cambiado, era él.
Y sin pensarlo, sin dudarlo, no puedo resistir y se acercó a su rostro para besar esos carnosos y suaves labios que tanto había extrañado y anhelaba volver a probar.
El cuerpo del más bajo se tenso por unos instantes, pero cuando el beso comenzó a subir la intensidad se relajó, dejándose hacer, sintiendo las manos cálidas recorrer su cuerpo y hacerlo sentir cosas que en esos dos años no había sentido.
Con algo de duda, Park subió las manos y acarició el cabello de la nuca del hombre más alto, profundizando el beso, haciéndolo más pasional y romántico al mismo tiempo, dejándose llevar sin pensar en nada más que sus labios y lenguas danzando con fervor. Sintiendo sus cuerpos presionados y transmitiendo miles de sensaciones que no sabían cuanto necesitaban.
Al finalizar el beso por falta de aire, ambos agitados y cansados, solo se miraron por unos segundos hasta que el más bajo se alejó.
— Yo... debo ir a recostarme, estoy cansado.— El pelinegro se dio la vuelta y se alejó rápidamente.— Luego seguiremos hablando, lo prometo.— Volvió a hablar antes de entrar a la casa sin mirar atrás.
El corazón de Kook dolió, pues le hubiese gustado tenerlo con él sin que se alejara nuevamente. Pero lo comprendió, después de todo, para Jimin era muy confuso y nuevo todo.
Así que dio una pequeña sonrisa a la nada, feliz por poder haber besado esos labios que tanto amaba una vez más, miró una vez más el cielo, intentando relajarse y volvió a la casa.
Sí, su rabia seguía allí, pero no con Jimin, sino con la organización.
Ahora que tenía a su chico alli, se ocuparía de hacerle recordar, pero también se ocuparía de ayudar a cada persona dentro de ese maldito lugar porque no permitiría que todo siguiera igual.
Él, sus amigos, y Jimin. Harían venir abajo a esos hijos de puta de una vez por todas.
Decidan:
Jimin intenta ser más cercano a los demás.→
Solo confía en Kook por el momento.→
¡Eligieron muy bien!
Con la otra opción todo hubiera sido un poco más lento.
Ahora, voten que creen lo que sea mejor para Jimin, recuerden que estas acciones no son al azar, y que cada una tiene su consecuencia, buena o mala. Piensen bien y decidan.
Nos vemos en la próxima act.
-Yaz.
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