Porque parece que él es bueno para ti y te hace sentir como debes hacerlo. Y todos tus amigos dicen, "él es el indicado". Su amor por ti es verdadero... Pero, ¿sabe él que me llamas cuando duermes? ¿O sabe él las fotos que guardas? ¿O sabe las razones por las que lloras? O dime, ¿sabe él dónde está tu corazón? ¿Dónde está realmente?

Moth To A Flame — Swedish House Mafia & The Weeknd

Escuché toda la historia, les creía, pero no podía volver con ellos. No podía arriesgar a nadie más así que debía alejarlos a todos, por su bien y si eso significaba poner su seguridad antes que la mía, lo haría una y mil veces.

—Os creo —todos suspiraron de alivio y a James le brillaron los ojos—. Pero no volveré con vosotros —sus expresiones cambiaron, mire a Sirius. No podía seguir con él si lo único que hacía era dañarlo, porque no lo amaba como a James. Sirius me importaba demasiado y sabía que llegaría alguien en su vida que lo amara de la misma manera—. Sirius, quiero romper contigo.

—Lexi...

—Lo siento Sirius —susurré viéndolo.

—Sabía que no me amabas, pero tenía la esperanza de qué... —tuve que frenarlo.

—No sigas Sirius. Te amo, pero el amor que siento por James es diferente, tú mismo lo sabías. Los dos sabíamos que esto en algún momento acabaría. Te amo, juro que lo hago, pero amo más a James —le dije con lágrimas en los ojos.

—No me amas Lex, no trates de hacerme sentir mejor —dijo él y yo solté un pequeño suspiro.

Hice una pequeña pausa y miré a todos.

—No, no voy a volver al grupo lo siento —dije yo firme. Era lo mejor para ellos, si me alejaba Voldemort no podría hacerles daño.

—No nos hagas esto Lexi —James intentó acercarse, pero negué con la cabeza y como pude me levanté de la cama.

—¡Lexi! Vuelve a la cama —me sentía mareada, pero no quería estar en la habitación porque sabía que lograrían convencerme. Su seguridad era lo importante, lo amaba tanto que prefería que estuviera a salvo a que muriera por mi culpa. No quería más muertes y menos por mi culpa.

—Necesito irme de aquí —sin previo aviso me desaparecí. Había llegado a mi habitación de Hogwarts, en ese momento era un lugar seguro, pero debía hablar con Dumbledore y McGonagall.

Me cambié con mis poderes y ahora tenía una sudadera con los colores de Gryffindor perteneciente a James y llevaba unos pantalones negros con unas botas de tacón de color rojo cereza.

Salí de allí y caminé rumbo al despacho de Dumbledore, necesitaba contárselo a alguien. Al llegar dije la contraseña y entré.

—Buenas noches señorita Stafford, pensé que seguiría en el hospital.

—Necesito un lugar para esconderme de todos, quiero hacerlo sola y no quiero que ellos salgan lastimados por eso necesito un lugar para esconderme porque sé que si me quedo con ellos, estarán en peligro.

—A veces es bueno recibir ayuda de las personas que te importan y estoy seguro de que ellos seguirán queriendo respuestas a tu comportamiento —no confiaba en él, sabía que tramaba algo, pero dejaría que siguiera con lo suyo. 

—No si no pueden encontrarme, solo necesito que me ayude a buscar un sitio en el colegio y fuera de él. Quiero salvarlos y si eso significa alejarme de ellos, lo haré sin dudarlo —sabía que él me diría cualquier cosa para no alejarlos de mi vida, pero él no sabía todo el peso que tenía bajo mis hombros, él no sabía que de mí dependían las vidas de las personas que más amaba.

—De acuerdo le ayudaré —salimos de su despacho y fuimos por los pasillos en silencio, no había rastro de nadie y sinceramente odiaba los pasillos a oscuras.

Llegamos a una torre que nunca había visto.

—Jamás había visto esta parte del castillo —menos mal que no aparecería en el Mapa, porque estaba muy segura de que utilizarían el Mapa para buscarme.

—Es un sitio que nadie emplea y supongo que eso es lo que necesitas, un lugar donde nadie te encuentre.

—Es perfecto, muchas gracias Profesor —él asintió con una sonrisa y se fue. Yo, en cambio, abrí la puerta y entré allí. Empecé con mi magia a decorar toda la habitación, sin duda estaba muy satisfecha con el resultado, era perfecta y ahora tocaba poner en marcha mi plan de esconderme de mis mejores amigos. También debía buscar ese libro, era lo único que podía darme todas las respuestas.

Las vacaciones habían acabado y con ello los alumnos volvían a Hogwarts a retomar sus estudios, yo en todas las vacaciones había trabajado en la búsqueda del libro, hable con Minnie sobre todo y ella me había ayudado demasiado. Incluso hablé con mi tío Jackson porque sabía que algunos de mi familia, por mucho que les alejara, ellos siempre me seguirían. 

Había pensado en hacer un ejército al igual que Voldemort lo estaba haciendo, no era un ejército exactamente, pero estaría bien hacer un grupo para detener a Voldemort, y no dejaría que la gente muriera. Además, sabía que era una buena causa porque estaríamos peleando por el bien del Mundo Mágico. 

Jackson estuvo de acuerdo conmigo y los dos decidimos planear bien todo, incluso lo había ayudado en varias estrategias para las Misiones y todas habían sido un éxito. Habían atrapado a muchos mortífagos gracias a mis ideas, según mi tío Jackson.

Incluso me contó que tenía un hijo que cursaría su primer año el año que viene, algo que me hacía demasiada ilusión porque sería divertido tenerlo y poder ayudarlo. Incluso hace días había conocido a un chico que estaba cursando su primer año, se llamaba Timothy Anderson.

Era un poco torpe, su pelo castaño desordenado, tenía los ojos marrones y llevaba gafas. Lo conocí cuando unos Slytherin se burlaban de él, así que lo defendí y desde entonces decidí que sería buena idea que estuviera conmigo en la habitación. Él solía dormir en mi cama, ya que yo no podía dormir.

Estaba caminando a un paso más rápido para no encontrarme con los chicos hasta que de repente choque con alguien.

—Lo siento —por un momento recordé cuando me había chocado con James, pero la voz era totalmente diferente.

Levante la mirada y me encontré con un chico bastante alto, rubio y con unos ojos verdes azulados preciosos.

—No te preocupes, también ha sido culpa mía —me ayudó a recoger mis libros y yo le agradecí con una sonrisa.

—Soy Kyle Amery —me tendió su mano con una sonrisa.

—Alexandra Stafford, pero me suelen decir Lexi —le correspondí el saludo, pero de pronto se escuchó un grito que reconocí demasiado bien.

—¡Lex! —me giré y vi como a lo lejos venían los chicos, así que mi instinto fue desaparecer de allí, pero no contaba con el agarre de Kyle.

—¿Por qué huías de ellos? —mierda él no tendría que estar aquí.

—No contaba contigo en mi plan de desaparecer.

—Bueno yo tampoco contaba con el plan de que me secuestrarías —me soltó divertido.

—Fue un impulso —no sabía qué hacer.

—Aunque me alegro de que lo hayas hecho —me giré para verlo y este tenía una sonrisa, sin duda era bonita.

—Bueno... Creo que deberías irte, pero por favor no digas nada a nadie de este sitio.

—Yo había pensado en que mejor me podrías contar por qué te escondes de Potter y de sus amigos, aunque tú también estás en el saco.

—Mi pregunta aquí es, ¿de dónde has salido? No te vi por los pasillos y por las clases —le dije un poco desconfiada.

—Bueno, yo soy de Gryffindor, pero como tú estás tan centrada en tus estudios y en tus amigos, no me has notado.

—¿Me espías? —él rápidamente se sonrojó y se puso nervioso.

—No —lo soltó rápidamente a lo que yo solté una pequeña carcajada.

—Pero tú ya sabes de mí, ¿verdad? —seguía manteniendo mi sonrisa.

—Técnicamente, sí y no sabía cómo acercarme a ti sin que tus amigos estuvieran allí como tus guardaespaldas.

—¿Y por eso era mejor chocarte conmigo? —le pregunté divertida.

—Puede que esa fuera la única opción que tuviera —tenía una enorme sonrisa que hizo que automáticamente yo también sonriera.

—Pues vaya opción tirarme al suelo —solté una pequeña risa.

—Horrible manera de acercarme a ti, lo sé —se rio.

—Bueno podrías mejorar eso.

—Lo mejoraré.

Después de eso estuvimos hablando varias horas y sinceramente me hizo bien tener un poco de compañía al fin y al cabo. Incluso me enteré de que a él le gustaba Lily, algo que no me lo esperaba para nada.

Sabes que te quiero, no es un secreto que trate de esconder y sé que me quieres, así que no sigas diciendo que tus manos están atadas. Dices que no está en las cartas y que el destino te está alejando y fuera de mi alcance. Pero estás en mi corazón, así que, ¿qué nos puede parar si decido que tú eres mi destino? ¿Y si reescribimos las estrellas? Di que fuiste hecha para ser mía. Nada nos puede separar, tú podrías ser el que estaba destinada a encontrar.

Rewrite The Stars — James Arthur & Anne-Marie

NOTA DE AUTORA

Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.

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