42. Una Conversación con Papá
Usualmente, no lloro para nada, diría que soy una persona bastante fuerte, pero ya han pasado un par de semanas y aún me siento sin aliento. Y normalmente salgo de noche, para no pensar en ti ni una vez, pero si empieza a sonar esa canción no puedo evitar pensar en nosotros... Realmente pensé que terminaría con la parte más difícil de esto. Cuando me alejé a mi misma de tus brazos.
Feel Like Shit — Tate McRae
Alexandra Stafford
En todo el camino estuve pensando en todas las opciones de conversación que podía tener el Director conmigo y ninguna era clara, siendo sincera podía esperarme cualquier cosa de Dumbledore.
¿Podría ser de la broma de Filch? No creo, porque, sino también tendrían que estar conmigo Sirius, Remus y Peter.
Llegue hasta esa puerta donde estaba situada una gárgola que solo se abría con la contraseña que a decir verdad era ingeniosa porque nadie se podría esperar esa contraseña.
—Te esperaremos aquí —me dijo Marlene con una pequeña sonrisa.
—Ir a descansar —susurré.
—No vamos a dejarte sola, ni ahora ni nunca. Así que ve y nosotras te esperaremos aquí —asentí y las abrace muy fuerte. Me acerqué a la gárgola para decirle la contraseña.
—Sorbete de Limón —la gárgola se giró y unas escaleras comenzaron a salir, entonces yo decidida las subí.
Cuando llegué al despacho, vi al profesor Dumbledore de espaldas, supongo que viendo algo de la pared, tampoco le di mucha importancia.
—Buenas noches querida, siento molestarte —se giró y me regaló una pequeña sonrisa.
—No se preocupe... ¿Ocurre algo? —de pronto un hombre salió de la nada y al girarse me sorprendí—. Papá —¿por qué papá estaba aquí? Debía ser algo importante si él vino desde el Ministerio.
—Hola cielo, creo que debemos hablar —se acercó y yo le abrace muy fuerte, lo había echado de menos, por su trabajo él no estaba mucho por casa.
Últimamente, se la pasaba demasiado por el Ministerio de Magia, había muchos problemas por lo que no podía venir muy a menudo.
—Os dejaré solos —Dumbledore desapareció y yo me quede con mi padre.
—¿Papá qué ocurre? —le mire confundida, solo quería una explicación, porque esto realmente era demasiado confuso.
—Mejor sentémonos —nos sentamos y espere a que él comenzara, la verdad es que no me gustaba mucho el tono de voz que había utilizado.
—Papá...
—Cariño, ya sabes que Voldemort cada vez está cobrando más fuerza y está buscando nuevos seguidores...
—Si, pero...
—Él te quiere en su ejército —todo se paró a mi alrededor, Voldemort me quería en su ejército. Simplemente, no me podía creer lo que papá había dicho, yo no era tan especial para que ese monstruo me quisiera en su ejército.
—Pero, ¿por qué? No tengo nada especial... Solo soy una bruja corriente.
—Eres más poderosa de lo que crees Lex, pero no puedo decírtelo todavía, al menos no esto... Tengo que decirte otras dos cosas más importantes.
—Papá, estoy harta... Todo el mundo me ha dicho que soy muy poderosa, pero nadie me explica nada...—me levanté del sofá y me di la vuelta, estaba harta de esta situación, todo el mundo decía lo mismo y yo solo quería saber la maldita verdad.
—Cariño, te prometo que muy pronto te lo contaré todo... Pero debes saber algo, debiste haberlo sabido hace tiempo —me giré para verlo.
—¿El qué?
—Hace quince años, no fuiste la única que nació ese día... Tu madre y yo esperábamos trillizos. Lexi, tú tenías dos hermanos más, pero nos hicieron creer que ellos estaban muertos —eso era imposible.
—Papá, no digas tonterías.
—Cariño es la verdad, sus nombres son William y Jane, Voldemort los secuestró para unirlos a su ejército... Hace un tiempo, nos dimos cuenta Matthew y yo de que estaban vivos... Los vimos y nos lo contaron todo —tenía dos hermanos mas y uno de ellos era Jane, que me había hecho la vida imposible con sus insultos.
—¿Y por qué no está aquí William?
—Por ti —¿por mí? ¿Yo que había hecho?— Lo hizo para protegerte, todo este tiempo gracias a él estás con nosotros... Pero creo que él ya no podrá seguir parándolo y por eso Matthew se unió a Voldemort —¿Matthew se unió? Mi cabeza comenzó a doler, lágrimas amenazaron con salir de mis ojos. Matt no podía unirse a ese monstruo. ¿Y si le pasaba algo por mi culpa? No me lo perdonaría nunca. Matt era mi otra mitad y no importaba cuando hermanos tuviera, siempre él seria mi otra mitad y la persona en la que confiaría todos mis secretos e incluso mi vida.
—No, no, no... Matthew no ha podido hacer eso —estaba entrando en pánico, esto debía ser una broma de muy mal gusto.
—Lo siento Lexi, pero todo lo que te estoy diciendo es verdad, los dos están con Voldemort para protegerte a ti —esto era culpa mía sin duda.
—Esto es culpa mía —papá negó y se acercó a mí para abrazarme y yo solo pude llorar. Tenía dos hermanos más, pero me separaron de ellos.
Matthew se había unido a él, había sacrificado toda su felicidad por mí, él no debía hacer eso. Él merecía ser feliz ya sacrifico demasiado por mí.
—Quiero verlo, quiero ver a William —me separé de papá y este se apartó de mí para asentir.
Tres personas entraron sin saber de dónde habían salido, distinguí a Matthew y a Jane, corrí rápidamente hacia Matt.
—Matthew... —me había cogido en brazos y yo solo lo abracé lo más fuerte que pude.
—Tranquila hermanita, todo irá bien —comenzó a brindarme pequeñas caricias en la espalda mientras mis lágrimas no tenían fin.
Mi dolor de cabeza aumentaba y sentí que explotaría en cualquier momento.
—¿Por qué lo hiciste? Eres un idiota —me separe de él y mire al otro chico con mis mismos rasgos, pero sus ojos eran marrones, tenía el pelo castaño y con pequeños rizos rebeldes y era igual de alto que Matthew, los dos me sacaban seguramente dos cabezas.
—Matthew, creo que lo mejor es que los dejemos solos —Matthew asintió y ellos dos se fueron.
Me dejaron con el desconocido, pero era como si lo conociera de toda la vida, ninguno de los dos habló.
—Por fin pude conocerte hermanita —me regaló una pequeña sonrisa.
—Jamás pensé que tendría un gemelo... —me acerqué a él y lo abracé. Al principio se sorprendió, pero luego me correspondió el abrazo.
—Nadie te hará daño jamás, yo me encargaré de ello.
—No quiero perderte, ahora que sé de ti —no sabía que podía llorar tanto.
—No me perderás, he estado desde que tengo memoria protegiéndote, tú eres mi fe, esa esperanza para seguir luchando y seguiré haciéndolo por ti hermanita.
—Por favor, déjalo y quédate aquí, no vuelvas a ese horrible sitio —tenía miedo de que desapareciera.
—No puedo, porque si me quedo aquí, él te hará daño y jamás me lo perdonaría.
—William, quiero saberlo todo, que te hizo ese monstruo —nos sentamos y en ningún momento deje de abrazarle.
—Lexi, me torturaron, me encerraron, me castigaron... Viví cosas terribles en esa casa, pero lo único que me mantenía con vida eran Jane y tú, saber que algún día debía conocerte, era mi fuerza para soportar cualquier cosa —por Merlín, por mi culpa tuvo que vivir todo eso.
—Es mi culpa —hizo que nos separáramos y me levanto la cara para verlo.
—Escúchame Lexi, esto no es culpa tuya, tú no lo sabías y supongo que no debías saberlo tan temprano, pero ya no podía esperar para verte... Solo te veía y te protegía de lejos... Pero quise verte, ya sabes que Voldemort está buscando seguidores y se está haciendo más fuerte y sobre todo te quiere a ti.
—Iré contigo.
—No, si estoy haciendo todo esto, es para que tú no vivas lo mismo —me quito delicadamente las lágrimas de mis mejillas.
—Por favor no te vayas, te lo suplico —no podía irse ahora, lo necesitaba. Era una sensación extraña, sabía que solo llevábamos minutos hablando, pero era como si ya lo conociera, era una parte de mí que me arrebataron.
—Lexi, no será la última vez que nos veamos, vendré todos los días que pueda, porque ahora que te he visto de cerca será muy difícil alejarme de mi gemela. Además, tal vez logre de convencerlo de ingresar en Hogwarts.
—¿Me lo prometes?
—Te lo prometo —sus ojos se aguaron y yo intenté recuperar mi respiración—. Espero que ese Potter tenga cuidado contigo, porque si no, no me importaría romperle la cara.
—No te preocupes, él es bueno, pero no somos nada.
—Sigo desconfiando de él.
De pronto todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas y el dolor era insoportable, lo último que pude escuchar era a mi gemelo.
—¡Lexi! ¡Ayuda! ¡Papá!
Todo se volvió negro.
Dijiste que nunca mentirías, pero lo hiciste de todos modos. Entonces... ¿Cómo se supone que me sienta cuando me lo dijiste tan real a la cara? Y dijiste que harías una promesa, pero una promesa nunca se mantiene. Entonces... ¿Cómo voy a actuar cuando es simplemente como es ahora? Y juro que nos hemos enamorado un poco del dolor y me da miedo que ni siquiera conozcamos la manera correcta.
Wish I Loved You In The 90s — Tate McRae
NOTA DE AUTORA
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #destinywattpad ❤
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro