Él se rió, un pequeño sonido que podría escuchar siempre. Tal vez estaba un poco enamorado. Tal vez era mi magia reconociendo la suya, aunque no lo hubiera sabido en ese momento.
(T.J.K.)

[Cita familiar en el zoológico]

POV ALEC

—¡Te juro que el ama venir aquí! —siento la necesidad de asegurárselo, mientras miro algo molesto a los peces, ¿qué hay de malo con ellos?, ¿por qué hoy no emocionan tanto a Max?—. Le encanta el acuario... ¡Se vuelve loco con los colores y las luces! Siempre sale llorando y me rompe el corazón... —y tal vez hago un puchero al recordar a mi hijo sufriendo cada que tenemos que irnos.

Porque yo lo prometí, se lo prometí a ella. Cuidarlo siempre, con mi propia vida.

La risita de Magnus me sorprende y me saca de mis pensamientos. —De verdad... —insisto.

—Te creo —una de sus manos sube hacia mi rostro y su toque es tan suave, el contraste de sus anillos fríos contra mi mejilla ardiente me provoca un escalofrío, mi corazón salta y Dios, tengo que controlarme. Los ojos de Magnus, ya de por sí resplandecientes y únicos, brillan por las luces del lugar—, pero tal vez conmigo basta, ¿no?

—¿Q-qué? —lo tartamudeo, un poco porque no entiendo de qué habla y otro poco por la reacción que mi cuerpo tiene por su cercanía.

—Con mis brillos.

Una sonrisa se me escapa antes de que pueda evitarlo, muerdo mi labio cuando ya es demasiado tarde, la propia sonrisa de Magnus me lo dice, él ya lo ha notado. Su mano baja suavemente por mi rostro, hasta que su pulgar tira de mi labio para liberarlo de mis dientes, pero antes de diga cualquier cosa...

¡Max nos interrumpe con un grito!

POV MAX

—Mira, monstruo —Magnus me abraza fuerte, mientras me señala algo, hay muchos brillos y colores, lo noto aunque no aparto la vista de él.

Después papi aparece y nos asusta, hace que Magnus salte y yo con él. Papi está muy cerca de Magnus, mucho.

Y sigue diciéndole que yo amo este lugar y siempre salgo llorando... Y, bueno sí, pero es que los peces son muchos, de muchos colores, y hay muchas luces brillantes aquí, yo siempre pensé que esté era el lugar más perfecto de todos, aquí lleno de colores, en los brazos de papi; hoy creo que estaba equivocado, hay algo mejor y no necesitamos peces, pero sí a Magnus, ¿puedo estar en brazos de ambos?

Habría pensado que no, pero ahora que están tan cerca creo que podríamos... ¡Tal vez sí pueden abrazarme los dos!

"¡Papi, acércate más!"

Me muevo, sin separarme mucho de Magnus, tratando de llegar a papi.

Ambos me miran, pero ¡nooo!, ahora papi se alejó y Magnus ya no está tocando su carita roja.

¿Es que no me entienden?

POV MAGNUS

El grito de Max me detiene justo a tiempo, porque estaba por confesarle a Alexander cuánto quería besarlo.

Dejo caer mi mano para tomar en ambos brazos a Max que ahora parece más inquieto que hace un momento.

—Creo que quiere volver con papá —digo justo cuando Alexander pregunta "¿Qué pasa, amor?", y Dios, Alexander me vuelve loco, incluso en su momento como el mejor padre yo sólo puedo pensar en cuánto quiero esto, a ellos en mi vida incluso si parece una locura, y cómo me gustaría que Alexander me llame a mí así algún día: Amor.

Alexander me mira un brevísimo momento, su ceño ligeramente fruncido, antes de volver su mirada hacia Max. —¿Sí? Ven —él intenta tomar a su hijo de mis brazos, pero entonces Max comienza a llorar y se aferra a mí.

No entiendo nada y Alexander parece igual de frustrado.

Pero antes de que digamos nada, un guardia grosero y fuera de lugar aparece tras Alexander: —Disculpen, este lugar tiene una regla de silencio, por favor, callen al bebé o salgan.

La expresión de Alexander, que había saltado asustado por el hombre que no escuchó venir, se enfurece cuando parece a punto de voltear y golpearlo.

Lo detengo justo antes de eso, mi mano presionando su hombro y subiendo hacia su cuello y tras su nuca para atraerlo hacia mi y evitar una pelea innecesaria aquí. De cualquier manera Max no parecía tan feliz.

POV ALEC

Este maldito hombre, ¿cómo se atreve a hablar así de Max?

Usualmente no soy violento, pero por mi hijo...

Pero antes de que pueda responderle, Magnus me jala contra él, tengo que sostenerme de su brazo, rodeando en cierto modo a Max también para no lastimarlo.

—No se preocupe —Magnus mira más allá de mí, ajeno a cómo mi corazón parece haberse vuelto loco por estar tan cerca de él, me digo que es por la molestia que me ha provocado el guardia y no por la calidez de la mano de Magnus en mi nuca y por cómo su olor a sándalo es tan fuerte y embriagador en este momento—, ya nos íbamos.

—No es nada contra su hijo, pero...

Eso hace saltar mi corazón, miro hacia Magnus un poco en pánico, pero no me da tiempo de corregir al hombre idiota, él sólo dice: —No hay problema, ya nos íbamos.

El guardia se va, aunque no lo veo, no puedo dejar de mirar a Magnus sorprendido, estamos tan cerca ahora, una de mis manos en su brazo, cerca de su codo, la otra en un costado de mi hijo y la suya tras mi nuca, masajeando suavemente, enredándose en mis cabellos. Magnus me mira también, las pequeñas manchas doradas en sus ojos de un verde casi imposible, mágico, parecen destellar mientras simplemente me mira sin decir nada.

Algo ha cambiado justo en este momento. Lo sé, lo siento.

Tragó, o lo intento, a través del nudo en mi garganta, porque necesito que sepa cuánto agradezco lo que hace por Max, mi corazón late tan rápido y entonces una mano diminuta y tan conocida choca contra mi pecho. Sonrió, una ceja de Magnus se alza, pero entonces –oh sí, y lo esperaba– el grito feliz de Max se escucha y Magnus no sólo sonríe como yo, él se ríe y su mano me deja ir, un suspiro se me escapa mientras doy un paso hacia atrás, tratando de volver a respirar.

—¿Feliz otra vez, monstruo? ¿Quién te entiende? —arrulla a Max y entonces me mira y me hace una seña con su barbilla—. Vamos. Podemos encontrar un lugar mejor.

Ya lo encontré. Lo encontramos.

Creo que ahora entiendo un poco a Max.

* * *

Hola 🙆

Perdón el retraso, ¿valió la espera?

Ya estoy volviendo a actualizar, así que me verán por aquí y en mis otras historias en estos días 😌💙