Me ayudas a pasar las noches oscuras. Siempre estoy fuera, en movimiento. Estoy huyendo y tú estás sola en casa, estoy demasiado ocupado con mi propia vida. ¿Somos demasiado jóvenes para esto? Se siente como si no pudiera moverme, compartir mi corazón. Me está destrozando, pero sé que te extrañaría cariño, si me fuera ahora mismo.

Softcore — The Neighbourhood

12 de febrero de 1981

Los padres de James estaban seguros también, quisimos que estuvieran escondidos porque no queríamos que nada malo les pasara.

En agosto había nacido la pequeña de Remus y Tessa, a la cual llamaron Alexandra, algo que no me lo esperaba, pero me escribieron contándome todo y comencé a llorar de la emoción. No podía creer que su hija tuviera mi nombre.

En diciembre nació el hijo de Regulus y Emily, y le pusieron Arcturus Alphard Black Morgan. Alphard casi se desmayó de la emoción, según me contó Regulus en una carta. Mia y Andrew también habían tenido en diciembre a sus mellizos, cuyos nombres eran, Charlus James Stafford Potter y Marie Alexandra Stafford Potter. Tanto James como yo lloramos de la emoción cuando nos escribieron.

Las cosas se complicaron y las misiones eran más difíciles de cumplir, pero James no dejó que le afectaran o al menos no delante de mí, porque él no quería derrumbarse. Cada día estaba más cansado, pero cuando veía a las niñas correr hacia él o a Mads y Harry viéndolo, era como si ellos le dieran fuerzas para seguir adelante.

—¿Lexi? —me giré para ver a James apoyado en la puerta de la cocina.

—¿Ocurre algo? —él se acercó a mí.

—¿Estás bien? —dejé de hacer lo que hacía para mirarlo.

—Si —le regale una pequeña sonrisa.

—Por favor Lexi, no me mientas —colocó sus dos manos en mi cara.

—Estoy cansada de todo esto, solo quiero que acabe James... Quiero tener una vida a tu lado y al lado de los niños, quiero que ellos puedan ser felices sin una guerra de por medio... Quiero que se acaben las misiones para que nuestros amigos y tú ya no tengáis que ir, porque cada vez que vas a una Misión una parte de mí se va contigo. Tengo miedo de que algún día no entres por la puerta con esa sonrisa que les das a los niños... Quiero que Harry sea feliz sin ninguna profecía de por medio, solo quiero felicidad porque nos lo merecemos después de todo, pero cada vez que somos felices hay algo que lo estropea y estoy cansada.

—Lex...

—James, no quiero vivir escondida toda mi vida, no quiero que tú estés mal, no quiero verte desgastándote cada día más, mereces ser feliz —lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

—Tú también mereces ser feliz Lexi.

—Mira a lo que me ha llevado eso... Era feliz, pero perdí a mi madre y a mi hermana, cuando pensé que volvía a ser feliz perdí a mi gemelo... Después volví a mejorar, pero perdí a mi hermano, y luego a mi padre... Ahora que soy feliz tengo miedo de perder a alguien importante de mi vida... Tengo miedo de perderte a ti James.

—¿Ves? No me gusta que te estés cerrando y te estés guardando todo, somos una pareja y siempre estaremos el uno para el otro, no hay motivo para que te cierres, no conmigo... Aunque no lo creas, yo también cada día tengo miedo de no volver, de no volver a ver a los niños o de no ver tu sonrisa cada vez que me recibes al llegar a casa... No quiero esta vida para los niños, por eso estoy haciendo todo lo posible para que esto acabe... Te lo prometí Lexi, iba a ser el mejor esposo y padre del mundo, voy a estar allí para ti, así que cada vez que quieras hablar, hazlo... No te cierres porque no quiero perderte por esto... Sabes que si tengo que sacrificarme por vosotros lo haré sin ninguna duda, porque vosotros sois mi fuerza y por vosotros haría cualquier cosa.

—Por favor solo no te mueras, porque no podría vivir sin ti James... ¿Crees que después de esto seremos felices?

—Si Lexi, te prometo que seremos felices —sin previo aviso junto sus labios con los míos. Últimamente no teníamos tiempo para estar de esta forma por los niños y porque James siempre llegaba agotado.

Al separarnos James me cogió en brazos y yo enrollé mis piernas en su cintura mientras lo volvía a besar, pero nos tuvimos que separar por un Patronus.

—Señores Potter, siento las horas, pero debo avisarles de una reunión que hemos organizado ahora, por favor ruego su asistencia —Dumbledore a veces me ponía nerviosa.

Baje de los brazos de James.

—Te prometo que te lo compensaré amor —James me guiño un ojo y fuimos a por las niñas y a por Harry para llevarlos con Andromeda.

Dumbledore sabía que esto nos ponía en peligro, pero aun así nos había convocado a una reunión sabiendo que nuestra situación era complicada.

Cuando ya los dejamos, llegamos a la reunión y mucha gente incluida nuestros amigos estaban allí, vi a lo lejos a Regulus, solté la mano de James y corrí para abrazarlo.

—Lexi, te he echado mucho de menos —hace tiempo que no lo veía.

—Yo también te he echado de menos —me separé de él— ¿Estáis bien? ¿Os han hecho algo?

—No, todo está bien... No te preocupes —me regaló una sonrisa— ¿Cómo están los niños?

—Están bien, tuvimos que dejarlos con Andromeda —fuimos a tomar asiento y James se sentó a mi lado.

—Gracias a todos por asistir... Las cosas se están poniendo cada vez peor, muchas muertes se están llevando a cabo y Voldemort cada vez se está haciendo más fuerte... Sé que es pedir mucho —me miró— Señora Potter, quiero que vuelva a la Orden de manera oficial —los chicos negaron.

—¿Por qué ella es tan especial? —preguntó una mujer de la orden.

—Porque ella es la única que puede derrotar a Voldemort.

—Creo que te estás volviendo loco, no vamos a dejar que la utilices como si fuera tu muñeco —habló Sirius.

—No voy a permitir que usted la mande al matadero, es un ser humano, no su maldita rata de laboratorio —hablo James— No dejaré que ella se enfrente a él ella sola.

—¿En serio cree que seríamos capaces de dejarla enfrentarse a un monstruo ella sola? Claro que no lo haremos —habló esta vez Remus enfadado al igual que los demás chicos.

—¿No se cansa Dumbledore? —Regulus se levantó.

—Hijo...

—¡NO SOY TU MALDITO HIJO! —golpeó la mesa consiguiendo que algunos se sobresaltaran— ¡Estoy harto de verle a usted sin hacer nada! ¡Somos niños que han tenido que madurar muy rápido por culpa de una guerra! ¡Deberíamos estar disfrutando de nuestra vida en lugar de ir allí y morir! ¿Por qué sabes una cosa? ¡Todo el mundo está muriendo y usted no está haciendo nada para impedirlo! ¡Lo único que ha hecho es darnos malas noticias y mandarnos a misiones que hacen que no podamos salir algunos con vida! ¿Ves a esta chica? —me señaló— ¡Ella es la primera que merece ser feliz después de todo! ¿Y qué ha hecho? Le ha dicho sobre una profecía que tiene que ver con su hijo, con un bebé que no tiene la culpa de nada. ¿Y ahora quiere que ella pelee contra él? Está loco si piensa que nosotros su familia dejaremos que lo haga.

Regulus había explotado.

Me dolía el alma porque los entendía, pero si tenía que luchar para que ganáramos y fuéramos felices lo haría sin ninguna duda alguna, porque como él había dicho ellos eran mi familia y los protegería siempre.

Aquí ando atrapado en este sofá, desplazándose a través de mis notas. Mi corazón estaba roto, aún no maduraba. Me despierto a ver los titulares, llenos de devastación de nuevo. Mi corazón está roto, pero sigo adelante. Hay dolor, pero no dejaré que se convierte en odio. No, no dejaré que esto me cambie. Nunca perderé de vista quien soy por dentro, ahora lo sé, sí lo sé. No puedes tomar mi juventud, esta alma mía nunca se romperá, siempre y cuando me despierte hoy, no puedes tomar mi juventud.

Youth — Shawn Mendes ft. Khalid

NOTA DE AUTORA

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