Dices que no hay esperanza, que debería esperar menos. El cielo puede ayudarnos, bueno, tal vez podría. Dices que está fuera de nuestro alcance, ¿qué está fuera de nuestro alcance? Veamos y decidamos. Hemos sido meteóricos, incluso antes de esto. Ardemos la mitad de tiempo cuando brilla el doble, así que si está fuera de nuestro alcance.

Stargazing — Kygo ft. Justin Jesso

1 de Septiembre de 1971

Septiembre había llegado y eso solo significaba que hoy Mia, Kath, Brooke, James y yo iríamos a Hogwarts por fin. James y yo desde que nos enviaron la carta no paramos de hablar de todo lo que haríamos cuando estuviéramos allí, haríamos bromas sin parar, y crearíamos recuerdos inolvidables.

—Debemos planear algunas bromas para los primeros días... Propongo hacerlas a los alumnos de Slytherin —¿y si me tocaba en Slytherin? ¿Mis padres estarían orgullosos de mí? Toda mi familia estuvo en Gryffindor, no quería defraudarlos—. Ey Lexi, ¿me estás escuchando? —lo miré y asentí, estaba demasiado atenta a todo lo que decía James, porque para los dos era importante divertirnos y crear momentos que jamás olvidaríamos.

—Lo siento James, estaba pensando en mis cosas —le regalé una pequeña sonrisa que se acercaba más a una pequeña mueca.

—Lexi, ¿estás bien? —él me miro un poco preocupado.

—Si quedo en Slytherin, ¿seguirás siendo mi mejor amigo? —él se acercó más a mí con una sonrisa.

—Si quedas en Slytherin, seguiré estando orgulloso de ti... Pero puede que estés en Gryffindor, toda tu familia lo fue —eso no significaba nada, tal vez fuera sorteada a Slytherin.

—Si, pero, ¿y si yo soy diferente? —los dos estábamos caminando en el andén, estábamos a unos pasos por detrás de nuestros padres y amigos.

—Lexi, claro que eres diferente a ellos, eres la bruja más inteligente y valiente que he conocido, eres valiente y tienes un carácter demasiado fuerte... Eres sin duda asombrosa y estoy muy orgulloso de ti —él siempre sabía cómo alegrarme, tenía ese don que hacía que yo sonriera aunque no quisiera.

—Te quiero James —paramos un momento para poder abrazarnos.

—¿Chicos? ¿Estáis listos? —nos separamos y nos encontramos a nuestros padres mirándonos con una sonrisa al igual que mis hermanos y las chicas, en cambio, Matt estaba serio porque era el típico hermano sobreprotector.

—Cuidado Potter —como decía... Era demasiado sobreprotector.

—Cállate Matthew —Mamá lo tiró de la oreja y se lo llevó hacia la Plataforma 9¾ y sin más se adentraron en ella.

Las chicas se miraron y las primeras en cruzarlo fueron Sam y Brooke que lo hicieron juntas, después Mia y Kath se miraron divertidas y corrieron cruzando la pared donde nos esperaba el Expreso de Hogwarts.

—Niños, os toca... —cogimos nuestros carritos y nos miramos una última vez con una sonrisa.

Corrimos hacia la pared y nos adentramos.

Dios era preciosa la estación, se veía el Expreso de Hogwarts y era más asombroso de lo que había leído o de lo que me habían contado mis hermanos.

—Chicos os acompañaré a dejar vuestros baúles —seguimos a mi padre que nos enseñó donde debíamos colocarlo.

Cuando ya lo teníamos listo todo, un hombre enorme se nos acercó con una sonrisa.

—Hola chicos, soy Hagrid, soy el guardabosque de Hogwarts... ¿Ya tenéis todo listo? —el gigante nos miró a los dos con esa sonrisa tan pacífica, para ser un gigante era muy agradable. Tenía el pelo muy largo al igual que su barba y su ropa estaba un poco desgastada, pero al parecer a él no le importaba.

—Si, señor —James le sonrió.

—Soy Alexandra, pero James me suele decir Lexi —le di la mano y él me correspondió el saludo muy feliz.

—Eres una niña encantadora... Bueno niños me tengo que ir a ver que los demás están listos, despediros de vuestros padres y adentraros al Expreso, no queréis perderlo, ¿verdad? —James y yo negamos con una sonrisa y Hagrid nos sonrió por última vez y se fue.

—Vamos niños —volvimos con los demás y empezamos a despedirnos.

James y Mia se despedía de sus padres y Matthew, Tyler y yo nos despedíamos de los nuestros, al igual que lo hacían Brooke y Sam.

—No lo olvides cariño, da igual la casa en donde te ponga el Sombrero Seleccionador, nosotros siempre estaremos orgullosos de ti —Papá me abrazó y vi como Mamá asentía con lágrimas en los ojos.

—Os quiero.

—Nosotros también —Matthew al igual que Tyler se fue con sus amigos y James y yo entramos al Expreso para buscar un compartimento libre, ya que las chicas también iban a ir a buscar uno.

—¿Quieres que compre algo del carrito mientras buscas un compartimento? —asentí con una sonrisa—. Vale cuídate mucho, prometo no tardar —me dio un beso rápido en la frente y corrió hacia el otro lado.

Busqué por todos lados y casi todas estaban llenas, quise rendirme, pero de pronto encontré una donde solo estaba un chico que se me hacía demasiado conocido. El chico no se había dado cuenta de mi presencia, porque estaba demasiado ocupado leyendo un libro.

Tenía el cabello lacio de un castaño claro y no tenía mal aspecto, era un poco delgado, pero por lo demás, lo poco que vi estaba bien. Su ropa era un poco más grande y llevaba una chaqueta marrón un poco desgastada, a decir verdad la descripcion me sonaba demasiado familiar.

—Hola —el chico se sobresaltó y me miró demasiado tímido, lo mire bien y me sorprendi al saber que era el mismo chico de hace unos años, él que me habia regalo su libro.

—Hola... Un momento tú eres la chica del parque —él sonrio.

—Si soy yo, ¿te importa si me siento aquí? —le pregunte con una sonrisa.

—No claro que no —me senté enfrente y pude distinguir el color de sus ojos, eran bonitos, eran de color miel, tal y como los recordaba.

—Siento ser una preguntona, pero ¿qué lees? —quería entablar una conversación con él, ya que estaríamos demasiado tiempo juntos.

—Es la Guía de Transformaciones para principiantes —era un chico aplicado como yo.

—Oh, lo conozco, este verano estuve leyendo los libros de primer año y estudiando un poco —le regalé una pequeña sonrisa que me correspondió.

—Eso es genial, yo también estuve haciendo lo mismo —me hacia feliz conocer un rostro familiar.

—Si quieres cuando estemos en Hogwarts y empecemos las clases, podemos estudiar juntos —él era muy amigable, pero un poco tímido, se parecía un poco a mí en ese aspecto.

—Claro, eso estaría genial, me gustaría tener una amiga en Hogwarts... Oh por cierto, lo siento que despistado... Soy Remus Lupin —me extendió su mano para corresponder el saludo y yo feliz lo hice.

—No te preocupes, yo también soy despistada... Soy Alexandra Stafford, pero mi mejor amigo me suele decir Lexi.

—Es un bonito nombre.

—Gracias —de pronto se oyó una pequeña explosión que hizo que Remus se sobresaltara, en cambio yo rodé los ojos con una sonrisa.

—¿Oíste eso?

—Si, eso querido amigo, fue mi mejor amigo James —me levanté para salir a ver que había hecho, pero de pronto un cuerpo se metió rápidamente dentro haciendo que cayera de culo.

—¡Lexi! —Remus se levantó para ayudarme y yo miré a la persona que me había empujado, por supuesto que se trataba de James. Solo él podía tirarme de esa manera.

—Lo siento Lexi, no fue mi intención —me regaló una sonrisa.

—¿Cómo en los viejos tiempos? —le regale una sonrisa divertida, mientras me incorporaba gracias a Remus y a James.

—Como en los viejos tiempos —James miró con curiosidad a Remus—. Hola, soy James Potter —James con una sonrisa se presentó y le dio la mano.

—Remus Lupin —respondiendo el saludo.

—Y yo soy un fantasma —detrás de James había un chico de pelo negro largo y ojos grises, vestido muy elegante.

—Perdona Sirius —James se apartó para que Sirius y un chico más entrarán al compartimento. ¿Ese chico de dónde había salido?

—Hola, soy Alexandra, pero me suelen decir Lexi —les regalé a los dos una sonrisa.

—Yo soy Sirius Black y este de aquí es Peter Pettigrew, lo salvamos de unos Slytherin —señaló al otro chico de pelo castaño y ojos azules.

—Hola —más bien eso fue como un susurro.

—No seas tímido Peter —Sirius lo empujo haciendo que se sentara.

Todos nos sentamos y acabamos al frente Peter, Sirius y Remus mirando hacia la ventana y en el otro asiento James y yo.

—¿Por qué la broma? ¿Y por qué no me has incluido? —le hable a James que estaba comiendo unas ranas de chocolate, así que como buena mejor amiga le robe una.

—¡Oye! —se quejó con una sonrisa divertida y yo le di un beso en la mejilla mientras comía mi preciada rana de chocolate.

—Habla James —a él siempre le encantaban las bromas, constantemente se le ocurría una.

—Bueno técnicamente fue como una advertencia para no meterse con otros, se portaron muy mal con Peter y Sirius y yo quisimos vengarnos... Conocí a Sirius en el carrito mientras compraba algo —me explicó resumidamente mientras les tendía ranas de chocolate a los demás que aceptaron gustosamente.

—Pues yo conocí a Remus y me dejó sentarnos con él, es muy agradable, además también estudió en verano, ¿recuerdas del niño que te dije hace años? Pues es él —mire a Remus y él me regaló una sonrisa.

—Por cierto, ¿dónde está Sam? —James me miró confundido porque la rubia no estaba con nosotros.

—Fue para asegurarse de que Mia y Kath no se metieran en algún lío —él soltó una pequeña carcajada mientras asentía.

—Típico de ellas.

—Bueno una de ellas es tu melliza —volteo los ojos divertido.

—Por desgracia.

—No me dijiste que tenías una melliza, pensé que habíamos construido una relación fuerte, sin secretos. James me has roto el corazón —Sirius dramatizó y colocó su mano derecha cerca del corazón.

—Sirius, en lo único en lo que pensaba en ese momento era en que saliera bien la broma, ¿crees que hubiera sido el momento indicado para decirte eso? No me respondas, te responderé yo, no.

—Me sigue doliendo Jamie —todos menos James soltamos una carcajada y él solo volteo los ojos divertido.

—Me caes mal Black.

—Me amas Potter —le dijo con una sonrisa.

—El que me ama aquí Black eres tú, ósea solo mírame para tener once años soy todo un galán —Sirius soltó una gran carcajada.

—Por Merlín, me encanto demasiado el chiste. Ahora hablemos en serio, el galán de aquí soy yo obviamente solo hay que mirarme para confirmarlo.

—Eres un mentiroso Black —James sonrió y me abrazó por los hombros mientras me daba un beso en la mejilla.

—¿Sois pareja? —James y yo nos miramos y luego miramos a Sirius. Los dos soltamos una gran carcajada.

—Somos mejores amigos —dijo James.

—Exacto.

—Pues para tener solo once años y solo ser mejores amigos no sé yo, pero los amigos no miran a los amigos de esa manera —James y yo lo miramos confundidos.

—¿A qué te refieres? —le preguntó James.

—Nada, dejémoslo —éramos unos niños todavía, no mentiría que para tener once años sabía que lo quería en mi vida siempre, pero nunca o al menos tal vez trate de quitarme esa idea de la cabeza.

James no era un mal niño ni mucho menos, daba los mejores abrazos, siempre que pasaba algo él estaba ahí para animarte o simplemente para quedarse a tu lado en silencio. Sin duda los Señores Potter estaban haciendo un increíble trabajo porque tanto Mia como James eran buenos niños, un poco bastante desmadrosos pero eran buenos.

—Yo también lo noté —miré confundida a Remus y él solo me regaló una sonrisa.

—Bien, no digas nada entonces, déjalo que lo vean por ellos mismos —James y yo nos miramos y volvimos a mirar a esos dos.

—Dejaros de tonterías, Lex es como una hermana para mí —¡auch! Si dolió.

—Bien —habló Remus y todo el compartimento quedó en silencio.

—Seamos un grupo —soltó de repente Sirius, haciendo que todos dirigiéramos la mirada hacia él, la idea me parecía una locura, pero estaría bien eso.

—Estoy de acuerdo contigo Sirius, es más, eres uno de los míos, las travesuras las llevas en la sangre —soltó James muy feliz mientras yo lo miraba con una sonrisa, para poco después dirigir mi vista hacia la ventana.

—¿En qué casa pensáis que os va a colocar el Sombrero Seleccionador? —Peter habló por primera vez.

—Estoy seguro de que Lexi, Mia y yo estaremos en Gryffindor —soltó James muy orgulloso y yo solo asentí con una sonrisa.

—Yo la verdad es que no lo sé —respondió Remus mientras volvía a centrar su vista en el libro, me arrepiento de no haber cogido un libro antes. Remus me miró y se agachó para buscar algo de su bolso que tenía bajo sus pies y note que se trataba de un libro. Me había leído la mente sin duda —¿Te gusta William Shakespeare?

—Si —me dio el libro que se trataba de Romeo y Julieta, uno de mis tantos libros favoritos de ese autor —Gracias.

—¿En serio os pondréis a leer? —Sirius nos miró raro.

—¿Algún problema? Si es así no me interesa —abrí el libro y comencé a leer, mientras los demás menos Sirius soltaban una carcajada.

—Yo creo que estaré en Slytherin, toda mi familia lo estuvo, pero yo no quiero —levante un poco la mirada para ver su cara de disgusto.

—A mí me gustaría estar en Gryffindor —soltó Peter un poco tímido.

—¿Os imagináis estar todos en Gryffindor? —esa idea me agradaba demasiado, porque habíamos congeniado todos muy bien —Aunque si somos de diferentes casas yo seguiré con vosotros, porque somos un grupo... Todos juntos —por una vez estaba de acuerdo con Sirius, seguro que esto se convertiría en una increíble amistad.

Y seguiré aquí mirando las estrellas, seguiré mirando hacia arriba, mirando hacia arriba. Mirando hacia arriba buscando amor, seguiré aquí mirando las estrellas, seguiré mirando hacia arriba, mirando hacia arriba. Mirando hacia arriba buscando amor. No te rindas por mí, no caigas, no te rindas por el amor. No te rindas por mí, no caigas, no te rindas por el amor.

Stargazing — Kygo ft. Justin Jesso

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