Se encontraba detrás del volante.

Oía cada una de las palabras de los rebeldes detrás de él. Como repasaban cada parte del plan para que no hubiese ni un solo fallo.

Como hablaban de él con desprecio y odio, y como si lo conocieran de toda la vida para tratarlo de tal manera.

Sin embargo, no podía decir nada, ni siquiera intentar enojarse.

Porque algo le estaba molestando y mucho, algo que no entendía.

¿Por qué lo llamaban Jimin? ¿Acaso lo estaban confundiendo con alguien más?

De cualquier manera, no podía hacer más que preguntarse mil cosas, e intentar olvidar esos dichosos pensamientos colaborando con el plan de los rebeldes.

El cambio de guardia ocurriría en solo unos minutos, así que tenía que repasar mentalmente lo que diría y haría. Y rezaba por no ser descubierto porque no quería ni imaginar el castigo que tendría por ello.

— Bien, Jimin, escucha.— Habló Namjoon.— Jungkook y yo entraremos, Chanmi, Jin y Hoseok se quedarán aquí para vigilarte y ellos actuarán si hay necesidad de huir. Como no conocemos las instalaciones, no sabemos cuanto tardaremos, pero intentaremos tardar menos de quince minutos. Si no salimos por esa puerta en ese tiempo, tomaras esta camioneta y te iras de aquí junto con mis amigos. No olvides que aun podemos hablar y decir lo que has hecho ¿Entendido?

Él solo asintió.

Los demás parecieron conformes con ello, y comenzaron a tapar sus rostros para por fin poner en marcha su plan.

Tomó una respiración profunda y comenzó con su parte.

Bajó de la camioneta y se encaminó hacia la entrada de la base, donde justamen los nuevos guardias parecían recién haber llegado. Era el momento justo.

Se acercó a ellos y con un leve ceño de preocupación actuado en su rostro, comenzó a hablar.

— Buenas noches señores...

— Buenas noches Individuo 084, ¿Qué hace por aquí?— Habló uno de ellos.

— He tenido un problema, y afortunadamente la base estaba cerca. He tenido que perseguir a un rebelde pero ha escapado y con él se ha llevado mi radio. No puedo contactarme con mi equipo y posiblemente estén lejos. Necesito que me consigan una nueva radio y desactiven la anterior en caso de que se pase algún informe allí y esté al alcance del rebelde.

Uno de los dos hombres asintió y murmuró algo antes de volver a hablar con él.

— Bien, mi compañero irá a la sala de comando para pedir la baja de su radio y traer una nueva. Mientras tanto yo patrullare unas calles para ir en busca del rebelde. ¿Cuál era su aspecto?

— Masculino, cabello rubio, pálido, tal vez metro ochenta, delgado, ropa negra y zapatos azules.— Dio una descripción completamente al azar.

El guardia asintió y se retiró a una de las camionetas para ir a dar un vistazo.

Una vez solos, el otro hombre habló.

— ¿Recuerda el número de radio?

— 056420.— Dijo sin dudar. Era una de las cosas que debía aprender sin excepción.

— Bien, ya vuelvo, tardaré unos minutos. Por favor, si llega algún rebelde sabe el procedimiento, escoltelo pero no ingrese a la base. Espere aquí hasta que vuelva con su nueva radio. Tardaré unos cuantos minutos.

— Si señor.— Respondió de manera firme.

El hombre se retiró e ingresó a la base.

Ese fue el momento en que dos hombres completamente tapados y vestidos de negro aparecieron en una de las oscuras esquinas del edificio. Los ignoró. Estos se acercaron rápidamente a la entrada y sin siquiera darle una mirada, ingresaron completamente decididos a sacar a sus compañeros de allí.

Park no sabia si eran valientes o idiotas, pero en la profundidad de su ser, esperaba que esos hombres cumplieran su objetivo y puedan largarse de ese lugar junto a los dos prisioneros.

Ahora solo debía esperar.

(...)

Jungkook ingresó primero, con Namjoon a sus espaldas. El lugar era pulcro, futurista, y tenía mucha seguridad. Pero era lúgubre.

Había un ambiente pesado allí dentro, no sabía a que se debía, pero era horrible.

Con sigilo camino entre los pasillos desolados, parecía estar todo demasiado tranquilo y eso, irónicamente, le ponía nervioso.

Un gran portón blanco al fondo llamó su atención, con apuro y sintiéndo los pasos de Nam detrás, se acercó a este y abrió unos milímetros la puerta, intentando no hacer ni un solo ruido.

Parecía una cafetería, había una cocina en el fondo, la cual estaba cerrada, y muchas mesas blancas al rededor. Todo demasiado pulcro para su gusto. Le daba escalofríos.

Entró al lugar, vigilando que no hubiese cámaras en ningún lado, pero por extraño que parezca, no había nada.

Un pasillo al costado del salón parecía dirigirse a un lugar repleto de puertas metálicas y oscuras, a comparación del resto de la base.

Tenía que ser allí, debían ser celdas. Por algo tenían tantas cerraduras cada puerta.

Algo exagerado para su gusto, eran personas, no animales.

Ambos hombres se separaron y con rapidez comenzaron a mirar dentro de cada celda. Algunas estaban vacías. Otras tenían personas dormidas.

El corazón de Jungkook dolía al verlos, quería llevarlos consigo, pero era imposible hacerlo sin ser descubiertos.

En otras celdas podía notar personas despiertas, pero parecían no estar allí, tenían las miradas perdidas y parecían en un trance. Ojeras bajo sus ojos, piel pálida, el cabello reseco y despeinado, sus ropas desarregladas y sus cuerpos delgados. Totalmente destrozados.

Y le dio miedo solo pensar qué le hacían allí dentro.

Por eso mismo siguió buscando sin parar a sus amigos, prometiendose a sí mismo que luego de esto haría hasta lo imposible para ayudar a todas esas personas. No podía dejar todo de esa manera y hacer como si nunca hubiera visto nada.

Vivir en ignorancia no era lo suyo.

— ¡Hey Jeon, aquí!— Susurró Namjoon, llamándolo con la mano mientras señalaba una de las celdas.

Casi corrió a su lado, mirando por la pequeña ventanilla de la puerta.

Eran ellos, sus amigos.

Estaban dormidos y parecían cansados. No quería saber que les había pasado, pero lo importante en ese momento era saber que estaban bien y que los podrían sacar de allí.

Con cuidado golpeó la ventana, esperando a que alguno de ellos lo mirara.

Afortunadamente, Yoongi levantó su mirada, la cual se notaba agotada y con ojeras debajo, pero al verlo a él, su mirada se iluminó. Este pareció mover a Tae y decirle algo al oído, quien al oírlo también lo miró y sonrió con su hermosa sonrisa cuadrada.

Ambos se acercaron apresuradamente a la puerta.

Kook les hizo una seña indicándoles que hagan silencio, y con ayuda de Namjoon, ambos comenzaron a romper las cerraduras de la puerta con pinzas que Namjoon traía en su bolso.

Al abrir la puerta, los cuatro se abrazaron con fuerza, intentando no largarse a llorar en ese momento. Todos creían que no volverían a verse, pero ahí estaban todos juntos una vez más.

— Tenemos que irnos de aquí, los demás nos están esperando fuera y no podemos perder tiempo, estamos aprovechando el cambio de guardia y logramos distraer a los guardias de la puerta.— Explicó Jungkook en voz baja.

— Jungkook...— Dijo Tae, con una pequeña seña de preocupación en su rostro.— Jimin...

— Lo sé.— Le cortó. No quería hablar de él en ese momento.

Ninguno quiso decir nada, así que solo se dispusieron a salir de allí deprisa.

— Espera, Kook... ¿Puede venir Yugyeom con nosotros? Es nuestro compañero de celda.— Preguntó Yoongi.

En ese momento, Namjoon y Jeon notaron al chico que los miraba desde la esquina de la celda. Jungkook solo asintió sin dudar, si podría ayudar a alguien a salir de allí lo haría sin problemas.

La sonrisa de Yugyeom apareció en su rostro y se colocó detrás de ellos.

— Muchas gracias, en serio.— Dijo el chico.

Namjoon asintió en respuesta.

Cerraron la puerta para que no notaran la huida tan rápido y volvieron por donde habían entrado, siendo igual de cautelosos para que nadie los vea.

Al salir, corrieron hacia la camioneta, con los nervios a flor de piel.

Detrás de ellos, oyeron cómo un guardia gritaba detrás.

— ¡Hey, ustedes!— El tipo parecía enfadado.— ¡Identifiquense!

Ninguno paro de correr, estaban a unos pocos metros del vehículo. Las puertas se abriron, Chanmi y Hoseok les hacían señas para que se apresuraran.

Todos subieron rápidamente y cerraron la puerta.

Seokjin tomó el volante y sin dudarlo arrancó a toda prisa.

Debían huir.

— ¡ESPEREN!— Chanmi gritó debido a los nervios y adrenalina.— ¡¿Y Jimin?! ¿Lo vamos a dejar ahí?

Jungkook en ese momento, miró por la ventana trasera, como el pelinegro intentaba hablar con el tipo que los perseguía, no sabía que le estaba diciendo, pero ambos parecían alterados.

En ese momento notó como el tipo levantó el puño y golpeó a Jimin en el rostro.

Jimin no se defendió, pero su mirada no parecía nada contenta.

Se dio la vuelta, sin querer seguir viendo.

Un sentimiento pesado en su pecho lo invadió y maldijo para sus adentros.

¿Por qué luego de ver lo que era ese chico, aún quería besarlo de la misma manera que lo habia hecho años atrás?

Estaba muy enfadado, pero no sabía si era hacia el pelinegro o hacía él mismo.

Decidan:

Vuelven en busca de Jimin ➜

Dejan a Jimin atrás ➜

¡Hola! Recuerden que dependiendo que decidan, cambia el camino de la historia. Así que piensen bien que van a elegir.

Espero que les haya gustado el cap, nos vemos en las siguiente act ♡

-Yaz.