Jimin se separó un poco de Jin y Jungkook quienes ni siquiera lo notaron al estar hablando de sus propias tonterías comunes de mejores amigos, y los músicos se tomaron un descanso para cenar.

¿Estaba nervioso? Por supuesto, tenía dos copas encima, nunca fue fanático del alcohol pero en ese tipo de situaciones era crucial beberse una poco de valentía.

Y más cuando de pronto sintió que alguien por detrás le sujetó del brazo y lo comenzó a jalar. Y ese alguien era...

—¡Yoongi! ¡Yoongi! ¡Min Yoongi! —cuando la puerta que llevaba a las escaleras de evacuación del edificio se cerró tras sus espadas, Jimin se jaló soltándose del agarre del pelinegro—. ¡¿Qué es lo que te pasa?!

—¡¿Qué es lo que te pasa a ti?! —respondió de vuelta con la respiración agitada y cierto enojo en su mirada—. Estas aquí con ese hijo de puta, tomados de la mano como si ustedes fueran... —gruño intentado comprimir su enojo—. Dime ¿que es lo qué pasa Jimin? Me debes una explicación.

—¿Crees que te debo algo luego de cómo te has comportado? ¡Yo no te debo nada!.

—¡Claro que si! ¡Soy tu novio joder!.

—¡Yo también soy tu novio y aún así me haz lastimado!

Ambos gritaron, mirándose furiosos, con el pecho agitado y demasiada adrenalina inyectada en ellos.

—Jimin basta, basta por favor —los ojos del pálido de pronto se llenaron de lagrimas con tal impotencia que intento aferrarse al contrario sosteniendo su brazo—. Te amo y ya no quiero esto, solo quiero que todo vuelva hacer como antes.

—¿Cuanto puede ser tu amor cuando me vendes, abusas de mi, me haces sufrir y me tratas tan horrible? Y lo lamento, pero después de todo esto... no creo que todo vuelva hacer como antes —intentó irse, pero Min lo sujetó con fuerza de la mano y lo regresó a él bruscamente.

—¿Lo quieres a él? ¡Dímelo ya de una maldita vez! —vociferó.

—Suéltame Yoongi —habló sériame y entonces él lo soltó sin más—. Regresaré al pueblo, no tiene sentido que siga aquí, tú sigue con tu sueño que eso es lo que siempre haz querido.

—¿Me estás abandonando?. —un nudo se formó en la garganta de Yoongi, su corazón latió con fuerza apunto del romperse, no quería la respuesta pero aún así la esperaba.

Pero antes de que pudiera recibir esa respuesta la puerta se abrió dejando ver al vocalista de la banda.

—Min aquí estás, regresa ya vamos a empezar —le aviso—. No tardes.

Yoongi trago saliva y asintió con la cabeza gacha. El hombre sintió una aura realmente tensa en el lugar así que después de su aviso se retiró.

—Te equívocas Yoongi, yo no soy el que está abandonando esto, desde el principio fuiste tú quien lo hiciste sin pudor. Así que... si quieres una respuesta, tú sólo te la puedes dar, no hace falta que lo escuches de mi  —espetó Jimin para luego girar sobre sus talones y salir nuevamente hacia el salón.

Jimin ya no sabía como sentirse al respecto, después de tanto dolor, dejar a quien se lo causo fue liberador, aunque sus sentimientos caen sobre él como un balde de agua helada,  y lo hacen sentirse como un desdichado.

—Hey ¿donde te metiste? Desapareciste por un momento —apareció frente a él Jungkook con su bonita sonrisa alegre y dos copas de chapan en sus manos—. No importa, toma hagamos un pequeño brindis.

Le tendió la copa, Park la recibió intentado poner el mejor rostro para no hacerlo sentir incómodo o preocuparlo.

—¿Sobre que quieres brindar? —le pregunto.

—Mmm no lo se, tal vez por... —Jeon lo pensó por un momento—. Ya se, por el destino, porque sea benévolo y favorecedor —dijo sonriendo y entonces inclinó su copa entre chocándola con la de Jimin, luego ambos le dieron un buen trago.

Debía decírselo, Jungkook había sido tan bueno con el todo ese tiempo que tenía derecho de saber que regresaría a su pueblo y seguramente jamás se volverían a ver, si, dolia, pues había sentimientos recientes y algo más que lo empujaba a quedarse un poco más.

—Jungkook debo decirte algo...

—Claro, puedes decírmelo después de esto, ahora espera —emocionado, el pelinegro se acercó a la banda específicamente al vocalista, susurrándole—. Hola, discúlpame ¿podrían tocar una canción?...

Minutos después Jungkook volvió hacia Jimin y sujetó su mano para jalarlo a la pista de baile.

—Oye ¿qué haces? Jungkook —las mejillas del rubio se colorearon de un carmesí por la vergüenza, eran la primera pareja en la pista y ni siquiera había música.

—¿Bailarías esta pieza conmigo? —le pregunto extendiendo su mano hacia el.

Jimin le miró inseguro, era muy tímido y sobre todo penoso, pero al ver los exorbitantes ojos y la sonrisa de conejo de Jungkook no puedo negarse, se llenó de valor y lo hizo olvidar enseguida todas sus inseguridades.

—Uno de los invitados nos pidió esta fabulosa pieza, así que les pedimos que se levanten con su pareja y nos acompañen al compás de la canción en la pista de baile —dijo el vocalista por el micrófono, entonces miró a sus compañeros y les indicó.

Luego de tres choques de las baquetas de la batería la música de jazz con una pizca de tango se hizo presente levantando de inmediato a todo los invitados llevados a la pista de baile por el rimo, ya que no era cualquier canción Jazz, sino que era la icónica "Sway de Michael Bublé".

Jimin finalmente sujetó la mano de Jungkook y este lo pegó a su cuerpo en la típica posición de baile en pareja, sus miradas conectaron, una sonrisa apareció en sus labios y entonces al ritmo de la canción y con los pasos correspondientes del género se comenzaron a mover por la pista.

"Other dancers may be on the floor
Dear, but my eyes will see only you
Only you have that magic technique
When we sway, I go weak"

Sus pies se movían con lentitud y cierta agilidad, había un pequeño movimiento de caderas, pero lo más llamativo eran sus hombros moviéndose en círculos. No eran los mejores de la pista pero algo era seguro, ambos se estaban divirtiendo muchísimo.

"I can hear the sounds of violins
Long before it begins
Make me thrill as only you know how
Sway me smooth, sway me now"

Jungkook le dio unas cuantas vueltas, lo llevaba de un lado para el otro sin perder de vista ningún segundo su hermoso rostro sonrojado y sonriente. Él estaba feliz, ambos estaban felices, simplemente bailando al rimo de la música, inventando algunos pasos, riendo, y como dice la canción balanceándose suavemente.

Y durante todo ese lapso, Yoongi les miraba, ni siquiera podía concentrarse del todo, estaba tan enojado, tan celoso, alguien más hacía feliz a quien en ese momento hacía infeliz, le estaban arrebatando lo que es suyo, o tal vez... ¿ya no lo es?.

"When marimba rhythms start to play
Dance with me, make me sway
Like a lazy ocean hugs the shore
Hold me close, sway me more"

Hubo un pequeño corte, por un micro segundos los músicos se detuvieron, para luego de un silencio emocionante... continuar con la canción, y en ese momento, Jungkook se agachó un poco, abrazó las piernas de Jimin y lo cargó llevándolo alto para darle varias vueltas en lo alto, haciéndolo reír y sentirse el rey de la noche.

"Like a flower bending in the breeze
Bend with me, sway with ease
When we dance you have a way with me
Stay with me, sway with me"

Una vez abajo, continuaron bailando eufóricos, había llamado la atención de todos hasta el punto en que los rodeaban y eran sólo ellos bailando al medio, creyendo que solo eran ellos dos con la música de jazz y sus risas melodiosas.

La canción estaba apunto de llegar a su fin, así que Jungkook le dio algunas vueltas más y danzaron al rededor, sonriendo, disfrutando.

"When we dance you have a way with me
Stay with me, sway with me"

Una vuelta más y Jeon inclinó el cuerpo de Park hacia un lado justo cuando terminó la canción. Ambos se miraron directamente a los ojos, sus respiraciones estaban agitadas y sus ojos destellantes, el ritmo de sus latidos golpeaba su pecho ¿era por la misma turbulencia del momento o por pura emoción?.

No importaba. Pero fue la segunda quien llevo a Jungkook a acercar su rostro al de Jimin para entonces, luego de que él no se moviera y simplemente se quedara allí como diciéndole "hazlo"...

Lo beso.

Lo beso sin importarle nada, solamente seguía a su corazón, al iman que ambos sentía que los unía con fuerza, a ese presentimiento que siempre ha tenido de que él es alguien más que el chico de campo con el que ha estado soñado.

Y Jimin lo pudo sentir, ese sentimiento que creía un tabú, el conectarse finalmente con esa alma que le corresponde a la suya, el no solo era un extraño pintor con el que también había estado soñando, era alguien más, alguien quien sin duda era su destino.

—Jungkook ven conmigo a Cheli-Taun por favor —murmuro cuando se separaron.

—Por supuesto —sonrió.

Lo había elegido a él sin duda alguna, lo había visto con sus propios ojos, no podía hacer nada, de lo contrario solo causaría más desdicha. No quería hacer más, pero tampoco estaba aceptando una derrota.

[...]

La noche había finalizado satisfactoriamente. Luego de la pequeña discusión que Jimin había tenido con Yoongi todo fue mejorando desde el increíble y divertido baile, jamás se había divertido tanto y le gustaba vivir cosas nuevas, a las que creyó lejanas por ser un simple chico de un pueblo pequeño y casi desconocido. Además, aparte del desagradable momento en las escaleras no se volvió a topar con el músico de piel pálida, y comenzó a fraternizar más con las personas en el evento conociendo todo tiempo de personalidades y celebridades, siempre a lado de Jungkook y Jin quien se estaba convirtiendo en un compañero muy agradable.

Y Jungkook tampoco había sido tan feliz, ir a esos eventos con esa gente pretenciosa era siempre una penitencia, incluso si Jin se encontraba entre los invitados, pero luego de ir con Jimin todo cambio, lo estaba pasando por primera vez bien, sin ayuda del champán u otras bebidas ilícitas.

Estar a su lado esa noche solamente logro unirlos aún más.

Al llegar al departamento de Jungkook caminaron ambos por el pasillo entre risas, riendo aún de como Seokjin le había quitado el peluquín a un hombre adulto por accidente.

Suspiraron parando de reír, se detuvieron frente a las puertas de sus habitaciones las cuales quedaban una justo enfrente de la otra.

—Buenas noches —dijo Jeon sujetando la manija de la puerta de su habitación al igual que Park.

—Si, buenas noches —le sonrió un poco tímido, ambos abrieron su puerta, pero había algo.

Ninguno quería que la noche finalizara así, ninguno quería separarse del otro, así que ambos miraron hacia atrás y Jimin en un lindo jugueteo río tiernamente, le dijo todo con su mirada y esa sonrisita ladina, Jungkook lo comprendió, comprendió que esa noche su lugar estaba junto a él.

Así que sin pensarlo más ambos se metieron a la habitación de Jimin con la puerta cerrada y ninguna luz encendida, solamente fueron guiados por la luz natural de la luna hacia la cama, donde ambos exhaustos se echaron y se miraron frente a frente.

—¿Por qué quieres irte de Seúl? ¿Acaso no te gusta? —le pregunto Jungkook en un murmuro.

—No es eso, creo que debería volver en un mejor momento, ahora extraño a mi abuelo y a mi mejor amigo, yo... —Jimin suspiro—. Solo quiero volver a mi hogar —su semblante se hizo triste bajando la mirada.

El azabache lo noto y enseguida acarició su mejilla llamado otra vez su mirada.

—Está bien, lo comprendo —le sonrió—. Yo no soy de aquí exactamente, nací y crecí en Busan ahí es mi hogar, pero todo lo tengo aquí, es raro.

Le saco una sonrisa.

—Pero quiero que vayas conmigo ¿si?.

—Ya te dije que por supuesto, lo único que quiero ahora es seguir a tu lado, Jimin... —se acercó un poco más el dejando a una corta distancia sus cuerpos y rostros—. Hoy fue por mucho la mejor noche de todas, y fue solo por ti, me haces sentir tan bien, como un niño a la hora del recreo o como a un perro cuando sale al parque, me haces feliz... te seguiré porque...

Exhaló entre sus labios antes de continuar, miró directamente a los ojos al rubio y entonces confesó.

—Me gustas Jimin, estoy enamorado de ti y por eso me gustaría que tú también gustaras de mi.

—Jungkook... yo...

—No estas obligado a decir nada en este momento, esta bien, te esperare pacientemente hasta que logres corresponder mis sentimientos.

—Tu... tú eres como un... sueño —le sonrió haciendo desaparecer sus pequeños ojos, embelesado, encantado—. Gracias.

Jimin abrazo al pintor de cabello negro hundiendo su cabeza en su pecho y este lo envolvió en sus brazos, para antes de quedarse dormidos a la luz de la luna que entraba por la ventana, Jungkook le dio un beso en la frente y murmuro...

—Gracias a ti, por si existir.

Esta realmente es una historia tan bonita y la estoy descuidando mucho, voy hacer de ahora en adelante los episodios largos para que deje de que hablar, por lo mientras continúa conmigo💗