16. El chico lindo y el pintor.
Jimin estaba despechado, ese era un hecho, y el a ver besado a Jungkook solo daba a entender qué necesitaba amor, cariño, comprensión, lo que una vez Yoongi le dio y era incierto si se lo podría volver a dar. Sus sentimientos estaban confundidos, no sabía que sentir en ese momento, aún sentía amor por Yoongi, pero estar con Jungkook lo hacía dudar de su amor, porque el es como un sueño, literalmente.
El estar con Jungkook siempre era algo extraño, pues además de sentir que ya lo conocía, siente una fuerte conexión y por supuesto atracción con el, él sabe como hacerlo sonreír, él sabe como cuidar su corazón, es como si el supiera cómo hacerlo feliz y eso le gustaba. Los sueños que tiene con él aún son un misterio, aunque por algo lo conoció, debe haber un por que.
Los sueños han desaparecido, ya no sueña mas con el y es una sensación como de vacío, no es que le gustaran, pero después de mucho tiempo se había acostumbrado y ahora ya no estaban, pero ahora lo tenía frente a él, convivía con él y ya no era un sueño, era la realidad.
—¿Qué hora es? —Jimin fue despertado por una voz que tocó y lo llamó varias veces detrás de la puerta de su habitación.
—Joven ¿estás despierto? El desayuno está servido en la mesa, el señor Jeon lo estará esperando para comenzar —le aviso, aunque el chico de rubios cabellos solo quería dormir más—. ¿Joven?.
—¡Eh! —se levantó de golpe con un ojo cerrado y el otro abierto—. Ah si si, ahora salgo —bostezo—. Gracias.
Jimin tallo su ojo y miró a su alrededor comenzado a despertar, todo el lugar era realmente hermoso, como si estuviera durmiendo en un castillo de Inglaterra, pero era más cálido pues los rayos del sol entraban por la ventana traspasando las cortinas blancas llevando a tocar su cama, la cual era bastante cómoda y grande. Nunca había dormido tan bien.
Luego de mirar su zapato en el suelo por cinco minutos, se estiró y finalmente se levantó. Se colocó sus alpargatas, llevaba puesto su pijama, la cual consistía en una camiseta blanca normal y unos shorts ligeros azules un tanto cortos. Cuando abrió la puerta se encontró con un hombre y ambos soltaron un grito y saltaron asustados.
—¡Ay por dios! Lo siento tanto joven, no quise asustarlo —dijo el hombre de un vestuario formal haciendo una reverencia.
—No no te preocupes —le sonrió para calmarlo y también hizo una reverencia—. Hace un miembro escuche comida, estoy muriendo de hambre ¿pudo prepararme algo?.
—No se preocupe, el desayuno ya está listo, por favor acompañe.
El hombre lo escoltó hasta el comedor, era mediano y en el solo estaba Jungkook mirando las hojas de un libro con un hermoso desayuno servido en la mesa, cuando Jimin se presentó de inmediato dejó el libro a un lado.
—Hola, buen día ¿dormiste bien? ¿Tienes hambre?.
—Buenos días, si mucha —contesto sentadosé a un costado del pelinegro.
—Pues empecemos, come lo que quieras. Provecho —le sonrió.
—Provecho —Park también le sonrió y entonces el desayuno comenzó, el se sirvió de casi todo pues todo se veía muy apetitoso y olía delicioso.
—Iremos a buscar tu atuendo a diferentes tiendas, realmente no se que es de tu gusto así que dejaré que tú me guíes —menciono Jungkook al tiempo que movía la cuchara en su taza de café.
—Te dije que no hace falta, podemos a ir donde sea, realmente no me interesan las marcas —contesto Jimin para luego llevarse a la boca arroz y luego carne, soltado un gemido de placer por el sabor.
—¿Te gusta? —el rubio agitó la cabeza en un si—. Que bien, come cuanto quieras. No seas modesto, verás que encontrarás algo que te guste y querrás comprarlo.
Jimin se pasó el bocado y habló.
—Gracias Jungkook, estar contigo es lindo y agradable —menciono con una adorable sonrisa y los cachetes abultados por la comida restante.
—Pienso lo mismo, eres alguien encantador y también me gusta estar contigo, te prometo que hoy pasaremos un buen día, si quieres, puedes quedarte los días que quieras no te preocupes por nada —se miraron a los ojos con un leve brillo saliendo de ellos.
—Si y de nuevo, gracias.
Jimin estaba completamente embelesado por Jungkook, y Jungkook por Jimin, pero el pensamiento de Yoongi y sus sentimientos hacia él aún lo atormentaban, seguramente algún día los aclarara pero ahora solo quiere olvidarlo y pasarla bien... con Jungkook.
—No es necesario entrar a todas, puedes mirar los escaparates, también hay cosas bonitas —agregó Jungkook colocándose sus lentes de sol, aquel día el sol brillaba y había un buen clima, pero él no iba acorde con el.
—Realmente lo son —contesto Jimin mirando los escaparates de las tiendas con los ojos muy abiertos, conmocionado—. ¿Como podría escoger algo? Todo es muy hermoso, pero apuesto que muy costoso —se semblante cambio, se desanimo y bajo el rostro—. No podría comprarlo, no tengo el suficiente dinero.
—Oye —el azabache se detuvo y tomó su brazo para que también se detuviera y le mirara—. Te dije que no te preocupes, yo lo pagaré.
—No dejare que lo hagas, Jungkook, no es correcto.
—¿Por qué? Tómalo como un regalo nada más, como si te regalara unas rosas o el oso de peluche —sonrió.
Jimin se entristeció más al recordar lo que Yoongi le había hecho a ese oso de peluche.
—Me apena, no quiero ser una carga, suficiente lo he sido ya, y menos cuando Yoongi te hablo de esa manera ayer —suspiro con pesadez—. Olvídalo vámonos, puedo comprar algo más barato.
Jeon sujeto su mano antes de que se devolviera al estacionamiento donde dejaron el auto.
—Jimin, no te preocupes —replicó buscando su mirada mientras le mostraba una cálida sonrisa para brindarle confianza—. No eres ninguna carga, y lo de tu novio me importa un bledo, me he enfrentado a peores idiotas, el es... es como un gatito.
El chico rubio río en voz baja.
—Vamos, hay que buscar algo lindo y vayamos a comer algo delicioso ¿quieres?.
De forma repentina, Jimin entrelazó sus dedos y sostuvo su mano una leve fuerza, mientras lo miraban con una sonrisa haciendo desaparecer sus pequeños ojos.
—Si, está bien.
La ardua búsqueda comenzó, observaron algunas tiendas y algunas entraron, saliendo después de allí con las manos vacías y así sucesivamente, ahí descubrió Jungkook que al parecer Jimin era alguien indeciso y un poco caprichoso. Las horas pasaron sin encontrar aún un atuendo perfecto, simplemente la ropa que se probaba no gritaba encantador, sexy y lindo, que era lo que era Jimin.
Entraron a otra tienda, esta tenía una paleta de colores muy marcados, tonos pasteles y en su mayoría claros. El rubio chico observó todo como siempre, tomó algunas por no decir muchas prendas y se las llevó a los vestidores y ahí comenzó toda una pasarela.
Jungkook tomó asiento en una de los sofás que había allí y Jimin comenzó a probarse todo para una vez salir y mostrárselo al pintor de cabello negro quien siempre decía sinceramente que se le veía hermoso, porque era verdad, todo le quedaba bien, pero simplemente no convencía a Jimin.
Hasta que salió del vestidor con un conjunto de dos piezas simplemente hermoso, este constaba de unos pantalones blancos de vestir y una camisa abotonada del mismo color, con brillantes decorando la zona del pecho y el cuello y las mangas pomposas y sueltas, era simple pero la hermosura de Jimin lo hacía brillar.
Jungkook estaba anonadado, su rostro era como si estuviera viendo a un ángel, sorprendido pero encantado. Su corazón comenzó a latir con fuerza, golpeando su pecho como si intentara escapar y entregarse al rubio hermoso frente a él.
—Ya di algo, ¿qué te parece?, a mi me gusta pero si es muy simple puedo...
—No no no —rápidamente dijo Jungkook—. Es perfecto, te ves realmente encantador —aclaro su garganta y sonrío—. Jimin te ves... te ves como un completo ángel.
—¿De verdad? —los mofletes de Jimin se pusieron rojos, este los cubrió con vergüenza—. Por dios, no puedo creerlo me puse rojo, lo siento, yo iré a quitármelo, ¿entonces nos lo llevamos? Si lo haremos, ya ya me voy —se dio la vuelta y regreso al vestidor.
Su corazón también estaba latiendo con fuerza, sintió una sensación de hormigueo recorrerle todo el cuerpo, y eso a lo que llaman mariposas en el estómago, ¿acaso el... se estaba enamorado?.
[...]
—Entonces ese día mi abuelo casi se arranca el cuero cabelludo —menciono el rubio mientras reír sin parar haciendo reír también al pintor—. Y Tae simple decía, Life goes on mientras se comía el panecillo —continuó riendo, luego se calmó y limpió la lágrima que soltó de tanta risa.
—Woah, ahora de verdad quiero conocer a ese tal Taehyung, parece un chico bastante simpático.
—Lo es, es un buen chico, siempre se la pasa haciendo travesuras en el pueblo y me trae dulces de ves en cuando a la cafetería, y cuando estoy triste hace caras raras para hacerme reír —suspiro con melancolía—. Lo extraño, Taehyung es mi mejor amigo, el que siempre ha estado ahí, incluso antes de Yoongi.
—Te entiendo, mi mejor amigo Jin es igual, aunque siempre me trata como un niño solo por que es mayor que yo, pero el también se ha estado allí, incluso desde antes de que me convirtiera en quien soy hoy en día, el me apoyaba y creía en mi talento, él también es importante, el es mi única familia.
Ambos parecía que iban a llorar así que se tomaron delicadamente de las manos y se sonrieron mutuamente.
—Quiero que conozcas a Jin, seguro se llevarán muy bien.
—Si, me encantaría. Y yo quiero que visites mi pueblo, seguro te encantará.
—Seguro que si, si sus habitantes son así de hermoso y carismáticos así como tú y Taehyung, dejando de otro lado al gatito enojado —Park río—. Seguro tú pueblo es bellísimo.
—Lo es, por favor visítalo en el futuro ¿si?.
—Sin dudas lo haré.
Se miraron fijamente entrado en una burbuja donde solo ellos existían y todos los demás desaparecían, rodeados con una aura romántica y tranquila, pero de pronto un trueno reventó esa burbuja arruinando todo, luego miraron a la ventana que tenían a un lado fijándose que había comenzado a llover bastante fuerte.
—No pensé que lloviera, el clima estaba tan cálido —menciono Jimin.
—A mi parecer, incluso en un clima frío puedes encontrar la calidez.
—¿Como? —frunció el ceño.
—Por ejemplo, yo no siento lo frío de la lluvia, y es por que en este momento estoy tomando tu mano, y te estoy mirando, y me encanta estar contigo.
—Jungkook, por favor —sonrió de manera apenada llevando su otra mano a su rostro.
—¿Estás pidiendo que me detenga o que continúe? Porque puedo seguir halagándote el resto de la noche —Jungkook miró sus labios y luego sus ojos.
Jimin hizo igual.
—Me gusta, pero...
—¿Pero que?.
Comenzaron a acercar lentamente sus rostros, mientras continuaban viéndose los labios.
—Pero estoy nervioso.
—Yo también.
Y cuando estaban apunto de juntar sus labios, igual que un rayo Yoongi aprecio frente a ellos todo empapado y emanando una aura horrible que terminó con su mágico momento.
Ellos rápidamente se separaron y se soltaron de las manos.
—Yo-Yoongi ¿qué haces aquí? —preguntó Jimin desviando la mirada de Jeon.
—Vengo por ti, vámonos —bruscamente el pálido tomó el brazo de su novio con fuerza y lo jalo.
—¡Déjame ir! ¡Me estás lastimado! ¡Yoongi suéltame! —protestó el rubio, todos los demás comensales se desconcertaron por la escena.
—¡Oye! ¿Que no escuchas? Te estás pidiendo que lo sueltes, por favor, porque de lo contrario haré yo que lo sueltes —Jungkook se levantó de su lugar, hablando como todo un caballero protegiendo a su princesa.
Y si, el ofni q llevará jimin es este iconic, por si alguien se lo preguntaba.
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