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1. El hombre brillante me mira, papi

¿Quién es Destiny?

¿Qué es el destino?



Todo comenzó un lunes por la mañana, en el metro de la ciudad...

POV MAGNUS

El teléfono sonó. Gruñí, mi rostro enterrado en la almohada. Una de mis manos comenzó a tantear en el buró al lado de mi cama. Golpeó el despertador antes de llegar al teléfono, "Son las seis horas, cinco minutos", gruñí de nuevo.

¿En serio? ¿Las seis?

—¿Bueno? –no estoy muy seguro de que la persona al otro lado, quien quiera que fuera, me haya entendido. Ni siquiera yo reconocía mi voz a primera hora.

—¡Hey, Mags! –era Camille, mi secretaria, y sonaba tan animada que supuse que ella ya tenía café corriendo por sus venas.

¿Cómo puede alguien a las seis de la mañana sonar alegre?

Yo sólo quería morir o matar a alguien.

—¿Qué?

Camille no perdió su ánimo por mi respuesta cortante. Ella estaba acostumbrada. Era su trabajo.

—Voy hacia la empresa. Sólo quería recordarte que hoy llegan los inversionistas de Francia. Tienes que estar ahí para recibirlos y la posterior reunión. Me pediste recordártelo...

Su voz comenzó a apagarse conforme yo me iba quedando dormido de nuevo. Porque yo soy así. Si no salgo de la cama en cuanto despierto, si vuelvo a cerrar los ojos, inevitablemente voy a dormirme y llegar tarde.

—¡MAGNUS BANE, SAL DE LA CAMA AHORA MISMO O LLEGARÁS TARDE! –el grito de Camille me hizo saltar incluso cuando estaba acostado.

¿Como eso que dicen? Como cuando sueñas que caes y tu cuerpo se sobresalta –que en realidad, una de las posibles razones, es que te relajas tanto al dormir que tus signos vitales bajan hasta el punto en que tu cerebro cree que estás muriendo y te manda un estímulo para reavivarte–, así me sentí yo en ese momento.

—Ugh, Camille.

—No me gruñas y sal o no llegarás a tiempo y sólo tú puedes convencerlos de invertir en tu proyecto...

Hundí mi rostro una vez más en la almohada, apagando su voz un momento, sabiendo que ella tenía razón. Mi oído volvió justo a tiempo de escucharla decir alegremente "Y recuerda que no tienes auto. Sigue en reparación. Te veo en un rato, jefe".

Ella colgó y yo quería morir.



POV ALEC

"Voy a llegar tarde. Dios, definitivamente voy a llegar tarde."

Me sentía a punto de un ataque de pánico mientras hojeaba mis fichas del tema de clase regadas en mi pierna izquierda.

En la derecha está la razón de mi vida. El motivo por el que no me rindo. Ese pedacito de cielo. Mi hermoso bebé de cinco meses.

Max está sentado en mi pierna, envuelto en mantas que se vuelven un desastre cuando el despierta con un puchero y empieza a manotear por libertad. Sus manitas agitándose hasta que son libres y entonces los soniditos de gorgoteo triunfante llegan a mis oídos y me hacen sonreír. Siento como la presión de mi pecho se libera un poco y me permite respirar lo suficiente para tranquilizarme.

—Hola –esos enormes ojitos azules están fijos en mí. Él sonríe. Sus manitas chocan una con la otra y parecen asustarlo a él mismo porque se sobresalta antes de reír de nuevo cuando yo me rió.

—¿Ya despertó mi bebé?

Él, por supuesto, no responde. No con palabras. Él sólo ríe feliz.

Pero yo tengo que concentrarme, porque mi clase comienza en quince minutos y todavía no llego a mi parada y debo primero dejar a Max en la guardería y...

Tomó una profunda respiración. Mis ojos se cierran. Siento la mirada de mi hijo sobre mí, de repente en silencio, y es suficiente para abrirlos de nuevo y enfrentarme al mundo.

"Puedo hacer esto. Yo puedo. Por él y por mí."

Cuando los abro, él me está mirando. Sus ojos más abiertos incluso, hay una pequeña arruguita en su frente que besó hasta que desaparece.

Entonces guardo las fichas. Yo puedo dar esta clase, puedo hacerlo, soy capaz.

Tal vez tengo sólo veintitrés años y soy un recién graduado, seré el profesor más joven, pero puedo hacerlo.

Con el portafolio y la pañalera a mis pies, acomodo mejor a Max en mis brazos.

Hace algunos años se descubrió una anomalía en algunos de nosotros. Hombres y mujeres. Mujeres que fisiológicamente no están preparadas para ser madres pues, por alguna razón desconocida, sus cuerpos no cuentan con los órganos internos necesarios.

Y hombres, como yo, que sí lo hacemos.

Físicamente, en el exterior, nada es diferente. Yo soy un hombre, pero dentro de mí hay todo lo necesario para llevar en mi vientre a un bebé...

Max vuelve a reír e intenta atrapar mi rostro con sus manitas regordetas.

Afortunadamente yo soy uno de esos. Así nadie nunca sabrá que Max no es mi hijo. Así nadie sospechó que, cuando volví de mi año en un intercambio escolar antes de graduarme con un bebé en brazos, yo mentía.

Y él realmente se parece a mí, al menos lo suficiente para no levantar sospechas.

Mis padres me corrieron de casa y ha sido un desastre desde entonces, pero él lo vale. La familia no es sólo por sangre. Ahora lo sé. Aquellos de quienes llevó la suya me corrieron y este bebé que no lleva la mía está conmigo.

Cuando el hombre en el altavoz anuncia la siguiente parada, de nuevo acomodo a Max en un sólo brazo, me cuelgo la pañalera y tomo el portafolio justo a tiempo de salir cuando las puertas se abren. Choco con alguien, me disculpo, pero no tengo tiempo de mirar quién era.

De reojo sólo veo algo brillante y púrpura.



POV MAGNUS

Tengo que tomar el metro y lo odio. Tanta gente subiendo y bajando. Todos apretados cuando vamos de pie. Tener que correr para bajar o subir a tiempo...

Y lo odio más porque yo había tomado uno unas paradas atrás, pero hubo un problema técnico y tuvimos que bajar aquí y tomar otro.

Faltan menos de quince minutos para las siete. Nunca llegaré a tiempo.

Cuando las puertas se abren y, entre un montón de gente, me lanzó hacia adentro, soy golpeado por una suave y voluminosa pañalera.

Quiero gritar a la madre desconsiderada, pero no hay tiempo a menos que quiera quedarme atrapado entre este mar de gente.

—Disculpe –y su voz no debería haber disminuido mi enojo–. Lo siento...

Es un chico.

Él es empujado hacia afuera y yo hacia adentro. No veo más que su cabello oscuro y a un bebé de enormes ojos azules que se chupa un puño mientras su otra mano pareciera agitarse hacia mí, como diciendo adiós.

La gente que ha subido conmigo se lanza a buscar asientos libres y yo me quedó ahí como tonto, mirando al bebé, hasta que las puertas se cierran y avanzamos de nuevo.



POV MAX

Su ropa el de ese color bonito y tiene brillos.

Y sus ojos tienen esa línea oscura que tía Izzy usa a veces.

Él está jugando conmigo como cuando papi finge estar molesto.

Y yo quiero llamarlo para que venga con nosotros y juegue un poco más, pero él no viene, él se queda sólo ahí mirando mientras papi avanza más rápido.

Empiezo a moverme. "Espera, espera, papi. Él sigue ahí, no se bajó con nosotros."

—¡Max! –papi me grita y me abraza con más fuerza–. Quédate quieto, por favor.

"Pero es que él no viene, papi. Él tiene colores bonitos y me está mirando."

Entonces las puertas se cierran y papi está casi corriendo ahora.

—¡Por Dios, que vamos a llegar tarde, Max!





* * *

Un mpreg, ¿adivinan quién va a embarazarse?

Les advierto que van a sufrir 🙈 habrá momentos muy dulces con el pequeño Max :3 pero también van a llorar en algún momento 🙊💔

Y sí, habrá momentos narrados por Max 😻

Tal vez piensen que el título de la historia es debido al "destino" que los hizo chocar ese primer día, pero no 😅

No, Max no es su hijo biológico, se sabrá después su historia 🙈

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