2. Nuevas amigas
Cariño, te amo. Eso es todo lo que ella escribió. Ophelia, has estado en mi mente chica, como una droga. Ophelia, que el cielo ayude a un tonto que se enamora.
Ophelia — The Lumineers
Era la primera vez que hacía contacto con un niño que no fuera mi hermano mayor Matt o mi primo Oliver, digamos que mi infancia si no fuera por ellos o a veces papá sería horrible.
—¿Quieres que juguemos a algo? —asentí— Bien, ¿qué tal si jugamos a las escondidas?
—Pero solo somos dos personas —en mi opinión era un poco aburrido jugar dos personas, pero solo era mi humilde opinión, ojalá estuvieran mis primos aquí, estaba segura de que les encantaría jugar a las escondidas. Para las fiestas se juntaban tanto la familia de Papá como la de Mamá y sinceramente era increíble porque solo había risas, diversión y muchísimas cosas más. Oliver, Matt, Jade y yo siempre jugábamos a las escondidas y casi siempre el que tenía que buscarnos era Matt, según él quería que nosotros nos escondiéramos porque a él se le daba horrible.
James me miro y luego busco con la mirada a no sé quién, en cambio, yo también busque con la mirada a mi padre y a Matt y los vi alejados hablando.
—Bien, ¿ves a ese hombre de allí? —me señalo a un hombre que estaba sentado en el banco intentado no reírse de Mia que era regañada por su madre, la escena, por una parte, era graciosa.
—Sí —asentí mirando y luego dirigí mi mirada de nuevo a James.
—Él es mi padre, podemos pedirle que juegue con nosotros —era muy buena idea, así que yo haría lo mismo.
—Yo le puedo preguntar al mío y a mi hermano mayor —él asintió feliz a lo que yo le regale una sonrisa.
—Genial, nos vemos en unos minutos aquí —asentí y él se fue corriendo hacia su padre. Me di la vuelta y empecé a rumbo hasta donde estaban mi padre y mi hermano, pero de pronto vi una niña sentada en un banco mirado por todos lados.
Decidí acercarme a ella.
—Hola —ella me miro con una sonrisa.
—Hola —era una niña rubia de ojos marrones, tenía pequeñas pecas esparcidas por toda su cara y tenía una cara angelical y tal vez tendría la misma estatura que yo.
—¿Te gustaría jugar al escondite con un niño, su familia y la mía? —demasiado directa lo sé.
—Claro mi mamá está allí hablando con una señora —señalo a una mujer que llevaba un vestido floreado que le llegaba por las rodillas y estaba acompañada por otra señora. Su madre tenía una sonrisa y dirigió su vista hacia nosotras— Déjame decirle y vengo —asentí y ella se fue corriendo hacia su madre y después de unos minutos ya estábamos de camino para buscar a mi padre.
—Por cierto soy Alexandra Stafford —le sonreí— Aunque prefiero que me digan Lexi.
—Yo soy Marlene McKinnon —me correspondió la sonrisa.
—¿Puedo decirte Marls? Claro si tú quieres.
—Claro me gusta mucho —llegamos hasta donde estaba mi padre y él al verme me regalo una gran sonrisa.
—¿Todo bien cielo? —me regalo una sonrisa y mi hermano se acercó a mí sonriéndome también.
—Sí papá, es que me gustaría preguntarte si Matt y tú jugaríais con James, su padre, Marlene —señalando con una sonrisa a Marlene —, y conmigo a las escondidas.
—Un momento, ¿Quién es James? —me pregunto mi hermano de manera sobreprotectora, él siempre me protegía demasiado, así que ya podíais imaginaros la escena que podría montarme por esto.
—Es un amigo que hice hace unos minutos —le sonreí—, incluso tiene una melliza llamada Mia.
—No te vas a juntar con él —miré confundida a mi hermano.
—Matthew cállate —le dijo papa divertido.
—Pero...
—Pero nada, vamos a jugar todos entonces —abracé a papá y él me correspondió el abrazo con un beso en la cabeza. Después se presentó con Marlene y todos fuimos al punto de encuentro donde habíamos acordado James y yo. Él ya estaba y junto a él estaban su padre y Mia.
El padre de James miro sorprendido a mi padre y yo no entendía del porqué.
—Benjamin...
—¿Fleamont? —los dos estaban muy sorprendidos, ¿ya se conocían de antes?
—Por Merlín Benjamin, cuanto tiempo —los dos se fundieron en un gran abrazo, nunca pensé que papá pudiera llegar a tener amigos, siendo sincera para los poco que recordaba mi memoria solo lo había visto hablando con mamá y con algunos del trabajo.
—Cuanto tiempo Fleamont, ya incluso llegue a extrañarte —le dijo mi padre divertido mientras se separaban.
—Obvio que me extrañaste, soy demasiado difícil de olvidar Ben —los dos soltaron una carcajada y digamos que todos los niños los mirábamos confundidos, al menos mi hermano, los mellizos Potter y yo.
De pronto a lo lejos vi a otra niña de pelo castaño recogiendo flores y estaba acompañada de una mujer que seguramente era su madre.
Me acerqué a Mia, mientras los adultos seguían recuperando el tiempo perdido.
—Mia, ¿ves a esa niña de ahí? —le susurré mientras le señalaba a la niña disimuladamente.
—¿La que está cogiendo flores? —quería darle un pequeño golpe por la pregunta.
—Si, ¿Quién más podría ser? —voltee los ojos divertida y ella bufó divertida.
—Y yo que sé mujer, no nací adivina —soltamos una pequeña carcajada que hizo que James y Marlene nos miraran confundidos.
—¿La invitamos a jugar? —Mia asintió y nos acercamos a ella— Hola —la niña se dio la vuelta y nos miró con una sonrisa.
—Hola.
—Yo soy Alexandra, pero me dicen Lexi o Lex, y esta de aquí es Mia. Nos preguntábamos si te gustaría jugar con nosotras, el hermano de Mia, mi hermano y Marlene, es una niña que conocí hace unos minutos. Estarán mi padre y el padre de Mia jugando con nosotros.
—Debería preguntarle a mi madre —su madre apareció con una sonrisa, se parecían muchísimo las dos, además su madre era muy joven. Eran como dos gotas de agua, podían aparentar ser hermanas perfectamente.
—Ve a jugar Katherine, yo estaré sentada por ahí por si me necesitáis —la niña llamada Katherine sonrió a su madre y nos miró con una enorme sonrisa.
Pude fijarme en que llevaba el pelo hasta los hombros y tenía unos ojos verdes muy bonitos.
—Por cierto soy Katherine Stone —nos dio la mano y la primera en saludar fue Mia.
—Yo soy Mia Potter, un gusto —después fue mi turno.
—Yo ya lo dije —reí y ellas rieron también— Soy Alexandra Stafford.
—¡LEX VAMOS A EMPEZAR! —me giré para ver como James se acercaba a nosotras seguido de Matt con cara de pocos amigos.
—James cállate, tu voz me molesta demasiado y me dan dolores de cabeza que prefiero evitar —Matt soltó una carcajada, James, en cambio, fulmino con la mirada a Mia.
—Me cae muy bien tu hermana Potter, es más estoy seguro de que me llevaré muy bien con ella, porque los dos te tocaremos las narices. Y como tengas otras intenciones con mi hermana verás —Matt miro demasiado serio a James, haciendo que este último se pusiera nervioso y yo solo fulmine con la mirada a Matt.
—Ey señorita, tú no tienes el derecho a fulminarme con la mirada por reírme o por decir lo que quiero decir, estoy en todo mi derecho. Libertad de expresión —voltee los ojos y mire a Kath.
—¿Lista? —ella asintió feliz y todos volvimos con mi padre y el padre de James y Mia.
—¿Estáis listos? —nos preguntó el padre de los Potter con una sonrisa.
—¡Si! —dijimos todos los niños a la vez, la verdad que sería algo interesante jugar con otros niños que no fueran mi hermano mayor.
—Bueno Fleamont y yo contaremos y todos vosotros os esconderéis —asentimos emocionados y ellos se dieron la vuelta para comenzar a contar.
—Bien, Kath y yo nos esconderemos juntas —Mia se llevó del brazo a Kath y juntas corrieron en dirección contraria.
—Marlene, ¿vienes conmigo? —Matt le pregunto, raro de él.
—Si —Marlene sonrió tímida y juntos se fueron hacia otra dirección.
—Bueno yo iré a buscar un lugar —me di la vuelta, pero James me agarro del brazo y yo le miré confundida por eso.
—Espera, tengo un lugar —sin previo aviso me llevo con él y después de unos minutos de caminata llegamos a unos arbustos al entrar ahí había una casa del árbol escondida. Espera, ¿Qué hacía una casa del árbol ahí?
—¿Cómo sabías de esta casa? —le pregunte confundida, ahora me preocupaba que James no fuera tan bueno como aparentaba.
—Digamos que venir casi todos los días y que sea un curioso ayuda muchísimo —suelta una pequeña risa y yo solo pude sonreír.
—Bueno, subamos entonces —menos mal que no estaba tan alto. Deje que James subiera primero y luego subí yo.
Al entrar a la casa no eran gran cosa, seguramente algún niño la abandono y por eso de su estado, aunque no estaba tan mal. Había algunos libros un poco viejos y algunos juguetes.
—Digamos que me hice el dueño de esta casita y pensé que tú también podrías serlo, digo si quieres —aunque todo fuera muy rápido me gustaba la idea de tener esta casa como un lugar seguro.
—Me gusta la idea James, claro que podríamos hacer que nadie supiera de ella, solo nosotros dos —él me regalo una sonrisa mientras se colocaba bien las gafas.
—Eso es genial Lex —se acercó a mí y sin querer lo que debió ser un beso en la mejilla por mi culpa fue un pequeño beso en los labios.
Sin duda alguna me estaba muriendo de la vergüenza.
Escápate conmigo, almas pérdidas y ensueños, actuando libres y sin control. Dos chicos, tú y yo. Y yo dije: Hey—Hey—Hey—Hey. Viviendo como renegados.
Renegades — X Ambassadors
NOTA DE AUTORA
Espero que os haya gustado el capítulo, no olvides comentar y votar.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #destinywattpad ❤
Os amo❤
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