Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3. Castigo

Déjame contarte una historia, sobre un chico y una chica. Es algo corta y aburrida, pero el final es algo inesperado. Ellos tenían tan solo 16, cuando las personas eran malas con ellos, haciendo que ellos no se amaran a sí mismos.

The Story — Conan Gray


Después de ese beso, digamos que el padre de James nos encontró y seguimos jugando toda la tarde a varios juegos, hasta que Marlene fue la primera en irse, eso si, no sin antes prometernos que esta no sería la última vez que nos viéramos.

Digamos que me sorprendí demasiado al saber que tenía como vecinos a los Potter y a los Stone, jamás pensé que ellos vivieran por mi zona, simplemente porque nunca los había visto o digamos que andaba demasiado en mi mundo para darme cuenta.

Al llegar a casa, toda la tranquilidad del mundo y toda la paz que había sentido se habían ido cuando mi madre apareció con una sonrisa, sin duda alguna esa sonrisa me daba demasiado miedo.

—Benjamin, llego una carta del Ministerio. Dijeron que solicitaban tu presencia de inmediato —con solo esa frase me puse demasiado nerviosa, no quería que papá se fuera, porque sabía perfectamente que una vez que saliera por la puerta mamá no desaprovecharía la oportunidad de castigarme.

—Bueno iré a preparar todo, seguramente deba pasar unos días ahí —subió las escaleras y mamá nos sonrió una última vez antes de desaparecer para ir a la cocina, seguramente donde estaba Elizabeth que apenas iba a cumplir dos años en agosto.

—¿Una carrera Lex? —me pregunto Matt con una sonrisa, a lo que yo asentí correspondiéndole la sonrisa.

Los dos comenzamos a correr hacia las escaleras y al llegar arriba sin querer Matt se chocó con la mesilla haciendo que el jarrón favorito de mamá cayera al suelo rompiéndose en pedazos.

—Por Godric, rompí el jarrón —sinceramente estaría en un gran lío sin duda pero podría cubrirle.

—Matt no te preocupes, yo me encargo. Ve con papá, a ti te gusta viajar con él —él me dedico una mirada preocupada.

—Pero estarás sola —sabía que estaría sola con mi madre, sabía lo que podría esperarme, pero él era lo más importante.

—Pero estaré bien —le regalé una sonrisa, sabía que él no estaba seguro de esto, sabía que diría que no, pero yo no quería que le pasara lo mismo que a mí.

Matthew era mi hermano, mi mejor amigo, mi segundo padre. En la corta vida que llevo siempre estuvo allí para mí y yo no quería que un niño tan bueno como él le pasara algo tan malo como a mí.

—¡Ahora que ha pasado! —el grito de mamá se escuchó abajo y de pronto sus pasos comenzaron a escucharse, lo que significaba que debía alejar a Matt.

—Matt, ve con papá... Yo me ocupo de mamá —Matt asintió poco convencido, pero se fue corriendo hasta la habitación de nuestros padres.

Mamá apareció y al ver el jarrón destrozado en el suelo casi podría jurar que se le saldría humo por las orejas.

—¿Qué demonios le paso a mi jarrón Alexandra? —estaba muy enfadada. Ese jarrón se lo había regalado su madre unos meses antes de morir, para mamá era como tener a la abuela aún con ella.

—Mamá yo... —papá apareció junto a Matt.

—¿Qué ha pasado? —mirándonos y luego dirigiendo su mirada al jarrón destrozado— ¿Es el jarrón de tu madre Roxanne?

—Si lo es —le contesto ella demasiado seria.

—Papá juro que yo no quería —Matt me miro sorprendido y papá me regalo una sonrisa mientras me cogía en brazos.

—Cariño no te preocupes son cosas que pasan, yo sé que no era esa tu intención —mamá no dijo nada y salió de allí enfadada— No te preocupes Lex a tu madre ya se le pasará —asentí y él con una sonrisa me limpio las lágrimas.

—No quiero que te vayas —lo abrace con todas mis fuerzas, papá al igual que Matt, era mi héroe.

—Te prometo princesa que volveré pronto, no pienso dejar a mi niña sola —él me correspondió el abrazo, después de un rato me bajo y abrace a Matt.

—No debiste hacer eso Lex, la culpa fue mía —lo sé, pero era mi hermano, mi responsabilidad. Él me lo solía decir y ese era nuestro lema.

—Mi hermano, mi responsabilidad —nos separamos y él me miro con una sonrisa.

—Mi hermana, mi responsabilidad —me agarro delicadamente de la cara y me dio un beso en la frente.

—Bueno Matt debemos irnos, cuanto antes nos vayamos más rápido regresaremos con la princesa —Matt asintió y juntos fuimos hasta la chimenea.

Cogieron polvos Flu y regalándome una sonrisa los dos desaparecieron, ahora si tenía muchísimo miedo, me había quedado sola con mi madre y si antes era horrible ahora que había causado ese desastre sería todavía más horrible.

—¡Alexandra Madeline Stafford! —y aquí íbamos de nuevo. Fui hacia la cocina para encontrarme con mi madre de brazos cruzados y seguía estando enfadada, mire a Elizabeth un momento y ella estaba jugando con un trozo de manzana en su sillita especial.

—¿Si mamá? —le pregunte en un susurro.

—Destrozaste algo que era muy importante para mí y lo sabías —se acercó a mí y me agarro muy fuerte del brazo, haciendo que soltara un pequeño quejido.

Y así es como dio comienzo a mi castigo, por un simple jarrón.

—Lo siento mucho —bajé la mirada y ella agarró demasiado fuerte mi mentón para que la mirara, no entendía por qué me hacía esto, porque debía castigarme tan fuerte por un simple pequeño error.

—¿Crees que eso arreglara lo que paso? ¿Crees que con un lo siento arreglaras el jarrón? Déjame decirte que no. Ve y pídele perdón y verás como sigue igual —siempre la misma frase de siempre, siempre decía eso y sinceramente tenía mucha razón, con un simple perdón no podías arreglar lo roto.

—Lo sé —ella me soltó y por un momento sentí alivio por mi brazo.

—Necesitas un castigo, además ya era hora de volver a tu entrenamiento pequeña Alexandra —me agarro del brazo demasiado fuerte y tiro de mí hacia el sótano.

Odiaba ese lugar todo estaba demasiado oscuro, había mucha suciedad y solo había un colchón roto donde descansaba cuando ella me encerraba en ese sitio espantoso. No era muy grande y había pequeños agujeros que daban un poco de luz y algunas manchas, mamá nunca bajaba aquí sin mí, digamos que este era mi sitio de entrenamiento y de castigo. Había una pequeña silla donde ella me ataba y me torturaba.

Odiaba esto, solo tenía cinco años, se supone que debía tener una infancia feliz, al igual que cualquier otro niño, pero, en cambio, yo debía fingir que la tenía delante de todos.

Bajamos las escaleras y mamá me empujo haciendo que me cayera al suelo, a consecuencia de eso me raspe la rodilla y comenzó a sangrar, pero no podía llorar porque me iría peor, me dolía mucho. Mordí mi labio intentando aguantar, pero el dolor no cesaba, solo tenía cinco años, ¿por qué mamá me hacía esto?

—Eres torpe, horrible, estúpida... Por Merlín, ¿Cuándo cambiarás? Eres una niña sin ningún propósito en la vida.

—Mamá, por favor no —me levanto de golpe y me sentó en la silla— Mamá, te prometo que me portaré bien —comencé a llorar, no quería esto, no de nuevo.

—Deja de llorar, te dije que llorar era de débiles Alexandra —subió arriba y bajo de nuevo con un pequeño cuchillo, el mismo que utilizaba durante estos meses que empezó mi castigo o como lo decía ella, entrenamiento.

—Mamá, no —intenté retener las lágrimas que no paraban de salir, pero era imposible.

—Cállate —se acercó a mí y me agarro el brazo izquierdo y empezó a hacer pequeños cortes, me dolía, pero no quería que me fuera peor. ¿Por qué mamá me hacía esto? ¿Es que no me quería?

—Mamá, me duele. Por favor para —mamá ignoro mis súplicas y siguió haciéndome cortes en el brazo, escribió en mi piel estúpida, horrible y muchas cosas más. Después se fue con el otro brazo e hizo lo mismo, yo ya deje de insistirle y me calle.

—Eres una decepción para esta familia, nunca debí tenerte... Tú en unos años serás la causa por la que mueran todos, tú solo harás daño a la larga a todo el mundo, tú eres la destrucción —siguió torturándome hasta hacerme perder la noción del tiempo, pero después paro. Me desato y se fue de allí encerrándome en esta habitación que se había convertido en una pesadilla para mí.

Estaba segura de que mamá en lo que quedaba de día no bajaría. Me tumbé en la cama y comencé a llorar de dolor y de tristeza. Odiaba esto, odiaba que mamá tuviera razón, al fin y al cabo estaba segura de que en un futuro solo sería un problema como ya lo era ahora.

No sabía cuanto tiempo llevaba, pero estaba segura de que había pasado algunos días y yo estaba en la misma posición, tirada en la cama abrazándome las rodillas y llorando. Mamá no había bajado en ningún momento y yo solo rezaba para que papá llegara lo antes posible.

Tenía miedo.



Sabes que eres hermosa, pero eso no es ni la mitad del tesoro que hay en tu alma. Porque quiero todo lo que eres... No veo ningún error, así que por favor, no me dejes caer.

Beige — Yoke Lore






NOTA DE AUTORA

Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #destinywattpad ❤

Os amo❤


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro