11. Sangre, traicion y lagrimas.
Cuando la sangre resbaló por el mango del cuchillo tocó los dedos de Jimin, este rápidamente reaccionó al sentir el líquido carmesí y soltó el cubierto asustando y sorprendido. Jungkook lo mantuvo encerrado en su mano, soltó un quejido de dolor al sentir arder la zona.
—Aggh, mierda duele —abrió su mano y dejó caer el objeto corta punzante.
Su sangre fluía abundantemente, la cortada era profunda y grande. El causante de esto veloz se acercó a él para auxiliarlo temeroso.
—Por dios, lo siento tanto, no sé en que estaba pensando —tomó la mano del pelinegro con delicadeza y saco del bolsillo de su pantalón un pañuelo de tela suave y blanca la cual colocó he hizo presión en la herida para que no continuara derramando sangre—. De verdad lo lamento ¿tienes un botiquín de primeros auxilios? Agh soy un tonto, déjame arreglarlo, te recompensaré yo...
—Oye, mírame —le llamo, sus miradas conectaron en ese instante—. Esta bien, fue un accidente, estabas asustado, cualquiera en tu posición se habría defendido —le sonrió cálidamente tranquilizando.
Jimin trago saliva y se calmó.
—Yo... —bajo el rostro apenado—. Lo siento de verdad —hizo una corta reverencia pero el azabache lo detuvo, este le miro sin entender.
—No reverencies, no hace falta —continuó mirándole con esa sonrisa.
—¡Jungkook mierda! —una voz se incorporó, ambos chicos en la sala voltearon a ver a la persona quien se acercó alarmado—. Estas sangrando joder, ¿qué te sucedió? —Seokjin miró al otro sujeto y dio un brinco asustado—. ¡Tu! ¡El! ¡El es...! ¡Existes!.
Jimin frunció el ceño sin comprender.
—Hyung por favor deja de gritar, mierda —bufo Jeon—. Dile a alguien que traiga el botiquín, después hablaremos, ahora como puedes ver me estoy desangrando.
—Pero... okay iré por el botiquín, no te mueras. —retrocedido aún mirando al chico rubio, luego rápidamente regresó con el botiquín y continuó mirándolo —. Toma toma, quiero preguntarte muchas cosas ¿co...?
—Ahora no hyung —lo interrumpió el azabache lanzándole una mirada como diciéndole que se callara—. Que preguntas ni que nada, vete ahora después te veo en el estudio.
—Pero...
—Pero nada, voy a estar ocupado y tú también, vete a trabajar sanguijuela.
—¿A quien llamas sanguijuela? Dientes de conejo —se ofendió y se cruzó de brazos—. Me voy, pero quiero muchas respuestas cuando nos veamos.
—Así será ahora largo.
—Adiós niño de ensueño, fue un gusto conocerte —le dijo al rubio.
—¡Jin! —sentenció el pelinegro.
—Ya ya me voy, adiós —y así lo hizo camino hacia la puerta y se fue.
—A-Adiós... también fue un gusto —Jimin habló realmente confundido, pero pronto regresó al problema de la mano de Jungkook—. Arreglemos esto, pásame el botiquín.
Ambos tomaron asiento en el sofá, Park abrió el botiquín, sacó gasas, una venda, agua oxigenada y algodón, entonces comenzó a curarlo despacio y con suma delicadeza.
—¿Es amigo tuyo? —le preguntó colocando agua oxigenada en su herida con algodón, el azabache se quejó con dolor—. Lo siento.
—No te preocupes, si si es mi amigo, su nombre es Kim Seokjin y lamento que haya reaccionado de esa manera contigo, no pienses que es raro, es un poco pero la mayoría de veces puede ser normal —lo hizo reír, y para él fue melodioso escuchar su delicada risilla—. Tienes un lindo tono de voz, me resulta adorable. —le dijo.
El chico rubio lo miro con los ojos abiertos un poco de más, y leve rubio en sus mejillas.
—Gra-Gracias —dijo y llevó su mirada nuevamente a la curación—. No me pareció extraño, simplemente... bueno si fue extraño —río de nuevo nervioso.
—Lo siento —finalmente termino de curar su mano, le colocó una gasa encima de la herida y envolvió su mano en una venda encargándose de ajustarla correctamente—. ¿Está listo?.
—Listo —Jimin suspiro ligeramente—. Bueno, amm ahora me gustaría saber ¿qué hago aquí?.
—¿Realmente quieres que te lo diga?
La pregunta hizo palpitar rápidamente el corazón del rubio, pues sabía el porque aunque no con mucha exactitud, pero una parte sí.
—Solo dímelo —desvío la mirada y exhalo.
—Pero con un café y algo para desayunar ¿tienes hambre? Desayunemos algo, así cobraré mi recompensa por esto —alzó su mano herida.
—Dijiste que no debía preocuparme —protestó.
El pintor encogió lo hombros.
—Tengo derecho a cambiar de opinión, casi apuñalas a mi empleado y por poco agujeras mi mano así que...
—¡Ya ya! —lo interrumpió y se levantó—. Esta bien, desayunemos.
—Tu pregunta fue ¿qué es lo qué haces conmigo? ¿Cierto? —cuestionó Jeon embarrando un poco de miel en su tostada.
Park asintió sorbiendo un trago de su vainilla late.
—Si no es mucha molestia.
—Bien, pues ¿como decirlo? —carraspeó—. Tu novio se tomó muy enserio lo de la propuesta que le hice aquel día, y como puedes ver la acepto, y es por eso que ahora estamos aquí desayunando, te prometo que pasarás un hermoso día —le sonrío y luego mordió su tostada.
—El... —se quedó helado—. ¿El me vendió?
—Bueno si lo dices de esa manera....
—El de verdad me vendió, realmente lo hizo —su respiración se agitó y sus ojos picaron—. No puede ser ¿por que lo hizo?.
—No te preocupes, tendrás todas las comodidades que necesites, haremos muchas cosas que te gusten, y nada que no escojas sucederá, palabra de... —escucho unos sollozos, el rubio estaba llorando esto lo desalentó un poco, pero de alguna manera se veía tan delicado—. ¿Estas bien Jimin?.
—Yo no lo entiendo... es decir si lo entiendo —limpio las lágrimas con su mano pero estas continuaron derramémose—. Tuvimos una gran discusión, el me dijo cosas horribles incluso me tomó del cuello y...
Jeon frunció las cejas ante esto, no le gustó, es más se enojo con tan sólo imaginarlo.
—¿Te hizo daño de alguna manera? —preguntó y su silencio se lo confirmó—. El se veía bastante tranquilo nunca hubiera imaginado que fuera ese tipo de persona.
—No lo es... no lo era... —sollozó—. Solo me pone triste que se haya convertido en una persona que no es o tal vez... no el no es así, esto debe ser un error —se levantó dispuesto a irse pero rápidamente Jungkook se levanto también y lo detuvo.
—Espera —tomó su mano—. Entiendo que en este momento te sientas mal, incluso denigrado, pero aveces las personas son decepcionantes y no te debes de aferrar a una idealización... —lo miro fíjame—. No te vayas.
Algo le gritaba también a Jimin que no se fuera, que se quedara con el, pero... no podía hacerlo aunque debiera.
—Esto es un error, seguramente el...
—El te vendió Jimin —espetó, y el corazón de Park se rompió—. Lo siento por decírtelo de esta manera, pero quiero abrir tus ojos, aunque no le quito ningún mérito después de todo tú lo conoces mejor que yo, pero por esto y por lo demás quiere decir que ya no lo conoces tan bien ¿o si?.
—No eso no es cierto, el no lo hizo, el... —sus ojo se llenaron de lágrimas las cuales pronto se derramaron en una gran cantidad, por suerte la cafetería estaba sola, incluso no había paparazzis—. ¿Por qué? Yoongi era tan bueno, él me prometió que cuidaría de mi ¿que fue lo que le sucedió?.
Quería unos brazos para apoyarse, un hombro en el cual llorar, esa vez no estaba Yoongi frente a él, sino un extraño no tan extraño, el chico que aparece en sus sueños sin saber aún el porque, y ahora se encuentra frente a él, podía llegar a ser raro, pero simplemente lo hizo, lo abrazo y lloro en su hombro, el otro se sorprendió al principio, pero luego lo abrazo y sintió algo mágico en todo su cuerpo.
Ese abrazo se sentía tan familiar, podrían a ver jurado que ya conocían ese pequeño cuerpo cálido que les brindaba tanta paz con tan solo ese contacto, aunque ¿como podía ser así? Apenas se acababan de conocer en persona.
—¿Aún quieres irte? —le pregunto cuando sintió que su llanto disipó.
—Puedo quedarme un rato más...
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