Es gracioso porque siempre he soñado con nosotros, ahora estamos aquí mirando a las estrellas. Rompiste mi corazón incluso cuando prometiste que no lo harías desde el principio, pero supongo que solo podemos llegar hasta ahora. Porque el tiempo no estaba de nuestro lado, esto no es un "Adiós" es un simple "Hasta Luego". 

See You Later — Jenna Raine

Alexandra Stafford

No sabía cuánto tiempo llevaba aquí, pero me gustaba estar aquí. Mis dones cada vez los llevaba mejor y para haberlos descubierto hace poco, todos quedaron sorprendidos por el manejo que tenía con ellos.

Ahora mismo estaba practicando mis dones cuando una voz me interrumpió.

—¿En serio? —muy pocas veces mis padres me decían eso, pero escucharlo de mi ancestro era algo nuevo.

—Si, la verdad es que estoy muy orgulloso de que seas mi descendiente... Es más, Salazar te quiere a ti como su descendiente —solté una pequeña risa.

—Gracias, pero no —los dos soltamos una carcajada.

—Bueno, creo que ya es el momento de que elijas... Si te quedas o te vas querida —de pronto una voz lejana nos interrumpió.

—¡Tia Lexi! Soy Aileen —era una voz muy dulce y de niña pequeña.

—Cariño con cuidado, ella ahora está dormida —se oyó otra voz de una mujer esta vez.

—¿Tú también lo oyes?

—Sí, esas personas querida son tu familia... Mira yo no tengo el derecho de decírtelo, pero lo haré.

—Bien —él suspiró.

—Tú conoces a Amelia, ¿verdad? —asentí, me acuerdo de todas las veces que ella había rechazado a mi hermano, hasta que en Séptimo lo acepto— Bueno, pues tu hermano se la llevó con él a América y de allí nació tu sobrina Aileen, es una niña de dos años mas o menos, es muy traviesa y muy parecida a ti.

Espera, ¿mi hermano tenía una hija? ¿Por qué no me lo contó?

—Pero, ¿por qué no me lo dijo?

—Quería protegerlas, al igual que quería protegerte a ti —un poco de sentido tenía, yo hubiera hecho lo mismo.

—Tiene sentido, eso de ser tía es genial... Espero que Matthew tiemble porque esa niña será la favorita de la tía y la va a malcriar demasiado —él sonrió.

—Ya creo que lo harás... Entonces, ¿ya has decidido?

—Sí, volveré allí, lucharé por ellos, lucharé por mi madre y mi hermana... Lucharé por mí... No voy a dejar que Voldemort se haga con la suya —él me sonrió.

—Esa es mi descendiente, no olvides que estoy muy orgulloso de ti... Así que ve allí y golpea todos los traseros que puedas y demuéstrales de lo que eres capaz.

—Gracias Godric.

—No agradezcas querida... Siempre será un placer ayudarte —me acerque a él y le abrace muy fuerte, al principio él no me correspondió seguramente porque estaba sorprendido, pero después me devolvió el abrazo con la misma intensidad.

—Echaré de menos todo esto.

—No te preocupes, en algún que otro sueño tuyo entraremos y seguiremos ayudándote en todo lo que necesites.

—¿Vas a cuidarme?

—Siempre, un momento. Antes de que te vayas hay dos personas a las que les gustaría verte —confundida lo mire y me gire para encontrarme a Elizabeth y a mi madre acercándose con una sonrisa. Lizzie al verme corrió hacia mí y me abrazo muy fuerte.

—Lizzie —susurré abrazándola mas fuerte.

—Estoy bien Lex, gracias por ser la mejor hermana del mundo. Nunca te lo dije o al menos no tanto como me gustaría, pero estoy muy orgullosa de ser tu hermana. Desde que tengo uso de razón siempre supe que quería ser como tú de mayor y me alegra saber que estás bien —la mire con lágrimas en los ojos.

—Te quiero demasiado —susurré.

—Yo también —miré a mi madre que tenía lágrimas en los ojos. Me acerqué a ella y me abrazo muy fuerte mientras rompía en llanto al igual que yo.

—Lo siento tanto mi vida, por todo. Sé que he sido la peor madre, pero no me arrepiento de haber dado mi vida por ti tesoro, lo haría una y mil veces más. Estoy muy orgullosa de ti y por favor espero que algún día me perdones por todo, aunque sé muy bien que no me lo merezco.

—Te perdoné hace tiempo mamá, nunca podría odiarte — susurré.

—Te amo tesoro y quiero que te cuides mucho princesa —asentí y nos separamos.

—Ya estás lista —asentí a la afirmación de Godric.

Al abrir los ojos tuve que cerrarlos de nuevo porque la luz me incomodaba.

—¡Mamá! Tía Lexi ha despertado —volví a escuchar esa voz y abrí de nuevo los ojos para acostumbrarme.

Estaba en una habitación en San Mungo y Aileen estaba a mi lado derecho sonriéndome mientras me agarraba de la mano.

—Hola, pequeña —ya con solo mirarla sabía que ella sería muy importante para mí y la protegería de todo lo malo.

—¡Tía Lexi! —me incorporé un poco y la ayudé a subirse a la cama.

—Oh Dios Lex, estás despierta... Aileen con cuidado no le hagas daño —Amelia le dijo preocupada mientras se acercaba para agarrar a Aileen un poco, pero estaba bien.

—Amelia estoy bien no te preocupes —le regalé una sonrisa mientras abrazaba a la pequeña Aileen.

—Dios, tengo que avisar a tus hermanos... Tengo que avisar a todos —sin más salió de la habitación dejándome con la pequeña.

—Así que tú eres la preciosa Aileen, eres muy guapa —ella soltó una pequeña carcajada.

—Tú también eres muy guapa tía.

—Dios, estoy muy feliz de conocerte, ahora ya no podré separarme de ti —ella volvió a soltar una dulce carcajada mientras me abrazaba más fuerte.

De pronto la madre de Mary entró con una sonrisa.

—Menos mal que has despertado, todo el mundo estuvo muy preocupado por ti —empezó a controlar que todo estuviera bien.

—¿Cuánto tiempo llevo así?

—Casi cuatro días cariño... Pensamos que no podrías continuar, pero menos mal que has sido muy fuerte y has salido de esta... ¿Quieres que pase la gente que está fuera? —pero, ¿cuánta podía haber?

—Sí.

—Menos mal que tu habitación es enorme —soltó una carcajada mientras salía de la habitación.

Después de unos minutos un montón de gente entró a mi cuarto.

Mi padre, mis hermanos, Amelia, Marlene, Mary, los padres de James, Dorcas, Remus, Sirius, Peter, los padres de Remus, Severus, Regulus, Helena, Charlus, Mia, Lily y por último James con golpes en la cara, ¿qué le había pasado? Tenía muy mal aspecto sin duda.

Mi cara cambió al verlos a los dos.

—Me gustaría que Evans y Potter se fueran de aquí —les dije con toda la seriedad que pude.

Seguía amándolo como una estúpida y él estaba con ella.

—Lexi, déjanos explicarte —James intentó acercarse.

—Aléjate —él paró y volvió a su lugar con la cabeza baja al igual que Lily.

Sirius y Remus se acercaron a mí, Amelia también se acercó para coger un momento a Aileen.

—Cariño deja que todo el mundo la abrace y luego podrás estar de nuevo con ella —le dijo cuando la pequeña empezó a hacer morritos, queriendo llorar.

Sirius y Remus acortaron la distancia y me abrazaron muy fuerte. Por Merlín, los había echado de menos.

—Menos mal que estás bien —hablo primero Remus.

—Si te preguntas por qué ese miope está golpeado es porque lo pegue yo cuando descubrí lo que hizo y digamos que hace unos días él golpeó a Lucius, incluso lo dejó inconsciente —hablo esta vez Sirius.

—¿En serio?

—Sí.

—Por favor deja que te explique James todo —Remus me habló y yo al principio dudé de hacerlo, pero no podía ser tan mala.

—Vale.

Dime cuando es el momento de regresar, tal vez cuando tu vida esté en proceso. Porque no tienes que dudar. Con suerte, no es demasiado tarde, tienes suerte, soy paciente. Está bien si me haces esperar, tanto tiempo como estés aquí, estaré aquí. Incluso si pasen diez años.

See You Later — Jenna Raine

NOTA DE AUTORA

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