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9. ¿Y si deseara algo así?

Lean las notas finales. Son importantes.

* * *

[El día del abrazo]

POV ALEC

—Tengo veintitrés, pero soy más que capaz –le había respondido, completamente molesto–. He terminado mi carrera universitaria y estoy más que capacitado para dar clases. Tal vez no soy el mejor profesor ahora, pero seré cada vez mejor en lo que hago. No puedo aprender si no me dan la oportunidad y...

Y estaba sonando cada vez más desesperado, herido y necesitado en vez de molesto y ofendido como pretendía.

¿Y es qué como se atrevía él, precisamente él que no sabe absolutamente nada de mí, a juzgarme así?

Y lo más importante: ¿por qué rayos me importa?

Y entonces él simplemente encuentra las palabras que tocan mi corazón, mientras su mano lo hace con mi brazo, hombro, mejilla... Mi rostro se calienta y realmente no me importa, porque es el frío de mi alma lo que está alejando justo ahora.

—No lo decía por eso. Por supuesto que eres capaz y no lo dudo, cariño –mis labios se fruncen ante el mote cariñoso, no puedo evitarlo, pero él no se retracta–. Debes ser muy bueno en ello y es obvio que te preocupas por tu trabajo, siempre te veo repasando tus notas... Simplemente me sorprendió que seas tan joven. ¡Ni siquiera aparentas esos veintitrés!

Y yo no había podido evitar la sonrisa que tiró con fuerza de mis labios. ¿De verdad lo decía sólo por eso? ¿No me creía incapaz, sino que le sorprendía por mi edad?

Estábamos tan cerca que podía ver –incluso si yo no sabía de ello– los varios tonos de sombras brillantes que cubrían sus párpados, mezclándose y contrastando unos con otros, manchando su piel de caramelo con brillos que escapaban solitarios y se quedaban por ahí regados. Pero, Dios, lo que realmente me encantó fue el brillo natural en sus ojos. Eran verdes, color esperanza, pero también eran de oro. Eran diferentes, eran perfectos. Y me sonreían con sinceridad sin necesidad de verlo en sus labios.

Sentí que me quedaba sin aliento.

Magnus.

Las palabras estaban atascadas en mi garganta. Lo que tal vez era bueno, porque no tenía ni idea qué locura podría haber dicho.

Y entonces Max estornudó. Lo que, a su vez, lo hizo saltar asustado.

Los ojos de Magnus sonrieron un poco más, las comisuras de ellos arrugandose, antes de que su mano –que no había notado seguía ahí– dejara mi mejilla para acariciar la de mi hijo.

—Aaww, ¿te asustaste, cariño?

Y ahí está de nuevo esa palabra, "Cariño", ¿por qué no parece falsa o sarcástica con él? ¿Por qué Magnus pareciera realmente sentirla aunque no nos conoce?

Max hace pucheros, sus ojos llenos de lágrimas. Muevo mi pierna, tratando de arrullarlo, mientras lo abrazo con más fuerza. Incluso si no fue más que un susto algo bobo, no me gusta ver a mi bebé sufrir.

Pero entonces Magnus saca un paño brillante, de varios colores, con el cual limpia las mejillas y ojos de Max, susurrando palabras cariñosas a la vez, con ese tono que usuarios usamos para los bebés. Max se recupera al instante, tratando ya de quitarle a Magnus su paño.

Tendrá suerte si lo recupera algún día.

Magnus se ríe cuando por fin logra atraparlo. Ambos me miran, la sonrisa de mi hijo brilla tanto como sus ojos, agita el paño hacia mí, como si me lo ofreciera –o presumiera–.

Magnus me guiña y me sonríe.

Quiero regresarle la sonrisa y sólo entonces me doy cuenta que ya lo hago, ya estoy sonriendo. Tanto que mis mejillas duelen cuando intento hacerlo más.

Antes de que diga cualquier cosa, mi celular suena. Lo que me hace saltar en mi lugar. Dios, no me sorprende que Max sea así.

Las fichas que había estado estudiando salen volando y no puedo evitar mirarlas con horror. No puedo sostener a Max, asegurar su pañalera y mi portafolio, atnder la llamada y recuperarlas, todo a la vez.

Magnus me pide a Max, sus manos hacia mí, o hacia él. E, inconscientemente, me echo para atrás y lo abrazó con más fuerza, no me importa si Max ya está luchando por ir hacia él.

No voy a dejar a mi hijo, lo único valioso en mi vida, con un desconocido. Ni siquiera él.

Pero entonces Magnus me hace ver que no es posible que huya con mi hijo pues el metro va lleno de gente y, además, vamos a mitad de dos estaciones, le es literalmente imposible escapar.

Aun así, con el pretexto de apoyarme en él, dejo una de mis manos en su rodilla mientras me agacho para recuperar mis fichas. Así me aseguro que no se mueva de su asiento.

Pero él ni siquiera lo intenta. Mirando a Max que ya está acurrucándose cómodamente en sus brazos, recostándose contra su pecho. Mi hijo no suele ser así, pero por alguna razón no sólo no llora o parece incómodo, sus ojitos ya están cerrándose cuando voltea hacia mí. ¿De verdad va a dormirse?

Sonrió a Magnus cuando él me mira también.

Estoy sobre mi rodilla, recogiendo la última ficha, cuando él me ofrece su mano, supongo que es para que le dé las fichas, pero me sorprende cuando no las toma, sino que envuelve mi muñeca y tira de mí, casi caigo sobre él y Max.

Lo miró desde arriba y él no aparta la mirada.

Y de repente ya no estoy escuchando lo que mi jefa dice.

Siempre fuimos sólo Max y yo. Los dos, lo único estable y seguro. Y siempre creí, o quise creer, que no deseaba nada más. No fue hasta ese momento, mirando los ojos verde dorado de Magnus, que me di cuenta que tal vez sí había algo y quizá, sólo quizá, había posibilidades de que pudiera suceder. Algún día.

Y es que ellos se ven tan bien juntos, Magnus y Max, que entiendo que, no porque lo dicten las normas sociales o las convenciones, sino porque ese siempre había sido mi sueño, realmente quiero una familia. Mi propia familia. Mi hijo, el hombre que llegue a amarnos
y yo.

¿Y si deseara algo así...con él?

¿Por qué estoy pensando todo esto debido a un desconocido?





CONTINUARÁ...

Y ahí estuvo el pov de Alec 😻 ¿Qué les pareció?

El siguiente el de Magnus ❤

No pidan todavía beso 🙈. Tengan en cuenta que llevan días de haberse visto la primera vez, ni siquiera es que se conozcan. Hay interés, obviamente, pero ambos son adultos y Alec –un padre de familia ya– no va a ir besando a cualquier desconocido. La vida no funciona así y mis historias tampoco, sé que muchas veces se desesperan por eso conmigo y cómo escribo y lo siento, pero no voy a cambiar ya a estas alturas, ya es mi estilo 🙈

Esta será una historia de un amor lento y lazos fuertes que se irán forjando con situaciones que ambos vivirán, a eso le refería al inicio con que sufrirán un poco. Realmente la historia nunca dejara de tener este estilo, pero habrá momentos difíciles que los harán precisamente unirse más, prometo que será para que ellos crezcan como personas, tal vez sí dolerá –mucho–, pero no va a hacerlos rendirse o separarse. Quizá éste es un gran spoiler, pero recuérdenlo después. Y la historia tendrá final feliz, lo digo desde ahora ❤. Realmente no será drama como tal, de hecho aunque sean momentos difíciles, no ahondaré tanto en ello, sino en cómo van a superarlo. Pero para eso falta mucho mucho, ustedes tranquilos 😌

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