Incluso después de todo esto, soy resistente. Porque una princesa no llora, una princesa no llora. Sobre monstruos en la noche, no pierdas nuestro precioso tiempo, en los niños con ojos bonitos. Una princesa no llora, una princesa no llora. Ardiendo como un fuego, lo sientes todo por dentro, pero límpiate tus ojos llorosos. Porque las princesas no lloran.

Princess Don't Cry — AVIVA

No sabía con exactitud el tiempo que había estado en los brazos de William llorando, él también estaba llorando, pero no podía escucharlo seguramente lo hacía para que no me afectara más de lo debido, pero estaba rota.

Mi madre y mi hermana estaban a unos pasos nuestros sin vida, ya no tenían ese brillo en sus ojos, ya no estarían a mi lado.

Mi madre ya no estaría para aconsejarme cada vez que me surgiera una duda, ya no estaría allí para decirme que todo estaría bien, estaba sola y aunque ella había cometido errores, cambio para ser una madre ejemplar para nosotros. Mi pequeña hermana ya no volvería conmigo a Hogwarts, ya no estaría allí para pedirme algo, ella solo era una niña con muchísima vida por delante. No pude decirles que las amaba, no le pude decir a mi madre muchas cosas que tenía retenidas en mí.

Ellas no merecían morir, no deberían haber muerto de esta manera, debían seguir a mi lado y ya después cuando todas fuéramos abuelas, entonces la vida se encargaría de darnos un buen final.

Ahora técnicamente estaba sola, estaba segura de que ahora Papá y Matthew estarían escondidos y William seguiría sirviendo a Lord Voldemort, Tyler y Alexander también supongo que deberían esconderse al igual que toda mi enorme familia. No tendría a mi familia completa y eso me rompía el corazón.

No quería estar sola, no quería que poco a poco las personas que más me importaban murieran por mi culpa. No pude salvar a mi madre y a mi hermana, pero podría salvar al resto.

Cuando menos me lo espere toda la casa estaba llena de Aurores y lo único que pude escuchar fue el grito de Euphemia.

—¡Alexandra! —levante la mirada para ver como Fleamont y ella corrían preocupados hacia nosotros. Ella rápidamente se agachó a mi altura y me abrazó muy fuerte, Fleamont hizo lo mismo con William, para él era un poco raro, pero le correspondió el abrazo.

—Euphemia —volví a romper en llanto, quise mirar de nuevo a mi madre, pero ella no me dejó, me ayudó a levantarme y caminamos hacia la salida.

No quería separarme de mi madre, ni de mi hermana, pero entendía su preocupación, para ella mi madre era como una hermana.

—¿A dónde vamos? —no dejo que nadie se acercara a mí, ella intentaba hacer cualquier cosa para sacarme de allí. Habían aparecido reporteros del Profeta.

—Señorita Stafford, ¿qué pasó?

—¿El señor tenebroso porque no te mato?

—¿Por qué el señor Stafford no está aquí?

—¿Quién más está en la casa?

Muchas preguntas me bombardearon y yo solo quería salir de allí.

—¡Dejar a mi ahijada en paz ahora mismo! —vi a mi padrino Alphard acercarse a mí mientras veía a los reporteros del Profeta demasiado enfadado.

—Tío —susurré y él se acerco a mí para estrecharme en sus brazos con cuidado.

—Ya mi niña, todo irá bien. No te dejaré sola nunca más y saldremos de esta juntos, no dejaré que cargues con pesos sobre tus hombros princesa —susurro él.

Rompí en llanto abrazándolo más fuerte.

—Lo siento mucho, pero deben respetar la privacidad de la señorita Stafford, ahora mismo sigue siendo una menor y como su tutora es mi responsabilidad cuidarla así que pido por favor que nos dejen tranquilos.

A lo lejos vi a los padres de Remus corriendo hacia nosotros y alejando a los reporteros, sabía por qué estaban, mi padre era una figura importante.

La madre de Remus se colocó a mi otro lado y me protegieron de todos, tanto Fleamont como Lyall apartaban a los reporteros mientras también en el medio tenían a William.

Al salir todos de allí, subimos al coche de Lyall y este comenzó a conducir lejos de la casa.

Alphard se tenía que quedar, para sacar a los reporteros de ahí y así los Aurores pudieran ocuparse de todo con calma supongo.

¿Y ahora qué sería de mi vida? ¿Qué haría sola? Sin duda debía buscarme la vida y sabía perfectamente que podía hacerlo.

¿Pero cómo podía alejar a mis amigos sin que sospecharan? Debía apartarlos, sabía el propósito de Voldemort y es que haría cualquier cosa para que al final me quedara sola, él quería que estuviera sola para poder atacarme.

—Cariño —levante la mirada para ver a Euphemia— Iremos a casa y allí estarás a salvo —lo único que podía hacer era asentir porque ni las palabras me salían.

—Yo tengo que ir a buscar a mi padre y a mi hermano, tengo que contarles esto —yo también quería ir con él. Él me miro y es como si supiera todo lo que pensara porque continuo—. Tú te quedarás con ellos.

Asentí porque no tenía ganas de llevarle la contraria.

—Lyall y yo iremos a Hogwarts para recoger las cosas de Lexi —las mujeres asintieron y al llegar a la enorme casa de los Potter solo pude girar mi cabeza y ver la mía que estaba a unos metros, con un cartel que ponía que se vendía.

—Vamos cariño —Euphemia me ayudó a bajar. William se acercó a mí y me dio un beso en la frente antes de desaparecer.

—Entremos —Hope habló mientras se colocaba a un lado mío. El señor Potter y el señor Lupin nos acompañaron hasta la puerta y se fueron hacia Hogwarts.

Al entrar me colocaron en el sofá y un dolor muy fuerte de cabeza me invadió, no sabía por qué pasaba esto.

—Euphemia —ella rápidamente se acercó a mí con una pequeña sonrisa— No quiero que James se acerque a mí —ella me miró confundida.

—¿Por qué cielo?

—Él me hizo daño, sé que no me debe explicaciones, pero siempre me decía que me amaba y que haría lo que fuera para estar juntos —la imagen de ellos dos besándose volvió a mí y volví a romper en llanto. Pensé que lo tenía, pero lo había perdido.

—Cariño, ¿estás segura? —Hope se sentó en el otro lado del sofá y me miró triste.

—Lo vi besándose con Lily en los pasillos —las dos me miraron tristes, pero la expresión de Euphemia cambió.

—Ese niño me ha defraudado... Pensé que vosotros dos erais felices, sin duda todos pensábamos que estaríais juntos por siempre.

—Supongo que nosotros no, tal vez se dio cuenta de que conmigo no funcionaria por como soy.

—Eso jamás cariño... Eres maravillosa que nadie te haga creer lo contrario —Euphemia limpió mis lágrimas y me regaló una pequeña sonrisa.

—Euphemia tiene razón, él se lo pierde cariño.

—Mi madre ya no está aquí conmigo —estaba segura de que ella hubiera golpeado a James por hacer eso.

—Tu madre está muy orgullosa de ti, nada de esto es tu culpa cielo... Ella siempre estará cuidándote desde arriba.

—Cariño, tu madre haría lo que fuera por vosotros, incluso me contó que se arrepentía de todo el daño que te había causado, ella solo quería verte feliz... Ella haría lo que fuera por vosotros —Euphemia terminó la oración y el dolor que apareció al principio se volvió más fuerte, todo me daba vueltas y antes de que me tragara la oscuridad, escuche las voces de Euphemia y Hope.

—¡Lexi!

No puedes saber si vas o si vienes, pero piensas que estás en el camino correcto. La vida está planificada en un espejo no lo maltrates, mírame cuando te estoy hablando. Me estás mirando a mí, pero yo puedo ver a través tuyo. Puedo ver la sangre en tus ojos, puedo ver el amor disimulado. Puedo ver el dolor ocultado en tu orgullo, puedo ver que no estás contento y no puedo ver a nadie más.

Mirror — Lil Wayne ft. Bruno Mars

NOTA DE AUTORA

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