—¡Jungkook, Jungkook! ¡Por aquí ven! —la voz angelical y delicada del chico resonó como un eco en todo el lugar.

—¿Pero que...? —Jungkook estaba confundido y de pie en un lugar extraño. Un bosque lleno de árboles con hojas anaranjadas, invadido por una espesa niebla que le impedía ver más allá de donde se encontraba parado—. ¿Esto es un sueño?.

Y si lo era ¿por qué había cambiado? ¿Acaso aquellos meses de soñar con el mismo extraño chico habían terminado?.

—¡Jungkook, aquí ven! —la voz nuevamente sonó. El mencionado miró a todos lados alarmando pero simplemente no podía ver nada—. ¡Ven por mi vamos, estoy cerca!.

—¡Detente, no puedo verte hay mucha niebla! —le contesto sintiendo su respiración agitarse—. ¿Donde estas? ¿Quien eres?.

—¡Soy yo! ¿No me recuerdas? —soltó una risilla—. ¡Ven por mi! ¡Encuéntrame, encuéntrame!.

—¡No puedo! ¿A donde estas? —gritó con desesperación, por alguna razón quería llorar, sentía una presión en el pecho—. ¡Dime donde...!.

—Aquí —la niebla desapareció, todo estaba despejado, logró ver el hermoso bosque anaranjado donde se encontraba y al chico rubio de sus sueños—. Aquí estoy, yo te encontré —le sonrió, era tan hermosa su sonrisa que hacía desaparecer sus ojos.

Simplemente lo cautivo.

—Dime por favor... —aclaró su garganta—. ¿Quien eres? ¿Existes? —finalmente pudo pregúntale por primera vez y esto le sorprendió.

—No te preocupes Jungkook, pronto todo se disipará así como la neblina, solo espera un poco más —por último el chico dio un paso hacia él y acto siguiente el sueño terminó.

Jungkook despertó más agitado de lo normal. Aquel sueño fue por mucho el más extraño que había tenido ¿qué mierda significaba todo lo que le dijo? Su cabeza estaba apunto de explotar.

Luego la alarma sonó y un nuevo día comenzó.

Era realmente extraordinario, los ojos del rubio chico se abrieron de más observando con gran asombro los imponentes y enormes edificios a su alrededor, eran tantas cosas por procesar, simplemente no podía mantener su mirada y atención en una sola cosa, sus ojos viajaban rápidamente por todos lados, entre las múltiples tiendas, restaurantes, bares, personas con vestuarios extravagantes y a la moda, automóviles lujosos, grupos de jóvenes bailando y múltiples sonidos que salían por doquier.

Era como visitar otro mundo. Ahí se dio cuenta que ya no estaban en su querido y pequeño pueblo mágico Cheli-Taun. Ahora estaban en la monstruosa Seúl, y si, era monstruosa pero no de una mala manera, le atemorizaban sus rarezas, pero a la vez le emocionaba conocer aquellas rarezas.

Yoongi lo tomó de la mano llamando su atención, y lo miro con una sonrisa.

—¿Estás bien? Por favor no mueras —bromeo haciendo sonreír al chico, quien negó con la cabeza.

—Estoy bien, solo estoy muy sorprendido y emocionado ¿tú no? Mira todo esto Gigi —sus ojos seguían muy abiertos con un resplandor saliendo de ellos—. Aquí todas las personas llevan un celular consigo, también visten muy estrafalariamente y todo parece como un mundo extraterrestres lleno de tecnología —río.

Yoongi quedó encantado con su inocencia, sabía que su chico eran un joven bastante casto, pero el verlo emocionado al conocer cosas nuevas, tal así como un niño, lo lleno de ternura.

—Me alegra que estes feliz, luego de terminar mi prueba nos quedaremos un par de días para esperar mis resultado, y también por que no, turistear un poco ¿qué te parece? —le menciono con emoción.

—Me encanta, quiero ir a muchos lados, probar la comida de aquí, ir a un club nocturno, he escuchado que son muy divertidos, y también visitar algún museo, dicen que Seúl tiene un increíble arte ¿podemos ir? —preguntó haciendo ojos de perrito cautivado a su novio, quien no tuvo otra alternativa que asentir.

—Está bien, vaya a... —Yoongi localizó con la mirada una pantalla enorme arriba de un edificio que tenia anuncio reproduciéndose—. ¿Exhibición de arte? ¿El talentoso pintor Jeon Jungkook? —murmuro, Jimin lo miro con el ceño fruncido—. Mira amor, podemos ir allí —apunto la pantalla—. Es mañana en la noche ¿quieres ir?.

Jimin miro hacia donde le indico con la punta de su dedo, observando el mismo anuncio en la pantalla, pero al leer el nombre de aquel pintor, extrañamente sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, incluso la piel se le puso de gallina, trago saliva y bajo la mirada.

—Cla-Claro vayamos, suena emocionante. Pero por ahora debemos llegar a tu prueba, anda apresúrate —lo jalo continuando con su camino.

[...]

—Mierda —Jungkook soltó la carta de comida sobre la mesa y manera brusca suspiro—. ¿Cual es la necesidad de salir a cenar? Muy bien podíamos pedir algo a domicilio y ahorrarnos todas esta mierda, te juro que si un paparazzi más vuelve a ponerme su cámara en el rostro le romperé el lente y la bolas —bufo.

Seokjin río en voz baja.

—Tranquilo señor estrés, insistí en venir a cenar porque aparte de sacarte de tu cueva, quería celebrar tu exhibición de mañana, seguramente te irá sensacional —tomó su copa de champán y la alzó para brindar—. Que así sea.

—Que así sea —desganado Jeon lo siguió y entre chocaron sus copas para luego beber del líquido amarillento—. La comida es horrenda ¿no prefieres ir a comer tteokbokki?.

—No, hice la reservación desde ayer y pagué la cuenta por adelantado, y déjame decirte que no fue nada barato, así que mira la carta y busca algo que haga gruñir tu estómago —el chico de cabellos púrpuras se dedicó a mirar la carta buscando algún platillo de su agrado.

Por su parte Jungkook ignoró su orden y se dedicó a mirar el gran ventanal que tenía frente a ellos, había una vista preciosa, el restaurante realmente estaba en una buena zona que dejaba ver múltiples edificios la mayoría eran academias, algunas empresas pequeñas y tiendas de moda.

Observo y observo por unos minutos hasta que algo, o mejor dicho alguien, lo dejo petrificado.

—Hyung... —sus ojos se abrieron un poco de más—. Jin mira —le llamo sin quitar la mirada de la ventana, su amigo seguía mirando la carta—. Jin tienes que ver esto, mira mira —palmeo con sus manos el cuerpo del ya mencionado tratando de llamar su atención.

—Cierra la boca estoy tratando de escoger qué tipo de pasta quiero —replicó restándole importancia al pelinegro.

«Es el, por supuesto que es el» Decía en su mente mientras miraba sorprendido a un chico particular caminar por la calle, pasando justo frente a él «Su cabello rubio, sus ojos pequeños, la forma de su rostro, sus labios carnosos, es el».

—¡Jin mira esto! ¡Míralo! —quito la mirada de la ventana y llamó a su amigo—. ¡Joder escúchame! —vociferó y finalmente el chico lo miró.

—Agh~ tu de verdad ¿qué es lo que quieres?.

—¡Mira la ventana, es el chico de los sueños! —exclamó, ambos miraron por el vidrio, pero no había nadie, se fijó más haya y tampoco, era como si se hubiera esfumado—. ¿Qué? Pero si el estaba...

—Por dios Jungkook ¿estás consumiendo algún tipo de droga? Deja de imaginarte cosas, ese chico no existe, déjate de tonterías y déjame escoger mi cena —bufo y continuo mirando la carta.

—Pero te juro que el... —gruñó con impotencia—. Debió ser por el sueño de hoy. Maldición, me estoy volviendo loco.