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14. Antojos

Yo te confieso que no me arrepiento 
Y aunque estoy sufriendo, podría estar peor
Sabiendo que tus besos matan moriré de amor ❤🎶



Tres meses de embarazo y no, no era nada fácil. Alec no sabía cómo los demás podían con esto, ¿cómo Ella lo había hecho parecer tan fácil?

Era lunes y hoy empezaría su tercer semana de regreso al trabajo. Lo que tampoco –agrégalo a la lista– estaba siendo fácil. Sus alumnos siempre habían sido tan cariñosos, porque querían mucho a Alec, era su profesor favorito. Y a veces todavía se les olvidaba que debían tener cuidado, que Alec podía tener ataques de pánico si se acercaban demasiado o lo tocaban inesperadamente. Era horrible vivir así.

Alec acarició una última vez su vientre levemente abultado y salió de la cama con mucho cuidado, tratando de no golpear mi a Max ni a Magnus. No pudo evitar una sonrisa mientras recordaba la noche anterior y cómo es que terminaron así:




«Alec tenía abrazado con fuerza a Max. Estaba triste porque realmente extrañaba las muestras de cariño de sus alumnos, pero sobre todo de Magnus. Podía cerrar los ojos y recordar sus manos viajando suavemente por su cuerpo, esas caricias que siempre le erizaban la piel y lo dejaban sin aliento, la forma en que acunaba su rostro y lo besaba tan tan suave hasta fingir retirarse y sonreír cuando un Alec muy sonrojado buscaba por más...

Y Max estaba manoteando y quejándose porque obviamente quería libertad para jugar y no estar atrapado en los brazos de su padre –que ahora mismo se deshacía en pucheros–.

Magnus, que había estado dibujando quién sabe qué cosa sentado en el sofá, se levantó con una risita y se acercó a ellos. Y el corazón de Alec se disparó como siempre lo hacía; sus ojos azules se perdieron en los verde dorado de Magnus. Y esa sonrisa... Dios, esa sonrisa tenía a Alec totalmente distraído.

—¡Ay! —Alec se quejó cuando una de las manitas de Max lo golpeó en el ojo y siguió retorciéndose—. ¡Max! —le gritó no porque le hubiera dolido mucho, sino porque se movía tanto que temía que golpeara su vientre. Alec detuvo sus pies con una mano y Max empezó a llorar. Y luego Alec lloró porque...agh, malditas hormonas.

Magnus se detuvo sólo un par de segundos, ligeramente alarmado. Pero al instante reanudó su paso y fue hasta ellos, se dejó caer en la cama y dos pares de ojos azules llorosos lo miraron. Se sentó cerca de ellos y, cuando Max se lanzó a sus brazos, lo recibió sólo con uno; porque su otra mano fue, quizá por instinto, hacia la cadera de Alec. Acarició suavemente un lado de su cadera, frotando con cuidado, antes de sentir la piel caliente de su novio que miraba el movimiento como hipnotizado.

—No, no, no —Magnus apretó al pequeño contra su pecho—. No llores, Max. Papi no está enojado, pero debes ser cuidadoso. Recuerda que aquí dentro —y su mano se movió más hacia el centro, hacia el vientre de Alec— está tu hermanito o hermanita, aquí está nuestro bebé y tú debes cuidarlo, Monstruo. No pegar —su dedo se movió, negando y Max siguió el movimiento y luego balbuceó “¿Bebé?”

Magnus asintió, el comienzo de una sonrisa brilló en sus labios. —Nuestro bebé. ¿Quieres decirle "hola"? Vamos a saludarlo, pero sé cuidadoso —lo alzó con sus dos brazos, simulando un avión, cuando Max quiso lanzarse hacia su padre sin cuidado alguno. Alec los miró sonriente, pero extrañó el toque de Magnus—. Con cuidado —repitió Magnus, bajando a Max, ajeno al lío de emociones que provocó en Alec.

—¿Bebé? —Max se pegó al vientre de Alec, su naricita fría haciéndole cosquillas. Alec se retorció un poco, riéndose. Max sólo siguió hablándole a su bebé, porque Magnus había dicho que era de ellos. «Es mi bebé», pensó él tratando de llegar más profundo. ¡Quería tocar a su bebé! ¿Dónde estaba? ¿Podía él entrar a la pancita de Alec con el bebé y luego salir?

—¡Con cuidado! —dijo Alec, riendo, quitando las manitas de Max que presionaban no con fuerza para herirlo, pero sí para hacerle cosquillas.

Magnus se rio y quiso volver a su trabajo, pero sorpresivamente una mano de Alec lo detuvo. Envolvió su muñeca y luego lo soltó al instante, pero no antes de preguntar con un puchero: —¿Te quedas?

Magnus se atrevió a acariciar, apenas rozando, esos labios fruncidos. —Claro, cariño —y luego se dejó caer al lado de Max.

Y al final se habían dormido ahí ambos y Alec no tenía corazón para correr a ninguno, pero tampoco podía dormir en el sofá. Así que se acurrucaron juntos; y en realidad durmió bien, apretados, pero no hubo pesadillas.»



Tenía que tomar una ducha para ir al trabajo, pero primero lo importante...

—Uumm —gimió con fuerza, inhalando el aroma exquisito. Debía aprovechar ahora que Magnus dormía o le diría que no, de nuevo.

Se apresuró a prepararlo. Caliente y bien cargado y endulzado. Lo necesitaba para comenzar el día.

Pero apenas estaba por dar su primer trago cuando una mano se posó en su espalda baja. —Ten cuidado —le dijo Magnus cuando saltó y salpicó un poco. Le quitó la taza de humeante café y tomó un trago, gimiendo también cuando el sabor explotó dentro de él. Después lo miró sonriente y se alejó—. No puedes tomar café durante el embarazo, Alexander. Ya lo sabes.

Alec hizo un puchero. —Por favor. ¡Sólo un trago y ya!

Magnus lo miró, como si lo considerara. Luego alzó una ceja y negó. Tomó de nuevo.

Alec lloriqueó. Y luego se le ocurrió... —Por favor —repitió y cambió de táctica, recordaba perfectamente cómo Ella lo hacía salir de madrugada por cosas asquerosas sólo porque...—, ¡es un antojo!

—¿Qué?

Alec mordió sus labios nervioso y no lo miró, no se atrevió. —Tengo un antojo.

—¿Tu primero antojo? —y Magnus no sonaba enojado o incrédulo, sino ¿feliz?

Alec se atrevió a mirarlo por fin, debido a su tono, y cuando lo hizo no pudo evitar notar sus labios brillantes y húmedos por el café. Alec humedeció los suyos y asintió, acercándose lentamente a él. ¿Podría...?

—¿De qué tienes antojo? —Magnus preguntó animado, casi rebotando en las puntas de sus pies. Dejó la taza en la mesa, pero Alec no la miró siquiera. Seguía centrado en él.

¿Podría tomar ambos? ¿Su café en un beso de Magnus?

Por favor...













* ~ * ~ *

¡Hola a todos! ¿Creen que Alec está listo para un beso?

¿Qué les va pareciendo el rumbo de la historia? ¿Ya me perdonaron? 🙈

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