Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.
(Miguel de Cervantes)

* * *

POV ALEC

—Max, no entiendo por qué estás tan inquieto hoy –mi hijo ya ni siquiera debería estar despierto. Cuando paso por el a la guardería, suele dormirse en mis brazos, pero no hoy.

¿Por qué hoy es diferente?

—Por favor, compórtate.

Pero Max ni siquiera me está viendo.

Sus ojos enormes están fijos en algo más.

—¿Está ocupado? –mi cara comienza a calentarse cuando la voz profunda y masculina me hace saltar.

—N-no –respondo sin mirarlo, recorriéndome en el asiento, tomando a Max con más fuerza mientras muevo la pañalera y el portafolios.

—Gracias –él se sienta a nuestro lado y yo intento, aunque parece imposible hoy, controlar a Max.

Él sigue retorciéndose en mis brazos como cuando ve a su tía Izzy. Sólo ella y Jace siguen en mi vida, ellos siguieron en contacto después de que me echaran de casa.

—¿Tienes hambre, Max? –lo siento en mi pierna derecha, alejándolo del chico a nuestro lado y él empieza a llorar.

POV MAX

“¡SÍ! ¡SÍ! ¡SÍIII! ¡SE SENTÓ JUNTO A MÍ, PAPÍ! ¡MÍRALO, SUS OJOS SON BONIYOS Y BRILLAN!”

Sus ojos tienen esas manchitas de colores sobre ellos y yo quiero pasar mis dedos por ellas.

Tía Izzy no me deja. Ella se ríe y me aleja siempre, "No, no, no, Max. Aleja tus manitas traviesas", pero seguro él sí me deja, ¿verdad?

Y sus manos. Sus uñas son de colores y brillan también. Y usa esos aros metálicos.

Quiero, quiero...

Estoy por alcanzarlo, él sólo me mira sonriendo, cuando papi me aleja rápidamente.

—¿Tienes hambre, Max?

Y no puedo evitarlo, lloro.

¿Por qué papi no entiende que no quiero leche?

POV MAGNUS

Aaww. Mi corazón se rompe un poco cuando sus labios, hace un momento sonrientes, comienzan a temblar en un puchero y casi al instante empienza el llanto.

Esos ojitos azules se llenan de lágrimas en unos segundos.

Y ni siquiera lo pienso. —Hey –aplaudo, mis pulseras chocan entre sí, y el llanto se detiene al instante.

Ya sabía que le gustaban mis pulseras porque había estado tratando de llegar a ellas.

—No llorar –muevo uno de mis dedos de un lado a otro y él, con ojos todavía llorosos, sigue el movimiento.

Y entonces, con esa facilidad que tienen los pequeños de cambiar de humor en un instante, suelta una risita y salta de nuevo en los brazos de su padre, otra vez intentando llegar a mí...o a mis pulseras.

—Max, por favor –el padre lo reprende, puedo ver sus mejillas ruborizadas otra vez.

No sé cuál de los dos es más adorable. Si el bebé o su padre.

—No te preocupes, así son los...

Uh. Entonces él, el chico, el padre se gira y, oh Dios mío, ¿dije adorable?

Este chico es perfecto.

Su piel cremosa y pálida, con esas manchitas rojas en sus mejillas, largas pestañas oscuras como su cabello y, oh combinación perfecta, ojos azules.

Y ahora veo de dónde los heredó el pequeño monstruo inquieto.

Y sólo así, sé que mis viajes en metro están lejos, muy lejos de haber terminado.

CONTINUARÁ...

Por fin se han visto ellos ❤🎉

¿Qué estará pensando Max? 😂

¿Y quieren POV Alec de este cruce de miradas? 😻