Ven a mí, en horas de la noche, yo esperaré por ti. No puedo dormir, los pensamientos me devoran. Los pensamientos de ti me consumen... No puedo evitar amarte, incluso aunque lo intentara. No puedo dejar de quererte, sé que moriría sin ti. Quédate conmigo un poco más, yo esperaré por ti. Las sombras se arrastran, y quieren crecer más fuertes, más profundas que la verdad.

War Of Hearts — Ruelle

—Lexi, queremos agradecerte por todo lo que has hecho por todos nosotros —los chicos se acercaron a mí, Sirius fue el primero en hablar.

—Nos has demostrado que todo en la vida hay que hacerlo con alegría y con pasión —continuó Peter.

—Nos enseñaste que todas las personas tienen su lado bueno y su lado malo, pero eso no les hace malas personas, también que todos merecen ser felices a pesar de sus decisiones y nos enseñaste que la belleza siempre se encuentra en el interior —siguió Remus.

Ellos me sonreían con orgullo y yo solo estaba aguantando las ganas de llorar.

—Siempre estuviste allí para todo el mundo y a pesar de sus errores seguiste allí apoyándolos —hablo Regulus.

—Nosotras queremos agradecerte por todo lo que has hecho por todos nosotros, siempre estuviste allí para nosotras cuando más necesitábamos un hombro para llorar. Siempre estuviste allí para levantarnos a todos y ahora nos toca a nosotros devolvértelo porque te queremos y porque sin duda te mereces lo mejor del mundo —las chicas subieron y Marlene me sonrió después de decirme aquello.

—A pesar de nuestros errores o de nuestro pasado, estuviste allí salvándonos de cada tontería o de cada situación, gracias por dejarme ser parte de esta familia tan increíble —le sonreí a Lily.

—Lexi, todos aquí sabemos lo buenísima persona que eres, siempre has estado allí para ayudar a cualquiera, siempre has estado para cualquier alumno de primero para ayudarlo con alguna tarea o con la localización de alguna de sus clases... Nunca te importo llegar tarde si sabías que de ese modo podrías ayudar a los demás... Aunque a veces no me guste tu complejo de heroína porque no te importa si sales lastimada con tal de que la otra esté bien... Siempre estuviste allí para levantarnos, para alegrarnos, para curarnos las heridas a los cuatro —James señaló divertido con la cabeza a los demás merodeadores— Gracias por ser la mejor persona del mundo... Gracias por elegirme a mí como el amor de tu vida, te juro que mientras yo viva serás la mujer más feliz de este mundo. Siempre estaré allí para limpiarte las lágrimas, para golpear a cualquiera que se meta contigo, para respetar cada una de tus decisiones y sobre todo para amarte incondicionalmente... Porque eres en lo último que pienso cuando duermo y en lo primero en lo que pienso cuando me despierto... Gracias por levantarte casi todos los días a las cinco de la mañana para ir conmigo a los entrenamientos, gracias por todos esos momentos que hemos vivido juntos y por los que nos quedan... Llámame loco, pero desde hace mucho tiempo supe que tú serías el amor de mi vida, así que delante de todas estas personas y de nuestra fan número uno en nuestro shipp —James miró a Minnie— Iba por ti Minnie por si aún no caías —le sonrió y ella volteó los ojos divertida— Quiero preguntarte una cosa... ¿Te casarías conmigo Alexandra Stafford? —los chicos nos miraban con una sonrisa, las chicas, en cambio, estaban demasiado sorprendidas al igual que yo, porque noté sus tonos de sorpresa, al igual que todos los alumnos que nos miraban con una sonrisa y esperaban mi respuesta impacientes.

Miré a James y este se había arrodillado y tenía una Snitch dorada que al abrirla se encontraba un precioso anillo. No era nada extravagante y me gustaba porque era sencillo y tenía en medio un pequeño diamante.

Volví a dirigir mi vista hacia el amor de mi vida y las lágrimas que había retenido comenzaron a salir.

—Sí... Me casaré contigo James Potter —él había soltado un pequeño suspiro y todo el Gran Comedor se llenó de aplausos, de gritos y de confetti, pobre de Minerva.

James se levantó con una sonrisa y me coloco el anillo en el dedo anular izquierdo.

—Sé que somos jóvenes, sé que viene una guerra, pero lo único que tengo seguro es que tú eres el amor de mi vida y quiero estar contigo siempre.

—Te amo James Potter —él me agarró delicadamente la cara.

—Yo también te amo Alexandra Potter —unió nuestros labios en un dulce beso, mientras todo el Salón se oían los aplausos.

Al separarnos él me sonrió divertido.

—Te dije que pronto te pondría un anillo en ese dedo cielo —agarro mi mano y miró el anillo que adornaba mi dedo anular.

—No volveré a desconfiar de tu palabra señor Potter —le dije divertida.

Los chicos se acercaron a nosotros.

—Mis niños ya son mayores —Sirius se quitó una lágrima falsa y nos abrazó a los dos.

Remus se acercó a mí sonriente.

—Estoy muy feliz por Lexi —me abrazó—Gracias por todo Rems... Te quiero muchísimo —nos separamos.

—Lo sé, yo también te quiero mucho Lexi —Peter se acercó y me abrazó.

—Felicidades Lexi.

—Gracias Peter.

Luego las chicas, Regulus, Helena, Charlus y Kyle se acercaron y nos felicitaron, yo estaba muy feliz y nadie podría quitarme la sonrisa que tenía en mi cara.

Los demás alumnos también nos felicitaron y luego vimos como Dumbledore y la Profesora McGonagall se acercaban hacia nosotros sonrientes.

—Felicidades jóvenes.

—Gracias Profesor Dumbledore —James y yo le dijimos al unísono con una sonrisa.

—Espero estar invitado a la boda porque muchos profesores y la primera McGonagall esperaron con ansias esto.

—No se preocupe profesor, claro que estará invitado —James le sonrió y el profesor nos sonrió una última vez antes de irse y dejarnos con la profesora McGonagall.

—¿Lo tienes Minnie? —les miré confundida.

—Lo tengo todo, no te preocupes —le dijo con una sonrisa.

James dirigió su mirada hacia mí.

—Le pedí a la profesora que fotografiara y grabara el momento con una cámara muggle que compre, quiero que nuestros hijos vean nuestros momentos. Además, tengo guardadas muchas fotos nuestras y con los chicos y las guardé para que cuando seamos más adultos las veamos y recordemos nuestros momentos en Hogwarts.

A James no se le escapaba nada.

—Yo quiero algunas fotos señor Potter.

—No te preocupes Minnie, te daré todas las que quieras —abrazamos a la profesora McGonagall, ya que ella estaba a punto de llorar.

—Gracias por todo mamá —le dije con una sonrisa, ni me inmute cuando le dije mamá, pero ella, en cambio, se sorprendió porque algunas lágrimas salían de sus ojos mientras sonreía.

—No agradezcas por nada cielo, siempre estaré allí.

Después de todo, había sido la Navidad más increíble del mundo.

—¿Te parece bien irnos? —estaba feliz por este día, pero a cada rato algún alumno se acercaba para felicitarnos y aunque eso me hacía feliz también me ponía un poco nerviosa porque quería que todos se divirtieran, ya que para unos sería su último año en Hogwarts.

—Si —juntos salimos a escondidas de allí y él sacó el Mapa.

—¿En serio James? —le pregunté divertida.

—Nunca dije que fuéramos a nuestra Sala Común —me guiño un ojo y yo voltee los ojos divertida.

No sé en qué momento comencé a tirarle del brazo con una sonrisa y lo llevé a mi antigua habitación.

Cerré la puerta y la silencié con un hechizo, James me miró sorprendido, pero luego me regaló una sonrisa.

—Lexi...

—No hagas como si fuera la primera vez, estoy lista y estaré bien —él se acercó a mí y me beso, sin duda fue muy distinto a los anteriores, este fue el mejor. Al separarnos juntamos nuestras frentes.

—Te amo demasiado Alexandra Potter —me encantaba cuando decía mi nombre junto a su apellido, hacía que todo en mi interior comenzará a dar saltitos de emoción.

—Te amo James Potter.

Sin duda amaba a James Potter. 

Fue la mejor noche de mi vida, esa habitación fue testigo de todo el amor que sentíamos el uno al otro.

Ojalá toda la felicidad que sentía nunca se acabará.

No puedo evitar amarte, incluso aunque lo intentara. No puedo dejar de quererte, sé que moriría sin ti. No puedo dejar de estar mal en la oscuridad, porque estoy vencida en esta guerra de corazones. No puedo evitar querer que los océanos se dividan, porque estoy vencida en esta guerra de corazones.

War Of Hearts — Ruelle

NOTA DE AUTORA

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